Ángela de Miguel es la nueva presidenta de Cepyme, la patronal que representa a las pequeñas y medianas empresas dentro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). La hasta ahora presidenta de CEOE en Valladolid ha vencido por 246 votos a favor al jefe de la organización desde 2019, Gerardo Cuerva, que se presentaba a la reelección y que ha logrado 216 votos en las elecciones celebradas este martes. Es un margen muy estrecho, que ha exigido un segundo recuento porque en el primero no cuadraban los votos. El resultado refuerza el poder de Antonio Garamendi al frente de CEOE, que había avalado la candidatura de De Miguel y que pretendía relevar a Cuerva, pero a la vez visibiliza la contestación interna al líder empresarial vasco: casi la mitad de los votantes de una organización integrada en CEOE han apoyado a su rival.
La candidata respaldada por el presidente de CEOE será la nueva presidenta de la patronal de pymes, pero con una gran división que evidencia la contestación al líder vasco
Ángela de Miguel será la nueva presidenta de Cepyme, la patronal que representa a las pequeñas y medianas empresas dentro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). La hasta ahora presidenta de CEOE en Valladolid ha vencido por 246 votos a favor al jefe de la organización desde 2019, Gerardo Cuerva, que se presentaba a la reelección y que ha logrado 216 votos en las elecciones de Cepyme celebradas este martes. Es un margen muy estrecho, que ha exigido un segundo recuento porque en el primero no cuadran los votos.
De los 505 vocales con derecho ha voto ha participado en torno al 90%, según el dato disponible minutos antes del cierre de las urnas. Con la cifra disponible a media mañana, 253 han votado de forma presencial y otros 173 han delegado el voto. Asimismo, en torno a una decena de votos delegados han sido anulados por no presentar la documentación requerida.
La expectación en el mundo de las organizaciones patronales ante este proceso electoral era máxima, ya que hacía más de 20 años que no se producía una contienda similar en el seno de Cepyme. En esta ocasión, aderezado además por un fuerte enconamiento entre las figuras de Garamendi y Cuerva y sus respectivos entornos, que se ha trasladado incluso a los planos personales, con constantes y fuertes acusaciones cruzadas.
Este mal clima se ha reproducido en las votaciones de este martes, según fuentes presentes en el interior del auditorio Rafael del Pino, donde a pesar de la insistencia de la candidatura de De Miguel, no se ha permitido la entrada a los medios de comunicación durante la sesión electoral. Fuentes presentes en la jornada aseguran que la votación ha resultado caótica, con varios cuellos de botella y momentos de cierta tensión.
De Miguel es la candidata respaldada por el actual presidente de CEOE, Antonio Garamendi, que mantiene desde hace meses una batalla encarnizada con Gerardo Cuerva, quien ahora, debido a la elevada tensión generada en el seno de las dos organizaciones hermanas, deberá decidir si sigue en Cepyme o abandona la organización.

Garamendi, con derecho a voto por su vocalía en Confemetal, ha atendido a los medios antes de las votaciones: “No entiendo muy bien que lo que se trabaja de forma interna y debates que debieran de ser internos alguno ha preferido hacerlo muy público y jugar un partido más público y político”. Sin que se le preguntase al respecto, ha hecho referencia a una constante de la campaña: el papel de Cepyme dentro de CEOE y el rol de otras patronales que representan a las pymes, como Conpymes y Pimec (a las que el Gobierno está dando espacio en la negociación colectiva). “Un tema fundamental es la unidad empresarial, lo que todos defendemos, a través de CEOE, Cepyme y ATA. Es donde está la representatividad de las empresas españolas, donde siempre ha estado. Eso la política no lo va a cambiar”, ha comentado Garamendi.
Se puede decir que la líder de los empresarios vallisoletanos y también vicepresidenta de CEOE en Castilla y León ha sido una candidata de última hora, que surge después de que saltara a la opinión pública la decisión de Garamendi de promocionar a un contrincante para que le arrebatara la presidencia de Cepyme a Cuerva, tras las discrepancias surgidas entre ambos a la hora de dirigir la patronal de las pymes. Y, sobre todo, los reproches del dirigente granadino, quien acusa a líder de CEOE de hacer seguidismo al Gobierno, por haber firmado, entre otras cosas, la reforma laboral y no haber combatido lo suficientemente otras medidas contrarias a la libre empresa.
Aunque desde el entorno del hoy perdedor siempre se ha defendido que, más que diferencias en la forma de llevar la organización, lo que llevó a Garamendi a querer prescindir de Cuerva fueron las intenciones del vasco de volver a presentarse a la presidencia de CEOE y sus temores a que el granadino decidiera optar también a ese mismo sillón en las elecciones patronales que se celebrarán a finales de 2026.
En cualquier caso, con la victoria de De Miguel, Cepyme queda dividida en dos y la vallisoletana tendrá ahora la tarea de suturar las heridas abiertas en este proceso. Esto podrá comprobarse en la composición de la futura dirección de Cepyme donde podrían entrar algunos de los defensores de Cuerva si así lo quisiera la nueva presidenta.
Economía en EL PAÍS