Los cristianos palestinos retoman la Navidad en Gaza: «La vida tras el alto el fuego ha mejorado ligeramente porque ya no hay bombardeos generalizados»

Los fieles de la Franja celebran la festividad pese a la situación humanitaria y el futuro incierto del enclave Leer Los fieles de la Franja celebran la festividad pese a la situación humanitaria y el futuro incierto del enclave Leer  

Siguiendo el calendario de Adviento, Gabriel Romanelli, el religioso a cargo de la única parroquia católica de Gaza, narra a través de vídeos la realidad de los cristianos palestinos en el enclave. Tras dos años de guerra, la pequeña comunidad retoma una suerte de ceremonias navideñas adaptadas a un alto el fuego que deja en evidencia graves carencias de bienes básicos en toda la Franja de Gaza. «La vida tras el alto el fuego ha mejorado ligeramente porque ya no hay bombardeos generalizados, pero la guerra continúa», relata el párroco a través de Youtube, en uno de los vídeos diarios que cuelga en redes desde hace ocho meses.

Debido a la prohibición de las autoridades israelíes a la entrada de la prensa extranjera en Gaza, los relatos de Romanelli ofrecen una única ventana a la realidad del territorio palestino, en una tregua de dos meses en la que no se han interrumpido los ataques israelíes. Al menos 400 palestinos han muerto en ataques del ejército hebreo desde que se acordó la pausa en octubre. Precisamente la iglesia católica de la Sagrada Familia -que fue alcanzada por un proyectil israelí en julio, matando a tres civiles e hiriendo a Romanelli- se encuentra a un kilómetro de la llamada Línea Amarilla, la demarcación creada por Israel, que ocupa la mitad del enclave y donde sigue manteniendo tropas tras el alto el fuego. Romanelli señaló en uno de sus vídeos, que desde su parroquia se siguen oyendo disparos y se pueden apreciar columnas de humo en el otro lado de la línea. «En cuanto a la realidad de la Franja sigue siendo una gran nebulosa. Hay muchas ideas, muchas informaciones sobre la reconstrucción de Gaza. Ciertamente algunos proyectos dan miedo. Gaza está en su mayor parte destruida, por ello el plan debe ser enorme, supergrande, debe respetar a las personas para que puedan vivir y estar sus tierras de manera digna», declaró el párroco argentino. «La gente está muy deprimida porque, hasta ahora, no hay una señal clara de que la guerra haya terminado. La gente necesita cosas básicas para vivir, no solo para reconstruir Gaza, también otras cosas básicas como electricidad», denunció en una de sus intervenciones.

Pese al «momento difícil» que Romanelli describió como «estar entre dos etapas para que se llegue a la paz», el párroco señaló que la situación «ha mejorado ligeramente» con la entrada de ayuda humanitaria al enclave, que ha permitido frenar la hambruna que acechaba al territorio, según Naciones Unidas.

La Franja de Gaza cuenta con una pequeña comunidad cristiana, de unos 1.000 fieles en una población de 2.2 millones de habitantes. En su mayoría son ortodoxos, pero más de un centenar son católicos. Sin embargo, la iglesia ha cobijado a medio millar de civiles, entre católicos y enfermos, aunque su ayuda se extiende a todo el barrio de Al Zeytoun, donde los párrocos han proporcionado comida y cobijo durante el conflicto. «Hoy celebramos un bautizo y ocho comuniones», señaló ante la cámara Romanelli, describiendo con ilusión una ceremonia navideña en la que también participó el máximo representante de la iglesia en Tierra Santa, el patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa.

«Para mí es una gran lección que incluso aquí en Gaza, en la situación quizá más deprimente del mundo, sea posible celebrar la Navidad», declaró Pizzaballa a los medios, tras reunirse con Romanelli y la comunidad gazatí. El líder de la iglesia celebró que por primera vez desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, se retomaron algunas celebraciones navideñas también en la ciudad santa de Belén, en la Cisjordania ocupada, donde los cristianos creen que nació Jesús.

Pizzabella visitó también las comunidades musulmanas refugiadas a lo largo de la costa y los hospitales donde trabajan miembros de la iglesia. El párroco instó a los palestinos a «no solo sobrevivir», sino a «reconstruir la vida» en Gaza, al tiempo que recordaron que los cristianos nunca han sido abandonados por la Santa Sede. De hecho, el anterior Papa Francisco, mantuvo contacto diario con Romelli en los primeros meses de guerra y, según confirmó el párroco afincado en Gaza, estas conversaciones continúan con León XIV. «Agradecemos todo lo que hace por nosotros el Papa Francisco, perdón, digo el Papa León. Seguimos en comunicación constante con el padre León», declaró Romanelli en un vídeo.

El párroco mostró imágenes de niños correteando entre guirnaldas rojas, doradas y otras decoraciones en la iglesia de la Sagrada Familia, al tiempo que otros fieles se acercaban a Pizzabella frente a un árbol de Navidad. Ambos religiosos han pedido a las autoridades israelíes que permitan la evacuación de niños diagnosticados con leucemia en Gaza para que puedan ser tratados en el hospital Augusta Victoria en Jerusalén Este. «El patriarca ha visto la devastación del lugar. La ayuda humanitaria sigue entrando, ciertamente es insuficiente, pero sigue entrando», señaló Romanelli, en un vídeo en el que pide un deseo para el futuro del enclave. «La iglesia va hacer lo posible para quedarse en Gaza, para ayudar a las generaciones futuras».

 Internacional // elmundo

Noticias Similares