Dos actuaciones prodigiosas de Walter Tavares y Facu Campazzo resultaron insuficientes para que el Real Madrid se llevara la victoria ante el Mónaco en su último partido europeo del año. El pívot caboverdiano (21 puntos y 11 rebotes) sostuvo a su equipo hasta que las faltas lo enviaron al banquillo. Emergió entonces el base argentino (28 puntos, 10 asistencias y 41 de valoración) para mantener vivo al conjunto blanco y hacerlo soñar con el triunfo hasta el final frente a un rival con más recursos y hasta seis jugadores por encima de la decena de puntos.El equipo madridista, en cambio, acusó la ausencia de Trey Lyles , fuera de combate por molestias en el cuello, y una aportación menor de Maledon, limitado por un problema estomacal. Carencias que también se reflejaron en el plano físico.Euroliga Jornada 18 Mónaco James (15), Okobo (22), Diallo (11), Blossomgame (6), Theis (8) -cinco inicial-. Hayes (4), Tarpey (0), Nedovic (12), Strazel (12), Mirotic (10). Real Madrid Campazzo (28), Abalde (7), Procida (3), Hezonja (6), Tavares (21) -cinco inicial. Kramer (2), Okeke (12), Maledon (5), Deck (9), Garuba (2), Len (0). Árbitros Milan Nedovic (Esl), Milos Koljensic (Mnt), Eduard Udyanskyy (GBr). Hacía tiempo que no se veía en la Euroliga un primer cuarto como el que firmó Walter Tavares en la Salle Gaston Médecin. El Mónaco había entrado mejor al partido, con un Alpha Diallo entonado y la dirección siempre eficiente de Mike James. Pero el Madrid, muy errático desde la línea de tres, encontró pronto el filón de su hombre más alto, al que alimentó sin reservas para colocarse por delante por primera vez en el encuentro, superados los cinco minutos de juego (13-14). El africano se convirtió en la única referencia ofensiva de su equipo: llegó a sumar 13 puntos consecutivos mientras capturaba un rebote tras otro en ataque, ante la impotencia de todos los defensores a los que Spanoulis recurrió para frenarlo.Esa exhibición, sin embargo, no bastó para que el Madrid pusiera tierra de por medio. Frente al monólogo de Tavares, el Mónaco ofreció mayor variedad y cerró el primer cuarto por delante gracias a un 2+1 de Strazel, otro de los nombres propios del encuentro.Noticia Relacionada Baloncesto estandar Si Pollo frito en Nochebuena y otras curiosidades de la vida de una estrella española en Japón Gonzalo Cabeza El campeón de Europa Sebas Saiz explica cómo es el día a día de uno de los mejores jugadores de la liga nipona en la que lleva siete temporadas triunfandoComenzaba a intuirse un partido largo, rocoso y con constantes alternativas en el marcador. De nuevo Strazel, esta vez con un 3+1, colocó la máxima ventaja local en el segundo cuarto (34-27), pero un triple de Hezonja y el regreso a la pista de Tavares evitaron el derrumbe blanco.Faltaban dos minutos para el descanso cuando el pívot madridista tuvo que regresar al banco. Un gesto de desaprobación hacia los árbitros tras señalarle la segunda falta le costó una técnica que sonó a drama. Con más de la mitad del encuentro por delante, Scariolo se veía obligado a dosificar al máximo a su mejor jugador, sin que hubiera aparecido aún un compañero dispuesto a asumir responsabilidades.Okeke y Procida, con sendos triples, permitieron que el Madrid se marchara al vestuario con solo cuatro puntos de desventaja (47-43), pero el problema de fondo se hizo evidente tras el descanso. El desconcierto interior de los blancos fue aprovechado por el Mónaco con un parcial inicial de 10-0. Alguien debía frenar la sangría, y Campazzo asumió el mando. Y de qué manera. Un triple del base argentino dio inicio a la reacción de los de Scariolo. La confusión cambió de bando y el Madrid supo castigar la precipitación de un Mónaco empeñado en cerrar el partido por la vía rápida. El efecto fue el contrario: cuatro triples casi consecutivos -Campazzo, Abalde, Deck y Okeke- permitieron llegar al último cuarto con todo igualado (70-70).El Madrid había logrado lo más difícil, pero volvió a enredarse cuando tocaba apretar los dientes. Hasta entonces inédito, apareció Mirotic para relanzar al Mónaco con dos triples consecutivos. El impacto del hispano-montenegrino resultó decisivo para que los locales volvieran a estirar la renta por encima de los diez puntos. Fue ahí donde el Madrid echó de menos mayor fondo de armario. El último y colosal arrebato de Campazzo -cuatro triples y 14 puntos seguidos- volvió a quedarse corto. Dos