En el mercado de fichajes no se debe cerrar ninguna puerta porque nunca se puede llegar a saber quién aparecerá al otro lado. Ni clubes ni jugadores son capaces de aventurar qué puede suceder. Primero están las voluntades de cada actor implicado; después, la capacidad para resistir ofertas tentadoras en ambas direcciones. En el Sevilla se sabe a la perfección que Dodi Lukebakio está llamado a salir del club de Nervión más pronto que tarde. La fecha en cuestión es una incógnita, aunque desde antes incluso de que se abriese el mercado invernal, cuando el belga había demostrado en su segunda temporada como sevillista ese potencial que sólo se le pudo adivinar en la primera, la idea del club era la de convencer al extremo y su entorno de la idoneidad de no abandonar el proyecto a mitad de camino, de aguantar al menos hasta verano. Y la primera prueba no se hizo esperar. El Nápoles , con los 70 millones frescos de la venta de Kvaratskhelia al PSG , llamó al entorno del sevillista para iniciar una negociación. Lukebakio, concienciado de que no era el momento de salir ni tampoco el destino que más llamase su atención, le comunicó a sus agentes que su deseo era permanecer en el Sánchez-Pizjuán . Ya llegarán otras propuestas de más enjundia. El Sevilla no recibió comunicación directa del club italiano, por lo que no ha tenido que rechazar ninguna oferta al respecto. No ha recibido la tentación de conocer que su principal figura está en el mercado y alguien se acerca a lo que podría considerarse una oferta irrechazable. La cláusula de Dodi Lukebakio , quien firmó hace año y medio un contrato por cinco temporadas (2028), está fijada en 40 millones , una cifra estándar para jugadores que cuestan sobre los 10 millones (nueve fijos pagó el Sevilla) y con un salario como el del internacional por Bélgica. Una cláusula que, de ser satisfecha, aliviaría de forma contundente las cuentas de un club en continuo déficit.También está la postura del propio jugador, quien firmó por el Sevilla en un momento deportivo muy distinto al actual, con la séptima corona de la Europa League sobre su cabeza y disputando Champions . Eligió Nervión a ofertas mejores de la Premier. Pese al bajón deportivo del equipo, el zurdo ha encontrado un contexto en el que se siente cómodo y, encima, es tratado como estrella del equipo por sus propios compañeros. Nadie quiere verle marchar. Mucho menos su entrenador. Por ello, el trabajo grupal para que nadie pierda las perspectiva del objetivo común es igualmente destacada. Lukebakio no quiere dejar en la estacada a sus compañeros, al menos mientras no llame a su puerta un club grande de verdad, a los que es imposible decir que no.Temporada de crecimientoPara alcanzar esta cifra en el mercado, lógicamente, Lukebakio debería seguir con su ritmo de rendimiento esta temporada. Ya ha alcanzado las nueves dianas en un Sevilla con escasos argumentos ofensivos. Cuando mejor ha estado el equipo, también se ha podido ver a un Lukebakio más suelto, con más llegada a portería. El fichaje de Rubén Vargas y la recuperación de Chidera Ejuke permitirán que tenga otras libertad sobre la hierba. Que las vigilancias que ya preparaban los rivales sobre su figura sean menos completas, necesitando ocupar otras zonas para evitar que el resto de atacantes quede libre.Además, Lukebakio tiene la sana costumbre de regalar golazos cada poco tiempo. Le cuesta meter el llamado tanto fácil o de empujar, por lo que sus detalles técnicos tiene una importante repercusión a nivel internacional. El gol ante el Girona ha vuelto a poner su nombre en boca de muchos especialistas. El Sevilla se sigue frotando las manos. Si es capaz de retener a su estrella en el actual mercado, obsesión del director deportivo desde antes que comenzase el segundo baile de la temporada, en verano será el momento de comprobar su valor real para el mercado. 40 es su cláusula. El Sevilla rara vez ha rozado una cifra parecida. Un techo difícil de superar.El rol de García PimientaY para que un jugador brille en el césped deben darse varios factores, siendo de los más importantes la conexión que tenga con el entrenador, incluso por delante de esa misma cercanía con sus compañeros. Después de un año donde no tuvo un técnico que le diese verdadera confianza entre los tres que tuvo, siendo Quique Sánchez Flores el que más le marcó en negativo al jugar con un sistema que le cortaba su progresión. No quería jugar como delantero, sobre todo en un sistema que le obligaba siempre a partir de lejísimos en el campo.Pese a su mal ganada fama de jugador que ayuda poco en las jugadas defensivas, su aportación ha crecido con el paso de los meses también gracias a Pimienta, quien insiste en que lo primero es la recuperación alta de balón para que la pelota esté en zonas donde puedan hacer daño los atacantes. Le pide compromiso y Dodi se lo está dando. En cambio, ha organizado un sistema de juego donde la banda derecha es exclusiva para él, con un lateral por detrás que apenas se desdobla, dejando que la responsabilidad de las acciones, casi siempre individuales, corra por suerte de un Lukebakio que está más cómodo en la elección de la jugada por encima del acompañamiento.El Sevilla encara los últimos 12 días del mercado de fichajes con la certeza de que alguna venta dolorosa deberán realizar. No estaba en la hoja de ruta inicial, pero así es la corta ventana invernal, donde los débiles económicamente deben desprenderse de sus pilares. Badé está llamado a ser el sacrificado, mientras el club se guarda el cheque de Lukebakio para mejor ocasión. En el mercado de fichajes no se debe cerrar ninguna puerta porque nunca se puede llegar a saber quién aparecerá al otro lado. Ni clubes ni jugadores son capaces de aventurar qué puede suceder. Primero están las voluntades de cada actor