El árbitro y Joan García disimulan a un mal Barça

Era un partido importante para el Barça, de confirmación de las buenas —o por lo menos mejores— sensaciones de los últimos partidos, porque los equipos de Marcelino son un mal negocio para el tipo de fútbol que juega Flick. No cometen errores, no dejan espacios, son rápidos en las contras. El Villarreal llegaba al encuentro siendo el equipo menos goleado de la Liga, si bien es cierto que con otra estadística no tan halagüeña: sólo el 25 % de sus remates suelen ir a puerta. Bonito estadio La Cerámica, se nota que son ricos en la región. Tarde nublada, entre azul y gris, de invierno suave de país cálido. Eric García todavía con máscara. Joan García de vuelta a la portería del Barça.Villarreal 0 – 2 Barcelona Jornada 17 de LaLiga Villarral: Luiz Junior; Navarro, Rafa Marín, Renato Veiga, S. Cardona; Buchanan, Comesaña, Parejo (Carlos Maciá, min. 75), Moleiro; Pépé (Oluwaseyi, min. 75), Ayoze (Mikautadze, min 65). Barcelona: Joan García; Koundé (Marc Casadó, min. 79), Cubarsí, Gerard, Balde; Eric García (Marc Bernal, min 66), De Jong; Lamine Yamal, Fermín (Rashford, min. 62), Raphinha; Ferran (Lewandowski, min. 62). Goles: 0-1, min. 12: Raphinha (p.). 0-2, min. 63: Lamine Yamal. Árbitro: Alberola Rojas (colegio castellano-manchego). Amonestó a De Jong (min. 59) y Buchanan (min. 73). Expulsó a Renato Veiga (min. 38).Y el guion empezó a escribirse según esta tendencia: rápida contra del Villarreal, desaprovechada por falta de puntería. En cuanto al Barça y aunque sea uno de los preferidos de Flick, hay que decirlo con toda claridad: las transiciones de De Jong son demasiado lentas, pero no porque no corra, sino porque tarda en pensar. Más dominio local que visitante, más intensidad amarilla, menos orientación azulgrana. Ayoze lento y otra vez sin puntería en los remates y cuando medio acertaba ahí estaba Joan García. La impresión era que cuando el Villarreal se cansara y el juego se estabilizara, el Barça tendría sus mejores minutos y Marcelino lamentaría no haber sido más eficaz antes. Y no hizo ni falta mejoría en el juego porque lo que acabó llegando fue un claro penalti cometido sobre Raphinha, que él mismo transformó y adelantó a su equipo.El Villarreal no se arrugó, continuó mandando en el juego pero fallaba todo lo que tenía. De nada le servía la recuperación de balones porque una y otra vez sus delanteros eran incapaces de rematar entre los tres palos. Mucho desgaste para nada; y con muy poquito el Barça ya iba ganando. En un destello de talento, Raphinha chutó a la cruz. El Villarreal necesitó un gol en propia puerta de Koundé para ser capaz de marcar pero la jugada quedó anulada por fuera de juego. Ni el Barça hacía mucho ni el Villarreal hacía poco, pero este deporte consiste en meter goles.Noticia Relacionada Obras para remodelar el estadio estandar Si Explotación en el Camp Nou: «Trabajamos 12 horas al día, sin vacaciones ni seguridad social» Sergi Font y Ricard LópezMuy mala primera parte del Barça, desespero de Flick por los muchos balones perdidos, ningún control defensivo, ninguna finura en ataque salvo algún destello de Raphinha, pero el Villarreal no fue capaz de materializar su superioridad y perdonó claramente al rival. Balde no es un jugador para el Barça, pero Joan García es el mejor portero que hemos visto en mucho tiempo. Alberola Rojas —pésimo toda la tarde— expulsó de roja directa a Renato Veiga por una dura entrada a Lamine Yamal. Una roja muy exagerada porque la entrada no fue alta ni con los tacos por delante. Error arbitral no corregido por el VAR y que claramente decantaba la suerte del combate. Lo mejor del Barça, el resultado; lo peor, todo lo demás. Lo peor del Villarreal es que era incapaz de marcar y lo mejor, su clara superioridad.La segunda parte empezó un poco como la primera. El Barça no sólo era débil en defensa, sino también en unos ataques muy poco acertados. No tenía tantas ocasiones como el rival, y por lo tanto no daba la sensación de fallarlo todo, pero el acierto no acababa de llegar. Lamine sólo comparecía con su recurso habitual, que es el centro con el exterior. Un recurso nada desdeñable, muy estético, pero que no basta si eres la estrella del equipo y a un precio extraordinario. La superioridad numérica no se traducía en una superioridad en el juego, y era tanto por mérito del Villarreal como por demérito del Barça. Fermín, más flojo que de costumbre. Flick tiró de Lewandowski y Rashford para dejar de coquetear con el empate. Los sacrificados fueron Ferran -nada- y Fermín. Pero el que marcó el segundo fue Lamine tras un barullo de despropósitos en el área. Oportuno remate. Bernal sustituyó a Eric. Joan García hizo una de las paradas de su vida , respondiendo de manera estratosférica a un remate a bocajarro de Rafa Marín. A continuación, por ir a sacar muy rápido, perdió el balón y cometió un claro penalti, no señalado por el árbitro ni por el VAR. El Villarreal continuó teniendo ocasiones y Joan García las continuó desbaratando. Los de Marcelino fallaron sus muchas ocasiones, y esto es el fútbol y más cuando juegas contra un grande, pero sería injusto negar que el árbitro y el VAR perjudicaron