Trucos para llegar a los dos litros que hay que ingerir cada día para tener el cuerpo (y la mente) hidratados Trucos para llegar a los dos litros que hay que ingerir cada día para tener el cuerpo (y la mente) hidratados
Al mismo tiempo que se nos va la mano con el alcohol, pasa también que con el agua nos quedamos cortos, con lo necesaria que … es para nuestro organismo. Como regla universal, hay que tomar 8 vasos al día, aunque esto varía según la edad, el peso, la dieta, la actividad física e incluso el clima. Pero hay personas que ni siquiera llegan a esa cifra.
¿La razón? Muchas veces pasa porque no sentimos sed, que es nuestro sistema de alerta frente a la deshidratación, aunque no el único. Además de la boca seca, podemos experimentar dolor de cabeza mal humor o fatiga. Esta situación se produce a menudo en personas de edad avanzada y en aquellas que se pasan el día concentradas o estresadas no la reconocen hasta que ya es acuciante.
También ocurre que hay personas a las que no les gusta el agua porque «no sabe a nada». Y otras a las que beber agua no les cuadra con el ritmo de vida: toda oficina suele tener una máquina de café, pero no siempre un grifo, y no estamos habituados a salir de casa con una botella.
Sea cual sea la razón, si no bebes lo suficiente, hay algunos trucos que te ayudarán a alcanzar las cifras recomendadas.
– Integrar su consumo en nuestras rutinas: una vez acostumbrados a beber en determinados contextos, resulta difícil dejar de hacerlo. Podemos, por ejemplo, tomar un vaso de agua justo al despertarnos, antes de salir de casa, junto a las principales comidas y en torno a la práctica deportiva.
– Comprar una botella: en el mercado abundan las de dos litros con medidor incorporado y capacidad frigorífica. Tenerlas siempre a mano facilita la ingesta.
– Convierte el móvil en aliado: existen aplicaciones móviles diseñadas para ayudarnos a cumplir con nuestros objetivos de hidratación (‘Aqua reminder’, ‘Hydro Coach’), pero también podemos programar alarmas para recordárnoslo.
– Sé creativo: nada nos impide echarle unas gotas de limón, unas hojas de menta o una rodaja de pepino a nuestra botella para aportarle sabor. Quienes lo prueban aseguran beber el doble que antes.
– Usa pajita: puede parecer una tontería, pero algunas personas muestran menos rechazo al agua si la consumen de esta forma.
Y si todo lo demás falla, quizás el agua con gas se convierta en nuestra tabla de salvación.
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