Cuando los calamares dominaban el mundo

A lo largo de su dilatada historia, la Tierra ha tenido diferentes ‘ dominadores ‘. Criaturas que, durante más o menos tiempo, consiguieron destacar sobre las demás de forma indiscutible. Por encima de todas ellas, sin duda, están las bacterias, los únicos habitantes del mundo durante sus primeros más de 3.000 millones de años. Un dominio que hoy, para muchos, las bacterias siguen ejerciendo en silencio. Mucho tiempo después, hace alrededor de 530 millones de años, la vida estalló en una multitud de formas durante la llamada ‘explosión del Cámbrico’, el mayor evento evolutivo en la historia de nuestro planeta. Y aunque en aquella época no hubo un único ‘dominador’ en el sentido moderno de la palabra, sí que es verdad que ciertos invertebrados marinos, como los ammonites y los trilobites (antepasados de los actuales cefalópodos e insectos), tuvieron un auge espectacular, proliferando durante millones de años en todos los océanos de la Tierra.Mucho después, ya en el Mesozoico, llegaron los dinosaurios, que fueron amos y señores de la creación durante más de 160 millones de años, desde hace 230 hasta 66 millones de años, cuando fueron borrados del mapa tras la caída de un gran meteorito. Solo después de aquella tragedia los mamíferos pudieron salir de sus escondites y comenzar su ascenso, llenando los nichos ecológicos vacíos y convirtiéndose en los nuevos dueños del planeta.Por último, en un abrir y cerrar de ojos ecológico, surgió Homo sapiens, solo una criatura más al principio, pero cuya meteórica evolución durante los últimos milenios le aupó hasta su actual posición de amo planetario.Los ‘otros’ dueños del mundoSin embargo, hubo otras criaturas que, aunque quizá no de forma tan espectacular, también tuvieron su momento, sus ‘cinco minutos de gloria’ como especies dominantes. Es el caso de los calamares, que aparecieron por primera vez hace unos 100 millones de años y que muy rápidamente se convirtieron en los ‘amos’, si no de todo el mundo, sí de sus tres cuartas partes: los océanos.En un estudio recién publicado en ‘ Science ‘, un equipo de investigadores de la Universidad de Hokkaido acaba de mostrar una técnica avanzada que es capaz de digitalizar en su totalidad rocas con todos los fósiles que contienen en una única imagen tridimensional. Un avance en las técnicas de detección de fósiles que les permitió identificar hasta mil picos de antiguos cefalópodos ocultos en el interior de rocas del Cretácico tardío en Japón. Entre aquellos pequeños y frágiles picos había 263 especímenes de calamar, incluidas cerca de 40 especies diferentes que nunca se habían visto antes.Los calamares son criaturas muy difíciles para los paleontólogos ya que, al no tener conchas duras, rara vez se conservan como fósiles. Por esa razón, en la historia de los cefalópodos, que comenzó hace alrededor de 500 millones de años (durante la ‘explosión del Cámbrico’), el origen y evolución temprana de los calamares sigue siendo un misterio sin resolver. Las principales pistas sobre su origen, en efecto, proceden de sus únicas partes duras, los picos, que sí fosilizan, y permiten por lo tanto a los científicos estudiar la historia de estos fascinantes animales.Calamares por todas partesUno de los descubrimientos que más sorprendió a los investigadores fue comprobar lo extraordinariamente comunes que eran los calamares en los antiguos océanos de hace 100 millones de años. De hecho, según el estudio los fósiles de estos animales superaron en número incluso a los de los ammonites, sus parientes acorazados más antiguos, que estaban entre los nadadores más exitosos de la era mesozoica.«Tanto en número como en tamaño -explica Shin Ikegami, investigador de la Universidad de Hokkaido y primer firmante del estudio- , estos antiguos calamares claramente prevalecieron en los mares. Los tamaños de su cuerpo eran tan grandes como los peces e incluso mayores que los ammonites que encontramos junto a ellos. Lo cual nos muestra que los calamares prosperaron hasta convertirse en los nadadores más abundantes de aquel antiguo océano».El estudio también revela que los dos grupos principales de calamares modernos, Myopsida, que viven cerca de la costa, y Oegopsida, que lo hacen en mar abierto, ya estaban presentes hace unos 100 millones de años. Hasta ahora, los científicos creían que los calamares sólo empezaron a florecer mucho más tarde, después del evento de extinción masiva que puso fin a la edad de los dinosaurios hace unos 66 millones de años. El nuevo estudio, sin embargo, muestra con claridad que los calamares ya habían surgido mucho antes. Y no solo eso, sino que se habían diversificado de forma explosiva.MÁS INFORMACIÓN noticia Si ‘Latidos’ de magma profundo están desgarrando África y creando un nuevo océano noticia No Vacunas que provocan autismo o la cura del cáncer oculta por los gobiernos: el 40% de los españoles cree en la conspiración«Estos hallazgos -dice por su parte Yasuhiro Iba, también de la Universidad de Hokkaido y director de la investigación- cambian todo lo que creíamos saber sobre los ecosistemas marinos en el pasado. Los calamares fueron probablemente los pioneros de los nadadores rápidos e inteligentes que dominan los