Carles Coll, séptimo en la final de 200 braza

Carles Coll casi se queda sin ir al Mundial de Singapur, un problema con el visado (estudia en Estados Unidos) lo dejó sin participar en el Campeonato de España de junio, pero sus resultados lo han llevado hasta aquí. Y con todo el derecho, pues se plantó en la final del 200 braza con el quinto mejor tiempo para dar la alegría a la natación española en línea en esta competición. Es un nombre a seguir, pues se cuela en esta final con récord de España. Y con mucha energía para soñar en grande.Hacía más de 30 años que no había un finalista español en esta prueba, desde Sergi López en Perth 1991. Y es Carles Coll el legado perfecto porque el terraconense está a las órdenes de aquel campeón.Valiente, salió a por todas en la final. Y para siempre ya su primer largo, que completó primero y por debajo del récord del mundo. Y su segundo largo, también en primera posición. Pero pagó la osadía, sexto en el tercer viraje y, finalmente, séptimo ante el estirón de los competidores, sobre todo el chino Haiyang Qin, que se impuso con un tiempo de 2:07.41. La plata fue para el japonés Ippei Watanabe (2:07.70) y el bronce, para el neerlandés Caspar Corbeau (2:07.73).»Quería nadar la final y optar por las medallas, incluso ganar. He salido decidido. Al cien iba por debajo del récord del mundo, pero luego han pasado cosas que no son excusas, pero me han medio desconcentrado y on he sabido mantener la calma durante la carrera. Me ha faltado un poco de experiencia. Pero estoy satisfecho con las semis, con el tiempo que hice me hubiera metido en todas las finales de Juegos de la historia, y eso es una buena señal para el futuro. En piscina corta di el paso para ser de los mejores del mundo, y en larga me faltaba, pero estoy en una posición en la que, a la que mejore más, ya estoy en la lucha real de las medallas. El balance de este campeonato es positivo. Me voy fastidiado por esta final porque lo quería hacerlo mejor, pero con mucha hambre de lo que viene», analizó.»Estoy en un estado mental muy bueno, muy seguro de mí mismo. Venía a Singapur como el 21 del ranking y conseguí ponerme quinto. Estaba muy tranquilo. Sí que trabajo mucho el tema de la meditación, con mi entrenador, Sergio López, es de las cosas que más trabajamos. Muy contento de este avance a nivel mental», añadió. Carles Coll casi se queda sin ir al Mundial de Singapur, un problema con el visado (estudia en Estados Unidos) lo dejó sin participar en el Campeonato de España de junio, pero sus resultados lo han llevado hasta aquí. Y con todo el derecho, pues se plantó en la final del 200 braza con el quinto mejor tiempo para dar la alegría a la natación española en línea en esta competición. Es un nombre a seguir, pues se cuela en esta final con récord de España. Y con mucha energía para soñar en grande.Hacía más de 30 años que no había un finalista español en esta prueba, desde Sergi López en Perth 1991. Y es Carles Coll el legado perfecto porque el terraconense está a las órdenes de aquel campeón.Valiente, salió a por todas en la final. Y para siempre ya su primer largo, que completó primero y por debajo del récord del mundo. Y su segundo largo, también en primera posición. Pero pagó la osadía, sexto en el tercer viraje y, finalmente, séptimo ante el estirón de los competidores, sobre todo el chino Haiyang Qin, que se impuso con un tiempo de 2:07.41. La plata fue para el japonés Ippei Watanabe (2:07.70) y el bronce, para el neerlandés Caspar Corbeau (2:07.73).»Quería nadar la final y optar por las medallas, incluso ganar. He salido decidido. Al cien iba por debajo del récord del mundo, pero luego han pasado cosas que no son excusas, pero me han medio desconcentrado y on he sabido mantener la calma durante la carrera. Me ha faltado un poco de experiencia. Pero estoy satisfecho con las semis, con el tiempo que hice me hubiera metido en todas las finales de Juegos de la historia, y eso es una buena señal para el futuro. En piscina corta di el paso para ser de los mejores del mundo, y en larga me faltaba, pero estoy en una posición en la que, a la que mejore más, ya estoy en la lucha real de las medallas. El balance de este campeonato es positivo. Me voy fastidiado por esta final porque lo quería hacerlo mejor, pero con mucha hambre de lo que viene», analizó.»Estoy en un estado mental muy bueno, muy seguro de mí mismo. Venía a Singapur como el 21 del ranking y conseguí ponerme quinto. Estaba muy tranquilo. Sí que trabajo mucho el tema de la meditación, con mi entrenador, Sergio López, es de las cosas que más trabajamos. Muy contento de este avance a nivel mental», añadió.  

Mundial de natación

El español, que nadó los primeros cien metros en primera posición y en tiempos de récord del mundo, paga el cansancio al final y finaliza en la séptima plaza; oro para Qin, plata para Watanabe y bronce para Corbeau

Carles Coll, durante la semifinal EFE

Carles Coll casi se queda sin ir al Mundial de Singapur, un problema con el visado (estudia en Estados Unidos) lo dejó sin participar en el Campeonato de España de junio, pero sus resultados lo han llevado hasta aquí. Y con todo el derecho, pues se plantó en la final del 200 braza con el quinto mejor tiempo para dar la alegría a la natación española en línea en esta competición. Es un nombre a seguir, pues se cuela en esta final con récord de España. Y con mucha energía para soñar en grande.

Hacía más de 30 años que no había un finalista español en esta prueba, desde Sergi López en Perth 1991. Y es Carles Coll el legado perfecto porque el terraconense está a las órdenes de aquel campeón.

Valiente, salió a por todas en la final. Y para siempre ya su primer largo, que completó primero y por debajo del récord del mundo. Y su segundo largo, también en primera posición. Pero pagó la osadía, sexto en el tercer viraje y, finalmente, séptimo ante el estirón de los competidores, sobre todo el chino Haiyang Qin, que se impuso con un tiempo de 2:07.41. La plata fue para el japonés Ippei Watanabe (2:07.70) y el bronce, para el neerlandés Caspar Corbeau (2:07.73).

«Quería nadar la final y optar por las medallas, incluso ganar. He salido decidido. Al cien iba por debajo del récord del mundo, pero luego han pasado cosas que no son excusas, pero me han medio desconcentrado y on he sabido mantener la calma durante la carrera. Me ha faltado un poco de experiencia. Pero estoy satisfecho con las semis, con el tiempo que hice me hubiera metido en todas las finales de Juegos de la historia, y eso es una buena señal para el futuro. En piscina corta di el paso para ser de los mejores del mundo, y en larga me faltaba, pero estoy en una posición en la que, a la que mejore más, ya estoy en la lucha real de las medallas. El balance de este campeonato es positivo. Me voy fastidiado por esta final porque lo quería hacerlo mejor, pero con mucha hambre de lo que viene», analizó.

«Estoy en un estado mental muy bueno, muy seguro de mí mismo. Venía a Singapur como el 21 del ranking y conseguí ponerme quinto. Estaba muy tranquilo. Sí que trabajo mucho el tema de la meditación, con mi entrenador, Sergio López, es de las cosas que más trabajamos. Muy contento de este avance a nivel mental», añadió.

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