En agosto de 2022, un equipo internacional de investigadores dirigido por Uisdean Nicholson, de la Universidad Heriot-Watt en Edimburgo, descubrió en el fondo del Atlántico y frente a las costas africanas de Guinea un cráter de impacto de 8,5 km de diámetro. Los datos, publicados entonces en ‘Science Advances’, sugerían que la roca tenía unos 400 metros y que cayó hace 66 millones de años, casi al mismo tiempo que el gran asteroide de 10 km que, al otro lado del océano, en el Golfo de México, dejó un cráter de 200 km y desencadenó una extinción masiva (la quinta conocida) que acabó con el largo reinado de los dinosaurios . Sin embargo, en aquel momento Nicholson y sus colegas no pudieron confirmar sus hallazgos. Pero ahora pueden.En un nuevo artículo recién publicado por el mismo equipo en ‘Nature Communications earth & environment’, Nicholson y sus colegas publican nuevas imágenes del cráter, llamado ‘Nadir’ y que se encuentra a 300 metros de profundidad, que confirman que fue, efectivamente, causado por un asteroide que chocó contra la Tierra al final del período Cretácico, hace unos 66 millones de años.Las consecuencias del impactoLas imágenes, además, han ayudado a determinar lo que ocurrió en los minutos siguientes al impacto: primero se formó un cráter inicial en forma de cuenco, las rocas fundidas fluyeron hacia el fondo del cráter, el choque causó daños en una zona que abarca miles de kilómetros cuadrados, y se generó un tsunami de más de 800 metros de altura que cruzó el océano Atlántico de parte a parte. Una versión, pues, reducida de la enorme catástrofe que ocurrió casi al mismo tiempo en el Golfo de México, pero que aún así pudo suponer la ‘puntilla’ que exterminó a los dinosaurios, y con ellos a cerca del 80% de toda la vida del planeta.Noticia Relacionada Testigos de la catástrofe estandar No Descubren que la extinción de los dinosaurios está escrita en el genoma de las aves José Manuel Nieves Un estudio pionero identifica, por primera vez, los dramáticos cambios genéticos impulsados por la extinción masiva de hace 65 millones de años y que permitieron la enorme diversificación de las aves actualesPara llegar a estas conclusiones, los investigadores se valieron de datos sísmicos de alta resolución en 3D que no dejan lugar a dudas de que el cráter Nadir fue creado por el impacto de un asteroide. «Hay alrededor de 20 cráteres marinos confirmados en todo el mundo -dice Nicholson-, pero ninguno de ellos ha sido capturado con un nivel de detalle tan exquisito».«Estos datos -prosigue el investigador- nos permiten obtener imágenes en tres dimensiones y eliminar de ellas las capas de roca sedimentaria para observar el cráter en todos sus niveles. Una forma de entenderlo es pensar en la ecografía de un embarazo. Hace unas generaciones, la ecografía mostraba una masa granulada. Ahora puedes ver las características del bebé en 3D, con increíble detalle, incluidos todos los órganos internos. Del mismo modo, hemos pasado de imágenes borrosas en 2D a imágenes sorprendentes de alta resolución del cráter Nadir».Los nuevos datos hablan«Originalmente -explica Nicholson- pensábamos que el asteroide habría tenido unos 400 metros de ancho. Ahora sabemos que tenía entre 450 y 500 m. Gracias a las crestas en espiral generadas por el empuje que rodean el pico central del cráter y que sólo se forman después de un impacto oblicuo de ángulo bajo, podemos decir que el asteroide llegó de entre 20 y 40 grados al noreste. Y también creemos que golpeó la Tierra a unos 20 km/s, o lo que es lo mismo unos 72.000 km/h, aunque aún tenemos que confirmar este dato con un nuevo conjunto de modelos de impacto».Gracias a este conjunto de datos, los investigadores pudieron recrear con exactitud todo lo que sucedió en los segundos y minutos posteriores a la colisión.