Joan Laporta lleva hasta tal punto la improvisación y la trampa, que al final su irresponsabilidad le ha acabado pasando por encima. En cualquier empresa o club serio, la no inscripción de Dani Olmo sería motivo de dimisión. De dimisión inmediata e inapelable y el presidente ya convertido en expresidente no podría salir de su casa en varias semanas, hasta que los aficionados y socios olvidaran el terrible agravio. Cualquier victimismo es siempre mentira pero en este caso es tan hipócrita y tan falso que no puede ni comentarse. Laporta ha tenido a Javier Tebas como principalísimo aliado para inscribir a Olmo y a todos los demás jugadores. El presidente de LaLiga se ha comportado como un barcelonista más aceptando conceptos económicos completamente inadmisibles y tramposos para que de alguna manera, completamente fraudulenta, las cuentas del Barça cuadraran y el club y el equipo pudieran continuar siendo competitivos. Con Dani Olmo estaba también dispuesto a aceptar cualquier cosa, pero el presidente del Barcelona lo ha llevado todo tan al extremo que al final ha saltado por los aires. Es una vergüenza y un ridículo espantoso que Dani Olmo no haya podido ser inscrito antes de terminar el año. Por mucho que el Barça haya anunciado una batalla judicial para revertir la situación, un fracaso de este calibre deja al descubierto una gestión desastrosa. La culpa no es exclusivamente de Laporta, que, sobre todo a lo largo de su segunda presidencia, no ha engañado a nadie y ha desarrollado su estilo cutre, ruinoso y cosas peores sin ningún escrúpulo y a la vista de todo el mundo. Solo una afición fanática, ignorante y voluntariamente ciega podía avalar semejante escándalo. El Barça está exactamente donde sus socios y masa crítica han querido.El mismo mes que Laporta ha regalado a Darren Dein 50 millones de comisión por no hacer nada, porque el contrato con Nike estaba cerrado desde mayo, Olmo no ha podido ser inscrito por 60. Cuando el barcelonismo tenga la menor tentación de indignarse, que recuerde que el acuerdo de patrocinio con la marca deportiva, y todas sus consecuencias, lo aprobaron ellos mismos en asamblea. Joan Laporta lleva hasta tal punto la improvisación y la trampa, que al final su irresponsabilidad le ha acabado pasando por encima. En cualquier empresa o club serio, la no inscripción de Dani Olmo sería motivo de dimisión. De dimisión inmediata e inapelable y el presidente ya convertido en expresidente no podría salir de su casa en varias semanas, hasta que los aficionados y socios olvidaran el terrible agravio. Cualquier victimismo es siempre mentira pero en este caso es tan hipócrita y tan falso que no puede ni comentarse. Laporta ha tenido a Javier Tebas como principalísimo aliado para inscribir a Olmo y a todos los demás jugadores. El presidente de LaLiga se ha comportado como un barcelonista más aceptando conceptos económicos completamente inadmisibles y tramposos para que de alguna manera, completamente fraudulenta, las cuentas del Barça cuadraran y el club y el equipo pudieran continuar siendo competitivos. Con Dani Olmo estaba también dispuesto a aceptar cualquier cosa, pero el presidente del Barcelona lo ha llevado todo tan al extremo que al final ha saltado por los aires. Es una vergüenza y un ridículo espantoso que Dani Olmo no haya podido ser inscrito antes de terminar el año. Por mucho que el Barça haya anunciado una batalla judicial para revertir la situación, un fracaso de este calibre deja al descubierto una gestión desastrosa. La culpa no es exclusivamente de Laporta, que, sobre todo a lo largo de su segunda presidencia, no ha engañado a nadie y ha desarrollado su estilo cutre, ruinoso y cosas peores sin ningún escrúpulo y a la vista de todo el mundo. Solo una afición fanática, ignorante y voluntariamente ciega podía avalar semejante escándalo. El Barça está exactamente donde sus socios y masa crítica han querido.El mismo mes que Laporta ha regalado a Darren Dein 50 millones de comisión por no hacer nada, porque el contrato con Nike estaba cerrado desde mayo, Olmo no ha podido ser inscrito por 60. Cuando el barcelonismo tenga la menor tentación de indignarse, que recuerde que el acuerdo de patrocinio con la marca deportiva, y todas sus consecuencias, lo aprobaron ellos mismos en asamblea.
Cualquier victimismo es siempre mentira pero en este caso es tan hipócrita y tan falso que no puede ni comentarse
Joan Laporta lleva hasta tal punto la improvisación y la trampa, que al final su irresponsabilidad le ha acabado pasando por encima. En cualquier empresa o club serio, plan o inscripción de Dani Olmo sería motivo de dimisión. De dimisión inmediata e inapelable y el …
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
RSS de noticias de deportes