océanos modernos». A lo largo de su dilatada historia, la Tierra ha tenido diferentes ‘ dominadores ‘. Criaturas que, durante más o menos tiempo, consiguieron destacar sobre las demás de forma indiscutible. Por encima de todas ellas, sin duda, están las bacterias, los únicos habitantes del mundo durante sus primeros más de 3.000 millones de años. Un dominio que hoy, para muchos, las bacterias siguen ejerciendo en silencio. Mucho tiempo después, hace alrededor de 530 millones de años, la vida estalló en una multitud de formas durante la llamada ‘explosión del Cámbrico’, el mayor evento evolutivo en la historia de nuestro planeta. Y aunque en aquella época no hubo un único ‘dominador’ en el sentido moderno de la palabra, sí que es verdad que ciertos invertebrados marinos, como los ammonites y los trilobites (antepasados de los actuales cefalópodos e insectos), tuvieron un auge espectacular, proliferando durante millones de años en todos los océanos de la Tierra.Mucho después, ya en el Mesozoico, llegaron los dinosaurios, que fueron amos y señores de la creación durante más de 160 millones de años, desde hace 230 hasta 66 millones de años, cuando fueron borrados del mapa tras la caída de un gran meteorito. Solo después de aquella tragedia los mamíferos pudieron salir de sus escondites y comenzar su ascenso, llenando los nichos ecológicos vacíos y convirtiéndose en los nuevos dueños del planeta.Por último, en un abrir y cerrar de ojos ecológico, surgió Homo sapiens, solo una criatura más al principio, pero cuya meteórica evolución durante los últimos milenios le aupó hasta su actual posición de amo planetario.Los ‘otros’ dueños del mundoSin embargo, hubo otras criaturas que, aunque quizá no de forma tan espectacular, también tuvieron su momento, sus ‘cinco minutos de gloria’ como especies dominantes. Es el caso de los calamares, que aparecieron por primera vez hace unos 100 millones de años y que muy rápidamente se convirtieron en los ‘amos’, si no de todo el mundo, sí de sus tres cuartas partes: los océanos.En un estudio recién publicado en ‘ Science ‘, un equipo de investigadores de la Universidad de Hokkaido acaba de mostrar una técnica avanzada que es capaz de digitalizar en su totalidad rocas con todos los fósiles que contienen en una única imagen tridimensional. Un avance en las técnicas de detección de fósiles que les permitió identificar hasta mil picos de antiguos cefalópodos ocultos en el interior de rocas del Cretácico tardío en Japón. Entre aquellos pequeños y frágiles picos había 263 especímenes de calamar, incluidas cerca de 40 especies diferentes que nunca se habían visto antes.Los calamares son criaturas muy difíciles para los paleontólogos ya que, al no tener conchas duras, rara vez se conservan como fósiles. Por esa razón, en la historia de los cefalópodos, que comenzó hace alrededor de 500 millones de años (durante la ‘explosión del Cámbrico’), el origen y evolución temprana de los calamares sigue siendo un misterio sin resolver. Las principales pistas sobre su origen, en efecto, proceden de sus únicas partes duras, los picos, que sí fosilizan, y permiten por lo tanto a los científicos estudiar la historia de estos fascinantes animales.Calamares por todas partesUno de los descubrimientos que más sorprendió a los investigadores fue comprobar lo extraordinariamente comunes que eran los calamares en los antiguos océanos de hace 100 millones de años. De hecho, según el estudio los fósiles de estos animales superaron en número incluso a los de los ammonites, sus parientes acorazados más antiguos, que estaban entre los nadadores más exitosos de la era mesozoica.«Tanto en número como en tamaño -explica Shin Ikegami, investigador de la Universidad de Hokkaido y primer firmante del estudio- , estos antiguos calamares claramente prevalecieron en los mares. Los tamaños de su cuerpo eran tan grandes como los peces e incluso mayores que los ammonites que encontramos junto a ellos. Lo cual nos muestra que los calamares prosperaron hasta convertirse en los nadadores más abundantes de aquel antiguo océano».El estudio también revela que los dos grupos principales de calamares modernos, Myopsida, que viven cerca de la costa, y Oegopsida, que lo hacen en mar abierto, ya estaban presentes hace unos 100 millones de años. Hasta ahora, los científicos creían que los calamares sólo empezaron a florecer mucho más tarde, después del evento de extinción masiva que puso fin a la edad de los dinosaurios hace unos 66 millones de años. El nuevo estudio, sin embargo, muestra con claridad que los calamares ya habían surgido mucho antes. Y no solo eso, sino que se habían diversificado de forma explosiva.MÁS INFORMACIÓN noticia Si ‘Latidos’ de magma profundo están desgarrando África y creando un nuevo océano noticia No Vacunas que provocan autismo o la cura del cáncer oculta por los gobiernos: el 40% de los españoles cree en la conspiración«Estos hallazgos -dice por su parte Yasuhiro Iba, también de la Universidad de Hokkaido y director de la investigación- cambian todo lo que creíamos saber sobre los ecosistemas marinos en el pasado. Los calamares fueron probablemente los pioneros de los nadadores rápidos e inteligentes que dominan los océanos modernos».  

