El terremoto de magnitud 8,8 registrado esta madrugada cerca de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, y que ha provocado alertas de tsunami en Rusia, Japón y Hawái es uno de los diez más fuertes de la historia, el mayor desde 2011.El seísmo se originó a 18 km de profundidad en la fosa de Kuril-Kamchatka, un límite de placas tectónicas donde la gran placa del Pacífico empuja bajo la de Okhostk, parte de la Euroasiática, lo que se llama una zona de subducción. «Las placas de la corteza terrestre se desplazan continuamente, pero de vez en cuando se quedan ‘trabadas’. Eso hace que acumulen energía. Cuando se sueltan, lo hacen de golpe. Y eso es lo que produce el terremoto. La magnitud tiene que ver con la energía almacenada», explica a este periódico Francisco Javier Tapiador, catedrático de Ciencias de la Tierra.El seísmo ocurrió dentro del llamado Cinturón de fuego, una zona en forma de herradura que rodea el océano Pacífico. Se extiende por unos 40.000 kilómetros y es responsable de la mayoría de los terremotos y erupciones volcánicas a nivel mundial. La falla es de tipo terremotos gigantes, megaterremotos (o megathrust), que se consideran las más grandes de la Tierra y pueden generar los movimientos de mayor magnitud. «Estamos hablando del sexto mayor terremoto de la Tierra (desde que se tienen registros)», recuerda Raúl Pérez López, geólogo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).Noticia Relacionada estandar No El seísmo, entre los diez más potentes desde que hay registros José Ignacio de la Torre La Península de Kamchatka, Chile y Japón protagonizan los movimientos de más intensidad, con episodios por encima de los 9 gradosEl investigador apunta otro factor determinante que ha influido en la magnitud del terremoto: «la gran velocidad a la que chocan estas placas, a casi un centímetro por año, lo que provoca que cada 70 años se puedan liberar terremotos cercanos a 9; eso es una acumulación de energía brutal». Cree que el seísmo puede haber desplazado la falla unos cuatro metros. Luis Cabañas, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), ofrece otro dato: la gran cantidad de energía ha podido provocar una rotura en la falla de 390 km de largo por 140 de ancho, según estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).Riesgo de tsunamiAún está por ver los daños que el seísmo ha causado en Petropavlovsk, la localidad de 180.000 habitantes más cercana al epicentro. «Allí la intensidad estimada fue de magnitud 8, lo que puede haber provocado daños estructurales importantes», señala Cabañas. Pero el mayor temor era el riesgo de tsunami, como ocurrió en Japón en 2011 con un seísmo de magnitud 9 y en Sumatra-Andamán en 2004, donde el terremoto alcanzó 9,1.Pérez López señala que, a pesar de las fuertes vibraciones, la propagación más fuerte de las ondas superficiales ha sido hacia el mar, hacia el sureste, lo que ha generado la alerta de tsunami en Rusia, Japón y Hawái. Se ha generado «un tsunami que acabará llegando a medio mundo. La consecuencia más importante es la subida súbita del nivel del mar, que se irá desplazando por el Pacífico durante todo el día. Se espera que a lo largo de la tarde llegue a la fachada oeste de Hispanoamérica, con efectos diversos según la zona», señala Tapiador. La península de Kamchatka es una zona muy activa del planeta, propensa a este tipo de fenómenos, pero no había registrado un seísmo tan intenso desde 1952, cuando se produjo un terremoto de magnitud 9,0 en la misma zona de subducción, a solo unos 30 kilómetros del terremoto de este miércoles. Pero a diferencia de entonces, «hoy contamos con redes de avisos y protocolos. Hoy sabemos enseguida, gracias a internet, lo que pasa en la otra punta del mundo. Eso ayuda a que no haya víctimas, porque en este caso es tan sencillo como evacuar a la población costera. Es una pesadilla logística, pero ya hay planes de evacuación en todo el Pacífico para este tipo de situaciones. No sabemos cuándo van a ocurrir estos fenómenos, pero sí lo que tenemos que hacer en cuanto sabemos que han ocurrido», dice el investigador. MÁS INFORMACIÓN noticia No Carboneros, las aves que se divorcian y dan señales de la ruptura con meses de antelación: no se quieren ni ver noticia No El trío de eclipses solares totales que comienza en 2026 movilizará en España a trece ministeriosPérez López apunta que es «pronto para evaluar los daños. La estimación de la UGSS para un fenómeno así es de entre diez y cien muertos como máxima probabilidad y unos costes de 10.000 millones de dólares en toda la zona afectada». Y advierte que pueden producirse réplicas de magnitud 7 e incluso 7,5. «Tendremos que estar atentos», afirma. El