El Betis negociará directamente con las constructoras tras declinar las ofertas presentadas en el concurso de adjudicación de la obra del Villamarín

El Real Betis va a abrir un proceso de negociación directa con varias constructoras una vez que no se han aceptado las propuestas planteadas en el concurso para la adjudicación de las obras del nuevo estadio Benito Villamarín . Entre las ofertas presentadas la que llegó a la final fue la de una UTE (unión temporal de empresas) formada por dos entidades pero fue declinada por parte del club al considerar que no atendía a los requerimientos técnicos y económicos que estaba entre las previsiones, por lo que se decidió no adjudicar y recurrir a otro proceso de selección de empresa y desarrollo del proyecto.En este caso, el consejo de administración del Betis ha decidido, como avanza El Español , abordar un proceso de negociación colaborativa con un grupo limitado de empresas constructoras, dos o tres, de manera que se puedan encajar estos requerimientos económicos, técnicos y de plazos en el acuerdo.Con objeto de no demorar aún más el cronograma previsto para las obras el Betis repetirá la estrategia llevada en el Gol Sur y en lugar de que una sola empresa haga las tres fases de excavación, contención y construcción, éstas se segregan y se harán por licitaciones independientes: demolición, trabajo que está desarrollando actualmente la empresa Erri Berri y que proseguirá durante el mes de noviembre; excavación y contención, cuyo inicio está previsto para el primer trimestre de 2026 y que será desarrollado por una empresa especializada, aún no definida, distinta a la que hará la construcción.Aunque se pretende que con esta segmentación se minimice el impacto en el cronograma de ejecución del proyecto, en el club ya empiezan a dar por hecho que las obras se retrasarán una temporada más y que el equipo de fútbol no podrá volver al Villamarín antes de 2028 , con lo que se prevé que dispute tres temporadas en la Cartuja: 2025-26, 2026-27 y 2027-28. En el club tratan de transmitir tranquilidad y también se valora el contexto actual de las empresas de construcción, con elevados costes de materiales y mano de obra.Acerca de este asunto ya señalaba Ángel Haro , presidente del Betis, en su última comparecencia, en la previa del Genk – Betis de la Europa League, lo que estaba manejando la entidad: « Todavía no tenemos adjudicatario de la siguiente fase. Si bien, vamos a hacer una fase intermedia, estamos pensando de lo que significaría la cimentación, los muros pantalla, que también nos va a permitir ganar un poco de tiempo para poder decidir quien será el que hará la obra, el grueso de la obra. Tenemos que definir también algunos detalles técnicos relativos a la a la cubierta y yo creo que en breve terminará la demolición y empezaremos ya con la cimentación». El Real Betis va a abrir un proceso de negociación directa con varias constructoras una vez que no se han aceptado las propuestas planteadas en el concurso para la adjudicación de las obras del nuevo estadio Benito Villamarín . Entre las ofertas presentadas la que llegó a la final fue la de una UTE (unión temporal de empresas) formada por dos entidades pero fue declinada por parte del club al considerar que no atendía a los requerimientos técnicos y económicos que estaba entre las previsiones, por lo que se decidió no adjudicar y recurrir a otro proceso de selección de empresa y desarrollo del proyecto.En este caso, el consejo de administración del Betis ha decidido, como avanza El Español , abordar un proceso de negociación colaborativa con un grupo limitado de empresas constructoras, dos o tres, de manera que se puedan encajar estos requerimientos económicos, técnicos y de plazos en el acuerdo.Con objeto de no demorar aún más el cronograma previsto para las obras el Betis repetirá la estrategia llevada en el Gol Sur y en lugar de que una sola empresa haga las tres fases de excavación, contención y construcción, éstas se segregan y se harán por licitaciones independientes: demolición, trabajo que está desarrollando actualmente la empresa Erri Berri y que proseguirá durante el mes de noviembre; excavación y contención, cuyo inicio está previsto para el primer trimestre de 2026 y que será desarrollado por una empresa especializada, aún no definida, distinta a la que hará la construcción.Aunque se pretende que con esta segmentación se minimice el impacto en el cronograma de ejecución del proyecto, en el club ya empiezan a dar por hecho que las obras se retrasarán una temporada más y que el equipo de fútbol no podrá volver al Villamarín antes de 2028 , con lo que se prevé que dispute tres temporadas en la Cartuja: 2025-26, 2026-27 y 2027-28. En el club tratan de transmitir tranquilidad y también se valora el contexto actual de las empresas de construcción, con elevados costes de materiales y mano de obra.Acerca de este asunto ya señalaba Ángel Haro , presidente del Betis, en su última comparecencia, en la previa del Genk – Betis de la Europa League, lo que estaba manejando la entidad: « Todavía no tenemos adjudicatario de la siguiente fase. Si bien, vamos a hacer una fase intermedia, estamos pensando de lo que significaría la cimentación, los muros pantalla, que también nos va a permitir ganar un poco de tiempo para poder decidir quien será el que hará la obra, el grueso de la obra. Tenemos que definir también algunos detalles técnicos relativos a la a la cubierta y yo creo que en breve terminará la demolición y empezaremos ya con la cimentación».  

El club no aceptó, por no cumplir requerimientos técnicos y económicos, las propuestas planteadas y divide el proyecto en tres fases para no retrasar más el cronograma

El Benito Villamarín, en obras Víctor Rodríguez

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