Este político nacionalista rumano, prorruso y estrella de las redes sociales ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de su país, invalidadas después por el Tribunal Constitucional por sospechas de injerencia de Moscú Leer Este político nacionalista rumano, prorruso y estrella de las redes sociales ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales de su país, invalidadas después por el Tribunal Constitucional por sospechas de injerencia de Moscú Leer
Calin Georgescu pasó del anonimato a ganar la primera ronda de las elecciones presidenciales rumanas del 24 de noviembre. Pocos días después, las elecciones fueron invalidadas bajo sospechas de injerencia rusa. No era una suposición descabellada, puesto que Georgescu se refirió recientemente a Vladimir Putin como un «patriota y un líder». De hecho, cree que la «sabiduría rusa» es la oportunidad de Rumanía. Lo que su propia sabiduría le dicta es dejar de ayudar a Ucrania en cuanto tome el poder.
Este experto en desarrollo sostenible considera el cambio climático«una estafa global» que «no tiene nada que ver con la realidad». Ha elogiado a Donald Trump y al líder populista húngaro Viktor Orban. Georgescu no cree que el hombre llegase a la Luna. Y asegura que las bebidas carbonatadas contienen nanochips que «te entran como en una computadora portátil».
Nada sorprende si es que viene de Calin Georgescu, que cree que el dictador Ion Antonescu o el fundador de la Guardia de Hierro, Corneliu Zelea Codreanu -fascista, anticomunista y antisemita- son héroes de la historia de Rumanía, «no como los lacayos de las potencias globalistas que dirigen Rumanía hoy».
El Tribunal Constitucional de Rumanía canceló la votación debido a una campaña de TikTok que promovía fuertemente a Georgescu, lo que podría haber afectado a los resultados electorales, de manera similar a las operaciones de influencia llevadas a cabo por el Kremlin en Ucrania y Moldavia. Pero ahora, una información del medio Snoop.ro ha vinculado a los liberales rumanos con la campaña de TikTok que impulsó a este candidato prorruso.
Georgescu nació en 1962 en Bucarest y se graduó en la Universidad de Ciencias Agronómicas y Medicina Veterinaria de la misma ciudad. Actualmente se describe a sí mismo como un profesor universitario alejado de la élite. Pero trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores en la década de los 2000 y también en la ONU. Su nombre estuvo en la lista de posibles primeros ministros en 2011 y 2012.
La repetición electoral no tiene todavía fecha, pero Moscú tiene razones para poner esperanzas en su nombre.
Bajo una Presidencia de Georgescu, Rumanía se uniría a Hungría y a Eslovaquia como simpatizantes de Rusia en el flanco oriental de la OTAN. En Bruselas, todavía resuenan sus declaraciones contra la Alianza Atlántica en 2021, en las que cuestionó la alianza de defensa, diciendo que la OTAN no proporciona a Rumanía la seguridad que necesita y que el país está externalizando sus responsabilidades de defensa.
El mes pasado le dijo a la BBC que dejaría de apoyar a Ucrania si fuera elegido. Siempre ha negado ser el hombre de Moscú, refiriéndose burlonamente a las «agencias de no inteligencia» de Rumanía que lo colocan en ese sector.
Sobre la guerra, cree que Rumanía sólo está interesada en impulsar la paz en su frontera. Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con apoyar a Ucrania, como dice la UE, «durante el tiempo que sea necesario», Georgescu dijo «no». «Cero. Tengo que ocuparme de mi gente. Nosotros también tenemos muchos problemas», añadió.
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