Cuenta la historia que en el año 49 antes de Cristo Julio César se detuvo delante del río Rubicón para decidir si lo cruzaba o no. Pasarlo significaba cometer una ilegalidad , puesto que no le estaba permitido a ningún general cruzarlo con su ejército levantado en armas . Si lo hacía, se convertía en enemigo de la República e iniciaba una guerra civil entre las Galias y Roma . Julio César , finalmente, dio la orden a sus tropas de cruzar el río, pronunciando en latín la frase «alea iacta est» , que en castellano significa que «la suerte está echada» . De este suceso proviene la expresión «cruzar el Rubicón», que expresa el hecho de lanzarse irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias.Una empresa arriesgada era para el Real Betis superar los octavos de final de una competición europea. Solo lo había hecho el primer equipo bético en dos ocasiones, en 1978 y 1998. El jueves en Guimaraes por fin cruzó esa barrera que suponía un muro imposible de saltar , hablando en términos futbolísticos o deportivos. También en términos mentales . Y ello ha elevado hasta términos insospechados la felicidad y ilusión por seguir avanzando y poder hacer algo bonito en Europa de una vez por todas. Muchos coinciden, y en el seno del club verdiblanco son los primeros, en que puede ser el año. Que el hecho de solo cruzarse en el camino con los otros dos favoritos de la competición, la Fiorentina y el Chelsea en la posible semifinal y la hipotética fina l, respectivamente, a lo que hay que sumar la forma de haber superado al Vitoria de Guimaraes en los octavos, convierten al primer equipo bético en candidato a, por lo menos, alcanzar esa ansiada y deseada final y pelear por levantar su primer entorchado continental de su historia.Pero todavía queda para eso y otras voces son, con su punto de lógica , más prudentes . Primero, la escuadra dirigida por Manuel Pellegrini , que continúa haciendo historia como entrenador del Betis, deberá superar al Jagiellonia entre el 10 y el 17 de abril, con la vuelta en tierras polacas el Jueves Santo . Pero no es menos cierto que la exhibición de fútbol y goles que hizo el cuadro bético en el norte de Portugal , saliendo al partido desde el pitido inicial con la intención de mostrarle a fútbol continental que quiere esta Conference , empiezan a indicar señales de que, con esta seriedad y el altísimo nivel de varios futbolistas , esta puede ser de verdad la oportunidad de oro que llevan esperando por Heliópolis tantos años.El Betis vuelve de Guimaraes con el pecho henchido y con la ilusión desbordada. No solo por los cuatro goles, que se han convertido en la mayor goleada de la historia en Europa lejos del Villamarín , sino por el partido coral desplegado por los hombres de Pellegrini. La actuación de sus futbolistas estrella, Isco y Antony , que además de marcar un gol cada uno participaron en los cuatro goles , y el acompañamiento de unos soberbios Aitor, Diego Llorente, Bartra, Altimira y Fornals , la guinda puesta por el ‘trigoleador’ Bakambu -el congoleño ha anotado tres de los 6 goles con los que el Betis ha arrasado con una tremenda justicia al Vitoria- y la electricidad y verticalidad que ha supuesto la irrupción de Jesús Rodríguez en el primer equipo, hacen que el sueño continúe vivo y el conjunto dirigido por Pellegrini haya presentado su clara candidatura a estar presente en Breslavia el próximo 28 de mayo , la fecha que muchos béticos empiezan a tener marcada con letras que pueden ser de oro.La única nota negativa del festivo viaje de vuelta de Portugal con la clasificación para los cuartos de final de la Conference en el equipaje fue el hecho de que Isco no haya sido convocado por España . Eso sí, el Betis y los béticos lo disfrutarán fresco para una primavera que apunta a ilusionante . Cuenta la historia que en el año 49 antes de Cristo Julio César se detuvo delante del río Rubicón para decidir si lo cruzaba o no. Pasarlo significaba cometer una ilegalidad , puesto que no le estaba permitido a ningún general cruzarlo con su ejército levantado en armas . Si lo hacía, se convertía en enemigo de la República e iniciaba una guerra civil entre las Galias y Roma . Julio César , finalmente, dio la orden a sus tropas de cruzar el río, pronunciando en latín la frase «alea iacta est» , que en castellano significa que «la suerte está echada» . De este suceso proviene la expresión «cruzar el Rubicón», que expresa el hecho de lanzarse irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias.Una empresa arriesgada era para el Real Betis superar los octavos de final de una competición europea. Solo lo había hecho el primer equipo bético en dos ocasiones, en 1978 y 1998. El jueves en Guimaraes por fin cruzó esa barrera que suponía un muro imposible de saltar , hablando en términos futbolísticos o deportivos. También en términos mentales . Y ello ha elevado hasta términos insospechados la felicidad y ilusión por seguir avanzando y poder hacer algo bonito en Europa de una vez por todas. Muchos coinciden, y en el seno del club verdiblanco son los primeros, en que puede ser el año. Que el hecho de solo cruzarse en el camino con los otros dos favoritos de la competición, la Fiorentina y el Chelsea en la posible semifinal y la hipotética fina l, respectivamente, a lo que hay que sumar la forma de haber superado al Vitoria de Guimaraes en los octavos, convierten al primer equipo bético en candidato a, por lo menos, alcanzar esa ansiada y deseada final y pelear por levantar su primer entorchado continental de su historia.Pero todavía queda para eso y otras voces son, con su punto de lógica , más prudentes . Primero, la escuadra dirigida por Manuel Pellegrini , que continúa haciendo historia como entrenador del Betis, deberá superar al Jagiellonia entre el 10 y el 17 de abril, con la vuelta en tierras polacas