Nadie desbanca a La Moraleja. Con sus 136.703 euros de renta media disponible —una vez descontados los impuestos—, se consagra como el barrio más rico de España. Los ingresos declarados por sus vecinos son hasta 14 veces superiores a los de los residentes en Torreblanca, en Sevilla, la zona más pobre (9.693 euros). Así lo refleja la última Estadística de declarantes del IRPF por código postal de la Agencia Tributaria, relativa a 2022 y que solo toma en cuenta municipios grandes, de más de 100.000 habitantes. La estadística no recoge los datos de los municipios del País Vasco y Navarra. Este abismo que separa la zona más acaudalada de la más rezagada se produce pese a una mejora generalizada de las rentas con respecto al año anterior, aunque insuficiente para compensar la fuerte subida de precios que se registró en el periodo: la inflación avanzó un 8,4%, mientras que las rentas lo hicieron un 4,7% a nivel nacional en las localidades analizadas. En hasta el 92% de los códigos postales incluidos en el análisis, la renta media disponible creció menos que la inflación.
La Moraleja, en Madrid, se consagra como el barrio más rico de España; el más pobre es Torreblanca, en Sevilla
Nadie desbanca a La Moraleja. Con sus 136.703 euros de renta media disponible —una vez descontados los impuestos—, se consagra como el barrio más rico de España. Los ingresos declarados por sus vecinos son hasta 14 veces superiores a los de los residentes en Torreblanca, en Sevilla, la zona más pobre (9.693 euros). Así lo refleja la última Estadística de declarantes del IRPF por código postal de la Agencia Tributaria, relativa a 2022 y que solo toma en cuenta municipios grandes, de más de 100.000 habitantes. La estadística no recoge los datos de los municipios del País Vasco y Navarra. Este abismo que separa la zona más acaudalada de la más rezagada se produce pese a una mejora generalizada de las rentas con respecto al año anterior, aunque insuficiente para compensar la fuerte subida de precios que se registró en el periodo: la inflación avanzó un 8,4%, mientras que las rentas lo hicieron un 4,7% a nivel nacional en las localidades analizadas. En hasta el 92% de los códigos postales incluidos en el análisis, la renta media disponible creció menos que la inflación.
Ubicada en la zona norte del área metropolitana de Madrid y repleta de chalés de ensueño y coches lujosos, La Moraleja (Alcobendas) lleva años en lo más alto de la lista y su estatus parece inalcanzable. No solo los ingresos de sus vecinos están a años luz de los percibidos por los habitantes de Torreblanca —es más, la brecha entre el barrio más rico y el más pobre ha crecido un 2,6% con respecto a la estadística previa—, también es gigantesca la distancia con la renta media a nivel nacional (27.648 euros) y con el segundo código postal más rico de España: Vallvidrera Tibidabo i Les Planes, en Barcelona, con 77.477 euros. Este barrio ha escalado cuatro posiciones y le ha quitado el sitio a Ciutat Jardí (Lleida), que en la edición anterior dio la sorpresa y se coló el segundo lugar del podio gracias a un aumento del 84% en los ingresos medios de sus residentes.
La tercera posición la sigue ocupando la zona de Goya, en el barrio capitalino de Salamanca (73.446 euros), seguida por otros tres códigos postales madrileños: Aravaca (73.357 euros), Somosaguas-Humera (71.608) y la Castellana (71.078). El top ten de las zonas más ricas del país lo completan dos códigos postales de Barcelona, otro en Valencia y uno en Madrid —Muntaner, Pla de Remei, Pedralbes Sarriá, Nueva España y Boadilla del Monte—. El listado viene a confirmar una tendencia cada vez más frecuente también a nivel internacional: las rentas altas se concentran en las capitales y en general en las grandes ciudades, que son más dinámicas económicamente gracias a su capacidad de atracción de grandes empresas y profesionales cualificados y mejor pagados.