manifiestamente a los locales. Era un partido importante para el Barça, de confirmación de las buenas —o por lo menos mejores— sensaciones de los últimos partidos, porque los equipos de Marcelino son un mal negocio para el tipo de fútbol que juega Flick. No cometen errores, no dejan espacios, son rápidos en las contras. El Villarreal llegaba al encuentro siendo el equipo menos goleado de la Liga, si bien es cierto que con otra estadística no tan halagüeña: sólo el 25 % de sus remates suelen ir a puerta. Bonito estadio La Cerámica, se nota que son ricos en la región. Tarde nublada, entre azul y gris, de invierno suave de país cálido. Eric García todavía con máscara. Joan García de vuelta a la portería del Barça.Villarreal 0 – 2 Barcelona Jornada 17 de LaLiga Villarral: Luiz Junior; Navarro, Rafa Marín, Renato Veiga, S. Cardona; Buchanan, Comesaña, Parejo (Carlos Maciá, min. 75), Moleiro; Pépé (Oluwaseyi, min. 75), Ayoze (Mikautadze, min 65). Barcelona: Joan García; Koundé (Marc Casadó, min. 79), Cubarsí, Gerard, Balde; Eric García (Marc Bernal, min 66), De Jong; Lamine Yamal, Fermín (Rashford, min. 62), Raphinha; Ferran (Lewandowski, min. 62). Goles: 0-1, min. 12: Raphinha (p.). 0-2, min. 63: Lamine Yamal. Árbitro: Alberola Rojas (colegio castellano-manchego). Amonestó a De Jong (min. 59) y Buchanan (min. 73). Expulsó a Renato Veiga (min. 38).Y el guion empezó a escribirse según esta tendencia: rápida contra del Villarreal, desaprovechada por falta de puntería. En cuanto al Barça y aunque sea uno de los preferidos de Flick, hay que decirlo con toda claridad: las transiciones de De Jong son demasiado lentas, pero no porque no corra, sino porque tarda en pensar. Más dominio local que visitante, más intensidad amarilla, menos orientación azulgrana. Ayoze lento y otra vez sin puntería en los remates y cuando medio acertaba ahí estaba Joan García. La impresión era que cuando el Villarreal se cansara y el juego se estabilizara, el Barça tendría sus mejores minutos y Marcelino lamentaría no haber sido más eficaz antes. Y no hizo ni falta mejoría en el juego porque lo que acabó llegando fue un claro penalti cometido sobre Raphinha, que él mismo transformó y adelantó a su equipo.El Villarreal no se arrugó, continuó mandando en el juego pero fallaba todo lo que tenía. De nada le servía la recuperación de balones porque una y otra vez sus delanteros eran incapaces de rematar entre los tres palos. Mucho desgaste para nada; y con muy poquito el Barça ya iba ganando. En un destello de talento, Raphinha chutó a la cruz. El Villarreal necesitó un gol en propia puerta de Koundé para ser capaz de marcar pero la jugada quedó anulada por fuera de juego. Ni el Barça hacía mucho ni el Villarreal hacía poco, pero este deporte consiste en meter goles.Noticia Relacionada Obras para remodelar el estadio estandar Si Explotación en el Camp Nou: «Trabajamos 12 horas al día, sin vacaciones ni seguridad social» Sergi Font y Ricard LópezMuy mala primera parte del Barça, desespero de Flick por los muchos balones perdidos, ningún control defensivo, ninguna finura en ataque salvo algún destello de Raphinha, pero el Villarreal no fue capaz de materializar su superioridad y perdonó claramente al rival. Balde no es un jugador para el Barça, pero Joan García es el mejor portero que hemos visto en mucho tiempo. Alberola Rojas —pésimo toda la tarde— expulsó de roja directa a Renato Veiga por una dura entrada a Lamine Yamal. Una roja muy exagerada porque la entrada no fue alta ni con los tacos por delante. Error arbitral no corregido por el VAR y que claramente decantaba la suerte del combate. Lo mejor del Barça, el resultado; lo peor, todo lo demás. Lo peor del Villarreal es que era incapaz de marcar y lo mejor, su clara superioridad.La segunda parte empezó un poco como la primera. El Barça no sólo era débil en defensa, sino también en unos ataques muy poco acertados. No tenía tantas ocasiones como el rival, y por lo tanto no daba la sensación de fallarlo todo, pero el acierto no acababa de llegar. Lamine sólo comparecía con su recurso habitual, que es el centro con el exterior. Un recurso nada desdeñable, muy estético, pero que no basta si eres la estrella del equipo y a un precio extraordinario. La superioridad numérica no se traducía en una superioridad en el juego, y era tanto por mérito del Villarreal como por demérito del Barça. Fermín, más flojo que de costumbre. Flick tiró de Lewandowski y Rashford para dejar de coquetear con el empate. Los sacrificados fueron Ferran -nada- y Fermín. Pero el que marcó el segundo fue Lamine tras un barullo de despropósitos en el área. Oportuno remate. Bernal sustituyó a Eric. Joan García hizo una de las paradas de su vida , respondiendo de manera estratosférica a un remate a bocajarro de Rafa Marín. A continuación, por ir a sacar muy rápido, perdió el balón y cometió un claro penalti, no señalado por el árbitro ni por el VAR. El Villarreal continuó teniendo ocasiones y Joan García las continuó desbaratando. Los de Marcelino fallaron sus muchas ocasiones, y esto es el fútbol y más cuando juegas contra un grande, pero sería injusto negar que el árbitro y el VAR perjudicaron manifiestamente a los locales.  

