La tensión entre Sánchez y Feijóo se traslada a los actos del Día de la Fiesta Nacional

El clima de tensión que ha vuelto a inundar el Congreso de los Diputados durante la semana se ha trasladado este sábado al Palacio Real. En los corrillos con periodistas posteriores a la recepción del Día de la Fiesta Nacional, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado el informe de la UCO que deja al exministro José Luis Ábalos al borde de la imputación por el caso Koldo para arremeter contra Pedro Sánchez. “El presidente del Gobierno no debería estar en esta fiesta, debería estar dando una rueda de prensa sin límite de preguntas”, ha dicho el máximo dirigente del PP. A pocos metros, Sánchez ha cargado también con dureza contra el PP y Vox, acusándoles de ser los “Torquemada” de la oposición.

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 El líder de la oposición dice que el presidente “no debería estar” en la recepción del Palacio Real sino dando explicaciones por el ‘caso Koldo’, y el jefe del Ejecutivo llama “Torquemada” a la derecha  

El clima de tensión que ha vuelto a inundar el Congreso de los Diputados durante la semana se ha trasladado este sábado al Palacio Real. En los corrillos con periodistas posteriores a la recepción del Día de la Fiesta Nacional, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado el informe de la UCO que deja al exministro José Luis Ábalos al borde de la imputación por el caso Koldo para arremeter contra Pedro Sánchez. “El presidente del Gobierno no debería estar en esta fiesta, debería estar dando una rueda de prensa sin límite de preguntas”, ha dicho el máximo dirigente del PP. A pocos metros, Sánchez ha cargado también con dureza contra el PP y Vox, acusándoles de ser los “Torquemada” de la oposición.

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Tras un desfile militar pasado por agua, y una vez en el Palacio Real, la atención se ha centrado en la bronca política. Feijoo ha sido contundente. “Esto no hay quien lo pare. Jamás una trama de corrupción había llegado tan lejos y había estado tan cerca de La Moncloa”, ha dicho para referirse a la investigación judicial sobre la presunta trama que se introdujo en el Ministerio de Transportes, que entonces dirigía el número tres socialista, José Luis Ábalos. “Empezamos a conocer la historia judicial”, ha dicho. El líder de la oposición, sin embargo, ha descartado presentar una moción de censura contra el presidente. “Al toro hay que sacarle la muleta cuando toca”, ha alegado. En ese momento, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso —que hace dos días sí pidió la dimisión “inmediata” de Sánchez y la convocatoria de elecciones—, ha saludado al presidente popular mostrándole su sintonía.

A pocos metros, la tensión continuaba en el Palacio y Sánchez no sólo se defendía —”hemos actuado con contundencia, prontitud y transparencia”, decía en referencia a la expulsión de Ábalos del PSOE— sino que hacía balance del último año de Gobierno de coalición. “Las cosas más gordas las hemos sacado”, ha presumido en referencia a la ley de amnistía y a la reforma del CGPJ. Preguntado por la norma más importante para un Gobierno, los Presupuestos Generales del Estado, el presidente ha asegurado que está trabajando en ello, no elude su responsabilidad y que su intención es poder presentarlos, pese a que los apoyos parlamentarios penden de un hilo. “La aritmética parlamentaria es la que es”, ha reconocido antes de confirmar que deberán esperar a que pasen los congresos de ERC y Junts.

La crispación es tan elevada que la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, ha increpado a Sánchez mientras este hablaba con los medios. Araluce ha reprochado al presidente su falta de respeto por no responder a las misivas que la entidad ha enviado a La Moncloa a propósito de la controvertida reforma legal que supondrá la excarcelación de varios presos etarras.

Un gesto “discutible”

Preguntado por la fotografía mostrada el miércoles pasado por su portavoz parlamentario en el Congreso, Miguel Tellado, con los rostros de 12 socialistas asesinados por ETA, un gesto que ha enfadado a los familiares de varias de esas víctimas, Feijóo ha concedido que fue un gesto “discutible”. El líder de la oposición también ha descartado llamar por ahora al presidente a la comisión de investigación en el Senado sobre el caso que afecta a su esposa, Begoña Gómez. “¿Qué prisa hay?”, ha planteado. “Llevo treinta años en política y nunca he visto una cosa como esta”.

Sánchez ha acudido a la recepción en el Palacio Real (con unos 1.300 invitados) sin su esposa, que tampoco lo acompañó el año pasado. Gómez ha estado en los últimos meses en el centro de la batalla política, desde que el magistrado Juan Carlos Peinado la imputara por tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras la querella presentada por la organización ultra Manos Limpias.

La presencia de Illa

El president de la Generalitat catalana, el socialista Salvador Illa, ha acudido al Palacio Real para demostrar una “normalización institucional” en las relaciones de Cataluña con el resto de España. Se trata del primer jefe del Govern que asiste a esta cita en 14 años, después de tres lustros de gobiernos independentistas. “Cataluña quiere implicarse en España”, ha dicho Illa. Y ha defendido el nuevo modelo de financiación autonómica pactado con ERC, que da un trato diferenciado a Cataluña. “Nada de lo que yo he firmado es insolidario [con el resto de España]”, ha declarado el socialista catalán, a quien se le ha visto hablar un rato con el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, del PP.

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