Europa afronta nuevas tensiones con Moscú tras los daños sufridos en dos cables de telecomunicaciones entre Suecia, Lituania, Finlandia y Alemania Leer Europa afronta nuevas tensiones con Moscú tras los daños sufridos en dos cables de telecomunicaciones entre Suecia, Lituania, Finlandia y Alemania Leer
El mar Báltico se ha convertido en un escenario propicio al sabotaje. Tras la voladura del gaseoducto Nord Stream 2 en septiembre de 2022, Alemania, Suecia, Finlandia y Lituania han sido, en las últimas horas, víctimas del corte de dos cables de telecomunicaciones de su red submarina de fibra óptica. Se desconocen las causas, pero el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, cree que no fue un accidente. «Tenemos que decir, sin saber exactamente quien lo ha hecho, que se trata de una acción híbrida. También tenemos que suponer, sin saberlo todavía, que fue un sabotaje», ha declarado.
El primero de los presuntos ataques fue el de un enlace de Internet entre Lituania y la isla de Gotland, en Suecia, el domingo por la mañana, seguido de un cable dañado entre Helsinki y el puerto alemán de Rostock a primera hora del lunes, según los operadores locales. Esta última era la única conexión directa de este tipo entre Finlandia y Europa Central. El cable C-Lion1 se completó en 2016 y tiene una extensión de casi 1.200 km.
La Fiscalía sueca ha abierto una investigación por sabotaje. «La investigación preliminar está en curso y en una fase temprana. No hay más información que compartir sobre la investigación en este momento», declaró el fiscal Henrik Soderman en un comunicado, horas después de que la vecina Finlandia anunciara que también había abierto una investigación policial.
Cinia, el operador finlandés del cable C-Lion1 entre Finlandia y Alemania, señaló que no era posible decir qué podría haber causado la brecha hasta que comiencen las reparaciones. La empresa, propiedad mayoritaria del Estado finlandés, está preparando un buque para reparar los daños, un proceso que estimó que podría tardar entre cinco y 15 días en completarse. La mayoría de los clientes de Internet no se han visto afectados, aunque es posible que se produzcan algunas interrupciones a menor escala.
Por su parte, portavoces de Arelion, propietaria y operadora del cable que une Lituania y Suecia, afirmaron que, en su caso, no se trata de daños parciales. «El daño es total».
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, enmarcó los daños a esos cables marinos en una campaña híbrida de Rusia destinada a extender el conflicto de Ucrania a Europa Occidental. «La línea de frente se está desplazando más allá de las fronteras, a la región del Báltico, a Europa Occidental e incluso al alto norte», declaró Rutte.
Los ministros europeos de Asuntos Exteriores, reunidos en Varsovia, fueron aún más explícitos. Acusaron a Rusia, por defecto, de «atacar sistemáticamente» la arquitectura de seguridad del continente. «La escalada de las actividades híbridas de Moscú contra los países de la OTAN y de la Unión Europea no tiene precedentes por su variedad y escala, y crea importantes riesgos para la seguridad», afirmaron en una declaración conjunta los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, Italia, Polonia, España y Reino Unido.
El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, ha sido más cauto. «No podemos atribuir estos incidentes a nadie. Sería irresponsable por mi parte atribuir este, digamos, incidente o accidente o como quieran llamarlo, a nadie. Sería echar leña al fuego. Esa no es mi intención», declaró Borrell durante una rueda de prensa en Bruselas. Las razones de su prudencia se remontan precisamente a 2022. Cierto es los países europeos se han visto obligados a reforzar la protección de las infraestructuras críticas ante el temor de sabotajes vinculados a Rusia, si bien la voladura del Nord Stream demuestra que la amenaza no viene de una sola dirección. Los daños fueron no fueron causados por Moscú, sino por Ucrania, según investigaciones periodísticas conformadas por fuentes de la inteligencia estadounidense. La Fiscalía alemana sigue investigando ese atentado y ha emitido una orden de captura de un ucraniano residente en Polonia. Cuando la orden llegó a manos de la Policía polaca, este individuo, empleado en una empresa que resultó ser fantasma, ya había cruzado la frontera a Ucrania. Se desconoce si hay orden de extradición en curso.
El corte de parte del cableado submarino coincide con un recrudecimiento de la situación en Ucrania, que este martes ha cumplido mil días bajo bombardeos y asedio.
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