Regresa la Copa del Rey para los clubes de Primera división y se renuevan las ilusiones de una competición que parece destinada o dirigida a que alcancen su final los dos grandes del fútbol español, pero donde una entidad como el Sevilla ha vivido numerosas aventuras de victorias y derrotas, con anécdotas y momentos que han quedado para la historia de una entidad que suma en sus más de 130 años hasta nueve presencias en finales, con cinco entorchados . Cuatro de esas finales y dos de esos títulos se han vivido en los últimos 25 años , siendo años de crecimiento donde Europa le ha otorgado más gloria a los de Nervión, pero estando en las leyendas de las eliminatorias coperas el verdadero camino de crecimiento del Sevilla.Porque el Sevilla de inicios de siglo, incluso antes de su último ascenso a Primera de la mano de Joaquín Caparrós , arrancó con dos eliminaciones a las primeras de cambio, donde sólo importaba o conseguir el ascenso o, posteriormente, la permanencia. En cuanto elevó el nivel de la plantilla, la necesidad de crecer en el segundo torneo nacional -sin pensar aún en Europa- comenzó a ser una obligación. Ahí nació una especie de gran animadversión contra Osasuna, que se mantuvo en la primera década del siglo, con numerosos enfrentamientos entre las partes. En 2003 llegaba el Sevilla de Caparrós a cuartos de final, acariciando sus primeras semifinales en décadas. Tras un empate en Nervión, El Sadar dejaría a los sevillistas con la miel en los labios en el conocido partido de la nieve . Aquel Sevilla se quedó helado y embarrado, clavándose una espina que debía sacar como fuese.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 2575 Código APP Al año siguiente fue el Real Madrid su adversario, ya sí en semifinales. Tras una dura derrota en el Bernabéu (2-0) , el Sánchez-Pizjuán mostró su mejor cara. La que se ha hecho famosa con el paso de las temporadas en este siglo. Y antes del minuto de juego anotaba Antonio López para locura del sevillismo. Se escapó aquel acceso a la primera final en casi 60 años, con la polémica charla en el túnel de vestuarios entre Jorge Valdano, representante del Real Madrid, e Iturralde González , colegiado de aquel partido de vuelta. El Sevilla se quedaba en la orilla. Tenía que seguir peleando. Precisamente ante Osasuna regresaba a la competición europea en la última jornada de la 2003-04 , con venganza para los navarros en la Copa del año siguiente, otra vez en cuartos de final y jugando en Pamplona el partido de vuelta.Juande Ramos viviría en carnes propias cómo se las gasta la Copa con los modestos, eliminado ante el Cádiz en octavos a doble partido. Sin embargo, aquel año fue el de la final de la Copa de la UEFA y ese primer entorchado europeo del Sevilla. Un camino comenzaba ahí, por lo que aquella eliminación en el Ramón de Carranza pasó a ser anecdótica. Un paso ‘necesario’.El momento en la Copa estaba por llegar . Porque esa plantilla levantó cinco títulos en 15 meses, siendo uno de ellos una final contra el Getafe donde cerca de 80.000 aficionados del Sevilla se desplazaron a la capital de España para ver a su equipo levantar ese título 59 años después, siendo el anterior en 1948 . Ese Sevilla que comenzaba a crecer colocaba su primera pica del siglo en la Copa del Rey , donde seguiría peleando por más éxitos. Antes del siguiente título en la Copa, caería el Sevilla en cuartos ante el Barcelona por el valor doble de los goles fuera de casa y en unas nuevas semifinales en San Mamés, con aquella arenga de Del Nido Benavente sobre comerse la cola del león y que le salió totalmente en contra. Porque el segundo trofeo del siglo en la Copa sería como esos últimos en la Europa League , dando para varios documentales. Eliminó al intratable Barcelona de Guardiola gracias a Palop; resistió en unas semifinales contra el Getafe gracias a su portero; y superó en la final al Atlético de Reyes y Quique