Tres niños se cuelan en la fiesta de los gigantes

Arrancan los Mundiales, la gran fiesta del atletismo, el espectáculo máximo al margen de los Juegos Olímpicos. Se disputan en Tokio (desde las 00.30 de la madrugada del sábado) los XX Campeonatos del Mundo de atletismo, la competición que nació en Helsinki en 1983, como el fruto de un pulso entre el italiano Nebiolo, presidente de la IAAF y el español Samaranch, que no quería estos campeonatos para que no hicieran sombra a sus Juegos. Hasta que llegó la amenaza del italiano: «O me dejas hacer unos Mundiales o te mandaré los sub-23 a los Juegos Olímpicos, como hacen los del fútbol». Y se acabó el pulso.Tokio, una ciudad plena de tradición atlética (fue escenario en 1991 del inolvidable salto de 8,95 metros de Powell que terminó con los míticos 8,90 de Bob Beamon) y de amor por la maratón, recibe a los gigantes del deporte rey en un momento de agitación, popularidad creciente, cambio y contrastes. La Diamond League está triunfando como nunca pero, al tiempo, el Grand Slam Track se ha desplomado víctima de su desmesurada ambición económica. Las nuevas superzapatillas han situado la polémica de la innovación sobre la mesa al tiempo que han atraído mayores inversiones de las marcas deportivas. Y en World Athletics, Sebastian Coe, el jefe supremo, humillado en el COI, quiere impulsar cambios que catapulten aún más la popularidad de los grandes atletas. Este año el escaparate de grandes figuras está a rebosar. Figuras indiscutibles como Noah Lyles, Jakob Ingebrigtsen, Karsten Warholm, Mondo Duplantis, Sydney McLaughlin o Femke Bol pondrán en pie al Estadio Nacional de Japón. Pero la sorpresa ha llegado de parte de la Generación Z. Talentos jovencísimos como Gout Gout , el ‘hijo’ de Bolt, el prodigio Cooper Lutkenhaus , el neerlandés Niels Laros, la inglesa Innes Fitzgerald (activista contra el cambio climático)… han conseguido acaparar la atención de los aficionados y amenazan con robar el foco a las tradicionales superestrellas.Duplantis es la gran estrella del atletismo mundial. El pertiguista de Louisiana, que compite bajo la bandera sueca de su madre, ha dejado la leyenda de Sergei Bubka a ras de suelo. Mondo ha batido el récord mundial en 13 ocasiones (la última fue el 12 de agosto en Budapest con 6,29) y su actuación en Tokio huele a 6,30 metros por todas partes. Sus récords, tan frecuentes, han perdido ya casi la categoría de noticia.Cooper Lutkenhaus, un chico de Dallas de 16 años, es la nueva sensación del atletismo. Ha tenido que pedir permiso en su Instituto para viajar a Tokio y se ha colado en estos Mundiales tras una actuación antológica en los Trials de Estados Unidos en los que batió su mejor marca de 800 metros por tres segundos y se acercó (con 1:42.27) al récord mundial. La compañía Nike ha firmado un contrato profesional con él y lo ha sacado de la competición escolar.«Creo que este atleta es una incógnita total», indica a ABC, Colomán Trabado, uno de los grandes de los 800 metros en los años ochenta. «Creo que podrá pasar la primera ronda de eliminatorias con algunos problemas, porque debutar en unos Mundiales a esa edad es muy difícil , y va a tener una presión tremenda de todo el entorno que le rodea. En carreras rápidas sí puede tener opciones de estar en la final pero, por su forma de correr, a cola de grupo y forzar en el último 100, eso aquí no le va a valer».Gout Gout, el ‘hijo’ de Bolt, ha deslumbrado este año a todos los velocistas. El australiano, de 17 años, que se asemeja mucho a Usain Bolt en su físico y en su capacidad de aceleración, se presenta en Tokio habiendo batido sus récords en categorías menores y se enfrenta a su primer gran test internacional. Se medirá en 200 metros a Noah Lyles y al campeón olímpico, el botsuano Letsile Tebogo.«En realidad, yo no cuento con Gout para las medallas. Este campeonato le pilla pronto y lo veo más rellenando la final, en ese tren del cuarto al sexto puesto. Aunque igual nos asusta, no sé». Así opina Ángel David Rodríguez, el Pájaro, 17 veces campeón de España en velocidad. «Yo creo que Noah Lyles va a ganar el 100 y el 200. Tiene un coco impresionante para la gran competición. Y pienso que los jamaicanos no llegarán bien porque hay mucho runrún con su federación nacional. Les apoya poco, se sienten abandonados». En cualquier caso, el cuarteto Thompson-Seville-Blake-Forde amenazan como parte de un gran 4×100 jamaicano.El neerlandés Niels Laros, de 20 años, es el último de los niños que han asomado la cabeza. Lo hizo de una forma brutal, ganando a todos en la milla de Oregón con un crono sorprendente y exhibiendo una velocidad final que hacía tiempo que no se veía en el mediofondo. «Laros es el mejor atleta de 1.500 que he visto desde El Guerrouj y Reyes Estévez. Es más rápido que ellos y, desde luego, que Ingebrigtsen. Ahora no veo a nadie capaz de ganar a Laros, en cualquier tipo de carrera», indica Jorge González Amo, explusmarquista español de 1.500 metros.José Luis González , uno de los grandes atletas de la historia de España, opina para ABC sobre la participación de Ingebrigtsen, escondido durante todo el verano pero inscrito en 1.500 y 5.000 metros. «El caso del nórdico no es normal porque le falta ritmo competitivo y realmente no sabemos cuánto tiempo lleva parado. Yo creo que en 1.500 lo tiene difícil aunque él se encargará de aplicar un ritmo extremo. En 5.000 metros lo veo con más posibilidades».Los Mundiales, que se extenderán durante nueve días, cuentan con la participación de la ‘superstar’ Sydney McLaughlin. La reina de los 400 metros vallas, quizá algo cansada de su superioridad, ha apostado en este año posolímpico por los 400 lisos, en los que ha registrado un crono de 48.90. Partirá como favorita por su extraordinaria clase, aunque la dominicana Marileidy Paulino (48.81) y la bareiní Salwa Eid Naser (48.67) van a ser rivales durísimas. ¿Caerán