Creer en sí mismo y aprender de los errores

Uno va al psicólogo a contarle un conflicto personal, pero en su fuero interno lo que espera de él es que se lo resuelva aconsejándole qué hacer. Y resulta común sentirse decepcionado en las primeras sesiones al comprobar cómo no te sirve la solución, sino que, transformándose en espejo, formule preguntas que tú deberías haberte hecho y que sólo a ti te corresponde responder. Eso le ha pasado al Real Betis durante años en Europa, que interrogaba acerca de su traumática experiencia de no pasar de octavos de final de los torneos continentales, sin percatarse de que la respuesta la tenía él. La encontró en Guimaraes.No era otra que vencer los demonios como grupo y no como desperdigado conjunto de voluntades, de creer en sí mismo y de aprender de los errores. Y vaya si lo consiguió en la Portus Cale romana. El rival, que lo bailó al primer toque en varias fases de la ida en el Villamarín, aprovechando la alocada presión verdiblanca, quedó anulado desde el minuto uno. Bastó con permanecer muy juntos, ocuparse cada cual de su espacio, mayor anticipación defensiva y aprovechamiento de los robos de balón para lanzar el contragolpe. Bakambú y compañía, con la efectividad tantas jornadas ausente, hicieron el resto. Ahora, tras el partido de mañana en Leganés y el parón liguero, tocará afrontar un exigente calendario doméstico con Sevilla y Barcelona en rojo, antes de dirimir la primera cita con el Jagiellonia polaco. Es sensato augurar que el pase a semifinales se dilucidará en Byalistok, cuna del rival, el 17 de abril, Jueves Santo. Otro jueves que puede ser histórico para el fútbol sevillano. Este sin casetas de Feria, pero con una Madrugá horas después del partido invitando a no dormir. Con permiso aeroportuario, Rubén Casillas, el segundo de Manuel Pellegrini, podrá agradecer en la calle su intercesión al Cristo de la Sentencia y a la Esperanza Macarena, imágenes a las que se encomienda los días de partido. Porque ocurra lo que ocurra contra el campeón de la Ekstraklasa en la 23-24, y tercero en la actual temporada, el Betis ya ha roto un maleficio. Uno va al psicólogo a contarle un conflicto personal, pero en su fuero interno lo que espera de él es que se lo resuelva aconsejándole qué hacer. Y resulta común sentirse decepcionado en las primeras sesiones al comprobar cómo no te sirve la solución, sino que, transformándose en espejo, formule preguntas que tú deberías haberte hecho y que sólo a ti te corresponde responder. Eso le ha pasado al Real Betis durante años en Europa, que interrogaba acerca de su traumática experiencia de no pasar de octavos de final de los torneos continentales, sin percatarse de que la respuesta la tenía él. La encontró en Guimaraes.No era otra que vencer los demonios como grupo y no como desperdigado conjunto de voluntades, de creer en sí mismo y de aprender de los errores. Y vaya si lo consiguió en la Portus Cale romana. El rival, que lo bailó al primer toque en varias fases de la ida en el Villamarín, aprovechando la alocada presión verdiblanca, quedó anulado desde el minuto uno. Bastó con permanecer muy juntos, ocuparse cada cual de su espacio, mayor anticipación defensiva y aprovechamiento de los robos de balón para lanzar el contragolpe. Bakambú y compañía, con la efectividad tantas jornadas ausente, hicieron el resto. Ahora, tras el partido de mañana en Leganés y el parón liguero, tocará afrontar un exigente calendario doméstico con Sevilla y Barcelona en rojo, antes de dirimir la primera cita con el Jagiellonia polaco. Es sensato augurar que el pase a semifinales se dilucidará en Byalistok, cuna del rival, el 17 de abril, Jueves Santo. Otro jueves que puede ser histórico para el fútbol sevillano. Este sin casetas de Feria, pero con una Madrugá horas después del partido invitando a no dormir. Con permiso aeroportuario, Rubén Casillas, el segundo de Manuel Pellegrini, podrá agradecer en la calle su intercesión al Cristo de la Sentencia y a la Esperanza Macarena, imágenes a las que se encomienda los días de partido. Porque ocurra lo que ocurra contra el campeón de la Ekstraklasa en la 23-24, y tercero en la actual temporada, el Betis ya ha roto un maleficio.  

El pase a semifinales de la Conference se dilucidará el 17 de abril, Jueves Santo. Otro jueves para la historia del fútbol sevillano

Uno va al psicólogo a contarle un conflicto personal, pero en su fuero interno lo que espera de él es que se lo resuelva aconsejándole qué hacer. Y resulta común sentirse decepcionado en las primeras sesiones al comprobar cómo no te sirve la solución, sino … que, transformándose en espejo, formule preguntas que tú deberías haberte hecho y que sólo a ti te corresponde responder. Eso le ha pasado al Real Betis durante años en Europa, que interrogaba acerca de su traumática experiencia de no pasar de octavos de final de los torneos continentales, sin percatarse de que la respuesta la tenía él. La encontró en Guimaraes.

No era otra que vencer los demonios como grupo y no como desperdigado conjunto de voluntades, de creer en sí mismo y de aprender de los errores. Y vaya si lo consiguió en la Portus Cale romana. El rival, que lo bailó al primer toque en varias fases de la ida en el Villamarín, aprovechando la alocada presión verdiblanca, quedó anulado desde el minuto uno. Bastó con permanecer muy juntos, ocuparse cada cual de su espacio, mayor anticipación defensiva y aprovechamiento de los robos de balón para lanzar el contragolpe. Bakambú y compañía, con la efectividad tantas jornadas ausente, hicieron el resto.

Ahora, tras el partido de mañana en Leganés y el parón liguero, tocará afrontar un exigente calendario doméstico con Sevilla y Barcelona en rojo, antes de dirimir la primera cita con el Jagiellonia polaco. Es sensato augurar que el pase a semifinales se dilucidará en Byalistok, cuna del rival, el 17 de abril, Jueves Santo. Otro jueves que puede ser histórico para el fútbol sevillano. Este sin casetas de Feria, pero con una Madrugá horas después del partido invitando a no dormir. Con permiso aeroportuario, Rubén Casillas, el segundo de Manuel Pellegrini, podrá agradecer en la calle su intercesión al Cristo de la Sentencia y a la Esperanza Macarena, imágenes a las que se encomienda los días de partido. Porque ocurra lo que ocurra contra el campeón de la Ekstraklasa en la 23-24, y tercero en la actual temporada, el Betis ya ha roto un maleficio.

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