Sánchez Flores después de un cambio de entrenador pocas semanas antes, con Antonio Álvarez a los mandos. El destino le había puesto el título en sus manos.Dos finales y otros disgustosSe entraba en otra década y aquellos logros coperos pasarían a mejor vida, aunque los sevillistas se plantaran en dos nuevas finales, sin éxito final al medirse al Barcelona. Fueron los años de dar un salto nuevamente en Europa y encontrarse con los dos grandes del fútbol español, entre Supercopa nacional y europea, más finales de la Copa, demasiadas veces. Dos semifinales en tres años, cayendo ante Real Madrid y Atlético , siendo la segunda en los primeros meses de Unai Emery , con una plantilla por cambiar. Como le sucediese a Juande en su primer año completo, un rival a priori sencillo -este caso un Racing fuera del fútbol profesional- expulsó a los de Nervión a doble partido, cayendo en la vuelta en el Sánchez-Pizjuán tras vencer en la ida. Ese dolor se disiparía con creces con la tercera Europa League en Turín .Emery pisaría una final de la Copa , tras caer en octavos el año anterior, en su última temporada con el Sevilla. Tres días después de levantar su tercera Europa League consecutiva en Basilea , le llagaba la oportunidad del doblete en el Vicente Calderón contra el Barcelona de Messi, Luis Suárez y Neymar . Pese a quedarse los azulgranas con uno menos en el primer periodo, el Sevilla no fue capaz de ganar aquella final. Se quedaba a las puertas. Al año siguiente, con Sampaoli , se mediría al Real Madrid en octavos, con un contundente 3-0 en el Bernabéu en un penalti señalado por Mateu Lahoz provocado entre dos jugadores blancos ( James y Modric ). El 3-3 de la vuelta fue anecdótico. Había que esperar un año para una nueva final. Y qué final.Con Montella en el banquillo , en el primer año sin Monchi en la dirección deportiva, el equipo alcanzó los cuartos de Champions y la final en la Copa del Rey, pese a su irregular camino en Liga. La cuestión es que en aquella final fueron absolutamente superados por el Barcelona , con un 5-0 que escoció en lo más profundo del sevillismo, que veían como su equipo campeón y de verdadero gen competitivo se comenzaba a deshacer pese a plantarse en una nueva final. Otra vez el Barça , en los cuartos del año siguiente, echó al Sevilla remontando un 2-0 de la ida (con muchos suplentes) con un incontestable 6-1 . Era medirse a los catalanes y salir temblando los sevillistas. Quedaría otro duelo de ingrato recuerdo.Estaba Lopetegui en el banquillo y también se venció 2-0 en Nervión. En la vuelta trató de aguantar el equipo ese resultado y estuvo a punto de conseguirlo, hasta que Piqué hizo en el alargue el 2-0 y en la prórroga se hincó la rodilla con uno menos. Pero el verdadero recuerdo del entrenador vasco fue la eliminación en octavos ante el Betis . Mucho covid en su convocatoria, palo a Jordán y eliminación a puerta cerrada . Desde entonces, intentos de progresar y frustración continuada, como la eliminación el día de la última Cabalgata de Reyes a manos del Almería . Vuelven las ilusiones de la Copa. Eso no se pierde nunca… Regresa la Copa del Rey para los clubes de Primera división y se renuevan las ilusiones de una competición que parece destinada o dirigida a que alcancen su final los dos grandes del fútbol español, pero donde una entidad como el Sevilla ha vivido numerosas aventuras de victorias y derrotas, con anécdotas y momentos que han quedado para la historia de una entidad que suma en sus más de 130 años hasta nueve presencias en finales, con cinco entorchados . Cuatro de esas finales y dos de esos títulos se han vivido en los últimos 25 años , siendo años de crecimiento donde Europa le ha otorgado más gloria a los de Nervión, pero estando en las leyendas de las eliminatorias coperas el verdadero camino de crecimiento del Sevilla.Porque el Sevilla de inicios de siglo, incluso antes de su último ascenso a