En el Betis se ha instalado el concepto «lluvia fina» para definir el goteo de ventas en el mercado consideradas menores pero que pueden generar en conjunto un volumen importante para compensar los balances económicos. En los últimos años ha sucedido con salidas como las de Edgar, Rober, Raúl García de Haro o Paul . Jugadores cuya aportación era interesante pero no determinantes y que fueron dejando millones muy valiosos para las arcas en momentos concretos. Ahora los verdiblancos tienen ante sí un escenario en el que han de generar ingresos antes del 30 de junio para equilibrar las cuentas una vez más pero para ello manejan, a través del mercado, la posibilidad de una venta de un futbolista importante (todo el mundo apunta a Johnny Cardoso por la opción de compra del Tottenham) o la suma de varios pequeños para alcanzar la cifra que se busca.En ese sentido dispone el Betis de un ramillete de activos futbolísticos cuya salida reportaría ingresos pero que no afectaría al potencial deportivo de la entidad, lo que se quiere proteger ante la perspectiva futura no sólo de poder participar en la Champions sino de intentar en la 2025-26 repetir clasificación continental a esa altura. Así, varios de los jugadores cedidos y algunos de los canteranos actuales cumplen esta condición y por ahí el Betis espera recibir bastante dinero sin reducir el potencial que maneja Pellegrini en su plantilla, algo por lo que apuesta la dirección deportiva en su política actual.Esta estrategia de darle valor a los elementos con los que no cuenta el equipo va en sintonía con el crecimiento del nivel del Betis y su posición con respecto a otros clubes. En este sentido ya se conoce que los verdiblancos percibirán 1,2 millones de euros por la venta de Juanmi cuando el Getafe certifique en estas semanas su permanencia en Primera, algo que estaba firmado en el contrato de cesión suscrito el pasado mes de enero para la salida del delantero, cuyo contrato expiraba en 2026. Las partes entendieron entonces que era un final de ciclo para Juanmi, de 31 años, en verdiblanco y así se ejecutará cuando dicten las matemáticas.Otro futbolista en una situación parecida es Borja Iglesias . Su notable rendimiento en el Celta (nueve goles en 34 partidos) y su vínculo con el club gallego, de su tierra, donde se formó y con cuyo entrenador es una pieza clave, refuerzan la idea de que siga en Vigo. El caso es que tendrá que articularse un traspaso. Borja, de 32 años, le costó al Betis 28 millones en 2019, con lo que le restan alrededor de seis millones de amortización atendiendo a la ampliación automática que da por buena el Betis hasta 2027. Ese concepto y su alto salario son claves en una macha que se da por segura. En el Celta también se encuentra Iker Losada , que fue cedido por los heliopolitanos en enero sin opción de compra pero con la condición de que tuviera minutos. Ha jugado diez encuentros, de los cuales sólo en dos fue titular, y marcó un gol. Le costó a los béticos 1,8 millones de euros y al menos quieren recuperar esa cantidad o elevarla. Visus , a préstamo en el Almere City de la Eredivisie, ha jugado 22 encuentros en la primera división de Países Bajos en un equipo que ha descendido. Su valor de mercado ha crecido, como sucedió con Rober, y su contrato con los verdiblancos es hasta 2027.Con Álex Collado el Betis siguió la estrategia de la captación de activos que inició Ramón Planes poniendo al mediapunta como un claro ejemplo. No pasó por Heliópolis y se fue cedido directamente al mercado emergente de Arabia Saudí, donde se ha hecho un nombre y tiene valor. En el Al-Kholood ha jugado 26 encuentro marcando cinco goles. Cambió hace poco de agentes, lo que puede indicar un movimiento de traspaso en verano con el que los verdiblancos reciban un ingreso relevante después de haberlo dejado a préstamo con beneficios y no pagar nada por su salario en este tiempo.Otros jugadores que pueden ir dejando réditos económicos al Betis ya no pertenecen a su plantilla. Son los casos de Assane o Juan Cruz . Del primero mantienen los verdiblancos un 20 por ciento de sus derechos tras su venta al Como por 11,5 millones en enero. La revalorización del delantero, ahora lesionado, interesa a todos. En caso de una venta futura supondrá otro ingreso relevante. Con Juan Cruz el Betis se aseguró un millón y el 40 por ciento de una venta futura por parte del Leganés, que lo tiene en el escaparate.Otros canteranos como Álex Pérez (cedido al Inter, con cuyo primer equipo se ha ejercitado recientemente, con opción de compra por 700.000 euros) o Souleymane Faye tienen mercado, así como el recién renovado Mateo o Fran Vieites y Guilherme para generar espacio para la llegada de Álvaro Valles como agente libre a partir de este verano. En