Dos detenidos y 22 policías heridos, el balance de un escenario dantesco y desolador

Mientras el reloj marcaba las 18.30 horas, el pelotón aguardaba noticias en el Campo de Moro, antes de llegar al circuito que recorría las céntricas calles de Madrid. Un recorrido que estaba siendo tomado por los manifestantes propalestinos. Pocos minutos después, se hacía oficial la noticia más temida por la organización: la etapa llegaba a su fin de forma abrupta y, con ella, la Vuelta a España. Las miles de personas que se habían marcado como objetivo boicotear la celebración de la última jornada de la ronda nacional habían triunfado. Sin embargo, no se detuvieron ahí.Dos de las arterias principales de la capital como Alcalá y Gran Vía fueron tomadas por miles de banderas palestinas ante los intentos por parte de la Policía de controlar la situación. La misión de reventar la Vuelta estaba conseguida, pero eso no detuvo los enfrentamientos y el lanzamiento de vallas por parte de los violentos manifestantes. Una de las imágenes dantescas de la jornada se produjo en la pancarta del último kilómetro, que pasó de ser testigo del último esprint de la edición de la ronda ciclista a convertirse en una barricada. Varias vallas que yacían sobre el suelo fueron reunidas como señal de la victoria sobre el que lucir las banderas palestinas y proseguir con los cánticos en apoyo a Gaza y en contra de Israel. La jornada se cerró con dos manifestantes detenidos y 22 policías heridos, según el primer balance oficial.Una situación de constante tensión que, como era de esperar, llevó también a la organización a suspender la ceremonia del podio, en la que Vingegaard debía recibir con honores ante la diosa Cibeles la gloria por su primer triunfo en la ronda española. En su lugar, la fuente madrileña, rodeada por furgones policiales, observaba cómo la indignación y la agresividad entre los manifestantes no disminuía con el paso de los minutos.Noticias relacionadas opinion No EDITORIAL El Gobierno revienta la Vuelta Editorial estandar No Sindicatos policiales denuncian «los graves incidentes» en la etapa final de La Vuelta y que se «alienten» desde instituciones del Estado y partidos ABCLos ciclistas, al ver arruinado un momento de máxima celebración, optaron por organizarse para disfrutarlo a su manera en unas circunstancias tan particulares como las que les ha tocado competir en esta edición de la competición española. Visma montó un podio improvisado en su hotel para coronar a su corredor Vingegaard como ganador de La Vuelta.Eco internacional«Cargas policiales, balas de goma, barreras transformadas en instrumentos de violencia. La Vuelta a España terminó de la peor manera posible. El rostro del ganador, Jonas Vingegaard, era un poema de tristeza». Así comenzaba la crónica del diario deportivo italiano ‘La Gazzetta dello Sport’, uno de los más críticos con lo ocurrido en Madrid. «Un final absurdo, violento, triste y escandaloso», concluía el periódico romano. La prensa internacional se hizo eco de forma masiva de los incidentes que impidieron el desarrollo de la última etapa y obligaron a su cancelación. ‘L’Equipe’, periódico deportivo de referencia en Francia, también hacía alusión a lo sucedido, en especial al contingente policial desplegado ante una manifestación «que no era una sorpresa». En ese sentido, ‘Le Monde’ calificó de «insuficiente» el despliegue para evitar que la carrera se detuviese, pese a ser el mayor en la capital española desde la cumbre de la OTAN en 2022.En Dinamarca, el país del ganador Jonas Vingegaard, ‘Exstra Bladet’ hablaba de «escenas absurdas en Madrid»: «Lo que se suponía una fiesta terminó en un gran drama. Los manifestantes tuvieron la última palabra». Mientras el reloj marcaba las 18.30 horas, el pelotón aguardaba noticias en el Campo de Moro, antes de llegar al circuito que recorría las céntricas calles de Madrid. Un recorrido que estaba siendo tomado por los manifestantes propalestinos. Pocos minutos después, se hacía oficial la noticia más temida por la organización: la etapa llegaba a su fin de forma abrupta y, con ella, la Vuelta a España. Las miles de personas que se habían marcado como objetivo boicotear la celebración de la última jornada de la ronda nacional habían triunfado. Sin embargo, no se detuvieron ahí.Dos de las arterias principales de la capital como Alcalá y Gran Vía fueron tomadas por miles de banderas palestinas ante los intentos por parte de la Policía de controlar la situación. La misión de reventar la Vuelta estaba conseguida, pero eso no detuvo los enfrentamientos y el lanzamiento de vallas por parte de los violentos manifestantes. Una de las imágenes dantescas de la jornada se produjo en la pancarta del último kilómetro, que pasó de ser testigo del último esprint de la edición de la ronda ciclista a convertirse en una barricada. Varias vallas que yacían sobre el suelo fueron reunidas como señal de la victoria sobre el que lucir las banderas palestinas y proseguir con los cánticos en apoyo a Gaza y en contra de Israel. La jornada se cerró con dos manifestantes detenidos y 22 policías heridos, según el primer balance oficial.Una situación de constante tensión que, como era de esperar, llevó también a la organización a suspender la ceremonia del podio, en la que Vingegaard debía recibir con honores ante la diosa Cibeles la gloria por su primer triunfo en la ronda española. En su lugar, la fuente madrileña, rodeada por furgones policiales, observaba cómo la indignación y la agresividad entre los manifestantes no disminuía con el paso de los minutos.Noticias relacionadas opinion No EDITORIAL El Gobierno revienta la Vuelta Editorial estandar No Sindicatos policiales denuncian «los graves incidentes» en la etapa final de La Vuelta y que se «alienten» desde instituciones del Estado y partidos ABCLos ciclistas, al ver arruinado un momento de máxima celebración, optaron por organizarse para disfrutarlo a su manera en unas circunstancias tan particulares como las que les ha tocado competir en esta edición de la competición española. Visma montó un podio improvisado en su hotel para coronar a su corredor Vingegaard como ganador de La Vuelta.Eco internacional«Cargas policiales, balas de goma, barreras transformadas en instrumentos de violencia. La Vuelta a España terminó de la peor manera posible. El rostro del ganador, Jonas Vingegaard, era un poema de tristeza». Así comenzaba la crónica del diario deportivo italiano ‘La Gazzetta dello Sport’, uno de los más críticos con lo ocurrido en Madrid. «Un final absurdo, violento, triste y escandaloso», concluía el periódico romano. La prensa internacional se hizo eco de forma masiva de los incidentes que impidieron el desarrollo de la última etapa y obligaron a su cancelación. ‘L’Equipe’, periódico deportivo de referencia en Francia, también hacía alusión a lo sucedido, en especial al contingente policial desplegado ante una manifestación «que no era una sorpresa». En ese sentido, ‘Le Monde’ calificó de «insuficiente» el despliegue para evitar que la carrera se detuviese, pese a ser el mayor en la capital española desde la cumbre de la OTAN en 2022.En Dinamarca, el país del ganador Jonas Vingegaard, ‘Exstra Bladet’ hablaba de «escenas absurdas en Madrid»: «Lo que se suponía una fiesta terminó en un gran drama. Los manifestantes tuvieron la última palabra».  

