Las Navidades más oscuras de Cuba: «Vivir así no es vida, nos matan cada día y sin esperanza»

A la crisis nacional, que no deja de crecer desde hace cinco años, se ha sumado el bloqueo naval impuesto por Washington al chavismo en su jaque petrolero Leer A la crisis nacional, que no deja de crecer desde hace cinco años, se ha sumado el bloqueo naval impuesto por Washington al chavismo en su jaque petrolero Leer  

Las cortinas de humo lanzadas desde el poder revolucionario no han servido para dar luz a las Navidades más oscuras en Cuba. «En La Habana se ha multiplicado hasta el delirio este símbolo de modernidad yanqui [Santa Claus] en las fachadas de restaurantes y en todos los negocios imaginables, en monigotes, inflables. Se supone que el gordo risueño y rojiblanco atraiga público, consumidores, dinero», se molestó el ex ministro Abel Prieto, una de las principales voces del régimen castrista entre los aplausos digitales de Liz Cuesta, la mujer del presidente Miguel Díaz-Canel.

«Tenemos que denunciar la prosperidad envenenada de Estados Unidos. Es un componente central del legado de Fidel, de Raúl, de Díaz-Canel», encontró la solución el escritor y cuentista.

Lo que no contó Prieto es que los cubanos sufren una crisis energética extrema que nada tiene que ver con Papá Noel ni con los renos. A la crisis nacional, que no deja de crecer desde hace cinco años, se ha sumado el bloqueo naval impuesto por Washington al chavismo en su jaque petrolero. De hecho, el primer buque pirata petrolero (el iraní Skipper, con 30 marineros rusos a bordo), intervenido por las fuerzas estadounidenses, transportaba casi dos millones de barriles de petróleo venezolano a la cubana Matanzas.

¿Hasta dónde afecta el cortocircuito petrolero en el Caribe a la revolución cubana? Desde que Hugo Chávez y Fidel Castro inventaron el esquema de petróleo por personal cubano en Venezuela, los médicos y entrenadores deportivos se sustituyeron en su mayoría por militares y agentes de Inteligencia, fundamentales en el círculo de seguridad de Nicolás Maduro.

A cambio, el chavismo enviaba más de 100.000 barriles diarios de petróleo a la isla, que fueron disminuyendo hasta los 27.000 actuales con el derrumbe revolucionario. La cuestión es que La Habana revendía parte de ese petróleo, sobre todo a China, para de esa forma obtener dólares para sus arcas vacías. Las aportaciones de México y Rusia (30.000 barriles al día entre ambos) no son suficientes, en la ecuación faltan al menos 20.000 barriles por día.

«La realidad es que el bloqueo a Venezuela no hace tanto daño a Cuba, pero sí a GAESA (Grupo de Administración Empresarial, el consorcio de los militares castristas que controla buena parte de la economía del país). Ellos revenden el petróleo sin usarlo y el resto apenas sirve para aliviar los apagones que ya son más por el colapso de la infraestructura energética que por falta de combustible», desveeló a EL MUNDO Juan Antonio Blanco, presidente del Laboratorio de Ideas Cuba Siglo XXI.

Los cubanos viven una Navidad entre sombras, tres décadas prohibida por Fidel Castro, al margen de los negocios de sus jerarcas y de los militares. «Aún no me explico cómo Santa Claus encontrará hogares felices y luces navideñas encendidas. Dios tenga piedad de los cubanos», se lamentó Maidel González. «Vivir así no es vida, nos están matando cada día más y sin esperanza», criticó sin ambages Caridad Pérez.

La Navidad de 2025 ya ha pasado a la historia como la más oscura, al menos en lo que va de siglo. Ni siquiera en la Nochebuena mejoraron las prestaciones energéticas. Según los datos aportados ayer por la Unión Eléctrica al Gramna, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), el último domingo del año batió récords negativos: en la hora punta de consumo sólo estuvieron disponibles 1.468 megavatios, cuando la demanda fue de 3.370 MW. En definitiva, un déficit de 1.902 MW, el 60% que abruma a los cubanos en tiempos festivos.

«Qué tristeza, todo oscuro. Desde las 6pm cortaron la electricidad hoy [por el sábado] en Lawton [barrio de La Habana]», se quejó Elsa Morejón.

Todo eso después de un verano tan caliente como demoledor, que dejó una media de 16 horas diarias sin electricidad en julio y casi 15 horas en agosto. En Santiago de Cuba, Matanzas y Holguín fueron habituales los apagones que superaron las 20 horas al día.

«La Navidad ha llegado a Cuba en un clima que desestimula cualquier ilusión festiva. A la oscuridad de los apagones, la escasez material y la precariedad que han colonizado la vida cotidiana, se suma este año una dimensión más profunda y terrible: la de un país enfermo tanto en su cuerpo social como en su entramado moral, que transita estas fechas sin que desde el poder existan estrategias que señalen horizontes de recuperación», disparó tras la Nochebuena el Laboratorio de Pensamiento Cívico sobre la Nación Cubana.

Ante semejante situación, el castrismo ha puesto en circulación distintas explicaciones, incluso durante la Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) se hizo oficial un nuevo plan de asistencia energética a la desesperada para Cuba. Maduro informó a los países miembro la creación de la Misión Internacional de Energía y Electricidad para apoyar «a la hermana república en la restitución total de la energía eléctrica».

Pese a los apoyos externos, el Gobierno de La Habana intenta pasar de puntillas en cómo GAESA ha revendido a China un combustible que hace falta en el país. «El aparato ideológico dentro toca el tema con cuidado porque no quiere llamar la atención sobre el hecho de que el petróleo lo exportan a Cuba solo para etiquetarlo de nuevo y enviarlo a Asia como exportación cubana donde Cuba Metales [empresa de GAESA] cobra y deposita el dinero en bancos en el exterior«, sintetizó Blanco para este periódico.

 Internacional // elmundo

Noticias Similares