Zamora está acusado de conspiración para la obstrucción de la justicia y uso de documentos falsificados y permanecerá en arresto domiciliario Leer Zamora está acusado de conspiración para la obstrucción de la justicia y uso de documentos falsificados y permanecerá en arresto domiciliario Leer
El juez del Juzgado Segundo de Primera Instancia Penal, Erick García Alvarado, decretó este viernes libertad para el presidente y fundador de El Periódico en Guatemala, José Rubén Zamora, por un caso en el que es acusado de conspiración para la obstrucción de la justicia y uso de documentos falsificados, de manera que en los próximos días abandonará la cárcel militar de Mariscal Zavala donde ha permanecido en una celda de aislamiento más de 800 días.
En su resolución, el juez otorgó a Zamora el arresto domiciliario sin tener que pagar ninguna fianza, al considerar que no existe peligro de fuga ni de obstaculización a la averiguación de la verdad, al tiempo que estimó que se «han excedido los límites» de la prisión preventiva contemplados en el Código Procesal Penal, que establece que esta medida de coerción no puede superar el año y que es acorde a los artículos 7.5 y 8.1 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, que establecen que toda persona tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o ser puesta en libertad a la espera del juicio.
Asimismo, añadió que el periodista guatemalteco «goza de arraigo» en su domicilio de la capital del país, mientras que tampoco puede abandonar Guatemala, dado que su pasaporte obra en poder del Tribunal Noveno de Sentencia Penal, que el pasado 26 de agosto también decretó libertad para Zamora en otro caso que se sigue en su contra en el que está acusado de lavado de dinero y otros activos, chantaje y tráfico de influencias.
Entre las medidas decretadas por el juez del Juzgado Segundo, se encuentran la prohibición de abandonar el territorio nacional sin autorización judicial, la obligación de colocar su huella en el control biométrico de la Fiscalía cada ocho días y la prohibición «estricta» de comunicarse con otras personas relacionadas con esta causa, aunque hayan sido condenadas en otro proceso. Además, le obligó a someterse a vigilancia o cuidado de Álvaro Elías, quien ha sido propuesto por la defensa de Zamora como garante.
Al finalizar la audiencia en la que la Fiscalía se opuso a que recobrara su libertad al «seguir latente» el riesgo de fuga y al haberse «acrecentado» el peligro de obstaculización a la averiguación de la verdad, Zamora reconoció estar «contento y satisfecho» y confió en que ambos procesos judiciales en su contra sean desestimados, porque «carecen absolutamente de sustento», de modo que «sin duda saldré libre de todo».
El director del extinto El Periódico esperó que a más tardar el martes pueda abandonar la prisión, teniendo en cuenta que el próximo lunes es festivo en Guatemala, lo que podría retrasar su puesta en libertad. «Espero ver pronto a mi familia», recalcó, al tiempo que indicó que lo primero que hará en cuanto salga de la cárcel es ir a su casa y «tal vez a la semana siguiente meterme un par de días en un hospital a chequearme».
Preguntado sobre si volverá a ejercer el periodismo, reconoció que es «muy caro» y aunque confesó que en la prisión ha estado escribiendo mucho, sus hijos «se volvieron un poco mis censores porque hablo más de la cuenta y quizá ahora ya podría ser enemigo del actual presidente», en referencia a Bernardo Arévalo, quien asumió el poder en Guatemala el pasado mes de enero en medio de investigaciones judiciales en contra de su partido, el Movimiento Semilla.
«Siempre mi abogado me decía en los 30 años que ejercí el periodismo que yo me disparo en el pie y tengo que ser un poco prudente», resaltó, al tiempo que manifestó que, una vez esté fuera de la cárcel, podrá «experimentar la libertad», aunque extrañará que tenía «mucho tiempo para leer», así como su caminata de diez kilómetros diaria que hacía con «rigor» y sus ejercicios por la noche.
Antes de ser conducido por última vez esposado en un vehículo del Sistema Penitenciario hacia la cárcel de Mariscal Zavala, Zamora tuvo unas palabras para el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, quien ha liderado las investigaciones en su contra y que está incluido en la Lista Engel de EEUU de actores corruptos y antidemocráticos. «Con todo respeto, tiene excesivas limitaciones intelectuales porque realmente es muy poca su experiencia y bien haría la fiscal general en mandarlo a estudiar leyes a la universidad», señaló el periodista.