CICLISMO / VUELTA A ESPAÑA

Los manifestantes prosiguieron con sus protestas después de reventar la Vuelta

Barricada de vallas junto a la pancarta del último kilómetro efe

Mientras el reloj marcaba las 18.30 horas, el pelotón aguardaba noticias en el Campo de Moro, antes de llegar al circuito que recorría las céntricas calles de Madrid. Un recorrido que estaba siendo tomado por los manifestantes propalestinos. Pocos minutos después, se hacía oficial la noticia más temida por la organización: la etapa llegaba a su fin de forma abrupta y, con ella, la Vuelta a España. Las miles de personas que se habían marcado como objetivo boicotear la celebración de la última jornada de la ronda nacional habían triunfado. Sin embargo, no se detuvieron ahí.

Dos de las arterias principales de la capital como Alcalá y Gran Vía fueron tomadas por miles de banderas palestinas ante los intentos por parte de la Policía de controlar la situación. La misión de reventar la Vuelta estaba conseguida, pero eso no detuvo los enfrentamientos y el lanzamiento de vallas por parte de los violentos manifestantes. Una de las imágenes dantescas de la jornada se produjo en la pancarta del último kilómetro, que pasó de ser testigo del último esprint de la edición de la ronda ciclista a convertirse en una barricada. Varias vallas que yacían sobre el suelo fueron reunidas como señal de la victoria sobre el que lucir las banderas palestinas y proseguir con los cánticos en apoyo a Gaza y en contra de Israel. La jornada se cerró con dos manifestantes detenidos y 22 policías heridos, según el primer balance oficial.

Una situación de constante tensión que, como era de esperar, llevó también a la organización a suspender la ceremonia del podio, en la que Vingegaard debía recibir con honores ante la diosa Cibeles la gloria por su primer triunfo en la ronda española. En su lugar, la fuente madrileña, rodeada por furgones policiales, observaba cómo la indignación y la agresividad entre los manifestantes no disminuía con el paso de los minutos.

Los ciclistas, al ver arruinado un momento de máxima celebración, optaron por organizarse para disfrutarlo a su manera en unas circunstancias tan particulares como las que les ha tocado competir en esta edición de la competición española. Visma montó un podio improvisado en su hotel para coronar a su corredor Vingegaard como ganador de La Vuelta.

Eco internacional

«Cargas policiales, balas de goma, barreras transformadas en instrumentos de violencia. La Vuelta a España terminó de la peor manera posible. El rostro del ganador, Jonas Vingegaard, era un poema de tristeza». Así comenzaba la crónica del diario deportivo italiano ‘La Gazzetta dello Sport’, uno de los más críticos con lo ocurrido en Madrid. «Un final absurdo, violento, triste y escandaloso», concluía el periódico romano.

La prensa internacional se hizo eco de forma masiva de los incidentes que impidieron el desarrollo de la última etapa y obligaron a su cancelación. ‘L’Equipe’, periódico deportivo de referencia en Francia, también hacía alusión a lo sucedido, en especial al contingente policial desplegado ante una manifestación «que no era una sorpresa». En ese sentido, ‘Le Monde’ calificó de «insuficiente» el despliegue para evitar que la carrera se detuviese, pese a ser el mayor en la capital española desde la cumbre de la OTAN en 2022.

En Dinamarca, el país del ganador Jonas Vingegaard, ‘Exstra Bladet’ hablaba de «escenas absurdas en Madrid»: «Lo que se suponía una fiesta terminó en un gran drama. Los manifestantes tuvieron la última palabra».

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