terremoto de magnitud 8,8 registrado esta madrugada cerca de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, y que ha provocado alertas de tsunami en Rusia, Japón y Hawái es uno de los diez más fuertes de la historia, el mayor desde 2011.El seísmo se originó a 18 km de profundidad en la fosa de Kuril-Kamchatka, un límite de placas tectónicas donde la gran placa del Pacífico empuja bajo la de Okhostk, parte de la Euroasiática, lo que se llama una zona de subducción. «Las placas de la corteza terrestre se desplazan continuamente, pero de vez en cuando se quedan ‘trabadas’. Eso hace que acumulen energía. Cuando se sueltan, lo hacen de golpe. Y eso es lo que produce el terremoto. La magnitud tiene que ver con la energía almacenada», explica a este periódico Francisco Javier Tapiador, catedrático de Ciencias de la Tierra.El seísmo ocurrió dentro del llamado Cinturón de fuego, una zona en forma de herradura que rodea el océano Pacífico. Se extiende por unos 40.000 kilómetros y es responsable de la mayoría de los terremotos y erupciones volcánicas a nivel mundial. La falla es de tipo terremotos gigantes, megaterremotos (o megathrust), que se consideran las más grandes de la Tierra y pueden generar los movimientos de mayor magnitud. «Estamos hablando del sexto mayor terremoto de la Tierra (desde que se tienen registros)», recuerda Raúl Pérez López, geólogo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).Noticia Relacionada estandar No El seísmo, entre los diez más potentes desde que hay registros José Ignacio de la Torre La Península de Kamchatka, Chile y Japón protagonizan los movimientos de más intensidad, con episodios por encima de los 9 gradosEl investigador apunta otro factor determinante que ha influido en la magnitud del terremoto: «la gran velocidad a la que chocan estas placas, a casi un centímetro por año, lo que provoca que cada 70 años se puedan liberar terremotos cercanos a 9; eso es una acumulación de energía brutal». Cree que el seísmo puede haber desplazado la falla unos cuatro metros. Luis Cabañas, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), ofrece otro dato: la gran cantidad de energía ha podido provocar una rotura en la falla de 390 km de largo por 140 de ancho, según estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).Riesgo de tsunamiAún está por ver los daños que el seísmo ha causado en Petropavlovsk, la localidad de 180.000 habitantes más cercana al epicentro. «Allí la intensidad estimada fue de magnitud 8, lo que puede haber provocado daños estructurales importantes», señala Cabañas. Pero el mayor temor era el riesgo de tsunami, como ocurrió en Japón en 2011 con un seísmo de magnitud 9 y en Sumatra-Andamán en 2004, donde el terremoto alcanzó 9,1.Pérez López señala que, a pesar de las fuertes vibraciones, la propagación más fuerte de las ondas superficiales ha sido hacia el mar, hacia el sureste, lo que ha generado la alerta de tsunami en Rusia, Japón y Hawái. Se ha generado «un tsunami que acabará llegando a medio mundo. La consecuencia más importante es la subida súbita del nivel del mar, que se irá desplazando por el Pacífico durante todo el día. Se espera que a lo largo de la tarde llegue a la fachada oeste de Hispanoamérica, con efectos diversos según la zona», señala Tapiador. La península de Kamchatka es una zona muy activa del planeta, propensa a este tipo de fenómenos, pero no había registrado un seísmo tan intenso desde 1952, cuando se produjo un terremoto de magnitud 9,0 en la misma zona de subducción, a solo unos 30 kilómetros del terremoto de este miércoles. Pero a diferencia de entonces, «hoy contamos con redes de avisos y protocolos. Hoy sabemos enseguida, gracias a internet, lo que pasa en la otra punta del mundo. Eso ayuda a que no haya víctimas, porque en este caso es tan sencillo como evacuar a la población costera. Es una pesadilla logística, pero ya hay planes de evacuación en todo el Pacífico para este tipo de situaciones. No sabemos cuándo van a ocurrir estos fenómenos, pero sí lo que tenemos que hacer en cuanto sabemos que han ocurrido», dice el investigador. MÁS INFORMACIÓN noticia No Carboneros, las aves que se divorcian y dan señales de la ruptura con meses de antelación: no se quieren ni ver noticia No El trío de eclipses solares totales que comienza en 2026 movilizará en España a trece ministeriosPérez López apunta que es «pronto para evaluar los daños. La estimación de la UGSS para un fenómeno así es de entre diez y cien muertos como máxima probabilidad y unos costes de 10.000 millones de dólares en toda la zona afectada». Y advierte que pueden producirse réplicas de magnitud 7 e incluso 7,5. «Tendremos que estar atentos», afirma.