A lo largo de su dilatada historia, la Tierra ha tenido diferentes ‘dominadores‘. Criaturas que, durante más o menos tiempo, consiguieron destacar sobre las demás de forma indiscutible. Por encima de todas ellas, sin duda, están las bacterias, los únicos habitantes del mundo durante … sus primeros más de 3.000 millones de años. Un dominio que hoy, para muchos, las bacterias siguen ejerciendo en silencio.

Mucho tiempo después, hace alrededor de 530 millones de años, la vida estalló en una multitud de formas durante la llamada ‘explosión del Cámbrico’, el mayor evento evolutivo en la historia de nuestro planeta. Y aunque en aquella época no hubo un único ‘dominador’ en el sentido moderno de la palabra, sí que es verdad que ciertos invertebrados marinos, como los ammonites y los trilobites (antepasados de los actuales cefalópodos e insectos), tuvieron un auge espectacular, proliferando durante millones de años en todos los océanos de la Tierra.

Mucho después, ya en el Mesozoico, llegaron los dinosaurios, que fueron amos y señores de la creación durante más de 160 millones de años, desde hace 230 hasta 66 millones de años, cuando fueron borrados del mapa tras la caída de un gran meteorito. Solo después de aquella tragedia los mamíferos pudieron salir de sus escondites y comenzar su ascenso, llenando los nichos ecológicos vacíos y convirtiéndose en los nuevos dueños del planeta.

Por último, en un abrir y cerrar de ojos ecológico, surgió Homo sapiens, solo una criatura más al principio, pero cuya meteórica evolución durante los últimos milenios le aupó hasta su actual posición de amo planetario.

Los ‘otros’ dueños del mundo

Sin embargo, hubo otras criaturas que, aunque quizá no de forma tan espectacular, también tuvieron su momento, sus ‘cinco minutos de gloria’ como especies dominantes. Es el caso de los calamares, que aparecieron por primera vez hace unos 100 millones de años y que muy rápidamente se convirtieron en los ‘amos’, si no de todo el mundo, sí de sus tres cuartas partes: los océanos.

En un estudio recién publicado en ‘Science‘, un equipo de investigadores de la Universidad de Hokkaido acaba de mostrar una técnica avanzada que es capaz de digitalizar en su totalidad rocas con todos los fósiles que contienen en una única imagen tridimensional. Un avance en las técnicas de detección de fósiles que les permitió identificar hasta mil picos de antiguos cefalópodos ocultos en el interior de rocas del Cretácico tardío en Japón. Entre aquellos pequeños y frágiles picos había 263 especímenes de calamar, incluidas cerca de 40 especies diferentes que nunca se habían visto antes.

Los calamares son criaturas muy difíciles para los paleontólogos ya que, al no tener conchas duras, rara vez se conservan como fósiles. Por esa razón, en la historia de los cefalópodos, que comenzó hace alrededor de 500 millones de años (durante la ‘explosión del Cámbrico’), el origen y evolución temprana de los calamares sigue siendo un misterio sin resolver. Las principales pistas sobre su origen, en efecto, proceden de sus únicas partes duras, los picos, que sí fosilizan, y permiten por lo tanto a los científicos estudiar la historia de estos fascinantes animales.

Calamares por todas partes

Uno de los descubrimientos que más sorprendió a los investigadores fue comprobar lo extraordinariamente comunes que eran los calamares en los antiguos océanos de hace 100 millones de años. De hecho, según el estudio los fósiles de estos animales superaron en número incluso a los de los ammonites, sus parientes acorazados más antiguos, que estaban entre los nadadores más exitosos de la era mesozoica.

«Tanto en número como en tamaño -explica Shin Ikegami, investigador de la Universidad de Hokkaido y primer firmante del estudio- , estos antiguos calamares claramente prevalecieron en los mares. Los tamaños de su cuerpo eran tan grandes como los peces e incluso mayores que los ammonites que encontramos junto a ellos. Lo cual nos muestra que los calamares prosperaron hasta convertirse en los nadadores más abundantes de aquel antiguo océano».

El estudio también revela que los dos grupos principales de calamares modernos, Myopsida, que viven cerca de la costa, y Oegopsida, que lo hacen en mar abierto, ya estaban presentes hace unos 100 millones de años. Hasta ahora, los científicos creían que los calamares sólo empezaron a florecer mucho más tarde, después del evento de extinción masiva que puso fin a la edad de los dinosaurios hace unos 66 millones de años. El nuevo estudio, sin embargo, muestra con claridad que los calamares ya habían surgido mucho antes. Y no solo eso, sino que se habían diversificado de forma explosiva.

«Estos hallazgos -dice por su parte Yasuhiro Iba, también de la Universidad de Hokkaido y director de la investigación- cambian todo lo que creíamos saber sobre los ecosistemas marinos en el pasado. Los calamares fueron probablemente los pioneros de los nadadores rápidos e inteligentes que dominan los océanos modernos».

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