La represión de Hamas para mantener el control: «Hay que limpiar Gaza de forajidos y colaboradores»

Los enfrentamientos entre el grupo palestino y las milicias, con ejecuciones incluidas, causan decenas de muertos y agitan el fantasma de la guerra civil Leer Los enfrentamientos entre el grupo palestino y las milicias, con ejecuciones incluidas, causan decenas de muertos y agitan el fantasma de la guerra civil Leer  

La entrada en vigor del alto el fuego en la Franja de Gaza, ha ido acompañada de un mayor despliegue de militantes de Hamas, que intentan recuperar el control del enclave ante la retirada de las fuerzas israelíes. El grupo palestino ha movilizado a 7.000 de sus miembros para «limpiar Gaza de forajidos y colaboradores», según palabras del Ministerio del Interior gazatí, en una operación que ha causado enfrentamientos y ejecuciones en lugares públicos, que hacen temer que el conflicto se encamine hacia una guerra civil.

Hamas acusa a estas milicias de haber colaborado con Israel durante su ofensiva en Gaza, ya sea mediante ataques contra su grupo o con saqueos de convoyes de ayuda humanitaria. En lo que va de semana, al menos 34 combatientes de diferentes milicias y ocho miembros de Hamas han muerto en estos enfrentamientos. El Gobierno gazatí, en manos de Hamas, les ha dado a estos grupos un ultimátum para entregar sus armas a cambio de una amnistía. «Todas las personas afectadas deben entregarse a los servicios de seguridad en el plazo de una semana para resolver su situación legal y de seguridad», señaló en un comunicado.

Tras dos años de ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza, el orden público se ha derrumbado por completo, con la destrucción de infraestructuras de seguridad, el deterioro de instituciones, la falta de acceso a bienes básicos y el desplazamiento del 90% de la población. Esta situación ha dado pie al surgimiento de grupos armados y saqueadores, mientras que ha fortalecido a otros que ya existían antes de la guerra. A esta situación se le añade el estado interno de Hamas, que ha sufrido pérdidas significativas entre sus filas durante el conflicto -entre ellos la mayoría de su cúpula militar-, aunque se desconoce el estado actual de sus estructuras.

Algunos de estos grupos han desafiado directamente a Hamas: «A todas las ratas de Hamas: sus túneles están destruidos, sus derechos ya no existen. Arrepentíos antes de que sea demasiado tarde. Hamas ya no existe«, declaró Hossam Al Astal, líder de las Fuerzas de Ataque contra el Terrorismo, una milicia alineada con Israel. Rival de Hamas desde hace años, los militantes se han fortalecido a medida que la guerra se agudizaba. Operan bajo la protección del ejército hebreo en las afueras de la ciudad sureña de Jan Yunis, más allá de la línea amarilla donde las fuerzas israelíes se han retirado. «Nadie puede entrar en nuestra zona, ni Hamas ni civiles», aseguró Al Astal a la emisora israelí Kan News. El líder de la milicia instó a los civiles a no temer a Hamas y les aseguró que no habrá una «versión 2.0» del grupo militante en el futuro.

Más al sur, en el paso de Rafah, las fuerzas de Hamas han lanzado ataques contra las llamadas Fuerzas Populares, comandadas por el militante Yasser Abu Shabab. Las tensiones entre ambos grupos se dispararon hace meses, con las acusaciones de Hamas de que Abu Shabab colaboraba con Israel, algo que el grupo ha negado. A finales de septiembre, un vídeo que circulaba por redes de Hamas mostraba la ejecución pública de tres hombres acusados de colaborar con Israel. Uno de los verdugos señaló a Abu Shabab como el próximo objetivo de las ejecuciones. Shabab por su parte, también ha desafiado al grupo armado, asegurando que tomarán el control de Gaza, en lo que denominó una «inevitable guerra civil». Una investigación del medio británico Sky News reveló en mayo que este grupo militante colaboraba con Israel en Rafah y son responsables del saqueo de camiones de ayuda humanitaria.

La contienda de Hamas se extiende también a la Ciudad de Gaza, donde persiguen al clan de los Doghmush, que cuenta entre sus filas con ex combatientes tanto de Hamas como de Fatah, que gobierna en Cisjordania. Pese a ser acusados de colaborar con Israel, uno de los líderes del clan, Nizar Doghmush, declaró a Los Angeles Times que el ejército hebreo les había contactado para gestionar una supuesta zona humanitaria en la Ciudad de Gaza, una propuesta que rechazaron. En un vídeo publicado en redes de Hamas, se observa una ejecución pública de cuatro supuestos militantes del clan Doghmush. «Se ha decidido una sentencia de muerte contra aquellos que traicionaron la patria, traicionaron a su pueblo y la causa, que fueron de la mano con la ocupación para matar a su propio pueblo», declaró en el vídeo un miembro de Hamás antes de ejecutar a uno de los detenidos.

Si bien los enfrentamientos se producen al margen de la tregua con Israel, las detenciones y ejecuciones ponen de relevancia cuestiones clave «del día después» de la guerra que no están resueltas aún, como el desarme de Hamas y las fuerzas de estabilización de tropas regionales que Washington quiere desplegar en Gaza. Israel ha declarado que no permitirá que ni la Autoridad Palestina ni Hamas tengan un papel en el futuro Gobierno. Mientras que éste último acepta un gobierno tecnócrata local, no ha resuelto la cuestión de su desarme.

Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, sugirió que Hamas tiene luz verde para estas operaciones en el enclave. «Quieren poner fin a los problemas y lo han expresado abiertamente, les dimos nuestra aprobación durante un tiempo. Cerca de dos millones de personas regresan a edificios que han sido demolidos, pueden ocurrir cosas malas. Así que queremos que sea seguro, creo que todo irá bien», aseguró Trump.

 Internacional // elmundo

Noticias Similares