Más de un centenar de presos han sido deportados a países terceros, sin posibilidad de reencontrarse con sus parientes Leer Más de un centenar de presos han sido deportados a países terceros, sin posibilidad de reencontrarse con sus parientes Leer
Desde primera hora de la mañana de este lunes, centenares de familias palestinas se arremolinaron en Ramala y en la ciudad gazatí de Jan Yunis a la espera de la liberación de sus seres queridos, dentro del intercambio de rehenes y prisioneros en curso entre Israel y Hamas que forma parte de la primera fase de la tregua acordada mediante el conocido como Plan Trump. A pesar de las ganas de celebración y alivio para los civiles presentes en el lugar -especialmente en el caso de algunas familias cuyos allegados llevan encarcelados más de dos décadas-, la jornada está siendo agridulce, ya que más de un centenar de presos han sido deportados a países terceros, sin posibilidad de reencontrarse con sus parientes. El ejército israelí, además, impidió las celebraciones por la liberación de los presos palestinos y, en el caso de Ramala, forzó a la muchedumbre a dispersarse con gases lacrimógenos y balas de goma.
Al menos 1.700 presos palestinos han sido liberados, a la espera de que la lista se complete hasta los 2.000, cuando Hamas entregue los cuerpos de 28 rehenes que aún se encuentran en la Franja de Gaza.
«Los 154 prisioneros palestinos deportados al extranjero fueron recibidos y trasladados a la República Árabe de Egipto para completar sus trámites de liberación como parte de la implementación del acuerdo», señaló la Oficina de Prensa de prisioneros palestina, una entidad creada para proteger los derechos de los presos. Su deportación ha creado escenas de gran confusión, ya que algunas familias esperaban poder ver a sus seres queridos este mismo lunes. La restricción de libertad de movimiento de los palestinos impuesta por las autoridades israelíes impedirá que estas familias se reúnan durante un período incierto. En otros casos, especialmente los presos enviados a la Franja de Gaza, ingresaron a un enclave devastado por la guerra y con gran parte de sus familiares muertos durante estos dos años de conflicto.
Durante las semanas de negociaciones con Israel y los mediadores de Estados Unidos, Qatar, Egipto y Turquía, Hamas envió una lista de prisioneros palestinos para ser liberados, que contenía civiles capturados durante el conflicto, así como militantes de alto rango encarcelados desde hace décadas. Entre los presos liberados se encuentran 250 palestinos que cumplían cadena perpetua por ataques contra israelíes, junto con 1.500 capturados durante la guerra que se encontraban retenidos sin cargos, entre ellos dos mujeres y al menos seis de menores de edad. Éstos últimos fueron encarcelados en virtud de las leyes aprobadas por Israel durante la guerra, que permiten al Gobierno de Benjamin Netanyahu retener durante meses a «combatientes ilegales» sin ningún tipo de amparo judicial, una práctica que ha sido denunciada por organizaciones de derechos humanos, por la falta de acceso a abogados, así como por los casos abusos perpetrados bajo custodia policial.
Entre los 250 presos que cumplían condena se encuentran 159 miembros de Fatah -el partido que gobierna en Cisjordania- y al menos 63 miembros de Hamas. La mayoría fueron detenidos a principios de los 2.000, poco después de la Segunda Intifada, el levantamiento popular contra la ocupación israelí. Entre los liberados destaca Raed Sheikh, un policía y miembro de Fatah, condenado por el asesinato de dos soldados israelíes en Cisjordania. También Mahmoud Issa, militante de Hamas condenado por el secuestro y asesinato de un agente de policía israelí.
La lista de liberados también destaca por las grandes ausencias, entre ellas Marwan Barghouti, conocido como el Nelson Mandela palestino; o el director del hospital gazatí Kamal Adwan, Hussam Abu Safiya, que dirigía el último centro sanitario del norte del enclave durante el asedio israelí del territorio en 2024. Barghouti es miembro de Fatah y es considerado como posible sucesor del actual líder y presidente de los territorios palestinos, Mahmud Abás. Respetado también por Hamas, Barghouti defiende la solución de los dos Estados y no descarta la resistencia armada contra la ocupación. Goza de una gran popularidad entre todos los palestinos y se cree que podría sortear las diferencias entre las facciones militantes, uniendo políticamente a todos los territorios.
Al margen del intercambio de rehenes y presos, en la Franja de Gaza se vivió una cuarta jornada sin operaciones militares israelíes, en la que miles de palestinos regresaron a sus hogares para intentar rescatar lo que les queda de sus enseres. Al menos medio millón de gazatíes han regresado a sus barrios, cerca de un cuarto de la población, después de que dos años de guerra y destrucción forzaron el desplazamiento de cerca del 90 por ciento de los habitantes del enclave. «Gran parte de Gaza es un páramo«, señaló el jefe humanitario de Naciones Unidas, Tom Fletcher.
Este lunes, tres niños resultaron gravemente heridos con la explosión de un artefacto que quedó olvidado bajo los escombros cerca del hospital al Shifa, al oeste de Ciudad de Gaza. El incidente revela uno de los mayores retos que enfrentan las autoridades de la Franja, con la limpieza y seguridad del enclave. Desde el viernes, las fuerzas de defensa civil han peinado parte del territorio y encontraron al menos 200 cuerpos bajo las ruinas, elevando la cifra de fallecidos desde octubre de 2023 a 67.800.
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