Era un partido importante para el Barça, de confirmación de las buenas —o por lo menos mejores— sensaciones de los últimos partidos, porque los equipos de Marcelino son un mal negocio para el tipo de fútbol que juega Flick. No cometen errores, no dejan espacios, … son rápidos en las contras. El Villarreal llegaba al encuentro siendo el equipo menos goleado de la Liga, si bien es cierto que con otra estadística no tan halagüeña: sólo el 25 % de sus remates suelen ir a puerta. Bonito estadio La Cerámica, se nota que son ricos en la región. Tarde nublada, entre azul y gris, de invierno suave de país cálido. Eric García todavía con máscara. Joan García de vuelta a la portería del Barça.

  • Villarral:
    Luiz Junior; Navarro, Rafa Marín, Renato Veiga, S. Cardona; Buchanan, Comesaña, Parejo (Carlos Maciá, min. 75), Moleiro; Pépé (Oluwaseyi, min. 75), Ayoze (Mikautadze, min 65).
  • Barcelona:
    Joan García; Koundé (Marc Casadó, min. 79), Cubarsí, Gerard, Balde; Eric García (Marc Bernal, min 66), De Jong; Lamine Yamal, Fermín (Rashford, min. 62), Raphinha; Ferran (Lewandowski, min. 62).
  • Goles:
    0-1, min. 12: Raphinha (p.). 0-2, min. 63: Lamine Yamal.
  • Árbitro:
    Alberola Rojas (colegio castellano-manchego). Amonestó a De Jong (min. 59) y Buchanan (min. 73). Expulsó a Renato Veiga (min. 38).

