Desde que el fútbol estructuró sus mercados por ventanas , una extensa en verano y otra cortita, de un mes aproximadamente en enero, los clubes organizan su trabajo en la cocina de los fichajes para llegar con la mayor agilidad posible a esos momentos donde deben saltar al océano de los clubes y agentes y demostrar que todo ese trabajo para encontrar un mirlo blanco en el mercado, y que nadie te lo arrebate, en precio y valor futuro ha valido la pena. Desde mediados de los años 90 se fue estructurando el mercado en ventanas, aunque al principio hubiese ciertas salvedades, como aquel fichaje del Sevilla de Bebeto , en esa época oscura antes de ver la luz, sellado en noviembre y con venta posterior a finales de enero. Las leyes se endurecerían y los más adaptables sacarían nota rápido, entre los que se encontraba Monchi , para suerte de los sevillistas. Fichajes durante cerca de 20 años que marcaron una línea de actuación, demostrando que en enero incluso había mejores oportunidades que en verano, dejando siempre un espacio en las plantillas a necesarias mejoras.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 791 Código APP También es cierto que la paciencia es un grado . No es lo mismo tener urgencias porque un equipo se acerca al descenso, que por pelear un título de Liga, aunque casi siempre la segunda provoca mayores errores que la primera porque se dispara con una pistola que parece prestada y se dan tiros al aire, no apuntando hacia la necesidad real o imperiosa de encontrar ese jugador o jugadores que te permitan escapar de una situación agónica. Grandes aciertos y fichajes incomprensibles, porque en el largo plazo nadie es 100% certero , aunque en comparación con el nutrido grupo de futbolista que se firman para cambiarle la cara a las plantillas en época veraniega, el acierto con bufanda es infinitamente superior.El Sevilla ha tenido un recorrido por estos años que ayuda a comprender cómo ha crecido y también cómo ha vuelto a sentar las bases de nuevos proyectos casi desde las ruinas del anterior, una situación que puede tener ciertos paralelismos con la actualidad del conjunto nervionense. El primer fichaje, con el Sevilla ya en primera, fue el de Gerardo Torrado , procedente del modesto Poli Ejido. 47 partidos en un Sevilla que se iba asentando en Primera. El siguiente mes de enero sería el de Nikos Machlas y de un tal Daniel Alves . El delantero griego no terminó de cuajar una buena cesión, aunque el lateral brasileño, bajo la mano experta de Joaquín Caparrós , con la dosis de paciencia de quien sabe que tiene entre manos un diamante en bruto, espero hasta que despertase el talento del lateral para convertirse en el mejor del mundo en su posición durante muchos años. El mejor fichajes del Sevilla en cuanto a precio de adquisición, rendimiento y posterior venta, todo esto en palabras del propio Monchi .El despegue del brasileño provocó que el director deportivo del Sevilla quisiese juntar en su equipo una colonia con esta nacionalidad. Ya tenía también a Renato y Baptista y más tarde llegaría un goleador como Luis Fabiano . Para redondear su obra, se adelantó a otros competidores en el mercado de enero de 2005 para firmar a Adriano Correia , quien jugó en todas las posiciones pegadas a la banda. Otro de sus grandes descubrimientos, con una venta al Barcelona que generó una interesante plusvalía. Nadie llegaría jamás a la de Alves. Nadie ha llegado hasta la fecha.El Sevilla de los títulosAntes de levantar la primera Copa de la UEFA en Eindhoven , el Sevilla firmó a Julien Escudé del Ajax , el central con salida de balón que necesitaba un equipo construido para el vértigo. La pausa desde la defensa la daba el francés. Desde entonces, la perspectiva cambió. Porque las copas traen siempre una mirada más ambiciosa y menos prudente en los mercados. Kerzhakov , como tercer o cuarto delantero, capricho de Juande Ramos, y un jovencísimo Fede Fazio , quien despuntaría más tarde, fueron los fichajes del 2007.Comenzarían a llegar las vacas flacas y Stankevicius fue la única incorporación de 2010, esperando ya a otros tramos más sombríos con fichajes de la mano de Doyen. Sin embargo, había luz -como siempre- cuando el deber de fichar estaba encima de la mesa. Los Stevanovic o Babá se mexzclaban con los Gary Medel, Ivan