Primera de la mano de Joaquín Caparrós , arrancó con dos eliminaciones a las primeras de cambio, donde sólo importaba o conseguir el ascenso o, posteriormente, la permanencia. En cuanto elevó el nivel de la plantilla, la necesidad de crecer en el segundo torneo nacional -sin pensar aún en Europa- comenzó a ser una obligación. Ahí nació una especie de gran animadversión contra Osasuna, que se mantuvo en la primera década del siglo, con numerosos enfrentamientos entre las partes. En 2003 llegaba el Sevilla de Caparrós a cuartos de final, acariciando sus primeras semifinales en décadas. Tras un empate en Nervión, El Sadar dejaría a los sevillistas con la miel en los labios en el conocido partido de la nieve . Aquel Sevilla se quedó helado y embarrado, clavándose una espina que debía sacar como fuese.Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP 2575 Código APP Al año siguiente fue el Real Madrid su adversario, ya sí en semifinales. Tras una dura derrota en el Bernabéu (2-0) , el Sánchez-Pizjuán mostró su mejor cara. La que se ha hecho famosa con el paso de las temporadas en este siglo. Y antes del minuto de juego anotaba Antonio López para locura del sevillismo. Se escapó aquel acceso a la primera final en casi 60 años, con la polémica charla en el túnel de vestuarios entre Jorge Valdano, representante del Real Madrid, e Iturralde González , colegiado de aquel partido de vuelta. El Sevilla se quedaba en la orilla. Tenía que seguir peleando. Precisamente ante Osasuna regresaba a la competición europea en la última jornada de la 2003-04 , con venganza para los navarros en la Copa del año siguiente, otra vez en cuartos de final y jugando en Pamplona el partido de vuelta.Juande Ramos viviría en carnes propias cómo se las gasta la Copa con los modestos, eliminado ante el Cádiz en octavos a doble partido. Sin embargo, aquel año fue el de la final de la Copa de la UEFA y ese primer entorchado europeo del Sevilla. Un camino comenzaba ahí, por lo que aquella eliminación en el Ramón de Carranza pasó a ser anecdótica. Un paso ‘necesario’.El momento en la Copa estaba por llegar . Porque esa plantilla levantó cinco títulos en 15 meses, siendo uno de ellos una final contra el Getafe donde cerca de 80.000 aficionados del Sevilla se desplazaron a la capital de España para ver a su equipo levantar ese título 59 años después, siendo el anterior en 1948 . Ese Sevilla que comenzaba a crecer colocaba su primera pica del siglo en la Copa del Rey , donde seguiría peleando por más éxitos. Antes del siguiente título en la Copa, caería el Sevilla en cuartos ante el Barcelona por el valor doble de los goles fuera de casa y en unas nuevas semifinales en San Mamés, con aquella arenga de Del Nido Benavente sobre comerse la cola del león y que le salió totalmente en contra. Porque el segundo trofeo del siglo en la Copa sería como esos últimos en la Europa League , dando para varios documentales. Eliminó al intratable Barcelona de Guardiola gracias a Palop; resistió en unas semifinales contra el Getafe gracias a su portero; y superó en la final al Atlético de Reyes y Quique Sánchez Flores después de un cambio de entrenador pocas semanas antes, con Antonio Álvarez a los mandos. El destino le había puesto el título en sus manos.Dos finales y otros disgustosSe entraba en otra década y aquellos logros coperos pasarían a mejor vida, aunque los sevillistas se plantaran en dos nuevas finales, sin éxito final al medirse al Barcelona. Fueron los años de dar un salto nuevamente en Europa y encontrarse con los dos grandes del fútbol español, entre Supercopa nacional y europea, más finales de la Copa, demasiadas veces. Dos semifinales en tres años, cayendo ante Real Madrid y Atlético , siendo la segunda en los primeros meses de Unai Emery , con una plantilla por cambiar. Como le sucediese a Juande en su primer año completo, un rival a priori sencillo -este caso un Racing fuera