Alfonso Arús, el discreto (y bronceado) líder de las mañanas 

Acaba de empezar las vacaciones, pero salvo en ese descanso estival, el señor que ven en la foto se levanta a las 2.55, se pone a leer los periódicos y tiene en la cabeza, fresquísimo, el programa del día. El viernes, 5 de julio, el espacio que dirige y presenta desde hace 23 años, que hoy se llama Aruser@s y hasta 2018 se llamó Arucitys, cerró la temporada con un 15,5% de cuota de pantalla, muy por encima de la media de la cadena en la que se emite, La Sexta, que ronda el 6%

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 Si lleva usted viendo la televisión y escuchando la radio en España desde hace décadas, sabrá que el señor de la foto ha estado siempre ahí, con programas de éxito en uno y otro formato, fabricando virales antes de que utilizáramos y gastáramos el término  

Acaba de empezar las vacaciones, pero salvo en ese descanso estival, el señor que ven en la foto se levanta a las 2.55, se pone a leer los periódicos y tiene en la cabeza, fresquísimo, el programa del día. El viernes, 5 de julio, el espacio que dirige y presenta desde hace 23 años, que hoy se llama Aruser@s y hasta 2018 se llamó Arucitys, cerró la temporada con un 15,5% de cuota de pantalla, muy por encima de la media de la cadena en la que se emite, La Sexta, que ronda el 6%

Si lleva usted viendo la televisión y escuchando la radio en España desde hace décadas, sabrá que el señor de la foto se llama Alfonso Arús (Barcelona, 64 años) y ha estado siempre ahí, con programas de éxito en uno y otro formato. La casa por la ventana, Al ataque, Vídeos de primera, Força Barça, Arús con leche, El rondo, ArucitysGanador de un premio Ondas en 2012, se habla poco de él, no se escriben artículos diciendo con quién compite a cara de perro. Pero ahí está, levantándose cinco minutos antes de las tres para acudir al plató y presentar Aruser@s, el humorning de la mañana. Que comienza a las siete de la mañana, cuando ya debe tener ganas de tomarse el aperitivo, hasta las once.

Cuando otros arrancan, Arús y equipo (su esposa y sus cuatro hijos trabajan en el programa y le llaman Alfonso, como hacían Carmen y Terelu Campos cuando se referían a su madre como Teresa) se despiden de la audiencia hasta el día siguiente. O más bien la noche, cuando vuelva a sonar el despertador. El suyo.

No es fácil encontrar a gente que hable de él. Algunos con los que trabajó hace años directamente no responden o te dicen que como hace mucho que fue aquello mejor hables con otras personas. Son otras formas de decir lo que piensan. Tampoco a él le gusta mucho conceder entrevistas ni enseñar sus cartas. Se sabe de su hermetismo, de lo celoso que es con su vida privada. Como también se sabe que no tiene presencia en redes sociales, que no quiere reinado porque prefiere que lo llamen “el búfalo de las mañanas”, que le encantan Julio Iglesias, el fuet y el maíz tostado y que permanece bronceado durante casi todo el año como su ídolo musical.

“Es un animal televisivo, lleva toda la vida haciéndolo y se nota. Curra como pocos, es rapidísimo y ha sido siempre precursor de formatos que no existían”, dice una de las colaboradoras de su programa. “Si estoy en la tele es por él. Sabe mucho y eso se agradece, porque sabe cómo funciona. No hay reuniones, no te hace perder el tiempo, te da confianza y libertad absoluta para preparar tus temas. Quiere hacer entretenimiento, pero siempre con rigor. Y cuando detecta que algo decae lo huele y lo levanta. Está muy seguro del formato, del terreno que pisa, y la maquinaria, que es el equipo, se nota que está engrasada”, afirma Javier Ricou, periodista de tribunales y sucesos en La Vanguardia que lleva colaborando con él desde hace dos décadas. Antes de colgar, dirá en qué consiste para él parte del éxito del programa: “Somos capaces de explicar una historia en cuatro minutos. Llevo muchos años en esto y veo lo que hacen otros y…”.

De izquierda a derecha, Fernando Martínez, Alfonso Arús, Concha García Campoy, Carlos Herrera, Augusto Delkáder, Francisco Vela, Iñaki Gabilondo, Luis Figuerola-Ferretti, Jesús Melgar, Manuel Molés y Juan Manuel Ortega, en la presentación de los nuevos programas de la Cadena SER en 1991.

Arús ha fabricado virales antes de que utilizáramos y gastáramos el término. Ha imitado a Julio Iglesias, a José Vélez —aquellos dientes falsos de tamaño descomunal—, a Manuel Benítez El Cordobés. Parte de España rio a carcajadas con video del ‘mechero de la Sole’ y no olvida a personajes como Carlos Jesús, Carmen de Mairena y la Pantoja de Puerto Rico. Como parte de España madruga hoy con él y se entera de lo que pasa en el mundo con su menú del día.

El primer día de julio arrancó con un baile de los colaboradores y una rima: “Hoy es martes, lindo día, lindo día para amarte”. Luego se habló de la entrada en prisión de Santos Cerdán, las consecuencias de ola de calor y la boda de Jeff Bezos con Lauren Sánchez en Venecia. Se pusieron unos cuantos videos virales en redes sociales y se afirmaron verdades universales, como que Nueva York es una ciudad cara y que el aire acondicionado en Estados Unidos, a la que te descuidas, puede criogenizarte. Los espectadores mandaron sus vídeos, se nombró al imbécil del día (¿quién no habría querido aportar el suyo?) y hubo bastantes risas con la lista de regalos que han recibido los Reyes de España porque entre los presentes hay cosas jugosísimas para comentar.

“Tiene la suerte de que la audiencia siempre le responde con lo que hace, y la mala suerte de que no se le reconoce lo suficiente en el sector”, dice de él Jordi Casoliva, director de Cope Cataluña que era director de Cadena 100 cuando Arús estuvo haciendo el programa despertador de la emisora. Asegura que no conoce a nadie con la capacidad de trabajo que Alfonso Arús, que huele el talento —otra vez el olfato— y que es uno de los tipos más innovadores del negocio. “(Iñaki) Gabilondo ha tenido momentos, (Carlos) Herrera también, pero Alfonso siempre ha estado ahí. Lo que pasa es que lo suyo es el humor popular, lo comercial, y tenemos tendencia a menospreciarlo. Y creo por lo que le conozco que en realidad le trae al pairo. Tú me dirás quién es capaz de generar tantos universos propios como él”, añade. Menos aún a las 2:55 de la noche.

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