El seísmo de magnitud 8,8 ocurrió en una falla de tipo megaterremoto, consideradas las más grandes de la Tierra y que puede provocar los fenómenos más violentos
El terremoto de magnitud 8,8 registrado esta madrugada cerca de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, y que ha provocado alertas de tsunami en Rusia, Japón y Hawái es uno de los diez más fuertes de la historia, el mayor desde 2011.
El seísmo se originó a 18 km de profundidad en la fosa de Kuril-Kamchatka, un límite de placas tectónicas donde la gran placa del Pacífico empuja bajo la de Ojotsk, parte de la Euroasiática, lo que se llama una zona de subducción. «Las placas de la corteza terrestre se desplazan continuamente, pero de vez en cuando se quedan ‘trabadas’. Eso hace que acumulen energía. Cuando se sueltan, lo hacen de golpe. Y eso es lo que produce el terremoto. La magnitud tiene que ver con la energía almacenada», explica a este periódico Francisco Javier Tapiador, catedrático de Ciencias de la Tierra.
El seísmo ocurrió en una falla de tipo terremotos gigantes, megaterremotos (o megathrust), que se consideran las más grandes de la Tierra y pueden generar los movimientos de mayor magnitud. «Estamos hablando del sexto mayor terremoto de la Tierra (desde que se tienen registros)», recuerda Raúl Pérez López, geólogo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
El investigador apunta otro factor determinante que ha influido en la magnitud del terremoto: «la gran velocidad a la que chocan las placas, a casi un centímetro por año, lo que provoca que cada 70 años se puedan liberar terremotos cercanos a 9, eso es una acumulación de energía brutal». Cree que el seísmo puede haber roto entre 600 y 800 km de falla y haberla desplazado unos cuatro metros.
Además, las zonas poco profundas de estas fallas suelen encontrarse bajo el agua, por lo que suelen suponer un riesgo de tsunami, como ocurrió en Japón en 2011 con un seísmo de magnitud 9 y en Sumatra-Andamán en 2004, donde el terremoto alcanzó 9,1.
En ese caso, se ha generado «un tsunami que acabará llegando a medio mundo. La consecuencia más importante es la subida súbita del nivel del mar, que se irá desplazando por el Pacífico durante todo el día. Se espera que a lo largo de la tarde llegue a la fachada oeste de Hispanoamérica, con efectos diversos según la zona», señala Tapiador.
La península de Kamchatka es una zona muy activa del planeta, propensa a este tipo de fenómenos, pero no había registrado un seísmo tan intenso desde 1952, cuando se produjo un terremoto de magnitud 9,0 en la misma zona de subducción, a solo unos 30 kilómetros del terremoto de este miércoles. Pero a diferencia de entonces, «hoy contamos con redes de avisos y protocolos. Hoy sabemos enseguida, gracias a internet, lo que pasa en la otra punta del mundo. Eso ayuda a que no haya víctimas, porque en este caso es tan sencillo como evacuar a la población costera. Es una pesadilla logística, pero ya hay planes de evacuación en todo el Pacífico para este tipo de situaciones. No sabemos cuándo van a ocurrir estos fenómenos, pero sí lo que tenemos que hacer en cuanto sabemos que han ocurrido», dice el investigador.
Pérez López apunta que es «pronto para evaluar los daños. La estimación de la UGSS para un fenómeno así es de entre diez y cien muertos como máxima probabilidad y unos costes de 10.000 millones de dólares en toda la zona afectada». Y advierte que pueden producirse réplicas de magnitud 7 e incluso 7,5. «Tendremos que estar atentos», afirma.
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