De la Segunda belga a pichichi de la Eurocopa y traspaso récord: Mikautadze, un talento que el radar no detectó

No hace tanto tiempo habría resultado impensable para Georgia imaginar a su selección en una Copa del Mundo. Sin embargo, se estrenó en una fase final en la pasada Eurocopa y tiene mimbres para pelear por una de las 48 plazas para viajar a la cita del próximo verano. Todo ello, gracias a una talentosa generación comandada por Kvaratskhelia, pero imposible de entender sin Mikautadze , un delantero que pasó desapercibido hasta su actuación con la camiseta georgiana ante los ojos de toda Europa y su irrupción en la liga francesa, gracias a lo cual llegó a España como el fichaje más caro en la historia del Villarreal.La disolución de la Unión Soviética llevó a sus padres a emigrar a Lyon , donde vieron nacer a Georges en el año 2000. A pesar de los más de 3.000 kilómetros que les separaban de su hogar, se esforzaron por educar a su hijo en la cultura georgiana y regresar a su tierra cada cierto tiempo. Unos viajes que se frenaron cuando Mikautadze ingresó en las categorías inferiores del Olympique de Lyon. Su calidad y movimientos recordaban a algunos al ídolo local Benzema, aunque su menor estatura fue un inconveniente que provocó su marcha del conjunto de su ciudad natal para recalar en el Metz, tras un año en la quinta división gala en las filas del Saint-Priest.Cumplida la mayoría de edad, debutó en la Ligue 1, aunque para ganarse un sitio en ella tuvo que salir cedido a la Segunda belga como jugador del Seraing. Se destapó como un gran goleador, celebró el ascenso y, tras dos años bajo el radar, regresó al Metz, descendido a Segunda. Mantuvo su nivel anotador y lideró el regreso de su equipo a la élite, lo que llevó al Ajax a desembolsar 16 millones por sus servicios.La decepcionante etapa de Mikautadze en Holanda, saldada con nueve partidos y cero goles, llegó a su fin a los cuatro meses y volvió al Metz en calidad de cedido. Una tercera etapa en el conjunto galo en la que retomó su nivel antes de acudir a la Eurocopa, en la que deslumbró al continente. Un torneo al que podría haber acudido con Francia, su país de nacimiento, pero el combinado galo le dio la espalda y el ariete optó por defender la tierra de sus orígenes. Anotó el primer gol de la historia de Georgia en una fase final, lideró a los suyos en la histórica victoria ante Portugal y concluyó el torneo con tres dianas, lo que le permitió compartir el trofeo al mayor goleador. Su selección se topó con España en octavos, una actuación estelar que llamó la atención del Olympique de Lyon , quien tras dejar escapar al delantero criado en su cantera, lo recompró por 18 millones.De regreso a su ciudad natal, Mikautadze se asentó como una estrella. Fueron 17 sus goles en toda la campaña, pero más allá de los datos, se descubrió como un delantero total, hábil en el área, de una enorme calidad, velocidad y versatilidad. Virtudes que provocaron que el Villarreal realizase el desembolso más caro de su historia, 30 millones , por los servicios del georgiano. Tres goles, el último de ellos en el Bernabéu, y una asistencia son el temprano balance de un futbolista diferencial que va a más en cada partido que juega y que quiere dejar huella en el club, con paseos para conocer el pequeño pueblo castellonense incluidos. Esta noche regresa a la Comunidad Valenciana como una amenaza para España. No hace tanto tiempo habría resultado impensable para Georgia imaginar a su selección en una Copa del Mundo. Sin embargo, se estrenó en una fase final en la pasada Eurocopa y tiene mimbres para pelear por una de las 48 plazas para viajar a la cita del próximo verano. Todo ello, gracias a una talentosa generación comandada por Kvaratskhelia, pero imposible de entender sin Mikautadze , un delantero que pasó desapercibido hasta su actuación con la camiseta georgiana ante los ojos de toda Europa y su irrupción en la liga francesa, gracias a lo cual llegó a España como el fichaje más caro en la historia del Villarreal.La disolución de la Unión Soviética llevó a sus padres a emigrar a Lyon , donde vieron nacer a Georges en el año 2000. A pesar de los más de 3.000 kilómetros que les separaban de su hogar, se esforzaron por educar a su hijo en la cultura georgiana y regresar a su tierra cada cierto tiempo. Unos viajes que se frenaron cuando Mikautadze ingresó en las categorías inferiores del Olympique de Lyon. Su calidad y movimientos recordaban a algunos al ídolo local Benzema, aunque su menor estatura fue un inconveniente que provocó su marcha del conjunto de su ciudad natal para recalar en el Metz, tras un año en la quinta división gala en las filas del Saint-Priest.Cumplida la mayoría de edad, debutó en la Ligue 1, aunque para ganarse un sitio en ella tuvo que salir cedido a la Segunda belga como jugador del Seraing. Se destapó como un gran goleador, celebró el ascenso y, tras dos años bajo el radar, regresó al Metz, descendido a Segunda. Mantuvo su nivel anotador y lideró el regreso de su equipo a la élite, lo que llevó al Ajax a desembolsar 16 millones por sus servicios.La decepcionante etapa de Mikautadze en Holanda, saldada con nueve partidos y cero goles, llegó a su fin a los cuatro meses y volvió al Metz en calidad de cedido. Una tercera etapa en el conjunto galo en la que retomó su nivel antes de acudir a la Eurocopa, en la que deslumbró al continente. Un torneo al que podría haber acudido con Francia, su país de nacimiento, pero el combinado galo le dio la espalda y el ariete optó por defender la tierra de sus orígenes. Anotó el primer gol de la historia de Georgia en una fase final, lideró a los suyos en la histórica victoria ante Portugal y concluyó el torneo con tres dianas, lo que le permitió compartir el trofeo al mayor goleador. Su selección se topó con España en octavos, una actuación estelar que llamó la atención del Olympique de Lyon , quien tras dejar escapar al delantero criado en su cantera, lo recompró por 18 millones.De regreso a su ciudad natal, Mikautadze se asentó como una estrella. Fueron 17 sus goles en toda la campaña, pero más allá de los datos, se descubrió como un delantero total, hábil en el área, de una enorme calidad, velocidad y versatilidad. Virtudes que provocaron que el Villarreal realizase el desembolso más caro de su historia, 30 millones , por los servicios del georgiano. Tres goles, el último de ellos en el Bernabéu, y una asistencia son el temprano balance de un futbolista diferencial que va a más en cada partido que juega y que quiere dejar huella en el club, con paseos para conocer el pequeño pueblo castellonense incluidos. Esta noche regresa a la Comunidad Valenciana como una amenaza para España.  image

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