los 47.60 de Marita Koch? Arrancan los Mundiales, la gran fiesta del atletismo, el espectáculo máximo al margen de los Juegos Olímpicos. Se disputan en Tokio (desde las 00.30 de la madrugada del sábado) los XX Campeonatos del Mundo de atletismo, la competición que nació en Helsinki en 1983, como el fruto de un pulso entre el italiano Nebiolo, presidente de la IAAF y el español Samaranch, que no quería estos campeonatos para que no hicieran sombra a sus Juegos. Hasta que llegó la amenaza del italiano: «O me dejas hacer unos Mundiales o te mandaré los sub-23 a los Juegos Olímpicos, como hacen los del fútbol». Y se acabó el pulso.Tokio, una ciudad plena de tradición atlética (fue escenario en 1991 del inolvidable salto de 8,95 metros de Powell que terminó con los míticos 8,90 de Bob Beamon) y de amor por la maratón, recibe a los gigantes del deporte rey en un momento de agitación, popularidad creciente, cambio y contrastes. La Diamond League está triunfando como nunca pero, al tiempo, el Grand Slam Track se ha desplomado víctima de su desmesurada ambición económica. Las nuevas superzapatillas han situado la polémica de la innovación sobre la mesa al tiempo que han atraído mayores inversiones de las marcas deportivas. Y en World Athletics, Sebastian Coe, el jefe supremo, humillado en el COI, quiere impulsar cambios que catapulten aún más la popularidad de los grandes atletas. Este año el escaparate de grandes figuras está a rebosar. Figuras indiscutibles como Noah Lyles, Jakob Ingebrigtsen, Karsten Warholm, Mondo Duplantis, Sydney McLaughlin o Femke Bol pondrán en pie al Estadio Nacional de Japón. Pero la sorpresa ha llegado de parte de la Generación Z. Talentos jovencísimos como Gout Gout , el ‘hijo’ de Bolt, el prodigio Cooper Lutkenhaus , el neerlandés Niels Laros, la inglesa Innes Fitzgerald (activista contra el cambio climático)… han conseguido acaparar la atención de los aficionados y amenazan con robar el foco a las tradicionales superestrellas.Duplantis es la gran estrella del atletismo mundial. El pertiguista de Louisiana, que compite bajo la bandera sueca de su madre, ha dejado la leyenda de Sergei Bubka a ras de suelo. Mondo ha batido el récord mundial en 13 ocasiones (la última fue el 12 de agosto en Budapest con 6,29) y su actuación en Tokio huele a 6,30 metros por todas partes. Sus récords, tan frecuentes, han perdido ya casi la categoría de noticia.Cooper Lutkenhaus, un chico de Dallas de 16 años, es la nueva sensación del atletismo. Ha tenido que pedir permiso en su Instituto para viajar a Tokio y se ha colado en estos Mundiales tras una actuación antológica en los Trials de Estados Unidos en los que batió su mejor marca de 800 metros por tres segundos y se acercó (con 1:42.27) al récord mundial. La compañía Nike ha firmado un contrato profesional con él y lo ha sacado de la competición escolar.«Creo que este atleta es una incógnita total», indica a ABC, Colomán Trabado, uno de los grandes de los 800 metros en los años ochenta. «Creo que podrá pasar la primera ronda de eliminatorias con algunos problemas, porque debutar en unos Mundiales a esa edad es muy difícil , y va a tener una presión tremenda de todo el entorno que le rodea. En carreras rápidas sí puede tener opciones de estar en la final pero, por su forma de correr, a cola de grupo y forzar en el último 100, eso aquí no le va a valer».Gout Gout, el ‘hijo’ de Bolt, ha deslumbrado este año a todos los velocistas. El australiano, de 17 años, que se asemeja mucho a Usain Bolt en su físico y en su capacidad de aceleración, se presenta en Tokio habiendo batido sus récords en categorías menores y se enfrenta a su primer gran test internacional. Se medirá en 200 metros a Noah Lyles y al campeón olímpico, el botsuano Letsile Tebogo.«En realidad, yo no cuento con Gout para las medallas. Este campeonato le pilla pronto y lo veo más rellenando la final, en ese tren del cuarto al sexto puesto. Aunque igual nos asusta, no sé». Así opina Ángel David Rodríguez, el Pájaro, 17 veces campeón de España en velocidad. «Yo creo que Noah Lyles va a ganar el 100 y el 200. Tiene un coco impresionante para la gran competición. Y pienso que los jamaicanos no llegarán bien porque hay mucho runrún con su federación nacional. Les apoya poco, se sienten abandonados». En cualquier caso, el cuarteto Thompson-Seville-Blake-Forde amenazan como parte de un gran 4×100 jamaicano.El neerlandés Niels Laros, de 20 años, es el último de los niños que han asomado la cabeza. Lo hizo de una forma brutal, ganando a todos en la milla de Oregón con un crono sorprendente y exhibiendo una velocidad final que hacía tiempo que no se veía en el mediofondo. «Laros es el mejor atleta de 1.500 que he visto desde El Guerrouj y Reyes Estévez. Es más rápido que ellos y, desde luego, que Ingebrigtsen. Ahora no veo a nadie capaz de ganar a Laros, en cualquier tipo de carrera», indica Jorge González Amo, explusmarquista español de 1.500 metros.José Luis González , uno de los grandes atletas de la historia de España, opina para ABC sobre la participación de Ingebrigtsen, escondido durante todo el verano pero inscrito en 1.500 y 5.000 metros. «El caso del nórdico no es normal porque le falta ritmo competitivo y realmente no sabemos cuánto tiempo lleva parado. Yo creo que en 1.500 lo tiene difícil aunque él se encargará de aplicar un ritmo extremo. En 5.000 metros lo veo con más posibilidades».Los Mundiales, que se extenderán durante nueve días, cuentan con la participación de la ‘superstar’ Sydney McLaughlin. La reina de los 400 metros vallas, quizá algo cansada de su superioridad, ha apostado en este año posolímpico por los 400 lisos, en los que ha registrado un crono de 48.90. Partirá como favorita por su extraordinaria clase, aunque la dominicana Marileidy Paulino (48.81) y la bareiní Salwa Eid Naser (48.67) van a ser rivales durísimas. ¿Caerán los 47.60 de Marita Koch?  

