Sin brillantez ninguna, el Sevilla FC cumplió con su objetivo en el Salto del Caballo gracias al empuje de su ataque. Aunque el Toledo se adelantó en el marcador tras un arrollador inicio, los sevillistas tiraron de oficio para controlar el encuentro y golear a su rival. Un rendimiento que congratuló a Matías Almeyda , el cual destacó que «a pesar de marcar cuatro goles, nuestros jugadores siguieron igual y ese es el mayor respeto en el fútbol».Además, el técnico hizo mención especial a dos futbolistas que no suelen ser habituales: Peque y Januzaj . Ambos se endosaron la camiseta de líderes hasta el punto en el que el belga se estrenó, tres años después de recalar en el club, como goleador. Es más, el atacante hizo doblete y se redime así de sus tres últimos encuentros ligueros. No obstante, muchos más goles deben llegar de sus botas para compensar las últimas tres campañas. El que sí levantó, y bien, la mano fue Peque . El catalán tenía clara su oportunidad de seguir ganando minutos, más aún con las ausencias que asolan al conjunto nervionense, y aprovechó para derrochar energía, clarividencia y peligro. Ya firmó unos buenos minutos ante la Real, mientras que, ante el Toledo, devolvió las tablas en el marcador tras el arrollador inicio de los de Borja Bardera . Además, dio la asistencia del segundo tanto con el que Januzaj pondría por delante al equipo antes del descanso.Ante las ausencias del centro del campo, Almeyda decidió ubicar a Peque junto a Manu Bueno en la sala de máquinas, con Januzaj en la mediapunta. Una ubicación que le sentó bien al ex del Racing, que agradeció al técnico su confianza. «Me siento cómodo en esa zona donde he jugado hoy y el míster me da confianza», aseguró tras el encuentro el jugador sevillista. Asistencias claveAdemás de ellos, Manu Bueno también supo reponerse de su grosero error en el gol local y compensó con trabajo y dos asistencias de gol. El canterano acertó en sus pases e impuso criterio en todas sus decisiones. Una refrescante noticia para un equipo con escasez de centrocampistas. Es posible que el joven jugador se haya ganado minutos el próximo fin de semana en el Metropolitano, teniendo en cuenta que Mendy, Agoumé y Jordán no estarán disponibles para este encuentro. De hecho, Bueno fue el único canterano no habitual que le sacó jugo a este escaparate de la Copa del Rey. Oso, Castrín y Ramón Martínez no dieron el nivel esperado, teniendo en cuenta que enfrente estaba un rival de 3º Federación, que se vino abajo en cuanto el Sevilla se pudo por delante en el marcador. Las rotaciones de Almeyda lo llevaron a alinear una defensa íntegramente compuesta por canteranos, pero sólo Kike Salas ofreció el nivel que se espera de un jugador de la máxima categoría. El de Morón fue el más serio en las labores defensivas y se enfundó la camiseta de delantero para controlar y chutar a la perfección en el cuarto gol sevillista. Ahora toca visita al dentista. El Metropolitano espera y Almeyda confía en que los suyos se hayan repuesto de los últimos encuentros y competirle de tú a tú a los de Simeone. Sin brillantez ninguna, el Sevilla FC cumplió con su objetivo en el Salto del Caballo gracias al empuje de su ataque. Aunque el Toledo se adelantó en el marcador tras un arrollador inicio, los sevillistas tiraron de oficio para controlar el encuentro y golear a su rival. Un rendimiento que congratuló a Matías Almeyda , el cual destacó que «a pesar de marcar cuatro goles, nuestros jugadores siguieron igual y ese es el mayor respeto en el fútbol».Además, el técnico hizo mención especial a dos futbolistas que no suelen ser habituales: Peque y Januzaj . Ambos se endosaron la camiseta de líderes hasta el punto en el que el belga se estrenó, tres años después de recalar en el club, como goleador. Es más, el atacante hizo doblete y se redime así de sus tres últimos encuentros ligueros. No obstante, muchos más goles deben llegar de sus botas para compensar las últimas tres campañas. El que sí levantó, y bien, la mano fue Peque . El catalán tenía clara su oportunidad de seguir ganando minutos, más aún con las ausencias que asolan al conjunto nervionense, y aprovechó para derrochar energía, clarividencia y peligro. Ya firmó unos buenos minutos ante la Real, mientras que, ante el Toledo, devolvió las tablas en el marcador tras el arrollador inicio de los de Borja Bardera . Además, dio la asistencia del segundo tanto con el que Januzaj pondría por delante al equipo antes del descanso.Ante las ausencias del centro del campo, Almeyda decidió ubicar a Peque junto a Manu Bueno en la sala de máquinas, con Januzaj en la mediapunta. Una ubicación que le sentó