«Tras del impacto y la formación del levantamiento central -explica el investigador-, los sedimentos blandos que rodeaban el cráter fluyeron hacia el fondo del cráter evacuado, creando un ‘borde’ visible. El terremoto provocado por el impacto parece haber licuado los sedimentos bajo el fondo marino en toda la meseta, provocando la formación de fallas. El impacto también estuvo asociado con grandes deslizamientos de tierra cuando el margen de la meseta colapsó bajo el océano. Además, vemos evidencia de un tren de ondas de tsunami que se alejan del cráter y luego regresan hacia él, con grandes cicatrices de resurgimiento que preservan la evidencia de este evento catastrófico».En toda la historia humana, nadie había presenciado nunca el impacto de un asteroide de este tamaño contra la Tierra. Según Nicholson, lo más cerca que hemos estado los humanos de ver algo como esto fue el evento de Tunguska de 1908 «cuando un asteroide de 50 metros entró en la atmósfera terrestre y estalló en los cielos de Siberia».¿Un fragmento del que acabó con los dinosaurios?La coincidencia temporal del impacto que creó el cráter Nadir en Guinea y el que formó el de Chicxulub en el golfo de México ha llevado al equipo a especular que ambos asteroides podrían, en realidad, ser fragmentos uno mayor que se fragmentó a causa de la gravedad de la Tierra.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Las hormigas ya practicaban la agricultura mucho antes de que el hombre existiera noticia No Los delfines se ‘sonríen’ unos a otros mientras jueganSi la ruptura del gran asteroide hubiera ocurrido justo antes del impacto, dice Nicholson, los dos cráteres estarían muy cerca uno del otro. Por eso los científicos sugieren que la gravedad podría haber roto el asteroide durante una órbita anterior que pasó cerca de nuestro planeta, lo que provocó dos impactos con unos pocos días de diferencia. Algo similar a lo que sucedió con el cometa Shoemaker-Levy , que en 1992 se rompió en 21 fragmentos que dos años más tarde, y durante seis días, impactaron contra Júpiter. En agosto de 2022, un equipo internacional de investigadores dirigido por Uisdean Nicholson, de la Universidad Heriot-Watt en Edimburgo, descubrió en el fondo del Atlántico y frente a las costas africanas de Guinea un cráter de impacto de 8,5 km de diámetro. Los datos, publicados entonces en ‘Science Advances’, sugerían que la roca tenía unos 400 metros y que cayó hace 66 millones de años, casi al mismo tiempo que el gran asteroide de 10 km que, al otro lado del océano, en el Golfo de México, dejó un cráter de 200 km y desencadenó una extinción masiva (la quinta conocida) que acabó con el largo reinado de los dinosaurios . Sin embargo, en aquel momento Nicholson y sus colegas no pudieron confirmar sus hallazgos. Pero ahora pueden.En un nuevo artículo recién publicado por el mismo equipo en ‘Nature Communications earth & environment’, Nicholson y sus colegas publican nuevas imágenes del cráter, llamado ‘Nadir’ y que se encuentra a 300 metros de profundidad, que confirman que fue, efectivamente, causado por un asteroide que chocó contra la Tierra al final del período Cretácico, hace unos 66 millones de años.Las consecuencias del impactoLas imágenes, además, han ayudado a determinar lo que ocurrió en los minutos siguientes al impacto: primero se formó un cráter inicial en forma de cuenco, las rocas fundidas fluyeron hacia el fondo del cráter, el choque causó daños en una zona que abarca miles de kilómetros cuadrados, y se generó un tsunami de más de 800 metros de altura que cruzó el océano Atlántico de parte a parte. Una versión, pues, reducida de la enorme catástrofe que ocurrió casi al mismo tiempo en el Golfo de México, pero que aún así pudo suponer la ‘puntilla’ que exterminó a los dinosaurios, y con ellos a cerca del 80% de toda la vida del planeta.Noticia Relacionada Testigos de la catástrofe estandar No Descubren que la extinción de los dinosaurios está escrita en el genoma de las aves José Manuel Nieves Un estudio pionero identifica, por primera vez, los dramáticos cambios genéticos impulsados por la extinción masiva de hace 65 millones de años y que permitieron la enorme diversificación de las aves actualesPara llegar a estas conclusiones, los investigadores se valieron de datos sísmicos de alta resolución en 3D que no dejan lugar a dudas de que el cráter Nadir fue creado por el impacto de un asteroide. «Hay alrededor de 20 cráteres marinos confirmados en todo el mundo -dice Nicholson-, pero ninguno de ellos ha sido capturado con un nivel de detalle tan exquisito».