La selección brasileña de fútbol acapara estos días el foco informativo en diferentes ámbitos. Además de los movimientos en busca de un nuevo entrenador, con Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, como protagonista principal, la prensa, los aficionados y hasta los políticos del gran país suramericano debaten con pasión acerca de la camiseta reserva que lucirá la ‘canarinha’ en el Mundial que organizarán conjuntamente Canadá, Estados Unidos y México el próximo año.La polémica surgió este martes, después de que la web ‘Footy Headlines’, especializada en uniformes, filtrara que en vez del tradicional azul de la marca Nike, la pentacampeona mundial vestiría de rojo y con el logo ‘Jordan’ (franquicia de la propia Nike que, por ejemplo, lucen los futbolistas del Paris Saint Germain).En su información, ‘Footy Headlines’, recuerda que «entre 1917 y 1919, la selección nacional de Brasil vistió de rojo en partidos oficiales, incluyendo el Campeonato Sudamericano de 1917 (hoy Copa América)».La noticia fue confirmada por el grupo de comunicación ‘Globo’, que añadió que el nuevo uniforme sustituirá al azul y blanco y se lanzará al público en marzo de 2026, tres meses antes del comienzo del Mundial (11 de junio).La novedad causó sorpresa y provocó gran debate. La controversia fue creciendo en diferentes sectores deportivos y sociales. Y cuando llegó al escenario político, se desbordó. Así, los acólitos del expresidente Jair Bolsonaro, anticomunistas declarados, pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de ver al combinado nacional con los colores de su máximo adversario político: el Partido de los Trabajadores que lidera el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva . «A nossa bandeira jamais será vermelha» (‘Nuestra bandera jamás será roja’) es uno de los lemas más repetidos por la derecha brasileña. El diputado bolsonarista Zé Trovão ha ido más allá. Sin que nadie haya confirmado oficialmente la presunta novedad cromática en esa segunda equipación, presentó este martes un proyecto de ley para que sea obligatorio el uso de los colores oficiales de la bandera, es decir, verde, amarillo, azul y blanco, en todas las entidades públicas o privadas que representen oficialmente a Brasil.«¡Ni nuestra bandera, ni nuestros uniformes, ni un carajo de nuestro país será rojo!», exclamó el congresista en sus redes sociales. El senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos de Jair Bolsonaro, también se pronunció en la misma dirección.Noticia Relacionada Se estrenará en el Europeo estandar No Polémica entre los atletas españoles por la ropa para los Juegos María Carbajo La propuesta de Joma para la cita de París ha dejado atrás el rojo distinto de España y ha causado revuelo entre los propios deportistasLos estatutos de la CBF ya regulan el asunto y establecen que los uniformes tendrán que ser confeccionados con los colores de la bandera de la confederación, que son los mismos que los de la enseña nacional: verde, amarillo, azul y blanco. Ni rastro del rojo. En esa misma línea, la prensa considera que para vestir a Vinícius Júnior, Neymar y compañía de rojo habrá que cambiar los estatutos de la CBF, pues estos solo contemplan la posibilidad de jugar con otros colores en ediciones conmemorativas.Así ocurrió, por ejemplo, cuando en 2023 lució de riguroso negro por primera vez en su historia en el amistoso jugado con Guinea en el estadio de Cornellà-El Prat de Barcelona para denunciar los casos de racismo en el fútbol.En los medios de comunicación brasileños tampoco fue acogida demasiado bien esa supuesta innovación cromática. El locutor Galvão Bueno, popular periodista deportivo, asegura que sería «un crimen» ver de rojo a la ‘seleção’. «¿Qué tiene eso que ver con la historia…? Es una ofensa descomunal a la historia del fútbol brasileño. Estoy muy molesto», confesó el popular comunicador en su programa del canal ‘Band’.Los minoritarios defensores de la nueva camiseta argumentan que el nombre del país se deriva de un árbol de la flora autóctona, Pau Brasil (Palo de Brasil), cuyo interior del tronco es de color rojo.En un principio, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no quiso hacer comentario alguno sobre el asunto, pero visto el enorme y creciente revuelo salió al paso con un breve comunicado: «La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aclara que las imágenes recientemente divulgadas de supuestos uniformes de la Selección Brasileña para el Mundial de 2026 no son oficiales. Ni la CBF ni Nike han publicado formalmente detalles sobre la nueva línea de la Selección Nacional. La entidad reafirma su compromiso con su estatuto e informa que la nueva colección de uniformes para el Mundial aún se definirá en conjunto con Nike».Tras este mensaje, los autores de la filtración respondieron: «Footy Headlines puede confirmar que la equipación roja sí formaba parte de la colección planificada de Nike, con el color rojo ya definido. Sin embargo, la reacción abrumadoramente negativa podría obligar a Nike y a Brasil a reconsiderar su decisión, posiblemente descartando el diseño rojo en favor de una alternativa más segura y convencional. Otra posibilidad es que el kit todavía esté en desarrollo, y que la negación de CBF sirva como forma de ganar tiempo o suavizar la controversia antes de una eventual revelación». La