del fútbol profesional- expulsó a los de Nervión a doble partido, cayendo en la vuelta en el Sánchez-Pizjuán tras vencer en la ida. Ese dolor se disiparía con creces con la tercera Europa League en Turín .Emery pisaría una final de la Copa , tras caer en octavos el año anterior, en su última temporada con el Sevilla. Tres días después de levantar su tercera Europa League consecutiva en Basilea , le llagaba la oportunidad del doblete en el Vicente Calderón contra el Barcelona de Messi, Luis Suárez y Neymar . Pese a quedarse los azulgranas con uno menos en el primer periodo, el Sevilla no fue capaz de ganar aquella final. Se quedaba a las puertas. Al año siguiente, con Sampaoli , se mediría al Real Madrid en octavos, con un contundente 3-0 en el Bernabéu en un penalti señalado por Mateu Lahoz provocado entre dos jugadores blancos ( James y Modric ). El 3-3 de la vuelta fue anecdótico. Había que esperar un año para una nueva final. Y qué final.Con Montella en el banquillo , en el primer año sin Monchi en la dirección deportiva, el equipo alcanzó los cuartos de Champions y la final en la Copa del Rey, pese a su irregular camino en Liga. La cuestión es que en aquella final fueron absolutamente superados por el Barcelona , con un 5-0 que escoció en lo más profundo del sevillismo, que veían como su equipo campeón y de verdadero gen competitivo se comenzaba a deshacer pese a plantarse en una nueva final. Otra vez el Barça , en los cuartos del año siguiente, echó al Sevilla remontando un 2-0 de la ida (con muchos suplentes) con un incontestable 6-1 . Era medirse a los catalanes y salir temblando los sevillistas. Quedaría otro duelo de ingrato recuerdo.Estaba Lopetegui en el banquillo y también se venció 2-0 en Nervión. En la vuelta trató de aguantar el equipo ese resultado y estuvo a punto de conseguirlo, hasta que Piqué hizo en el alargue el 2-0 y en la prórroga se hincó la rodilla con uno menos. Pero el verdadero recuerdo del entrenador vasco fue la eliminación en octavos ante el Betis . Mucho covid en su convocatoria, palo a Jordán y eliminación a puerta cerrada . Desde entonces, intentos de progresar y frustración continuada, como la eliminación el día de la última Cabalgata de Reyes a manos del Almería . Vuelven las ilusiones de la Copa. Eso no se pierde nunca…
Regresa la Copa del Rey para los clubes de Primera división y se renuevan las ilusiones de una competición que parece destinada o dirigida a que alcancen su final los dos grandes del fútbol español, pero donde una entidad como el Sevilla … ha vivido numerosas aventuras de victorias y derrotas, con anécdotas y momentos que han quedado para la historia de una entidad que suma en sus más de 130 años hasta nueve presencias en finales, con cinco entorchados. Cuatro de esas finales y dos de esos títulos se han vivido en los últimos 25 años, siendo años de crecimiento donde Europa le ha otorgado más gloria a los de Nervión, pero estando en las leyendas de las eliminatorias coperas el verdadero camino de crecimiento del Sevilla.
Porque el Sevilla de inicios de siglo, incluso antes de su último ascenso a Primera de la mano de Joaquín Caparrós, arrancó con dos eliminaciones a las primeras de cambio, donde sólo importaba o conseguir el ascenso o, posteriormente, la permanencia. En cuanto elevó el nivel de la plantilla, la necesidad de crecer en el segundo torneo nacional -sin pensar aún en Europa- comenzó a ser una obligación. Ahí nació una especie de gran animadversión contra Osasuna, que se mantuvo en la primera década del siglo, con numerosos enfrentamientos entre las partes. En 2003 llegaba el Sevilla de Caparrós a cuartos de final, acariciando sus primeras semifinales en décadas. Tras un empate en Nervión, El Sadar dejaría a los sevillistas con la miel en los labios en el conocido partido de la nieve. Aquel Sevilla se quedó helado y embarrado, clavándose una espina que debía sacar como fuese.