el Jueves Santo . Pero no es menos cierto que la exhibición de fútbol y goles que hizo el cuadro bético en el norte de Portugal , saliendo al partido desde el pitido inicial con la intención de mostrarle a fútbol continental que quiere esta Conference , empiezan a indicar señales de que, con esta seriedad y el altísimo nivel de varios futbolistas , esta puede ser de verdad la oportunidad de oro que llevan esperando por Heliópolis tantos años.El Betis vuelve de Guimaraes con el pecho henchido y con la ilusión desbordada. No solo por los cuatro goles, que se han convertido en la mayor goleada de la historia en Europa lejos del Villamarín , sino por el partido coral desplegado por los hombres de Pellegrini. La actuación de sus futbolistas estrella, Isco y Antony , que además de marcar un gol cada uno participaron en los cuatro goles , y el acompañamiento de unos soberbios Aitor, Diego Llorente, Bartra, Altimira y Fornals , la guinda puesta por el ‘trigoleador’ Bakambu -el congoleño ha anotado tres de los 6 goles con los que el Betis ha arrasado con una tremenda justicia al Vitoria- y la electricidad y verticalidad que ha supuesto la irrupción de Jesús Rodríguez en el primer equipo, hacen que el sueño continúe vivo y el conjunto dirigido por Pellegrini haya presentado su clara candidatura a estar presente en Breslavia el próximo 28 de mayo , la fecha que muchos béticos empiezan a tener marcada con letras que pueden ser de oro.La única nota negativa del festivo viaje de vuelta de Portugal con la clasificación para los cuartos de final de la Conference en el equipaje fue el hecho de que Isco no haya sido convocado por España . Eso sí, el Betis y los béticos lo disfrutarán fresco para una primavera que apunta a ilusionante .
Real Betis
Conference League
La seriedad y la claridad con la que los de Pellegrini han superado al Vitoria eleva la ilusión en el club y la afición
El equipo bético, liderado por Isco y Antony y acompañados por jugadores que han elevado su nivel, se lo cree
Cuenta la historia que en el año 49 antes de Cristo Julio César se detuvo delante del río Rubicón para decidir si lo cruzaba o no. Pasarlo significaba cometer una ilegalidad, puesto que no le estaba permitido a … ningún general cruzarlo con su ejército levantado en armas. Si lo hacía, se convertía en enemigo de la República e iniciaba una guerra civil entre las Galias y Roma. Julio César, finalmente, dio la orden a sus tropas de cruzar el río, pronunciando en latín la frase «alea iacta est», que en castellano significa que «la suerte está echada». De este suceso proviene la expresión «cruzar el Rubicón», que expresa el hecho de lanzarse irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias.
Una empresa arriesgada era para el Real Betissuperar los octavos de final de una competición europea. Solo lo había hecho el primer equipo bético en dos ocasiones, en 1978 y 1998. El jueves en Guimaraes por fin cruzó esa barrera que suponía un muro imposible de saltar, hablando en términos futbolísticos o deportivos. También en términos mentales. Y ello ha elevado hasta términos insospechados la felicidad y ilusión por seguir avanzando y poder hacer algo bonito en Europa de una vez por todas.
Muchos coinciden, y en el seno del club verdiblanco son los primeros, en que puede ser el año. Que el hecho de solo cruzarse en el camino con los otros dos favoritos de la competición, la Fiorentina y el Chelsea en la posible semifinal y la hipotética final, respectivamente, a lo que hay que sumar la forma de haber superado al Vitoria de Guimaraes en los octavos, convierten al primer equipo bético en candidato a, por lo menos, alcanzar esa ansiada y deseada final y pelear por levantar su primer entorchado continental de su historia.
Pero todavía queda para eso y otras voces son, con su punto de lógica, más prudentes. Primero, la escuadra dirigida por Manuel Pellegrini, que continúa haciendo historia como entrenador del Betis, deberá superar al Jagiellonia entre el 10 y el 17 de abril, con la vuelta en tierras polacas el Jueves Santo. Pero no es menos cierto que la exhibición de fútbol y goles que hizo el cuadro bético en el norte de Portugal, saliendo al partido desde el pitido inicial con la intención de mostrarle a fútbol continental que quiere esta Conference, empiezan a indicar señales de que, con esta seriedad y el altísimo nivel de varios futbolistas, esta puede ser de verdad la oportunidad de oro que llevan esperando por Heliópolis tantos años.
El Betis vuelve de Guimaraes con el pecho henchido y con la ilusión desbordada. No solo por los cuatro goles, que se han convertido en la mayor goleada de la historia en Europa lejos del Villamarín, sino por el partido coral desplegado por los hombres de Pellegrini. La actuación de sus futbolistas estrella, Isco y Antony, que además de marcar un gol cada uno participaron en los cuatro goles, y el acompañamiento de unos soberbios Aitor, Diego Llorente, Bartra, Altimira y Fornals, la guinda puesta por el ‘trigoleador’ Bakambu -el congoleño ha anotado tres de los 6 goles con los que el Betis ha arrasado con una tremenda justicia al Vitoria- y la electricidad y verticalidad que ha supuesto la irrupción de Jesús Rodríguez en el primer equipo, hacen que el sueño continúe vivo y el conjunto dirigido por Pellegrini haya presentado su clara candidatura a estar presente en Breslavia el próximo 28 de mayo, la fecha que muchos béticos empiezan a tener marcada con letras que pueden ser de oro.
La única nota negativa del festivo viaje de vuelta de Portugal con la clasificación para los cuartos de final de la Conference en el equipaje fue el hecho de que Isco no haya sido convocado por España. Eso sí, el Betis y los béticos lo disfrutarán fresco para una primavera que apunta a ilusionante.
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