El Papa tiene «una infección compleja» y «no está en peligro de muerte, pero tampoco fuera de peligro», explica su equipo médico

Francisco permanecerá en el hospital Gemelli toda la semana próxima porque su «infección es compleja» y necesita que «el tratamiento haga efecto». Leer Francisco permanecerá en el hospital Gemelli toda la semana próxima porque su «infección es compleja» y necesita que «el tratamiento haga efecto». Leer  

El Papa Francisco está mejorando, muy poco a poco, pero no está fuera de peligro. Es la idea central que han aportado esta tarde los médicos que siguen de cerca al Pontífice, Sergio Alfieri y Luigi Carbone, el responsable de la salud de Jorge Mario Bergoglio en el Hospital Gemelli de Roma y en su residencia vaticana de Santa Marta, respectivamente. Después de una semana con comunicados de la Santa Sede muy concisos y medidos acerca del estado del Pontífice, los médicos han concedido esta tarde una rueda de prensa exhaustiva aportando la información necesaria para conocer su salud, algo que él mismo ha querido en todo momento.

Francisco permanecerá al menos otros 10 días ingresado porque «no está fuera de peligro», tal como ha asegurado Alfieri, en el contexto de una «infección importante, con muchos microbios, que ha derivado en una neumonía bilateral«, en una persona de 88 años que va en silla de ruedas y tiene dificultades de respiración. El médico ha explicado que hay que esperar a que la nueva terapia funcione y que se equilibren distintos tipos medicamentos: «La cortisona ayuda a la respiración, pero baja las defensas inmunitarias y sube los índices glucémicos, lo cual favorece a su vez a las infecciones».

El mayor riesgo que podría tener lugar, ha explicado Alfieri, es que la infección presente en los pulmones llegue a la sangre con la posibilidad de extenderse a otros órganos. Pero es un escenario lejano y que, por el momento, no se está produciendo. En más de una ocasión, el sanitario Alfieri ha pedido prudencia y ha dicho que el Papa Francisco «no está fuera de peligro», pero que «no está en peligro de muerte».

El Papa Francisco, según ha explicado, es consciente de que es un anciano con enfermedades crónicas que se suman a la actual neumonía bilateral. Pero a nivel intelectual está a pleno rendimiento, trabajando a diario con sus más cercanos colaboradores, dos o tres: «La cabeza es la de una persona de 50 años», ha detallado Sergio Alfieri, quien ha aportado diferentes anécdotas y episodios cotidianos que explican la lucidez del Papa. Es consciente, además, de que su ingreso hospitalario durará «todo el tiempo necesario para que pueda volver al Vaticano en condiciones de seguridad».

Jorge Mario Bergoglio, aunque sea desde el Hospital Gemelli de Roma, está ejerciendo de Pontífice: «Lee, firma documentos, hace bromas» y «hace todo lo que le pedimos y nunca se lamenta», explican sus médicos. Pero Alfieri recuerda que «las neumonías necesitan tiempo para curarse» y el Santo Padre volverá al Vaticano «cuando ya no sea necesario suministrarle terapias hospitalarias y continuando la misma en su residencia de Santa Marta». Ahora mismo, los médicos del Papa, consideran que darle el alta no es una buena idea porque, de hacerlo, «volverá a trabajar como antes», ha comentado Alfieri con una ligera ironía mencionando el espíritu trabajador del Pontífice argentino. «Es un falso octogenario», ha asegurado Alfieri: «Trabajamos para que se recupere».

Con la perspectiva del equipo médico, no habría que medir en exceso mejoras o empeoramientos, sino que hay que verlo en el conjunto de los días que dure la terapia: «Hace falta tiempo», ha subrayado Alfieri, quien ha confirmado que, en cualquier caso, «está mucho mejor que hace una semana», cuando ingresó, pero donde cada día puede haber cambios en el marco de «una muy importante cantidad de medicamentos».

Luigi Carbone, médico de Jorge Mario Bergoglio en el Vaticano, recuerda que el Papa Francisco es, en este momento, un paciente «frágil» y por ello es difícil aportar un calendario a su recuperación. En la residencia vaticana de Santa Marta el Pontífice se ha dejado cuidar pero dando una importante prioridad «a la Iglesia», ha explicado Carbone, preguntado acerca del supuesto carácter indisciplinado, como paciente. Su médico en el Vaticano afirma que lo más importante, ahora mismo, es «superar esta actual fase». Donde precisamente «el temperamento del Santo Padre», explica Carbone, describe a alguien «que no se rinde».

A nivel religioso, el Pontífice argentino está decidiendo y decidirá, en cada caso, cómo continuará su agenda en los próximos días: «Nosotros podemos dar consejos médicos, pero es el Papa quien decide», acerca de sus asuntos como jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano y como líder de la Iglesia Católica. Ahora mismo, la pregunta, desde el punto de vista pastoral, es si el Papa pronunciará o no el Ángelus el próximo domingo y cómo, teniendo en cuenta que no debería exponerse a las bajas temperaturas.

El Papa Francisco es «frágil», desde una óptica médica, sobre el papel. Pero sus médicos resaltan su gran resistencia, entre otras cosas porque tiene un «corazón fuerte», no en el sentido metafórico, sino médico. ¿»Qué otros pacientes», de 88 años, «habría soportado todas las infecciones con la carga de trabajo que tiene?». El Santo Padre, sobre todo, tiene que «superar la actual infección» en ambos pulmones. Todo ello, en un contexto donde, en cualquier caso, para el propio Jorge Mario Bergoglio «están abiertas todas las posibilidades».

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