bien al ex del Racing, que agradeció al técnico su confianza. «Me siento cómodo en esa zona donde he jugado hoy y el míster me da confianza», aseguró tras el encuentro el jugador sevillista. Asistencias claveAdemás de ellos, Manu Bueno también supo reponerse de su grosero error en el gol local y compensó con trabajo y dos asistencias de gol. El canterano acertó en sus pases e impuso criterio en todas sus decisiones. Una refrescante noticia para un equipo con escasez de centrocampistas. Es posible que el joven jugador se haya ganado minutos el próximo fin de semana en el Metropolitano, teniendo en cuenta que Mendy, Agoumé y Jordán no estarán disponibles para este encuentro. De hecho, Bueno fue el único canterano no habitual que le sacó jugo a este escaparate de la Copa del Rey. Oso, Castrín y Ramón Martínez no dieron el nivel esperado, teniendo en cuenta que enfrente estaba un rival de 3º Federación, que se vino abajo en cuanto el Sevilla se pudo por delante en el marcador. Las rotaciones de Almeyda lo llevaron a alinear una defensa íntegramente compuesta por canteranos, pero sólo Kike Salas ofreció el nivel que se espera de un jugador de la máxima categoría. El de Morón fue el más serio en las labores defensivas y se enfundó la camiseta de delantero para controlar y chutar a la perfección en el cuarto gol sevillista. Ahora toca visita al dentista. El Metropolitano espera y Almeyda confía en que los suyos se hayan repuesto de los últimos encuentros y competirle de tú a tú a los de Simeone.
Sin brillantez ninguna, el Sevilla FC cumplió con su objetivo en el Salto del Caballo gracias al empuje de su ataque. Aunque el Toledo se adelantó en el marcador tras un arrollador inicio, los sevillistas tiraron de oficio para controlar el encuentro y golear … a su rival. Un rendimiento que congratuló a Matías Almeyda, el cual destacó que «a pesar de marcar cuatro goles, nuestros jugadores siguieron igual y ese es el mayor respeto en el fútbol».
Además, el técnico hizo mención especial a dos futbolistas que no suelen ser habituales: Peque y Januzaj. Ambos se endosaron la camiseta de líderes hasta el punto en el que el belga se estrenó, tres años después de recalar en el club, como goleador. Es más, el atacante hizo doblete y se redime así de sus tres últimos encuentros ligueros. No obstante, muchos más goles deben llegar de sus botas para compensar las últimas tres campañas.
El que sí levantó, y bien, la mano fue Peque. El catalán tenía clara su oportunidad de seguir ganando minutos, más aún con las ausencias que asolan al conjunto nervionense, y aprovechó para derrochar energía, clarividencia y peligro.
Ya firmó unos buenos minutos ante la Real, mientras que, ante el Toledo, devolvió las tablas en el marcador tras el arrollador inicio de los de Borja Bardera. Además, dio la asistencia del segundo tanto con el que Januzaj pondría por delante al equipo antes del descanso.
Ante las ausencias del centro del campo, Almeyda decidió ubicar a Peque junto a Manu Bueno en la sala de máquinas, con Januzaj en la mediapunta. Una ubicación que le sentó bien al ex del Racing, que agradeció al técnico su confianza. «Me siento cómodo en esa zona donde he jugado hoy y el míster me da confianza», aseguró tras el encuentro el jugador sevillista.
Asistencias clave
Además de ellos, Manu Bueno también supo reponerse de su grosero error en el gol local y compensó con trabajo y dos asistencias de gol. El canterano acertó en sus pases e impuso criterio en todas sus decisiones. Una refrescante noticia para un equipo con escasez de centrocampistas. Es posible que el joven jugador se haya ganado minutos el próximo fin de semana en el Metropolitano, teniendo en cuenta que Mendy, Agoumé y Jordán no estarán disponibles para este encuentro.
De hecho, Bueno fue el único canterano no habitual que le sacó jugo a este escaparate de la Copa del Rey. Oso, Castrín y Ramón Martínez no dieron el nivel esperado, teniendo en cuenta que enfrente estaba un rival de 3º Federación, que se vino abajo en cuanto el Sevilla se pudo por delante en el marcador.
Las rotaciones de Almeyda lo llevaron a alinear una defensa íntegramente compuesta por canteranos, pero sólo Kike Salas ofreció el nivel que se espera de un jugador de la máxima categoría. El de Morón fue el más serio en las labores defensivas y se enfundó la camiseta de delantero para controlar y chutar a la perfección en el cuarto gol sevillista.
Ahora toca visita al dentista. El Metropolitano espera y Almeyda confía en que los suyos se hayan repuesto de los últimos encuentros y competirle de tú a tú a los de Simeone.
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