Arrancan los Mundiales, la gran fiesta del atletismo, el espectáculo máximo al margen de los Juegos Olímpicos. Se disputan en Tokio (desde las 00.30 de la madrugada del sábado) los XX Campeonatos del Mundo de atletismo, la competición que nació en Helsinki en 1983, … como el fruto de un pulso entre el italiano Nebiolo, presidente de la IAAF y el español Samaranch, que no quería estos campeonatos para que no hicieran sombra a sus Juegos. Hasta que llegó la amenaza del italiano: «O me dejas hacer unos Mundiales o te mandaré los sub-23 a los Juegos Olímpicos, como hacen los del fútbol». Y se acabó el pulso.

Tokio, una ciudad plena de tradición atlética (fue escenario en 1991 del inolvidable salto de 8,95 metros de Powell que terminó con los míticos 8,90 de Bob Beamon) y de amor por la maratón, recibe a los gigantes del deporte rey en un momento de agitación, popularidad creciente, cambio y contrastes. La Diamond League está triunfando como nunca pero, al tiempo, el Grand Slam Track se ha desplomado víctima de su desmesurada ambición económica. Las nuevas superzapatillas han situado la polémica de la innovación sobre la mesa al tiempo que han atraído mayores inversiones de las marcas deportivas. Y en World Athletics, Sebastian Coe, el jefe supremo, humillado en el COI, quiere impulsar cambios que catapulten aún más la popularidad de los grandes atletas.

