El cardenal Matteo Zuppi, el ‘papable’ cercano a Francisco al que Macron señala como favorito

Nombrado en 2019, tiene la misma inclinación que Bergoglio hacia los pobres y marginados, que le distinguió en su larga década como párroco en la basílica de Santa María en Trastévere. Leer Nombrado en 2019, tiene la misma inclinación que Bergoglio hacia los pobres y marginados, que le distinguió en su larga década como párroco en la basílica de Santa María en Trastévere. Leer  

Acortó su visita de Estado a Madagascar para llegar a tiempo a Roma. Luchó por contener la emoción ante los restos mortales de Francisco, a quien llegó a considerar como un «aliado intelectual». Arropado en todo momento por su esposa, Brigitte, de riguroso luto, Emmanuel Macron demostró ser el más «papista» de los líderes mundiales en sucesivos encuentros con los cardenales franceses y con un efusivo abrazo a un purpurado romano, Matteo Zuppi, uno de los máximos aspirantes a la sucesión.

El prolongado intercambio de palmadas, sonrisas y gestos de complicidad entre Macron y Zuppi ha dado mucho que hablar a la prensa francesa y a la italiana. Se diría que el inquilino del Elíseo tiene ya claro quién es su favorito, y con ese sentido de la anticipación que le hizo subir escalafones en la política, ha aprovechado su viaje a Roma para ir tejiendo futuras alianzas con el Vaticano.

Un vídeo de dos minutos da testimonio del encuentro en la Basílica de San Pedro, en el que Macron se tomó la confianza de plantarle la mano en el hombro y susurrarle algo al oído al cardenal Zuppi, que reaccionó con una amplísima sonrisa y un ostensible bamboleo de su crucifijo.

La familiaridad con la que Macron se ha desenvuelto en los entresijos del Vaticano y en la antesala del cónclave ha provocado un debate sobre el supuesto «laicismo» del jefe de Estado y ha provocado críticas por la izquierda y por la derecha. «La Tribune Chrètienne, medio próximo al catolicismo tradicionalista, se pregunta si el presidente francés ha aprovechado su viaje para hacer lobby contra candidatos conservadores como el húngaro Péter Erdö o el guineano Robert Sarah, que aspira a ser el primer Papa africano.

Durante su estancia en Roma, que se prolongó bastante más que la de casi todos los líderes, Macron despachó también en un almuerzo con los cardenales franceses. Entre ellos, el arzobispo de Marsella Jean-Marc Aveline (que según Le Figaro sería su preferido entre sus paisanos), el obispo de Ajaccio François Bustillo y el nuncio apostólico en Estados Unidos, Christophe Pierre.

Con ninguno de ellos se mostró sin embargo tan efusivo como con el papable Matteo Zuppi, alineado con Francisco en el ala progresista, con la misma inclinación hacia los pobres y marginados que le distinguió en su larga década como párroco en la basílica de Santa María en Trastévere. Nacido en Roma en 1955, Zuppi fue nombrado cardenal por Francisco en el 2019 y desde el 2022 es el presidente de la Conferencia Espiscopal Italiana.

A su labor pastoral se une su dimensión como teólogo y como diplomático. En la década de los 90 fue mediador en las negociaciones entre el Gobierno de Mozambique y el partido de Resistencia Nacional Mozambiqueña, artífice de los Acuerdos de Paz de Roma que puso fin a la guerra civil en el país africano.

Por su experiencia y su talante negociador, Francisco puso al cardenal Zuppi al frente de una incipiente misión de paz en Ucrania en el 2023. El cardenal visitó repetidamente Kiev y Moscú, se encontró con del presidente Zelenski y se entrevistó con el patriarca Kirill, líder de la Iglesia Ortodoxa rusa y cercano a Putin.

En paralelo a su labor oficial, Zuppi ha mantenido un vínculo muy estrecho durante años con la Comunidad de Sant’Egidio, conocida como «la ONU del Trastévere», implantada en más de 70 países y con un protagonismo especial en el funeral de Francisco, cuando varios de sus miembros participaron en la comitiva de los últimos que portaron a pie los restos mortales de Francisco a la entrada de la basílica de Santa María la Mayor, donde fue finalmente enterrado.

Curiosamente, Macron y Zuppi tienen también un vínculo a través de Sant’Egidio. El presidente francés intervino personalmente en el último encuentro internacional de la Comunidad, celebrado en París, bajo el lema Imaginar la paz. «En el planeta hay demasiada gente que copia y poca gente que crea», llegó a decir Macron. «Las formas de nacionalismo asociadas a la identidad son de algún modo la copia de algo. Ante los escenarios del presente, en todas la latitudes, tenemos una gran necesidad de imaginación».

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