el Betis se ha instalado el concepto «lluvia fina» para definir el goteo de ventas en el mercado consideradas menores pero que pueden generar en conjunto un volumen importante para compensar los balances económicos. En los últimos años ha sucedido con salidas como las de Edgar, Rober, Raúl García de Haro o Paul . Jugadores cuya aportación era interesante pero no determinantes y que fueron dejando millones muy valiosos para las arcas en momentos concretos. Ahora los verdiblancos tienen ante sí un escenario en el que han de generar ingresos antes del 30 de junio para equilibrar las cuentas una vez más pero para ello manejan, a través del mercado, la posibilidad de una venta de un futbolista importante (todo el mundo apunta a Johnny Cardoso por la opción de compra del Tottenham) o la suma de varios pequeños para alcanzar la cifra que se busca.En ese sentido dispone el Betis de un ramillete de activos futbolísticos cuya salida reportaría ingresos pero que no afectaría al potencial deportivo de la entidad, lo que se quiere proteger ante la perspectiva futura no sólo de poder participar en la Champions sino de intentar en la 2025-26 repetir clasificación continental a esa altura. Así, varios de los jugadores cedidos y algunos de los canteranos actuales cumplen esta condición y por ahí el Betis espera recibir bastante dinero sin reducir el potencial que maneja Pellegrini en su plantilla, algo por lo que apuesta la dirección deportiva en su política actual.Esta estrategia de darle valor a los elementos con los que no cuenta el equipo va en sintonía con el crecimiento del nivel del Betis y su posición con respecto a otros clubes. En este sentido ya se conoce que los verdiblancos percibirán 1,2 millones de euros por la venta de Juanmi cuando el Getafe certifique en estas semanas su permanencia en Primera, algo que estaba firmado en el contrato de cesión suscrito el pasado mes de enero para la salida del delantero, cuyo contrato expiraba en 2026. Las partes entendieron entonces que era un final de ciclo para Juanmi, de 31 años, en verdiblanco y así se ejecutará cuando dicten las matemáticas.Otro futbolista en una situación parecida es Borja Iglesias . Su notable rendimiento en el Celta (nueve goles en 34 partidos) y su vínculo con el club gallego, de su tierra, donde se formó y con cuyo entrenador es una pieza clave, refuerzan la idea de que siga en Vigo. El caso es que tendrá que articularse un traspaso. Borja, de 32 años, le costó al Betis 28 millones en 2019, con lo que le restan alrededor de seis millones de amortización atendiendo a la ampliación automática que da por buena el Betis hasta 2027. Ese concepto y su alto salario son claves en una macha que se da por segura. En el Celta también se encuentra Iker Losada , que fue cedido por los heliopolitanos en enero sin opción de compra pero con la condición de que tuviera minutos. Ha jugado diez encuentros, de los cuales sólo en dos fue titular, y marcó un gol. Le costó a los béticos 1,8 millones de euros y al menos quieren recuperar esa cantidad o elevarla. Visus , a préstamo en el Almere City de la Eredivisie, ha jugado 22 encuentros en la primera división de Países Bajos en un equipo que ha descendido. Su valor de mercado ha crecido, como sucedió con Rober, y su contrato con los verdiblancos es hasta 2027.Con Álex Collado el Betis siguió la estrategia de la captación de activos que inició Ramón Planes poniendo al mediapunta como un claro ejemplo. No pasó por Heliópolis y se fue cedido directamente al mercado emergente de Arabia Saudí, donde se ha hecho un nombre y tiene valor. En el Al-Kholood ha jugado 26 encuentro marcando cinco goles. Cambió hace poco de agentes, lo que puede indicar un movimiento de traspaso en verano con el que los verdiblancos reciban un ingreso relevante después de haberlo dejado a préstamo con beneficios y no pagar nada por su salario en este tiempo.Otros jugadores que pueden ir dejando réditos económicos al Betis ya no pertenecen a su plantilla. Son los casos de Assane o Juan Cruz . Del primero mantienen los verdiblancos un 20 por ciento de sus derechos tras su venta al Como por 11,5 millones en enero. La revalorización del delantero, ahora lesionado, interesa a todos. En caso de una venta futura supondrá otro ingreso relevante. Con Juan Cruz el Betis se aseguró un millón y el 40 por ciento de una venta futura por parte del Leganés, que lo tiene en el escaparate.Otros canteranos como Álex Pérez (cedido al Inter, con cuyo primer equipo se ha ejercitado recientemente, con opción de compra por 700.000 euros) o Souleymane Faye tienen mercado, así como el recién renovado Mateo o Fran Vieites y Guilherme para generar espacio para la llegada de Álvaro Valles como agente libre a partir de este verano.