Rakitic o la vuelta del hijo pródigo José Antonio Reyes . Incluso Beto llegó en esos años. Muchos de ellos dejaron una huela imborrable y fueron base del Sevilla que reconstruyó su camino con Unai Emery en el banquillo y un triplete de Europa League en el bolsillo. Eran años de suculentos cambios en verano y menos movimiento en invierno. No hacía falta apostar a un tren que iba en movimiento y nada parecía frenar, por mucho que también tuviese sus crisis en momentos puntuales, terminando cada curso con plata en los bolsillos.Ya hay que marcharse hasta el año de Jorge Sampaoli , en su primera etapa, con otro defensor francés al que se le obtuvo un rendimiento económico espectacular: Lenglet . Su rendimiento fue relevante en este Sevilla que comenzaba a caer tras Emery y que sufrió dos años extraños, también por la salida de Monchi. la venta del central al Barcelona alivió la economía. Pero un fichaje que se consideró de impacto en ese primer curso con el entrenador argentino en el banquillo fue el de Joventic . El delantero montenegrino intentó ayudar al Sevilla a pelear por un título de Liga que se fue pronto de las manos por la caída en picado de un equipo que había jugado como los ángeles.Nuevos referentesTras los Munir, Marko Rog, Arana o Roque Mesa , llegaría de nuevo Monchi al Sevilla para darle a Lopetegui herramientas en verano e invierno. Suso y En-Nesyri , grandes protagonistas en las dos últimas Europa League, llegaron poco antes de estallar la pandemia. Ni ese parón estropeó dos fichajes de época. Guiaron al Sevilla con sus goles a una nueva final, para volver a ser protagonistas en el camino a Budapest para la séptima. Jugadores de culto en el sevillismo que se firmaron cuando había dinero para ello. Porque también en esos años se miró más allá de la Europa League. Se quiso dar un bocado al título de Liga. Primero con la llegada del Papu Gómez (2021) , un futbolista al que se consideraba una especie de dios en Italia, para al año siguiente fiarlo todo a las contrataciones de Tecatito y Martial . Todos fueron un fiasco y comenzaron por cavar la inmensa fosa donde ahora está atrapado el Sevilla y su economía.A mitad de la caída, Monchi hizo su último truco de magia intercambiando fichajes terribles de verano por una tripleta que ayudó a levantar al Sevilla en Liga y en Europa. Badé, Gueye y Bryan llegaban de la mano. El equipo recuperó el tono. Ya con Víctor Orta , los fichajes cambiaron el sentido de las necesidades del Sevilla. Cedidos sin valor o o protagonismo, más otras inversiones que poco a poco van viendo la luz, como Vargas o Akor . Más de 25 años de mercados de fichajes con la ventana de enero como momento para darle un nuevo giro a la plantilla. Siempre activo en el mismo, con más o menos recursos, el Sevilla es capaz de reinventarse desde esta ventana pasajera. Algunos de sus mejores jugadores han llegado justo como regalo de Reyes . Desde que el fútbol estructuró sus mercados por ventanas , una extensa en verano y otra cortita, de un mes aproximadamente en enero, los clubes organizan su trabajo en la cocina de los fichajes para llegar con la mayor agilidad posible a esos momentos donde deben saltar al océano de los clubes y agentes y demostrar que todo ese trabajo para encontrar un mirlo blanco en el mercado, y que nadie te lo arrebate, en precio y valor futuro ha valido la pena. Desde mediados de los años 90 se fue estructurando el mercado en ventanas, aunque al principio hubiese ciertas salvedades, como aquel fichaje del Sevilla de Bebeto , en esa época oscura antes de ver la luz, sellado en noviembre y con venta posterior a finales de enero. Las leyes se endurecerían y los más adaptables sacarían nota rápido, entre los que se encontraba Monchi , para suerte de los sevillistas. Fichajes durante cerca de 20 años que marcaron una línea de actuación, demostrando que en enero incluso había mejores oportunidades que en verano, dejando siempre un espacio en las plantillas a necesarias mejoras.