Por otro lado, recordó que antes de ser detenido en su domicilio el 29 de julio de 2022, fue sujeto de una «cacería» en la que pasó siete meses de «mucha tensión sabiendo que iban a venir a por mí», para lo cual acudió en numerosas ocasiones a la Fiscalía para dar las explicaciones que fueran necesarias. Pese a ello, «me atropellaron de una manera salvaje y violentaron todos mis derechos», denunció, al tiempo que recordó que su arresto provocó el cierre de El Periódico, que publicó su última edición el pasado 15 de mayo de 2023, lo que supuso que «200 personas perdieron su empleo».
Durante la audiencia de revisión de medidas de coerción, Zamora tomó la palabra para expresar al juez que «si deposita su confianza en mí, yo voy a saber honrarla» comprometiéndose a no fugarse, teniendo en cuenta que «nunca huí de Guatemala», a pesar de que hubo «siete intentos» de poderle capturar antes de que fuera detenido en su casa.
El director de El Periódico recordó al juez las «amenazas y atentados con granadas» que sufrió en la década de los 90, así como el secuestro que padeció en 2009 a manos de agentes del Estado o las 89 denuncias penales que recibió como consecuencia de sus informaciones sobre corrupción que afectaron a diferentes Gobiernos de Guatemala, incluidos sus máximos dirigentes.
«En 2017, la seguridad del Estado me avisó que tenía grabaciones donde se había podido establecer que sicarios del Golfo de Honduras habían sido contratados para asesinarme», indicó al juez a quien incidió que, a pesar de todo ello, «jamás he estado dispuesto a huir de Guatemala, porque es mi país».
Producto de su trabajo, recordó que recibió los más prestigiosos premios de periodismo a nivel mundial, entre los que destacó el Rey de España al Medio de Comunicación Destacado de Iberoamérica que recibió en 2021 o el Reconocimiento a la Excelencia Periodística del Premio Gabo que le fue otorgado el pasado mes de julio y que no pudo ir a recoger por permanecer en prisión, donde llegó a perder «20 kilos» por las «condiciones inhumanas» que sufrió y que fueron denunciadas por organizaciones internacionales, entre ellas las Naciones Unidas.
Concretamente, Zamora obtuvo la libertad en un caso en el que la Fiscalía le acusa del delito de conspiración para la obstrucción de la justicia al señalarle de haber desviado una investigación por lavado de dinero de 700.000 quetzales (87.500 euros) en el año 2013. Asimismo, dentro de esta misma causa judicial, es acusado de haber falsificado la firma en 16 boletas de declaración jurada aduanera que fueron entregadas en el Aeropuerto Internacional La Aurora durante viajes realizados entre 2015 y 2017 y, según el Ministerio Público, las firmas no coinciden con la del periodista.
Esta causa está pendiente de la Audiencia de Etapa Intermedia en la que el juez del Juzgado Segundo deberá resolver si lo envía o no a juicio por ambos delitos. Por otra parte, hay otro caso en su contra en el Tribunal Noveno en el que es acusado de lavado de dinero y otros activos, chantaje y tráfico de influencias y en el cual ya gozaba desde el pasado 26 de agosto de la medida sustitutiva de arresto domiciliario bajo fianza de 15.000 quetzales (1.800 euros) al considerar la jueza que no existe peligro de fuga ni de obstaculización a la averiguación de la verdad. Sin embargo, hasta el día de hoy permaneció recluido en la prisión por la citada segunda causa judicial en su contra en la cual se le ha otorgado también la libertad.
Cabe recordar que la Sala Segunda de Apelaciones anuló en octubre del pasado año la sentencia emitida el 14 de junio de 2023 por el Tribunal Octavo de Sentencia Penal de Guatemala, que condenó a Zamora a seis años de prisión inconmutables por lavado de dinero y otros activos, mientras que lo absolvió de los delitos de tráfico de influencias y chantaje al considerar que no habían podido ser acreditados por la Fiscalía, que pedía para él una pena de 40 años de cárcel.
Así, la Sala Segunda ordenó repetir el juicio contra el periodista por unas supuestas acciones para que el exdirectivo del Banco de los Trabajadores Ronald García Navarijo recibiera 300.000 quetzales (37.500 euros) y éste, a su vez, le consiguiera un cheque por la misma cantidad económica para depositarlo en una cuenta de Aldea Global S.A., de la cual el dueño de El Periódico era representante legal «y así poder disponer de ese dinero cuyo origen es ilícito».
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