Este año el escaparate de grandes figuras está a rebosar. Figuras indiscutibles como Noah Lyles, Jakob Ingebrigtsen, Karsten Warholm, Mondo Duplantis, Sydney McLaughlin o Femke Bol pondrán en pie al Estadio Nacional de Japón. Pero la sorpresa ha llegado de parte de la Generación Z. Talentos jovencísimos como Gout Gout, el ‘hijo’ de Bolt, el prodigio Cooper Lutkenhaus, el neerlandés Niels Laros, la inglesa Innes Fitzgerald (activista contra el cambio climático)… han conseguido acaparar la atención de los aficionados y amenazan con robar el foco a las tradicionales superestrellas.

Duplantis es la gran estrella del atletismo mundial. El pertiguista de Louisiana, que compite bajo la bandera sueca de su madre, ha dejado la leyenda de Sergei Bubka a ras de suelo. Mondo ha batido el récord mundial en 13 ocasiones (la última fue el 12 de agosto en Budapest con 6,29) y su actuación en Tokio huele a 6,30 metros por todas partes. Sus récords, tan frecuentes, han perdido ya casi la categoría de noticia.

Cooper Lutkenhaus, un chico de Dallas de 16 años, es la nueva sensación del atletismo. Ha tenido que pedir permiso en su Instituto para viajar a Tokio y se ha colado en estos Mundiales tras una actuación antológica en los Trials de Estados Unidos en los que batió su mejor marca de 800 metros por tres segundos y se acercó (con 1:42.27) al récord mundial. La compañía Nike ha firmado un contrato profesional con él y lo ha sacado de la competición escolar.

«Creo que este atleta es una incógnita total», indica a ABC, Colomán Trabado, uno de los grandes de los 800 metros en los años ochenta. «Creo que podrá pasar la primera ronda de eliminatorias con algunos problemas, porque debutar en unos Mundiales a esa edad es muy difícil , y va a tener una presión tremenda de todo el entorno que le rodea. En carreras rápidas sí puede tener opciones de estar en la final pero, por su forma de correr, a cola de grupo y forzar en el último 100, eso aquí no le va a valer».

Gout Gout, el ‘hijo’ de Bolt, ha deslumbrado este año a todos los velocistas. El australiano, de 17 años, que se asemeja mucho a Usain Bolt en su físico y en su capacidad de aceleración, se presenta en Tokio habiendo batido sus récords en categorías menores y se enfrenta a su primer gran test internacional. Se medirá en 200 metros a Noah Lyles y al campeón olímpico, el botsuano Letsile Tebogo.

«En realidad, yo no cuento con Gout para las medallas. Este campeonato le pilla pronto y lo veo más rellenando la final, en ese tren del cuarto al sexto puesto. Aunque igual nos asusta, no sé». Así opina Ángel David Rodríguez, el Pájaro, 17 veces campeón de España en velocidad. «Yo creo que Noah Lyles va a ganar el 100 y el 200. Tiene un coco impresionante para la gran competición. Y pienso que los jamaicanos no llegarán bien porque hay mucho runrún con su federación nacional. Les apoya poco, se sienten abandonados». En cualquier caso, el cuarteto Thompson-Seville-Blake-Forde amenazan como parte de un gran 4×100 jamaicano.

El neerlandés Niels Laros, de 20 años, es el último de los niños que han asomado la cabeza. Lo hizo de una forma brutal, ganando a todos en la milla de Oregón con un crono sorprendente y exhibiendo una velocidad final que hacía tiempo que no se veía en el mediofondo. «Laros es el mejor atleta de 1.500 que he visto desde El Guerrouj y Reyes Estévez. Es más rápido que ellos y, desde luego, que Ingebrigtsen. Ahora no veo a nadie capaz de ganar a Laros, en cualquier tipo de carrera», indica Jorge González Amo, explusmarquista español de 1.500 metros.

José Luis González, uno de los grandes atletas de la historia de España, opina para ABC sobre la participación de Ingebrigtsen, escondido durante todo el verano pero inscrito en 1.500 y 5.000 metros. «El caso del nórdico no es normal porque le falta ritmo competitivo y realmente no sabemos cuánto tiempo lleva parado. Yo creo que en 1.500 lo tiene difícil aunque él se encargará de aplicar un ritmo extremo. En 5.000 metros lo veo con más posibilidades».

Los Mundiales, que se extenderán durante nueve días, cuentan con la participación de la ‘superstar’ Sydney McLaughlin. La reina de los 400 metros vallas, quizá algo cansada de su superioridad, ha apostado en este año posolímpico por los 400 lisos, en los que ha registrado un crono de 48.90. Partirá como favorita por su extraordinaria clase, aunque la dominicana Marileidy Paulino (48.81) y la bareiní Salwa Eid Naser (48.67) van a ser rivales durísimas. ¿Caerán los 47.60 de Marita Koch?

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