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 791 Código APP También es cierto que la paciencia es un grado . No es lo mismo tener urgencias porque un equipo se acerca al descenso, que por pelear un título de Liga, aunque casi siempre la segunda provoca mayores errores que la primera porque se dispara con una pistola que parece prestada y se dan tiros al aire, no apuntando hacia la necesidad real o imperiosa de encontrar ese jugador o jugadores que te permitan escapar de una situación agónica. Grandes aciertos y fichajes incomprensibles, porque en el largo plazo nadie es 100% certero , aunque en comparación con el nutrido grupo de futbolista que se firman para cambiarle la cara a las plantillas en época veraniega, el acierto con bufanda es infinitamente superior.El Sevilla ha tenido un recorrido por estos años que ayuda a comprender cómo ha crecido y también cómo ha vuelto a sentar las bases de nuevos proyectos casi desde las ruinas del anterior, una situación que puede tener ciertos paralelismos con la actualidad del conjunto nervionense. El primer fichaje, con el Sevilla ya en primera, fue el de Gerardo Torrado , procedente del modesto Poli Ejido. 47 partidos en un Sevilla que se iba asentando en Primera. El siguiente mes de enero sería el de Nikos Machlas y de un tal Daniel Alves . El delantero griego no terminó de cuajar una buena cesión, aunque el lateral brasileño, bajo la mano experta de Joaquín Caparrós , con la dosis de paciencia de quien sabe que tiene entre manos un diamante en bruto, espero hasta que despertase el talento del lateral para convertirse en el mejor del mundo en su posición durante muchos años. El mejor fichajes del Sevilla en cuanto a precio de adquisición, rendimiento y posterior venta, todo esto en palabras del propio Monchi .El despegue del brasileño provocó que el director deportivo del Sevilla quisiese juntar en su equipo una colonia con esta nacionalidad. Ya tenía también a Renato y Baptista y más tarde llegaría un goleador como Luis Fabiano . Para redondear su obra, se adelantó a otros competidores en el mercado de enero de 2005 para firmar a Adriano Correia , quien jugó en todas las posiciones pegadas a la banda. Otro de sus grandes descubrimientos, con una venta al Barcelona que generó una interesante plusvalía. Nadie llegaría jamás a la de Alves. Nadie ha llegado hasta la fecha.El Sevilla de los títulosAntes de levantar la primera Copa de la UEFA en Eindhoven , el Sevilla firmó a Julien Escudé del Ajax , el central con salida de balón que necesitaba un equipo construido para el vértigo. La pausa desde la defensa la daba el francés. Desde entonces, la perspectiva cambió. Porque las copas traen siempre una mirada más ambiciosa y menos prudente en los mercados. Kerzhakov , como tercer o cuarto delantero, capricho de Juande Ramos, y un jovencísimo Fede Fazio , quien despuntaría más tarde, fueron los fichajes del 2007.Comenzarían a llegar las vacas flacas y Stankevicius fue la única incorporación de 2010, esperando ya a otros tramos más sombríos con fichajes de la mano de Doyen. Sin embargo, había luz -como siempre- cuando el deber de fichar estaba encima de la mesa. Los Stevanovic o Babá se mexzclaban con los Gary Medel, Ivan Rakitic o la vuelta del hijo pródigo José Antonio Reyes . Incluso Beto llegó en esos años. Muchos de ellos dejaron una huela imborrable y fueron base del Sevilla que reconstruyó su camino con Unai Emery en el banquillo y un triplete de Europa League en el bolsillo. Eran años de suculentos cambios en verano y menos movimiento en invierno. No hacía falta apostar a un tren que iba en movimiento y nada parecía frenar, por mucho que también tuviese sus crisis en momentos puntuales, terminando cada curso con plata en los bolsillos.Ya hay que marcharse hasta el año de Jorge Sampaoli , en su primera etapa, con otro defensor francés al que se le obtuvo un rendimiento económico espectacular: Lenglet . Su rendimiento fue relevante en este Sevilla que comenzaba a caer tras Emery y que sufrió dos años extraños, también por la salida de Monchi. la venta del central al Barcelona alivió la economía. Pero un fichaje que se consideró de impacto en ese primer curso con el entrenador argentino en el banquillo fue el de Joventic . El delantero montenegrino intentó ayudar al Sevilla a pelear por un título de Liga que se fue pronto de las manos por la caída en picado de un equipo que había jugado como los ángeles.Nuevos referentesTras los Munir, Marko Rog, Arana o Roque Mesa , llegaría de nuevo Monchi al Sevilla para darle a Lopetegui herramientas en verano e invierno. Suso y En-Nesyri , grandes