Gonzalo se ha convertido en el futbolista de moda. Tiene 21 años y Xabi Alonso le ha abierto de par en par las puertas del Real Madrid a sus goles, sus carreras y su entusiasmo. O las ha derribado el propio jugador, según se mire. El caso es que sus actuaciones en el Mundial de Clubes, sus reiterativos y variados tantos (ya van tres), están disparando las expectativas, los elogios y las comparaciones a su alrededor. Es un poco Raúl y un poco Zamorano. Es el presente, pero sobre todo el futuro . Y es el pasado, porque también lo tiene. Y hurgando en él, como ocurre a menudo con estas irrupciones en el fútbol, se descubren episodios que dejan en evidencia a algunos, invita a otros a darse de cabezazos contra la pared y sacan de los de más allá una sonrisa burlona o revanchista. A Gonzalo García Torres también le dijeron una vez que no. En otro equipo y con otra edad, pero le rechazaron. Entonces no valía. Fue el Atlético de Madrid .Noticia Relacionada ESBOZOS Y RASGUÑOS opinion Si Gonzalo siempre llama dos veces Javier Aznar Lleva tres goles en el torneo. Ninguno igual al anterior: uno en semifallo, otro de picadita y este último, como decíamos, de cabezazo fulminanteOcurrió hace muchos años, es verdad, a una edad en la que detectar el talento es un poco lotería y pronosticar el futuro resulta imprevisible. Septiembre de la temporada 2013-2014. Gonzalo jugaba en el Jarama Race . Acude al campo de Cotorruelo para una prueba con el benjamín B del Atlético de Madrid. El entrenador rojiblanco, José Rey, actual director deportivo del Seseña , lo vio y lo descartó. Unos días después, sin necesidad de pasar prueba, Gonzalo recaló en el Real Madrid. Y en la Fábrica siguió formándose y creciendo (con el paréntesis del curso que destinaron a Mallorca a su padre, 2018-19), escalando de categoría en categoría, hasta subir al primer equipo. Un rato con Ancelotti y para quedarse con Xabi. Gonzalo se ha convertido en el futbolista de moda. Tiene 21 años y Xabi Alonso le ha abierto de par en par las puertas del Real Madrid a sus goles, sus carreras y su entusiasmo. O las ha derribado el propio jugador, según se mire. El caso es que sus actuaciones en el Mundial de Clubes, sus reiterativos y variados tantos (ya van tres), están disparando las expectativas, los elogios y las comparaciones a su alrededor. Es un poco Raúl y un poco Zamorano. Es el presente, pero sobre todo el futuro . Y es el pasado, porque también lo tiene. Y hurgando en él, como ocurre a menudo con estas irrupciones en el fútbol, se descubren episodios que dejan en evidencia a algunos, invita a otros a darse de cabezazos contra la pared y sacan de los de más allá una sonrisa burlona o revanchista. A Gonzalo García Torres también le dijeron una vez que no. En otro equipo y con otra edad, pero le rechazaron. Entonces no valía. Fue el Atlético de Madrid .Noticia Relacionada ESBOZOS Y RASGUÑOS opinion Si Gonzalo siempre llama dos veces Javier Aznar Lleva tres goles en el torneo. Ninguno igual al anterior: uno en semifallo, otro de picadita y este último, como decíamos, de cabezazo fulminanteOcurrió hace muchos años, es verdad, a una edad en la que detectar el talento es un poco lotería y pronosticar el futuro resulta imprevisible. Septiembre de la temporada 2013-2014. Gonzalo jugaba en el Jarama Race . Acude al campo de Cotorruelo para una prueba con el benjamín B del Atlético de Madrid. El entrenador rojiblanco, José Rey, actual director deportivo del Seseña , lo vio y lo descartó. Unos días después, sin necesidad de pasar prueba, Gonzalo recaló en el Real Madrid. Y en la Fábrica siguió formándose y creciendo (con el paréntesis del curso que destinaron a Mallorca a su padre, 2018-19), escalando de categoría en categoría, hasta subir al primer equipo. Un rato con Ancelotti y para quedarse con Xabi.
El Benjamín B del club rojiblanco descartó al delantero en septiembre de 2013
Gonzalo se ha convertido en el futbolista de moda. Tiene 21 años y Xabi Alonso le ha abierto de par en par las puertas del Real Madrid a sus goles, sus carreras y su entusiasmo. O las ha derribado el propio jugador, según se … mire. El caso es que sus actuaciones en el Mundial de Clubes, sus reiterativos y variados tantos (ya van tres), están disparando las expectativas, los elogios y las comparaciones a su alrededor. Es un poco Raúl y un poco Zamorano. Es el presente, pero sobre todo el futuro. Y es el pasado, porque también lo tiene. Y hurgando en él, como ocurre a menudo con estas irrupciones en el fútbol, se descubren episodios que dejan en evidencia a algunos, invita a otros a darse de cabezazos contra la pared y sacan de los de más allá una sonrisa burlona o revanchista. A Gonzalo García Torres también le dijeron una vez que no. En otro equipo y con otra edad, pero le rechazaron. Entonces no valía. Fue el Atlético de Madrid.
Ocurrió hace muchos años, es verdad, a una edad en la que detectar el talento es un poco lotería y pronosticar el futuro resulta imprevisible. Septiembre de la temporada 2013-2014. Gonzalo jugaba en el Jarama Race. Acude al campo de Cotorruelo para una prueba con el benjamín B del Atlético de Madrid. El entrenador rojiblanco, José Rey, actual director deportivo del Seseña, lo vio y lo descartó. Unos días después, sin necesidad de pasar prueba, Gonzalo recaló en el Real Madrid. Y en la Fábrica siguió formándose y creciendo (con el paréntesis del curso que destinaron a Mallorca a su padre, 2018-19), escalando de categoría en categoría, hasta subir al primer equipo. Un rato con Ancelotti y para quedarse con Xabi.
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