Y el guion empezó a escribirse según esta tendencia: rápida contra del Villarreal, desaprovechada por falta de puntería. En cuanto al Barça y aunque sea uno de los preferidos de Flick, hay que decirlo con toda claridad: las transiciones de De Jong son demasiado lentas, pero no porque no corra, sino porque tarda en pensar. Más dominio local que visitante, más intensidad amarilla, menos orientación azulgrana. Ayoze lento y otra vez sin puntería en los remates y cuando medio acertaba ahí estaba Joan García. La impresión era que cuando el Villarreal se cansara y el juego se estabilizara, el Barça tendría sus mejores minutos y Marcelino lamentaría no haber sido más eficaz antes. Y no hizo ni falta mejoría en el juego porque lo que acabó llegando fue un claro penalti cometido sobre Raphinha, que él mismo transformó y adelantó a su equipo.

El Villarreal no se arrugó, continuó mandando en el juego pero fallaba todo lo que tenía. De nada le servía la recuperación de balones porque una y otra vez sus delanteros eran incapaces de rematar entre los tres palos. Mucho desgaste para nada; y con muy poquito el Barça ya iba ganando. En un destello de talento, Raphinha chutó a la cruz. El Villarreal necesitó un gol en propia puerta de Koundé para ser capaz de marcar pero la jugada quedó anulada por fuera de juego. Ni el Barça hacía mucho ni el Villarreal hacía poco, pero este deporte consiste en meter goles.

Muy mala primera parte del Barça, desespero de Flick por los muchos balones perdidos, ningún control defensivo, ninguna finura en ataque salvo algún destello de Raphinha, pero el Villarreal no fue capaz de materializar su superioridad y perdonó claramente al rival. Balde no es un jugador para el Barça, pero Joan García es el mejor portero que hemos visto en mucho tiempo. Alberola Rojas —pésimo toda la tarde— expulsó de roja directa a Renato Veiga por una dura entrada a Lamine Yamal. Una roja muy exagerada porque la entrada no fue alta ni con los tacos por delante. Error arbitral no corregido por el VAR y que claramente decantaba la suerte del combate. Lo mejor del Barça, el resultado; lo peor, todo lo demás. Lo peor del Villarreal es que era incapaz de marcar y lo mejor, su clara superioridad.

La segunda parte empezó un poco como la primera. El Barça no sólo era débil en defensa, sino también en unos ataques muy poco acertados. No tenía tantas ocasiones como el rival, y por lo tanto no daba la sensación de fallarlo todo, pero el acierto no acababa de llegar. Lamine sólo comparecía con su recurso habitual, que es el centro con el exterior. Un recurso nada desdeñable, muy estético, pero que no basta si eres la estrella del equipo y a un precio extraordinario. La superioridad numérica no se traducía en una superioridad en el juego, y era tanto por mérito del Villarreal como por demérito del Barça. Fermín, más flojo que de costumbre. Flick tiró de Lewandowski y Rashford para dejar de coquetear con el empate. Los sacrificados fueron Ferran -nada- y Fermín. Pero el que marcó el segundo fue Lamine tras un barullo de despropósitos en el área. Oportuno remate. Bernal sustituyó a Eric.

Joan García hizo una de las paradas de su vida, respondiendo de manera estratosférica a un remate a bocajarro de Rafa Marín. A continuación, por ir a sacar muy rápido, perdió el balón y cometió un claro penalti, no señalado por el árbitro ni por el VAR. El Villarreal continuó teniendo ocasiones y Joan García las continuó desbaratando. Los de Marcelino fallaron sus muchas ocasiones, y esto es el fútbol y más cuando juegas contra un grande, pero sería injusto negar que el árbitro y el VAR perjudicaron manifiestamente a los locales.

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