En representación de la UE, remarcan la necesidad de acercar la UE a Siria y ayudar a Damasco para que el país sea un «hogar seguro». Leer En representación de la UE, remarcan la necesidad de acercar la UE a Siria y ayudar a Damasco para que el país sea un «hogar seguro». Leer
En nombre de la Unión Europea, los ministros de Exteriores de Alemania y Francia se han reunido en Damasco con el líder de facto, Ahmed al Sharaa -conocido por su nombre de guerra, Mohamed al-Jolani– para mostrar una «mano tendida» a la nueva administración tras la caída del régimen de Bashar Asad.
La ministra alemana, Annalena Baerbcok, y su homólogo francés, Jean-Noel Barrot, se han mostrado «dispuestos a apoyar a Siria en su reinicio político» en un claro intento de acercar la UE a Siria en su nueva etapa y dar legitimidad a la administración de Sharaa.
Ambos representantes inspeccionaron la prisión de Sednaya, símbolo de las ejecuciones extrajudiciales y tortura a las que Asad sometió durante décadas a opositores y críticos con el gobierno. En dichas instalaciones entre 10.000 y 20.000 personas fueron encarceladas, según cifras de Amnistía Internacional. Barrot por su parte también visitó el edificio diplomático que albergaba la embajada francesa, clausurado en 2012 tras el inicio de la guerra siria. Ambos ministros se reunieron después con el líder de facto Sharaa.
Baerbock señaló antes del encuentro que es posible «un nuevo comienzo político» entre Bruselas y Damasco y que Berlín quiere contribuir a convertir Siria en un «hogar seguro» para encaminar el retorno del medio millón de refugiados sirios que acoge Alemania. La jefa de la diplomacia alemana señaló que saben «de dónde viene ideológicamente» la milicia gobernante que derrocó a Asad, Hayat Tahrir Al Sham (HTS), que se separó de Al Qaeda y el Estado Islámico hace años, aunque luego incluso los combatió.
«Sabemos lo que hicieron en el pasado. Pero también escuchamos y vemos el deseo de moderación y comprensión», añadió. El grupo militante sirio estableció en 2017 una administración en la provincia de Idlib -en el noroeste de Siria- donde gobernó hasta la reciente ofensiva relámpago lanzada a finales de noviembre que terminó con el régimen de Asad.
Baerbock también aludió a polémicas recientes sobre el rumbo que está tomando la administración de Sharaa, en particular su anuncio de que se podrían tardar hasta cuatro años en celebrar elecciones, así como los ataques contra minorías y los cambios en el currículum educativo, en el que proponen eliminar personajes femeninos de la historia del país.
La propuesta educativa también elimina referencias al desarrollo de los humanos en la tierra, deidades preislámicas o personajes históricos como Zenobia, una reina preislámica de la antigua ciudad de Palmira, arrasada durante la guerra por el Estado Islámico. Los críticos temen que los cambios representen el primer intento de Hayat Tahrir Al Sham de imponer un nuevo gobierno islámico en el país, que refuerce aún más las divisiones sectarias y la desconfianza entre la población provocada por más de una década de conflicto. La propuesta contrasta además, con el anterior programa educativo bajo el régimen de Asad, que consideraba el secularismo como el eje central de la enseñanza en el país.
«Un nuevo comienzo solo puede darse si la nueva sociedad siria concede un lugar en el proceso político a todos los sirios, mujeres y hombres, de todos los grupos étnicos o religiosos, y les proporciona derechos y protección», afirmó. Baerbock instó a evitar «actos de venganza contra grupos dentro de la población» y a eludir una larga demora en elecciones.
Por su parte, Barrot ha celebrado el proceso iniciado por HTS para que antiguos soldados y funcionarios del régimen de Asad entreguen voluntariamente sus armas y se inicie un proceso de investigación sobre su papel en el antiguo gobierno. «El régimen de Asad debe abandonar las armas e integrarse en la sociedad. Queremos asegurarnos de que nadie esté bajo amenaza«, señaló Barrot en una rueda de prensa en Damasco.
El ministro francés también ha hecho un llamamiento en apoyo de los kurdos del noroeste de Siria y respaldó su integración en el proceso político del país árabe. «Siria no puede salir adelante si no se hace justicia, por eso, desde hoy ofrecemos a las autoridades de transición la experiencia técnica de Francia para contribuir a la lucha contra la impunidad y a la realización de la justicia transicional», anunció. Barrot ha asegurado que «gracias a la movilización de los sirios nació una nueva esperanza» por una Siria «soberana, estable y pacífica» aunque advirtió que pese a que la esperanza es real, es una «esperanza frágil» y el país necesita un acompañamiento político.
Desde la caída de Asad hace casi un mes, el líder de facto Sharaa ha recibido a representantes de países de la región y occidente, en un intento de ganar legitimidad y apoyo económico para relanzar la economía del país, totalmente diezmada tras 13 años de guerra civil.
Sin embargo, tanto el hombre fuerte del país como su organización, Hayat Tahrir Al Sham, figuran en la lista negra de grupos terroristas de Estados Unidos y Naciones Unidas, debido a sus anteriores vínculos con Al Qaeda. Sharaa ha alertado a la comunidad internacional sobre la necesidad de levantar la designación de terrorismo así como las sanciones que pesan sobre el país y ha prometido un proceso de transición seguro y respetuoso con las minorías del país. «Los acontecimientos actuales exigen el levantamiento de todas las sanciones contra Siria», señaló en una reciente comparecencia.
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