Al año siguiente fue el Real Madrid su adversario, ya sí en semifinales. Tras una dura derrota en el Bernabéu (2-0), el Sánchez-Pizjuán mostró su mejor cara. La que se ha hecho famosa con el paso de las temporadas en este siglo. Y antes del minuto de juego anotaba Antonio López para locura del sevillismo. Se escapó aquel acceso a la primera final en casi 60 años, con la polémica charla en el túnel de vestuarios entre Jorge Valdano, representante del Real Madrid, e Iturralde González, colegiado de aquel partido de vuelta. El Sevilla se quedaba en la orilla. Tenía que seguir peleando. Precisamente ante Osasuna regresaba a la competición europea en la última jornada de la 2003-04, con venganza para los navarros en la Copa del año siguiente, otra vez en cuartos de final y jugando en Pamplona el partido de vuelta.
Juande Ramos viviría en carnes propias cómo se las gasta la Copa con los modestos, eliminado ante el Cádiz en octavos a doble partido. Sin embargo, aquel año fue el de la final de la Copa de la UEFA y ese primer entorchado europeo del Sevilla. Un camino comenzaba ahí, por lo que aquella eliminación en el Ramón de Carranza pasó a ser anecdótica. Un paso ‘necesario’.
DOS COPAS, DOS FINALES PERDIDAS Y UN BUEN
PUÑADO DE ANÉCDOTAS
Eliminación ante el Osasuna (temp. 2002-03) en un partido marcado por una fuerte nevada y un campo completamente embarrado
Valdano bajó al vestuario arbitral en el descanso de la semifinal de Copa del Rey entre el Sevilla y Real Madrid en la temporada 2003-04 porque el árbitro había expulsado a Zidane
Equipo campeón de la final de 2006-07 ante el Getafe (1-0)
Los canteranos Capel y Navas, con el trofeo ganado en 2010 ante el Atlético de Madrid (2-0)
El Barcelona, auténtico verdugo del equipo en Copa: le ganó dos finales y le infringió sus derrotas más abultadas: 5-0 (en la imagen) y 6-1
Eliminación en octavos del curso 2021-22 ante el Betis en un partido marcado por la agresión a Jordán, que fue golpeado por un palo lanzado desde la grada
Eliminación el pasado año ante el Almería en las primeras rondas con un contundente 4-1
Fuente: Elaboración propia / Diseño: A. M. / ABC SEVILLA
DOS COPAS, DOS FINALES
PERDIDAS Y UN BUEN PUÑADO
DE ANÉCDOTAS
Eliminación ante el Osasuna (temp. 2002-03) en un partido marcado por una fuerte nevada
Valdano bajó al vestuario arbitral en el descanso de la semifinal de Copa del Rey entre el Sevilla y Real Madrid (2003-04)
Equipo campeón de la final de 2006-07 ante el Getafe (1-0)
Los canteranos Capel y Navas, con el trofeo ganado en 2010 ante el Atlético de Madrid (2-0)
El Barcelona, auténtico verdugo del equipo en Copa: le ganó dos finales y le infringió sus derrotas más abultadas: 5-0 (en la imagen) y 6-1
Eliminación en octavos del curso 2021-22 ante el Betis en un partido marcado por la agresión a Jordán, que fue golpeado por un palo lanzado desde la grada
Eliminación el pasado año ante el Almería en las primeras rondas con un contundente 4-1
Fuente: Elaboración propia / Diseño: A. M. / ABC SEVILLA
El momento en la Copa estaba por llegar. Porque esa plantilla levantó cinco títulos en 15 meses, siendo uno de ellos una final contra el Getafe donde cerca de 80.000 aficionados del Sevilla se desplazaron a la capital de España para ver a su equipo levantar ese título 59 años después, siendo el anterior en 1948. Ese Sevilla que comenzaba a crecer colocaba su primera pica del siglo en la Copa del Rey, donde seguiría peleando por más éxitos. Antes del siguiente título en la Copa, caería el Sevilla en cuartos ante el Barcelona por el valor doble de los goles fuera de casa y en unas nuevas semifinales en San Mamés, con aquella arenga de Del Nido Benavente sobre comerse la cola del león y que le salió totalmente en contra. Porque el segundo trofeo del siglo en la Copa sería como esos últimos en la Europa League, dando para varios documentales. Eliminó al intratable Barcelona de Guardiola gracias a Palop; resistió en unas semifinales contra el Getafe gracias a su portero; y superó en la final al Atlético de Reyes y Quique Sánchez Flores después de un cambio de entrenador pocas semanas antes, con Antonio Álvarez a los mandos. El destino le había puesto el título en sus manos.
