La planta de moda no está indicada en algunos casos La planta de moda no está indicada en algunos casos
Ashwagandha. Esta palabra que parece un trabalenguas está de moda. Aunque no todo el mundo sabe lo que es. Se trata de otro de los … suplementos de moda y ha desatado un verdadero furor por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. En realidad, la ashwagandha no es ningún invento moderno, sino una planta medicinal que se encuentra en zonas de India, África y Oriente Medio. Y que «cuenta con propiedades farmacológicas como los adaptógenos», explica el Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Esto quiere decir que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés, mejora el estado anímico y alivia el insomnio.
Además, contiene varios compuestos bioactivos. Los más interesantes son los withanólidos. Según el investigador Antonio J. Ruiz Alcaraz, del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria, estos compuestos tienen «efectos en el rendimiento físico y la función inmunitaria, mejorando ambas». La ashwagandha «no es una píldora mágica, pero sí una de las plantas naturales con más evidencia para ayudar a la mente y al cuerpo a recuperar el equilibrio», remarca Alejandro Martínez Rico, nominado a mejor psiquiatra de España en los Doctoralia Awards y muy activo en redes sociales, donde se ha pronunciado sobre esta hierba cuya denominación en sánscrito significa ‘aroma de caballo’ por el olor que desprende. Su nombre ‘oficial’ en latín es ‘Withania somnífera’.
Vamos, que no estamos ante brujerías ni nada parecido, detrás de sus beneficios hay ciencia. Las investigaciones apuntan a que puede reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés), mejorar la calidad del sueño profundo, favorecer la concentración y la memoria e incluso aumentar la energía y vitalidad en el día a día. En personas con ansiedad, los resultados «son especialmente llamativos», detalla Martínez Rico. El especialista se apoya en estudios como el del National Institute of Health que probó los efectos sobre la salud de los extractos de ashwagandha, en especial para reducir el estrés y la ansiedad. Las personas que tomaron este suplemento de 6 a 8 semanas afirmaron sentir menos estrés y ansiedad, así como menos cansancio e insomnio. También se redujeron los niveles de cortisol.
Otro reconocido médico, muy activo en redes sociales por sus consejos sobre salud, el cardiólogo Aurelio Rojas, también ha hablado de la ashwagandha por la salud de nuestro corazón. «Tiene efecto cardioprotector directo. Reduce la presión arterial sistólica y mejora la variabilidad de la frecuencia cardíaca, un marcador de salud del sistema nervioso autónomo», señala. Además, recomienda tomarla a quienes sufren de tiroides de forma leve, aunque siempre bajo supervisión.
Un 5% de principio activo
Otra área donde se ha visto que tiene efectos es en la salud sexual de hombres y mujeres. Por un lado, existe cierta evidencia limitada que sugiere que tomar este suplemento de 2 a 4 meses puede aumentar los niveles de testosterona y la calidad del esperma. Y, por otro, hay estudios con mujeres que presentaban disfunción sexual en los que refieren mejoría en la excitación, la lubricación y la satisfacción después de consumirlo durante 8 semanas.
La cifra
5
%
de withanólidos como mínimo tiene que tener el suplemento de ashwagandha que elijamos para poder beneficiarnos de todas sus propiedades.
Eso sí, hay que elegir bien el suplemento que vamos a llevarnos a casa. «Esto es con el café: no es lo mismo tomarse un descafeinado que un expreso doble», explica Martínez Rico. Por eso, recomienda que busquemos en su composición antes de pasar por caja y nos llevemos aquel suplemento que tenga entre «un 5 y un 10% de withanólidos, que es el principio activo» que nos ayudará a conseguir todos sus beneficios. ¿Y cuánto tiempo hay que tomarlo? Puede hacerse a diario durante un máximo de tres meses, en dosis de entre 200 y 600 mg por toma. Después, se recomienda un descanso de un mes.
Los expertos también insisten en otra recomendación: antes de tomar nada hay que consultar si podemos porque aunque la ashwagandha sea una raíz natural, sí puede interferir, por ejemplo, en tratamientos a base de antidepresivos y ansiolíticos. «En el primer caso, puede dar lugar a un síndrome serotoninérgico, un exceso de la hormona de la felicidad», señala el psiquiatra. En el segundo caso, potenciaría su efecto relajante.
El cardiólogo Rojas apostilla otros dos casos más en los que no hay que consumirlo: en caso de embarazo o lactancia (no hay estudios que garanticen su seguridad en estos periodos). Y por último, si se sufre de daño hepático o renal severo, tampoco es una opción.
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