Así se secó el Mediterráneo hace 5,5 millones de años

Con sus más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, el Mediterráneo es, después del Caribe, el segundo mar interior más grande del mundo. Desde hace milenios, a su alrededor han florecido numerosas civilizaciones, desde la griega a la romana, la fenicia, la egipcia o la cartaginesa. Pero el Mediterráneo no siempre estuvo ahí. Hace 60 millones de años, en su lugar había un océano mucho mayor, Tetis, que cubría con sus aguas amplias regiones de las actuales África y Europa. Y fue precisamente la placa africana, con su implacable avance hacia el norte, la que fue estrechando Tetis hasta formar una cuenca marina casi independiente, unida al actual océano Atlántico sólo a través del estrecho canal que hoy conocemos como Gibraltar.Sin embargo, hace entre 6 y 5,5 millones de años el estrecho se cerró, el Mediterráneo quedó aislado y, poco a poco, se secó casi por completo, convirtiéndose en un enorme desierto de sal salpicado aquí y allá por lagunas, también extremadamente saladas. Este ‘vaciado’ tuvo un culpable: el clima cálido de la región, que hace que en el Mediterráneo se evapore más agua de la que entra a través de los ríos. Por eso, al cerrarse el estrecho y sin la aportación de su caudal de agua, el mar entero se evaporó, dejando en su fondo enormes depósitos de sal que llegaron a tener hasta más de tres km de grosor. Es lo que los científicos conocen como ‘la crisis salina del Mesiniense’.Varios cientos de miles de años más tarde, hace alrededor de 5,3 millones de años, la diferencia de nivel entre el Mediterráneo y el Atlántico hizo que este se desbordara, dando lugar a una inundación como pocas se han visto en la historia de la Tierra: en cuestión de apenas un par de años años, y a razón de varios metros diarios, el mismo mar que había tardado milenios en secarse volvió a llenarse de repente.Noticia Relacionada El techo del mundo estandar No El Everest, cada vez más alto: crece cada año porque un río lo empuja José Manuel Nieves¿Cómo sucedió?Los científicos llevan mucho tiempo preguntándose por el proceso que permitió la acumulación de más de un millón de km cúbicos de sal en la cuenca mediterránea en tan poco tiempo. Y ahora, gracias al análisis de isótopos de cloro 3 obtenidos de la sal extraída del fondo marino, un equipo de investigadores dirigidos por el CNRS francés ha conseguido identificar las dos fases de este evento extremo de evaporación. El estudio se acaba de publicar en ‘Nature Communications’.Durante la primera, que duró aproximadamente 35.000 años, la deposición de sal se produjo sólo en el Mediterráneo oriental. Durante la segunda, la sal se acumuló en todo el Mediterráneo, impulsada por un ‘rápido’ evento de reducción de la evaporación que duró 10 mil años y durante el cual el nivel del mar bajó entre 1,7 y 2,1 km en el Mediterráneo oriental y 850 m en eloccidental. Como resultado, la cuenca mediterránea perdió hasta el 70% de su volumen de agua.Los investigadores piensan que esta espectacular caída del nivel del mar tuvo consecuencias tanto para la fauna terrestre como para el paisaje, desencadenando erupciones volcánicas localizadas por la descarga de la corteza terrestre, además de generar efectos climáticos globales debido a la enorme depresión provocada por la reducción del nivel del mar.Estos resultados ayudan a entender mejor cómo se produjo este fenómeno geológico extremo en el pasado y cómo evolucionó después toda la región.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Hallan un pajarillo de la era de los dinosaurios con un cerebro nunca visto noticia No Guadalupe Sabio, bioquímica: «La obesidad es una enfermedad. Hay que dejar de culpar al paciente»Pero este tampoco es el final. Las placas tectónicas se siguen moviendo y el destino del Mediterráneo está ya escrito. Será dentro de otros cinco millones de años, cuando el estrecho vuelva a cerrarse como consecuencia del empuje de la placa africana y la rotación de la península ibérica en el sentido de las agujas del reloj, lo que llevará a que todo el actual litoral mediterráneo, desde Cataluña a Valencia y Andalucía, se ‘encaje’ en el norte de África, cerrando el Mare Nostrum para siempre. Con sus más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, el Mediterráneo es, después del Caribe, el segundo mar interior más grande del mundo. Desde hace milenios, a su alrededor han florecido numerosas civilizaciones, desde la griega a la romana, la fenicia, la egipcia o la cartaginesa. Pero el Mediterráneo no siempre estuvo ahí. Hace 