selección brasileña de fútbol acapara estos días el foco informativo en diferentes ámbitos. Además de los movimientos en busca de un nuevo entrenador, con Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, como protagonista principal, la prensa, los aficionados y hasta los políticos del gran país suramericano debaten con pasión acerca de la camiseta reserva que lucirá la ‘canarinha’ en el Mundial que organizarán conjuntamente Canadá, Estados Unidos y México el próximo año.La polémica surgió este martes, después de que la web ‘Footy Headlines’, especializada en uniformes, filtrara que en vez del tradicional azul de la marca Nike, la pentacampeona mundial vestiría de rojo y con el logo ‘Jordan’ (franquicia de la propia Nike que, por ejemplo, lucen los futbolistas del Paris Saint Germain).En su información, ‘Footy Headlines’, recuerda que «entre 1917 y 1919, la selección nacional de Brasil vistió de rojo en partidos oficiales, incluyendo el Campeonato Sudamericano de 1917 (hoy Copa América)».La noticia fue confirmada por el grupo de comunicación ‘Globo’, que añadió que el nuevo uniforme sustituirá al azul y blanco y se lanzará al público en marzo de 2026, tres meses antes del comienzo del Mundial (11 de junio).La novedad causó sorpresa y provocó gran debate. La controversia fue creciendo en diferentes sectores deportivos y sociales. Y cuando llegó al escenario político, se desbordó. Así, los acólitos del expresidente Jair Bolsonaro, anticomunistas declarados, pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de ver al combinado nacional con los colores de su máximo adversario político: el Partido de los Trabajadores que lidera el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva . «A nossa bandeira jamais será vermelha» (‘Nuestra bandera jamás será roja’) es uno de los lemas más repetidos por la derecha brasileña. El diputado bolsonarista Zé Trovão ha ido más allá. Sin que nadie haya confirmado oficialmente la presunta novedad cromática en esa segunda equipación, presentó este martes un proyecto de ley para que sea obligatorio el uso de los colores oficiales de la bandera, es decir, verde, amarillo, azul y blanco, en todas las entidades públicas o privadas que representen oficialmente a Brasil.«¡Ni nuestra bandera, ni nuestros uniformes, ni un carajo de nuestro país será rojo!», exclamó el congresista en sus redes sociales. El senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos de Jair Bolsonaro, también se pronunció en la misma dirección.Noticia Relacionada Se estrenará en el Europeo estandar No Polémica entre los atletas españoles por la ropa para los Juegos María Carbajo La propuesta de Joma para la cita de París ha dejado atrás el rojo distinto de España y ha causado revuelo entre los propios deportistasLos estatutos de la CBF ya regulan el asunto y establecen que los uniformes tendrán que ser confeccionados con los colores de la bandera de la confederación, que son los mismos que los de la enseña nacional: verde, amarillo, azul y blanco. Ni rastro del rojo. En esa misma línea, la prensa considera que para vestir a Vinícius Júnior, Neymar y compañía de rojo habrá que cambiar los estatutos de la CBF, pues estos solo contemplan la posibilidad de jugar con otros colores en ediciones conmemorativas.Así ocurrió, por ejemplo, cuando en 2023 lució de riguroso negro por primera vez en su historia en el amistoso jugado con Guinea en el estadio de Cornellà-El Prat de Barcelona para denunciar los casos de racismo en el fútbol.En los medios de comunicación brasileños tampoco fue acogida demasiado bien esa supuesta innovación cromática. El locutor Galvão Bueno, popular periodista deportivo, asegura que sería «un crimen» ver de rojo a la ‘seleção’. «¿Qué tiene eso que ver con la historia…? Es una ofensa descomunal a la historia del fútbol brasileño. Estoy muy molesto», confesó el popular comunicador en su programa del canal ‘Band’.Los minoritarios defensores de la nueva camiseta argumentan que el nombre del país se deriva de un árbol de la flora autóctona, Pau Brasil (Palo de Brasil), cuyo interior del tronco es de color rojo.En un principio, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no quiso hacer comentario alguno sobre el asunto, pero visto el enorme y creciente revuelo salió al paso con un breve comunicado: «La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aclara que las imágenes recientemente divulgadas de supuestos uniformes de la Selección Brasileña para el Mundial de 2026 no son oficiales. Ni la CBF ni Nike han publicado formalmente detalles sobre la nueva línea de la Selección Nacional. La entidad reafirma su compromiso con su estatuto e informa que la nueva colección de uniformes para el Mundial aún se definirá en conjunto con Nike».Tras este mensaje, los autores de la filtración respondieron: «Footy Headlines puede confirmar que la equipación roja sí formaba parte de la colección planificada de Nike, con el color rojo ya definido. Sin embargo, la reacción abrumadoramente negativa podría obligar a Nike y a Brasil a reconsiderar su decisión, posiblemente descartando el diseño rojo en favor de una alternativa más segura y convencional. Otra posibilidad es que el kit todavía esté en desarrollo, y que la negación de CBF sirva como forma de ganar tiempo o suavizar la controversia antes de una eventual revelación».