implicado; después, la capacidad para resistir ofertas tentadoras en ambas direcciones. En el Sevilla se sabe a la perfección que Dodi Lukebakio está llamado a salir del club de Nervión más pronto que tarde. La fecha en cuestión es una incógnita, aunque desde antes incluso de que se abriese el mercado invernal, cuando el belga había demostrado en su segunda temporada como sevillista ese potencial que sólo se le pudo adivinar en la primera, la idea del club era la de convencer al extremo y su entorno de la idoneidad de no abandonar el proyecto a mitad de camino, de aguantar al menos hasta verano. Y la primera prueba no se hizo esperar. El Nápoles , con los 70 millones frescos de la venta de Kvaratskhelia al PSG , llamó al entorno del sevillista para iniciar una negociación. Lukebakio, concienciado de que no era el momento de salir ni tampoco el destino que más llamase su atención, le comunicó a sus agentes que su deseo era permanecer en el Sánchez-Pizjuán . Ya llegarán otras propuestas de más enjundia. El Sevilla no recibió comunicación directa del club italiano, por lo que no ha tenido que rechazar ninguna oferta al respecto. No ha recibido la tentación de conocer que su principal figura está en el mercado y alguien se acerca a lo que podría considerarse una oferta irrechazable. La cláusula de Dodi Lukebakio , quien firmó hace año y medio un contrato por cinco temporadas (2028), está fijada en 40 millones , una cifra estándar para jugadores que cuestan sobre los 10 millones (nueve fijos pagó el Sevilla) y con un salario como el del internacional por Bélgica. Una cláusula que, de ser satisfecha, aliviaría de forma contundente las cuentas de un club en continuo déficit.También está la postura del propio jugador, quien firmó por el Sevilla en un momento deportivo muy distinto al actual, con la séptima corona de la Europa League sobre su cabeza y disputando Champions . Eligió Nervión a ofertas mejores de la Premier. Pese al bajón deportivo del equipo, el zurdo ha encontrado un contexto en el que se siente cómodo y, encima, es tratado como estrella del equipo por sus propios compañeros. Nadie quiere verle marchar. Mucho menos su entrenador. Por ello, el trabajo grupal para que nadie pierda las perspectiva del objetivo común es igualmente destacada. Lukebakio no quiere dejar en la estacada a sus compañeros, al menos mientras no llame a su puerta un club grande de verdad, a los que es imposible decir que no.Temporada de crecimientoPara alcanzar esta cifra en el mercado, lógicamente, Lukebakio debería seguir con su ritmo de rendimiento esta temporada. Ya ha alcanzado las nueves dianas en un Sevilla con escasos argumentos ofensivos. Cuando mejor ha estado el equipo, también se ha podido ver a un Lukebakio más suelto, con más llegada a portería. El fichaje de Rubén Vargas y la recuperación de Chidera Ejuke permitirán que tenga otras libertad sobre la hierba. Que las vigilancias que ya preparaban los rivales sobre su figura sean menos completas, necesitando ocupar otras zonas para evitar que el resto de atacantes quede libre.Además, Lukebakio tiene la sana costumbre de regalar golazos cada poco tiempo. Le cuesta meter el llamado tanto fácil o de empujar, por lo que sus detalles técnicos tiene una importante repercusión a nivel internacional. El gol ante el Girona ha vuelto a poner su nombre en boca de muchos especialistas. El Sevilla se sigue frotando las manos. Si es capaz de retener a su estrella en el actual mercado, obsesión del director deportivo desde antes que comenzase el segundo baile de la temporada, en verano será el momento de comprobar su valor real para el mercado. 40 es su cláusula. El Sevilla rara vez ha rozado una cifra parecida. Un techo difícil de superar.El rol de García PimientaY para que un jugador brille en el césped deben darse varios factores, siendo de los más importantes la conexión que tenga con el entrenador, incluso por delante de esa misma cercanía con sus compañeros. Después de un año donde no tuvo un técnico que le diese verdadera confianza entre los tres que tuvo, siendo Quique Sánchez Flores el que más le marcó en negativo al jugar con un sistema que le cortaba su progresión. No quería jugar como delantero, sobre todo en un sistema que le obligaba siempre a partir de lejísimos en el campo.Pese a su mal ganada fama de jugador que ayuda poco en las jugadas defensivas, su aportación ha crecido con el paso de los meses también gracias a Pimienta, quien insiste en que lo primero es la recuperación alta de balón para que la pelota esté en zonas donde puedan hacer daño los atacantes. Le pide compromiso y Dodi se lo está dando. En cambio, ha organizado un sistema de juego donde la banda derecha es exclusiva para él, con un lateral por detrás que apenas se desdobla, dejando que la responsabilidad de las acciones, casi siempre individuales, corra por suerte de un Lukebakio que está más cómodo en la elección de la jugada por encima del acompañamiento.El Sevilla encara los últimos 12 días del mercado de fichajes con la certeza de que alguna venta dolorosa deberán realizar. No estaba en la hoja de ruta inicial, pero así es la corta ventana invernal, donde los débiles económicamente deben desprenderse de sus pilares. Badé está llamado a ser el sacrificado, mientras el club se guarda el cheque de Lukebakio para mejor ocasión.
El Sevilla sigue pensando que su estrella se mantendrá en su postura de terminar el curso en Nervión, mientras se frota las manos con su elevada cotización
En el mercado de fichajes no se debe cerrar ninguna puerta porque nunca se puede llegar a saber quién aparecerá al otro lado. Ni clubes ni jugadores son capaces de aventurar qué puede suceder. Primero están las voluntades de cada actor implicado; después, la capacidad …
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