El Tribunal Supremo de Justicia venezolano justifica su decisión en los supuestos daños ocasiones por la difusión de contenido alusivo a retos virales Leer El Tribunal Supremo de Justicia venezolano justifica su decisión en los supuestos daños ocasiones por la difusión de contenido alusivo a retos virales Leer
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), principal brazo armado judicial del chavismo, ha condenado a TikTok al pago de una multa de 10 millones de dólares. El órgano bajo control de Nicolás Maduro ha justificado su decisión en los supuestos daños ocasionados por la difusión de contenido alusivo a retos virales, que según el aparato de propaganda revolucionaria habría provocado varios suicidios en las últimas semanas.
La Sala Constitucional de dicho tribunal ha confirmado, tras «reuniones» con expertos, «la influencia e impacto de las redes en el estado psíquico y psicológico en los niños y adolescentes», según ha informado la magistrada Tania D’Amelio, antigua miembro del Consejo Nacional Electoral (CNE), sancionada por Estados Unidos tras participar en distintas elecciones fraudulentas.
Caryslia Rodríguez, presidenta del TSJ, ha añadido que exigirán a TikTok que abra una sede en territorio nacional venezolano para regular su uso en la población.
El control de las redes sociales, de las aplicaciones de mensajería instantánea y de los mensajes de los influencers se han convertido en una obsesión para Maduro, multiplicada tras su derrota electoral. El presidente pueblo hace responsable al imperio y a Occidente del control mental de la población a través de la tecnología, lo que también le sirve para arremeter una y otra vez contra Elon Musk (dueño de X, la antigua Twitter), Mark Zuckerberg (Facebook, Instagram y WhatsApp) y Jeff Bezos (Amazon).
Lo más paradójico es que Maduro exprime al máximo todas las plataformas digitales y analógicas, con un uso desmedido de las fake news, para vender su propaganda. Al margen de su constante presencia en televisión (tiene hasta su propio programa semanal, Con Maduro+), el mandatario bombardea con mensajes constantes en todas las redes, incluida TikTok, donde intenta posicionar una especie de humor bizarro sin ninguna gracia.
«A pesar de enarbolar el estandarte de un supuesto socialismo, la vocación autoritaria de la dictadura venezolana pretende alcanzar la vida íntima de sus ciudadanos. El cuestionar los valores (o anti valores) que se transmiten en medios y redes sociales, poner al imperio norteamericano y a Europa como máxima expresión de la decadencia de la cultura occidental, donde se agotó el modelo de «democracia liberal» y una supuesta defensa del derecho de cada pueblo a escoger un sistema político alternativo es un mero burladero ideológico para justificar la supresión de los restos de la democracia en Venezuela y una forma de acelerar el paso para avanzar en la construcción de un mayor control social que alcance la intimidad de los venezolanos», constató para EL MUNDO el sociólogo Gianni Finco, uno de los principales expertos del país en propaganda revolucionaria.
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