La selección brasileña de fútbol acapara estos días el foco informativo en diferentes ámbitos. Además de los movimientos en busca de un nuevo entrenador, con Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid, como protagonista principal, la prensa, los aficionados y hasta los políticos del gran país … suramericano debaten con pasión acerca de la camiseta reserva que lucirá la ‘canarinha’ en el Mundial que organizarán conjuntamente Canadá, Estados Unidos y México el próximo año.
La polémica surgió este martes, después de que la web ‘Footy Headlines’, especializada en uniformes, filtrara que en vez del tradicional azul de la marca Nike, la pentacampeona mundial vestiría de rojo y con el logo ‘Jordan’ (franquicia de la propia Nike que, por ejemplo, lucen los futbolistas del Paris Saint Germain).
En su información, ‘Footy Headlines’, recuerda que «entre 1917 y 1919, la selección nacional de Brasil vistió de rojo en partidos oficiales, incluyendo el Campeonato Sudamericano de 1917 (hoy Copa América)».
La noticia fue confirmada por el grupo de comunicación ‘Globo’, que añadió que el nuevo uniforme sustituirá al azul y blanco y se lanzará al público en marzo de 2026, tres meses antes del comienzo del Mundial (11 de junio).
La novedad causó sorpresa y provocó gran debate. La controversia fue creciendo en diferentes sectores deportivos y sociales. Y cuando llegó al escenario político, se desbordó. Así, los acólitos del expresidente Jair Bolsonaro, anticomunistas declarados, pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de ver al combinado nacional con los colores de su máximo adversario político: el Partido de los Trabajadores que lidera el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
«A nossa bandeira jamais será vermelha» (‘Nuestra bandera jamás será roja’) es uno de los lemas más repetidos por la derecha brasileña. El diputado bolsonarista Zé Trovão ha ido más allá. Sin que nadie haya confirmado oficialmente la presunta novedad cromática en esa segunda equipación, presentó este martes un proyecto de ley para que sea obligatorio el uso de los colores oficiales de la bandera, es decir, verde, amarillo, azul y blanco, en todas las entidades públicas o privadas que representen oficialmente a Brasil.
«¡Ni nuestra bandera, ni nuestros uniformes, ni un carajo de nuestro país será rojo!», exclamó el congresista en sus redes sociales. El senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos de Jair Bolsonaro, también se pronunció en la misma dirección.
Los estatutos de la CBF ya regulan el asunto y establecen que los uniformes tendrán que ser confeccionados con los colores de la bandera de la confederación, que son los mismos que los de la enseña nacional: verde, amarillo, azul y blanco. Ni rastro del rojo.
En esa misma línea, la prensa considera que para vestir a Vinícius Júnior, Neymar y compañía de rojo habrá que cambiar los estatutos de la CBF, pues estos solo contemplan la posibilidad de jugar con otros colores en ediciones conmemorativas.
Así ocurrió, por ejemplo, cuando en 2023 lució de riguroso negro por primera vez en su historia en el amistoso jugado con Guinea en el estadio de Cornellà-El Prat de Barcelona para denunciar los casos de racismo en el fútbol.
En los medios de comunicación brasileños tampoco fue acogida demasiado bien esa supuesta innovación cromática. El locutor Galvão Bueno, popular periodista deportivo, asegura que sería «un crimen» ver de rojo a la ‘seleção’. «¿Qué tiene eso que ver con la historia…? Es una ofensa descomunal a la historia del fútbol brasileño. Estoy muy molesto», confesó el popular comunicador en su programa del canal ‘Band’.
Los minoritarios defensores de la nueva camiseta argumentan que el nombre del país se deriva de un árbol de la flora autóctona, Pau Brasil (Palo de Brasil), cuyo interior del tronco es de color rojo.
En un principio, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no quiso hacer comentario alguno sobre el asunto, pero visto el enorme y creciente revuelo salió al paso con un breve comunicado:
«La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) aclara que las imágenes recientemente divulgadas de supuestos uniformes de la Selección Brasileña para el Mundial de 2026 no son oficiales. Ni la CBF ni Nike han publicado formalmente detalles sobre la nueva línea de la Selección Nacional. La entidad reafirma su compromiso con su estatuto e informa que la nueva colección de uniformes para el Mundial aún se definirá en conjunto con Nike».
Tras este mensaje, los autores de la filtración respondieron: «Footy Headlines puede confirmar que la equipación roja sí formaba parte de la colección planificada de Nike, con el color rojo ya definido. Sin embargo, la reacción abrumadoramente negativa podría obligar a Nike y a Brasil a reconsiderar su decisión, posiblemente descartando el diseño rojo en favor de una alternativa más segura y convencional. Otra posibilidad es que el kit todavía esté en desarrollo, y que la negación de CBF sirva como forma de ganar tiempo o suavizar la controversia antes de una eventual revelación».
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