protagonistas en las dos últimas Europa League, llegaron poco antes de estallar la pandemia. Ni ese parón estropeó dos fichajes de época. Guiaron al Sevilla con sus goles a una nueva final, para volver a ser protagonistas en el camino a Budapest para la séptima. Jugadores de culto en el sevillismo que se firmaron cuando había dinero para ello. Porque también en esos años se miró más allá de la Europa League. Se quiso dar un bocado al título de Liga. Primero con la llegada del Papu Gómez (2021) , un futbolista al que se consideraba una especie de dios en Italia, para al año siguiente fiarlo todo a las contrataciones de Tecatito y Martial . Todos fueron un fiasco y comenzaron por cavar la inmensa fosa donde ahora está atrapado el Sevilla y su economía.A mitad de la caída, Monchi hizo su último truco de magia intercambiando fichajes terribles de verano por una tripleta que ayudó a levantar al Sevilla en Liga y en Europa. Badé, Gueye y Bryan llegaban de la mano. El equipo recuperó el tono. Ya con Víctor Orta , los fichajes cambiaron el sentido de las necesidades del Sevilla. Cedidos sin valor o o protagonismo, más otras inversiones que poco a poco van viendo la luz, como Vargas o Akor . Más de 25 años de mercados de fichajes con la ventana de enero como momento para darle un nuevo giro a la plantilla. Siempre activo en el mismo, con más o menos recursos, el Sevilla es capaz de reinventarse desde esta ventana pasajera. Algunos de sus mejores jugadores han llegado justo como regalo de Reyes .
Desde que el fútbol estructuró sus mercados por ventanas, una extensa en verano y otra cortita, de un mes aproximadamente en enero, los clubes organizan su trabajo en la cocina de los fichajes para llegar con la mayor agilidad posible a esos momentos donde … deben saltar al océano de los clubes y agentes y demostrar que todo ese trabajo para encontrar un mirlo blanco en el mercado, y que nadie te lo arrebate, en precio y valor futuro ha valido la pena. Desde mediados de los años 90 se fue estructurando el mercado en ventanas, aunque al principio hubiese ciertas salvedades, como aquel fichaje del Sevilla de Bebeto, en esa época oscura antes de ver la luz, sellado en noviembre y con venta posterior a finales de enero. Las leyes se endurecerían y los más adaptables sacarían nota rápido, entre los que se encontraba Monchi, para suerte de los sevillistas. Fichajes durante cerca de 20 años que marcaron una línea de actuación, demostrando que en enero incluso había mejores oportunidades que en verano, dejando siempre un espacio en las plantillas a necesarias mejoras.
También es cierto que la paciencia es un grado. No es lo mismo tener urgencias porque un equipo se acerca al descenso, que por pelear un título de Liga, aunque casi siempre la segunda provoca mayores errores que la primera porque se dispara con una pistola que parece prestada y se dan tiros al aire, no apuntando hacia la necesidad real o imperiosa de encontrar ese jugador o jugadores que te permitan escapar de una situación agónica. Grandes aciertos y fichajes incomprensibles, porque en el largo plazo nadie es 100% certero, aunque en comparación con el nutrido grupo de futbolista que se firman para cambiarle la cara a las plantillas en época veraniega, el acierto con bufanda es infinitamente superior.
El Sevilla ha tenido un recorrido por estos años que ayuda a comprender cómo ha crecido y también cómo ha vuelto a sentar las bases de nuevos proyectos casi desde las ruinas del anterior, una situación que puede tener ciertos paralelismos con la actualidad del conjunto nervionense. El primer fichaje, con el Sevilla ya en primera, fue el de Gerardo Torrado, procedente del modesto Poli Ejido. 47 partidos en un Sevilla que se iba asentando en Primera. El siguiente mes de enero sería el de Nikos Machlas y de un tal Daniel Alves. El delantero griego no terminó de cuajar una buena cesión, aunque el lateral brasileño, bajo la mano experta de Joaquín Caparrós, con la dosis de paciencia de quien sabe que tiene entre manos un diamante en bruto, espero hasta que despertase el talento del lateral para convertirse en el mejor del mundo en su posición durante muchos años. El mejor fichajes del Sevilla en cuanto a precio de adquisición, rendimiento y posterior venta, todo esto en palabras del propio Monchi.