60 millones de años, en su lugar había un océano mucho mayor, Tetis, que cubría con sus aguas amplias regiones de las actuales África y Europa. Y fue precisamente la placa africana, con su implacable avance hacia el norte, la que fue estrechando Tetis hasta formar una cuenca marina casi independiente, unida al actual océano Atlántico sólo a través del estrecho canal que hoy conocemos como Gibraltar.Sin embargo, hace entre 6 y 5,5 millones de años el estrecho se cerró, el Mediterráneo quedó aislado y, poco a poco, se secó casi por completo, convirtiéndose en un enorme desierto de sal salpicado aquí y allá por lagunas, también extremadamente saladas. Este ‘vaciado’ tuvo un culpable: el clima cálido de la región, que hace que en el Mediterráneo se evapore más agua de la que entra a través de los ríos. Por eso, al cerrarse el estrecho y sin la aportación de su caudal de agua, el mar entero se evaporó, dejando en su fondo enormes depósitos de sal que llegaron a tener hasta más de tres km de grosor. Es lo que los científicos conocen como ‘la crisis salina del Mesiniense’.Varios cientos de miles de años más tarde, hace alrededor de 5,3 millones de años, la diferencia de nivel entre el Mediterráneo y el Atlántico hizo que este se desbordara, dando lugar a una inundación como pocas se han visto en la historia de la Tierra: en cuestión de apenas un par de años años, y a razón de varios metros diarios, el mismo mar que había tardado milenios en secarse volvió a llenarse de repente.Noticia Relacionada El techo del mundo estandar No El Everest, cada vez más alto: crece cada año porque un río lo empuja José Manuel Nieves¿Cómo sucedió?Los científicos llevan mucho tiempo preguntándose por el proceso que permitió la acumulación de más de un millón de km cúbicos de sal en la cuenca mediterránea en tan poco tiempo. Y ahora, gracias al análisis de isótopos de cloro 3 obtenidos de la sal extraída del fondo marino, un equipo de investigadores dirigidos por el CNRS francés ha conseguido identificar las dos fases de este evento extremo de evaporación. El estudio se acaba de publicar en ‘Nature Communications’.Durante la primera, que duró aproximadamente 35.000 años, la deposición de sal se produjo sólo en el Mediterráneo oriental. Durante la segunda, la sal se acumuló en todo el Mediterráneo, impulsada por un ‘rápido’ evento de reducción de la evaporación que duró 10 mil años y durante el cual el nivel del mar bajó entre 1,7 y 2,1 km en el Mediterráneo oriental y 850 m en eloccidental. Como resultado, la cuenca mediterránea perdió hasta el 70% de su volumen de agua.Los investigadores piensan que esta espectacular caída del nivel del mar tuvo consecuencias tanto para la fauna terrestre como para el paisaje, desencadenando erupciones volcánicas localizadas por la descarga de la corteza terrestre, además de generar efectos climáticos globales debido a la enorme depresión provocada por la reducción del nivel del mar.Estos resultados ayudan a entender mejor cómo se produjo este fenómeno geológico extremo en el pasado y cómo evolucionó después toda la región.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Hallan un pajarillo de la era de los dinosaurios con un cerebro nunca visto noticia No Guadalupe Sabio, bioquímica: «La obesidad es una enfermedad. Hay que dejar de culpar al paciente»Pero este tampoco es el final. Las placas tectónicas se siguen moviendo y el destino del Mediterráneo está ya escrito. Será dentro de otros cinco millones de años, cuando el estrecho vuelva a cerrarse como consecuencia del empuje de la placa africana y la rotación de la península ibérica en el sentido de las agujas del reloj, lo que llevará a que todo el actual litoral mediterráneo, desde Cataluña a Valencia y Andalucía, se ‘encaje’ en el norte de África, cerrando el Mare Nostrum para siempre.  

El estrecho de Gibraltar se cerró, el Mediterráneo quedó aislado y, poco a poco, se secó casi por completo, convirtiéndose en un enorme desierto de sal

Representación artística de la ruptura del umbral de Gibraltar al final de la crisis salina del Messiniense. En los momentos finales de esta crisis, el nivel del mar Mediterráneo era aproximadamente 1 km más bajo que el del océano Atlántico Pibernat & García-Castellanos

Con sus más de 2,5 millones de kilómetros cuadrados, el Mediterráneo es, después del Caribe, el segundo mar interior más grande del mundo. Desde hace milenios, a su alrededor han florecido numerosas civilizaciones, desde la griega a la romana, la fenicia, la egipcia …

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