En el Betis se ha instalado el concepto «lluvia fina» para definir el goteo de ventas en el mercado consideradas menores pero que pueden generar en conjunto un volumen importante para compensar los balances económicos. En los últimos años ha sucedido con … salidas como las de Edgar, Rober, Raúl García de Haro o Paul. Jugadores cuya aportación era interesante pero no determinantes y que fueron dejando millones muy valiosos para las arcas en momentos concretos. Ahora los verdiblancos tienen ante sí un escenario en el que han de generar ingresos antes del 30 de junio para equilibrar las cuentas una vez más pero para ello manejan, a través del mercado, la posibilidad de una venta de un futbolista importante (todo el mundo apunta a Johnny Cardoso por la opción de compra del Tottenham) o la suma de varios pequeños para alcanzar la cifra que se busca.
En ese sentido dispone el Betis de un ramillete de activos futbolísticos cuya salida reportaría ingresos pero que no afectaría al potencial deportivo de la entidad, lo que se quiere proteger ante la perspectiva futura no sólo de poder participar en la Champions sino de intentar en la 2025-26 repetir clasificación continental a esa altura. Así, varios de los jugadores cedidos y algunos de los canteranos actuales cumplen esta condición y por ahí el Betis espera recibir bastante dinero sin reducir el potencial que maneja Pellegrini en su plantilla, algo por lo que apuesta la dirección deportiva en su política actual.
Esta estrategia de darle valor a los elementos con los que no cuenta el equipo va en sintonía con el crecimiento del nivel del Betis y su posición con respecto a otros clubes. En este sentido ya se conoce que los verdiblancos percibirán 1,2 millones de euros por la venta de Juanmi cuando el Getafe certifique en estas semanas su permanencia en Primera, algo que estaba firmado en el contrato de cesión suscrito el pasado mes de enero para la salida del delantero, cuyo contrato expiraba en 2026. Las partes entendieron entonces que era un final de ciclo para Juanmi, de 31 años, en verdiblanco y así se ejecutará cuando dicten las matemáticas.
Otro futbolista en una situación parecida es Borja Iglesias. Su notable rendimiento en el Celta (nueve goles en 34 partidos) y su vínculo con el club gallego, de su tierra, donde se formó y con cuyo entrenador es una pieza clave, refuerzan la idea de que siga en Vigo. El caso es que tendrá que articularse un traspaso. Borja, de 32 años, le costó al Betis 28 millones en 2019, con lo que le restan alrededor de seis millones de amortización atendiendo a la ampliación automática que da por buena el Betis hasta 2027. Ese concepto y su alto salario son claves en una macha que se da por segura.
En el Celta también se encuentra Iker Losada, que fue cedido por los heliopolitanos en enero sin opción de compra pero con la condición de que tuviera minutos. Ha jugado diez encuentros, de los cuales sólo en dos fue titular, y marcó un gol. Le costó a los béticos 1,8 millones de euros y al menos quieren recuperar esa cantidad o elevarla. Visus, a préstamo en el Almere City de la Eredivisie, ha jugado 22 encuentros en la primera división de Países Bajos en un equipo que ha descendido. Su valor de mercado ha crecido, como sucedió con Rober, y su contrato con los verdiblancos es hasta 2027.
Con Álex Collado el Betis siguió la estrategia de la captación de activos que inició Ramón Planes poniendo al mediapunta como un claro ejemplo. No pasó por Heliópolis y se fue cedido directamente al mercado emergente de Arabia Saudí, donde se ha hecho un nombre y tiene valor. En el Al-Kholood ha jugado 26 encuentro marcando cinco goles. Cambió hace poco de agentes, lo que puede indicar un movimiento de traspaso en verano con el que los verdiblancos reciban un ingreso relevante después de haberlo dejado a préstamo con beneficios y no pagar nada por su salario en este tiempo.
Otros jugadores que pueden ir dejando réditos económicos al Betis ya no pertenecen a su plantilla. Son los casos de Assane o Juan Cruz. Del primero mantienen los verdiblancos un 20 por ciento de sus derechos tras su venta al Como por 11,5 millones en enero. La revalorización del delantero, ahora lesionado, interesa a todos. En caso de una venta futura supondrá otro ingreso relevante. Con Juan Cruz el Betis se aseguró un millón y el 40 por ciento de una venta futura por parte del Leganés, que lo tiene en el escaparate.
Otros canteranos como Álex Pérez (cedido al Inter, con cuyo primer equipo se ha ejercitado recientemente, con opción de compra por 700.000 euros) o Souleymane Faye tienen mercado, así como el recién renovado Mateo o Fran Vieites y Guilherme para generar espacio para la llegada de Álvaro Valles como agente libre a partir de este verano.
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