El despegue del brasileño provocó que el director deportivo del Sevilla quisiese juntar en su equipo una colonia con esta nacionalidad. Ya tenía también a Renato y Baptista y más tarde llegaría un goleador como Luis Fabiano. Para redondear su obra, se adelantó a otros competidores en el mercado de enero de 2005 para firmar a Adriano Correia, quien jugó en todas las posiciones pegadas a la banda. Otro de sus grandes descubrimientos, con una venta al Barcelona que generó una interesante plusvalía. Nadie llegaría jamás a la de Alves. Nadie ha llegado hasta la fecha.
El Sevilla de los títulos
Antes de levantar la primera Copa de la UEFA en Eindhoven, el Sevilla firmó a Julien Escudé del Ajax, el central con salida de balón que necesitaba un equipo construido para el vértigo. La pausa desde la defensa la daba el francés. Desde entonces, la perspectiva cambió. Porque las copas traen siempre una mirada más ambiciosa y menos prudente en los mercados. Kerzhakov, como tercer o cuarto delantero, capricho de Juande Ramos, y un jovencísimo Fede Fazio, quien despuntaría más tarde, fueron los fichajes del 2007.
Comenzarían a llegar las vacas flacas y Stankevicius fue la única incorporación de 2010, esperando ya a otros tramos más sombríos con fichajes de la mano de Doyen. Sin embargo, había luz -como siempre- cuando el deber de fichar estaba encima de la mesa. Los Stevanovic o Babá se mexzclaban con los Gary Medel, Ivan Rakitic o la vuelta del hijo pródigo José Antonio Reyes. Incluso Beto llegó en esos años. Muchos de ellos dejaron una huela imborrable y fueron base del Sevilla que reconstruyó su camino con Unai Emery en el banquillo y un triplete de Europa League en el bolsillo. Eran años de suculentos cambios en verano y menos movimiento en invierno. No hacía falta apostar a un tren que iba en movimiento y nada parecía frenar, por mucho que también tuviese sus crisis en momentos puntuales, terminando cada curso con plata en los bolsillos.
Ya hay que marcharse hasta el año de Jorge Sampaoli, en su primera etapa, con otro defensor francés al que se le obtuvo un rendimiento económico espectacular: Lenglet. Su rendimiento fue relevante en este Sevilla que comenzaba a caer tras Emery y que sufrió dos años extraños, también por la salida de Monchi. la venta del central al Barcelona alivió la economía. Pero un fichaje que se consideró de impacto en ese primer curso con el entrenador argentino en el banquillo fue el de Joventic. El delantero montenegrino intentó ayudar al Sevilla a pelear por un título de Liga que se fue pronto de las manos por la caída en picado de un equipo que había jugado como los ángeles.
Nuevos referentes
Tras los Munir, Marko Rog, Arana o Roque Mesa, llegaría de nuevo Monchi al Sevilla para darle a Lopetegui herramientas en verano e invierno. Suso y En-Nesyri, grandes protagonistas en las dos últimas Europa League, llegaron poco antes de estallar la pandemia. Ni ese parón estropeó dos fichajes de época. Guiaron al Sevilla con sus goles a una nueva final, para volver a ser protagonistas en el camino a Budapest para la séptima. Jugadores de culto en el sevillismo que se firmaron cuando había dinero para ello. Porque también en esos años se miró más allá de la Europa League. Se quiso dar un bocado al título de Liga. Primero con la llegada del Papu Gómez (2021), un futbolista al que se consideraba una especie de dios en Italia, para al año siguiente fiarlo todo a las contrataciones de Tecatito y Martial. Todos fueron un fiasco y comenzaron por cavar la inmensa fosa donde ahora está atrapado el Sevilla y su economía.
A mitad de la caída, Monchi hizo su último truco de magia intercambiando fichajes terribles de verano por una tripleta que ayudó a levantar al Sevilla en Liga y en Europa. Badé, Gueye y Bryan llegaban de la mano. El equipo recuperó el tono. Ya con Víctor Orta, los fichajes cambiaron el sentido de las necesidades del Sevilla. Cedidos sin valor o o protagonismo, más otras inversiones que poco a poco van viendo la luz, como Vargas o Akor. Más de 25 años de mercados de fichajes con la ventana de enero como momento para darle un nuevo giro a la plantilla. Siempre activo en el mismo, con más o menos recursos, el Sevilla es capaz de reinventarse desde esta ventana pasajera. Algunos de sus mejores jugadores han llegado justo como regalo de Reyes.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de deportes