Dos finales y otros disgustos
Se entraba en otra década y aquellos logros coperos pasarían a mejor vida, aunque los sevillistas se plantaran en dos nuevas finales, sin éxito final al medirse al Barcelona. Fueron los años de dar un salto nuevamente en Europa y encontrarse con los dos grandes del fútbol español, entre Supercopa nacional y europea, más finales de la Copa, demasiadas veces. Dos semifinales en tres años, cayendo ante Real Madrid y Atlético, siendo la segunda en los primeros meses de Unai Emery, con una plantilla por cambiar. Como le sucediese a Juande en su primer año completo, un rival a priori sencillo -este caso un Racing fuera del fútbol profesional- expulsó a los de Nervión a doble partido, cayendo en la vuelta en el Sánchez-Pizjuán tras vencer en la ida. Ese dolor se disiparía con creces con la tercera Europa League en Turín.
Emery pisaría una final de la Copa, tras caer en octavos el año anterior, en su última temporada con el Sevilla. Tres días después de levantar su tercera Europa League consecutiva en Basilea, le llagaba la oportunidad del doblete en el Vicente Calderón contra el Barcelona de Messi, Luis Suárez y Neymar. Pese a quedarse los azulgranas con uno menos en el primer periodo, el Sevilla no fue capaz de ganar aquella final. Se quedaba a las puertas. Al año siguiente, con Sampaoli, se mediría al Real Madrid en octavos, con un contundente 3-0 en el Bernabéu en un penalti señalado por Mateu Lahoz provocado entre dos jugadores blancos (James y Modric). El 3-3 de la vuelta fue anecdótico. Había que esperar un año para una nueva final. Y qué final.
Con Montella en el banquillo, en el primer año sin Monchi en la dirección deportiva, el equipo alcanzó los cuartos de Champions y la final en la Copa del Rey, pese a su irregular camino en Liga. La cuestión es que en aquella final fueron absolutamente superados por el Barcelona, con un 5-0 que escoció en lo más profundo del sevillismo, que veían como su equipo campeón y de verdadero gen competitivo se comenzaba a deshacer pese a plantarse en una nueva final. Otra vez el Barça, en los cuartos del año siguiente, echó al Sevilla remontando un 2-0 de la ida (con muchos suplentes) con un incontestable 6-1. Era medirse a los catalanes y salir temblando los sevillistas. Quedaría otro duelo de ingrato recuerdo.
Estaba Lopetegui en el banquillo y también se venció 2-0 en Nervión. En la vuelta trató de aguantar el equipo ese resultado y estuvo a punto de conseguirlo, hasta que Piqué hizo en el alargue el 2-0 y en la prórroga se hincó la rodilla con uno menos. Pero el verdadero recuerdo del entrenador vasco fue la eliminación en octavos ante el Betis. Mucho covid en su convocatoria, palo a Jordán y eliminación a puerta cerrada. Desde entonces, intentos de progresar y frustración continuada, como la eliminación el día de la última Cabalgata de Reyes a manos del Almería. Vuelven las ilusiones de la Copa. Eso no se pierde nunca…
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