En el extremo opuesto de la lista, de hecho, no hay ningún código postal que pertenezca al área metropolitana de Madrid o Barcelona. Las rentas más bajas se condensan en la parte meridional de la Península y el sur de la Comunidad Valenciana, donde las tasas de paro son más elevadas y las actividades económicas principales menos productivas, como si existiera una línea transversal que separa España. A Torreblanca, el código postal con los ingresos más bajos del país, le sigue en segunda posición Nou Alacant (Alicante), con 13.962 euros, y Carrús (Elche), con 14.812 euros. A continuación, aparecen dos zonas almerienses, los barrios de San Matías, Los Andenes y Las Chumberas en Santa Cruz de Tenerife, Ciudad Jardín (Alicante), Jerez de la Frontera, Sector Sur-Polígono Guadalquivir (Córdoba) y Dos Hermanas (Sevilla). Ninguno de los 10 códigos postales más rezagados alcanza una renta media superior a los 17.000 euros.
Situarse en una punta u otra de la lista, sin embargo, no implica que haya habido grandes variaciones con respecto al año anterior. En el caso de La Moraleja, por ejemplo, los ingresos medios declarados por sus habitantes han subido solo un 2%, un porcentaje muy inferior al 47% registrado en Travalón (Elche), que se anota el mayor repunte de toda la estadística. Aun así, sus residentes cuentan con una renta mucho más modesta comparada con el barrio madrileño, de 34.722 euros.
Massarrojos, en Valencia, es la segunda zona donde más han crecido los ingresos declarados, de menos de 36.000 euros en 2021 a 51.176 en 2022. Ciutat Jardí (Lleida), que en la edición anterior había registrado un ascenso repentino, posicionándose como el segundo código postal más rico, ha experimentado en 2022 una caída en picado que le ha devuelto al lugar de donde había venido: la renta de sus habitantes se ha contraído en un 43%, la reducción más intensa en absoluto, hasta los 43.153 euros frente a los más de 75.000 de la estadística precedente. Estos cambios tan abruptos suelen producirse por acontecimientos puntuales: un ciudadano muy rico se muda, cae un premio gordo de la Lotería o se realiza una operación empresarial voluminosa que genera plusvalías tales como para distorsionar la estadística, que al usar la media magnifica los fenómenos que se producen en los extremos de la distribución.
Si el foco se amplía a nivel agregado, la renta media disponible en los códigos postales de los municipios de más de 100.000 habitantes ha crecido de 26.397 a 27.648 euros entre 2021 y 2022. Las rentas crecen en casi todos los códigos postales, pero en nueve de cada diez lo hace menos de la inflación de ese período. El diagnóstico empeora ligeramente si se compara con la época prepandemia: aún no se ha recuperado del todo el terreno perdido durante la crisis. Aunque es cierto que el 89% de los códigos postales presentaron rentas superiores en 2022 con respecto a 2019, si se tiene en cuenta la inflación, solo un 6% de los barrios analizados han mejorado su poder adquisitivo.
El Tavalón, Alcobendas y Massarrojos son los códigos postales donde la renta media disponible más se ha incrementado con respecto a 2019; la zona del paseo de Isabel La Católica (Valladolid) y Castellón de la Plana son, al contrario, las zonas donde más se ha contraído en el mismo periodo. En esta comparación también destacan dos de los barrios más ricos de España: La Moraleja y la zona de Goya, en Madrid. En el primer caso, la renta de sus ciudadanos estaba en 2022 aún un 20% por debajo de los registros precovid —ascendía entonces a 175.840 euros—; en el segundo, la diferencia es negativa en un 26%.
La otra conclusión que evidencian los datos de la Agencia Tributaria es que existen grandes brechas de renta dentro de un mismo municipio. La más amplia es la de Alcobendas, en Madrid: entre el código postal con mayor y menor renta de esta localidad hay una diferencia de 107.613 euros. Esta distancia coincide con los datos del Instituto Nacional de Estadística, que sitúa el municipio al norte de la capital como uno de los más desiguales. De acuerdo con la estadística de Hacienda, las segundas dos mayores brechas se dan en Madrid y Barcelona, en ambos casos superiores a los 50.000 euros. Una instantánea que refleja otra tendencia común en las grandes ciudades: el crecimiento económico aumenta la riqueza, pero tiene el riesgo de ser desigual.
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