«Estos datos -prosigue el investigador- nos permiten obtener imágenes en tres dimensiones y eliminar de ellas las capas de roca sedimentaria para observar el cráter en todos sus niveles. Una forma de entenderlo es pensar en la ecografía de un embarazo. Hace unas generaciones, la ecografía mostraba una masa granulada. Ahora puedes ver las características del bebé en 3D, con increíble detalle, incluidos todos los órganos internos. Del mismo modo, hemos pasado de imágenes borrosas en 2D a imágenes sorprendentes de alta resolución del cráter Nadir».Los nuevos datos hablan«Originalmente -explica Nicholson- pensábamos que el asteroide habría tenido unos 400 metros de ancho. Ahora sabemos que tenía entre 450 y 500 m. Gracias a las crestas en espiral generadas por el empuje que rodean el pico central del cráter y que sólo se forman después de un impacto oblicuo de ángulo bajo, podemos decir que el asteroide llegó de entre 20 y 40 grados al noreste. Y también creemos que golpeó la Tierra a unos 20 km/s, o lo que es lo mismo unos 72.000 km/h, aunque aún tenemos que confirmar este dato con un nuevo conjunto de modelos de impacto».Gracias a este conjunto de datos, los investigadores pudieron recrear con exactitud todo lo que sucedió en los segundos y minutos posteriores a la colisión.«Tras del impacto y la formación del levantamiento central -explica el investigador-, los sedimentos blandos que rodeaban el cráter fluyeron hacia el fondo del cráter evacuado, creando un ‘borde’ visible. El terremoto provocado por el impacto parece haber licuado los sedimentos bajo el fondo marino en toda la meseta, provocando la formación de fallas. El impacto también estuvo asociado con grandes deslizamientos de tierra cuando el margen de la meseta colapsó bajo el océano. Además, vemos evidencia de un tren de ondas de tsunami que se alejan del cráter y luego regresan hacia él, con grandes cicatrices de resurgimiento que preservan la evidencia de este evento catastrófico».En toda la historia humana, nadie había presenciado nunca el impacto de un asteroide de este tamaño contra la Tierra. Según Nicholson, lo más cerca que hemos estado los humanos de ver algo como esto fue el evento de Tunguska de 1908 «cuando un asteroide de 50 metros entró en la atmósfera terrestre y estalló en los cielos de Siberia».¿Un fragmento del que acabó con los dinosaurios?La coincidencia temporal del impacto que creó el cráter Nadir en Guinea y el que formó el de Chicxulub en el golfo de México ha llevado al equipo a especular que ambos asteroides podrían, en realidad, ser fragmentos uno mayor que se fragmentó a causa de la gravedad de la Tierra.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Las hormigas ya practicaban la agricultura mucho antes de que el hombre existiera noticia No Los delfines se ‘sonríen’ unos a otros mientras jueganSi la ruptura del gran asteroide hubiera ocurrido justo antes del impacto, dice Nicholson, los dos cráteres estarían muy cerca uno del otro. Por eso los científicos sugieren que la gravedad podría haber roto el asteroide durante una órbita anterior que pasó cerca de nuestro planeta, lo que provocó dos impactos con unos pocos días de diferencia. Algo similar a lo que sucedió con el cometa Shoemaker-Levy , que en 1992 se rompió en 21 fragmentos que dos años más tarde, y durante seis días, impactaron contra Júpiter.
Descubierto en 2022, nuevos datos recabados del cráter Nadir han permitido a los investigadores reconstruir el minuto a minuto tras la colisión
El mapa muestra la ubicación del cráter Nadir y el conjunto de datos sísmicos de la zona de impacto Communications Earth & Environment (2024)
En agosto de 2022, un equipo internacional de investigadores dirigido por Uisdean Nicholson, de la Universidad Heriot-Watt en Edimburgo, descubrió en el fondo del Atlántico y frente a las costas africanas de Guinea un cráter de impacto de 8,5 km de diámetro. …
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