actuaciones prodigiosas de Walter Tavares y Facu Campazzo resultaron insuficientes para que el Real Madrid se llevara la victoria ante el Mónaco en su último partido europeo del año. El pívot caboverdiano (21 puntos y 11 rebotes) sostuvo a su equipo hasta que las faltas lo enviaron al banquillo. Emergió entonces el base argentino (28 puntos, 10 asistencias y 41 de valoración) para mantener vivo al conjunto blanco y hacerlo soñar con el triunfo hasta el final frente a un rival con más recursos y hasta seis jugadores por encima de la decena de puntos.El equipo madridista, en cambio, acusó la ausencia de Trey Lyles , fuera de combate por molestias en el cuello, y una aportación menor de Maledon, limitado por un problema estomacal. Carencias que también se reflejaron en el plano físico.Euroliga Jornada 18 Mónaco James (15), Okobo (22), Diallo (11), Blossomgame (6), Theis (8) -cinco inicial-. Hayes (4), Tarpey (0), Nedovic (12), Strazel (12), Mirotic (10). Real Madrid Campazzo (28), Abalde (7), Procida (3), Hezonja (6), Tavares (21) -cinco inicial. Kramer (2), Okeke (12), Maledon (5), Deck (9), Garuba (2), Len (0). Árbitros Milan Nedovic (Esl), Milos Koljensic (Mnt), Eduard Udyanskyy (GBr). Hacía tiempo que no se veía en la Euroliga un primer cuarto como el que firmó Walter Tavares en la Salle Gaston Médecin. El Mónaco había entrado mejor al partido, con un Alpha Diallo entonado y la dirección siempre eficiente de Mike James. Pero el Madrid, muy errático desde la línea de tres, encontró pronto el filón de su hombre más alto, al que alimentó sin reservas para colocarse por delante por primera vez en el encuentro, superados los cinco minutos de juego (13-14). El africano se convirtió en la única referencia ofensiva de su equipo: llegó a sumar 13 puntos consecutivos mientras capturaba un rebote tras otro en ataque, ante la impotencia de todos los defensores a los que Spanoulis recurrió para frenarlo.Esa exhibición, sin embargo, no bastó para que el Madrid pusiera tierra de por medio. Frente al monólogo de Tavares, el Mónaco ofreció mayor variedad y cerró el primer cuarto por delante gracias a un 2+1 de Strazel, otro de los nombres propios del encuentro.Noticia Relacionada Baloncesto estandar Si Pollo frito en Nochebuena y otras curiosidades de la vida de una estrella española en Japón Gonzalo Cabeza El campeón de Europa Sebas Saiz explica cómo es el día a día de uno de los mejores jugadores de la liga nipona en la que lleva siete temporadas triunfandoComenzaba a intuirse un partido largo, rocoso y con constantes alternativas en el marcador. De nuevo Strazel, esta vez con un 3+1, colocó la máxima ventaja local en el segundo cuarto (34-27), pero un triple de Hezonja y el regreso a la pista de Tavares evitaron el derrumbe blanco.Faltaban dos minutos para el descanso cuando el pívot madridista tuvo que regresar al banco. Un gesto de desaprobación hacia los árbitros tras señalarle la segunda falta le costó una técnica que sonó a drama. Con más de la mitad del encuentro por delante, Scariolo se veía obligado a dosificar al máximo a su mejor jugador, sin que hubiera aparecido aún un compañero dispuesto a asumir responsabilidades.Okeke y Procida, con sendos triples, permitieron que el Madrid se marchara al vestuario con solo cuatro puntos de desventaja (47-43), pero el problema de fondo se hizo evidente tras el descanso. El desconcierto interior de los blancos fue aprovechado por el Mónaco con un parcial inicial de 10-0. Alguien debía frenar la sangría, y Campazzo asumió el mando. Y de qué manera. Un triple del base argentino dio inicio a la reacción de los de Scariolo. La confusión cambió de bando y el Madrid supo castigar la precipitación de un Mónaco empeñado en cerrar el partido por la vía rápida. El efecto fue el contrario: cuatro triples casi consecutivos -Campazzo, Abalde, Deck y Okeke- permitieron llegar al último cuarto con todo igualado (70-70).El Madrid había logrado lo más difícil, pero volvió a enredarse cuando tocaba apretar los dientes. Hasta entonces inédito, apareció Mirotic para relanzar al Mónaco con dos triples consecutivos. El impacto del hispano-montenegrino resultó decisivo para que los locales volvieran a estirar la renta por encima de los diez puntos. Fue ahí donde el Madrid echó de menos mayor fondo de armario. El último y colosal arrebato de Campazzo -cuatro triples y 14 puntos seguidos- volvió a quedarse corto.
Dos actuaciones prodigiosas de Walter Tavares y Facu Campazzo resultaron insuficientes para que el Real Madrid se llevara la victoria ante el Mónaco en su último partido europeo del año. El pívot caboverdiano (21 puntos y 11 rebotes) sostuvo a su equipo hasta que las … faltas lo enviaron al banquillo. Emergió entonces el base argentino (28 puntos, 10 asistencias y 41 de valoración) para mantener vivo al conjunto blanco y hacerlo soñar con el triunfo hasta el final frente a un rival con más recursos y hasta seis jugadores por encima de la decena de puntos.
El equipo madridista, en cambio, acusó la ausencia de Trey Lyles, fuera de combate por molestias en el cuello, y una aportación menor de Maledon, limitado por un problema estomacal. Carencias que también se reflejaron en el plano físico.
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Mónaco
James (15), Okobo (22), Diallo (11), Blossomgame (6), Theis (8) -cinco inicial-. Hayes (4), Tarpey (0), Nedovic (12), Strazel (12), Mirotic (10). -
Real Madrid
Campazzo (28), Abalde (7), Procida (3), Hezonja (6), Tavares (21) -cinco inicial. Kramer (2), Okeke (12), Maledon (5), Deck (9), Garuba (2), Len (0). -
Árbitros
Milan Nedovic (Esl), Milos Koljensic (Mnt), Eduard Udyanskyy (GBr).
Hacía tiempo que no se veía en la Euroliga un primer cuarto como el que firmó Walter Tavares en la Salle Gaston Médecin. El Mónaco había entrado mejor al partido, con un Alpha Diallo entonado y la dirección siempre eficiente de Mike James. Pero el Madrid, muy errático desde la línea de tres, encontró pronto el filón de su hombre más alto, al que alimentó sin reservas para colocarse por delante por primera vez en el encuentro, superados los cinco minutos de juego (13-14). El africano se convirtió en la única referencia ofensiva de su equipo: llegó a sumar 13 puntos consecutivos mientras capturaba un rebote tras otro en ataque, ante la impotencia de todos los defensores a los que Spanoulis recurrió para frenarlo.
Esa exhibición, sin embargo, no bastó para que el Madrid pusiera tierra de por medio. Frente al monólogo de Tavares, el Mónaco ofreció mayor variedad y cerró el primer cuarto por delante gracias a un 2+1 de Strazel, otro de los nombres propios del encuentro.
Comenzaba a intuirse un partido largo, rocoso y con constantes alternativas en el marcador. De nuevo Strazel, esta vez con un 3+1, colocó la máxima ventaja local en el segundo cuarto (34-27), pero un triple de Hezonja y el regreso a la pista de Tavares evitaron el derrumbe blanco.
Faltaban dos minutos para el descanso cuando el pívot madridista tuvo que regresar al banco. Un gesto de desaprobación hacia los árbitros tras señalarle la segunda falta le costó una técnica que sonó a drama. Con más de la mitad del encuentro por delante, Scariolo se veía obligado a dosificar al máximo a su mejor jugador, sin que hubiera aparecido aún un compañero dispuesto a asumir responsabilidades.
Okeke y Procida, con sendos triples, permitieron que el Madrid se marchara al vestuario con solo cuatro puntos de desventaja (47-43), pero el problema de fondo se hizo evidente tras el descanso. El desconcierto interior de los blancos fue aprovechado por el Mónaco con un parcial inicial de 10-0. Alguien debía frenar la sangría, y Campazzo asumió el mando. Y de qué manera. Un triple del base argentino dio inicio a la reacción de los de Scariolo. La confusión cambió de bando y el Madrid supo castigar la precipitación de un Mónaco empeñado en cerrar el partido por la vía rápida. El efecto fue el contrario: cuatro triples casi consecutivos -Campazzo, Abalde, Deck y Okeke- permitieron llegar al último cuarto con todo igualado (70-70).
El Madrid había logrado lo más difícil, pero volvió a enredarse cuando tocaba apretar los dientes. Hasta entonces inédito, apareció Mirotic para relanzar al Mónaco con dos triples consecutivos. El impacto del hispano-montenegrino resultó decisivo para que los locales volvieran a estirar la renta por encima de los diez puntos. Fue ahí donde el Madrid echó de menos mayor fondo de armario. El último y colosal arrebato de Campazzo -cuatro triples y 14 puntos seguidos- volvió a quedarse corto.
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