No es fuerza mayor, es negligencia

Recurrir a la justicia ordinaria es la última pantomima que se ha inventado Laporta para tratar inútilmente de disimular el ridículo que ha hecho con Dani Olmo . El argumento de la «fuerza mayor» que esgrime el presidente no tiene ninguna posibilidad de prosperar dado que no ha se ha dado ningún imprevisto o elemento sobrevenido en un contrato del que se conocía su expiración el día que se firmó. No es causa de fuerza mayor, es negligencia. Lo mismo ha pasado en el baloncesto, con el falso fichaje de Heurtel : llegar a un acuerdo con el jugador, hacerlo subir a un avión con su familia y ceder a la presión de las redes sociales mientras dura su vuelo desde China no es sólo una falta de respeto al jugador sino a un club y a una afición que han quedado como unos auténticos cocheros. Lo que en 2003 era fresco, espontáneo y remolón es hoy deprimente, truculento y letal para el presente y el futuro del Barcelona. La improvisación y los comisionistas habituales son la característica de un club en quiebra técnica, que se autoliquida a pedacitos malvendiendo sus recursos y hundido en el desprestigio. Aunque Dani Olmo esperará a que se agoten del todo las posibilidades de la inscripción, la familia del jugador -sobre todo su padre y manager- están indignados con la informalidad del presidente.Laporta sabía desde septiembre que tenía que resolver la provisional situación del centrocampista. Y podía haber tomado decisiones razonables y fáciles para asegurar su continuidad. Pero ha hecho todo lo contrario: por ejemplo, regalar una comisión de 50 millones de euros a Darren Dein por no hacer absolutamente nada en el contrato de Nike. ¿Dónde han ido estos 50 millones que podían haber servido por lo menos en parte para estar más cerca de inscribir a Dani ? ¿Alguien se cree que un presidente como Laporta regala 50 millones de euros a uno de sus comisionistas habituales a cambio de nada? Ni Javier Tebas en su máximo interés por ayudar al Barça a ser competitivo puede saltarse las normas de una manera tan flagrante, ni un juez puede arriesgarse a ser procesado por prevaricación dándole la razón al Barça cuando es a todas luces evidente que no la tiene y que sólo trata de buscar argumentos para el victimismo.Hace pocos días esta devastación parecía imposible e incluso hoy parece increíble. Pero nada es más real y cierto que Laporta ha llevado al Barça al extremo donde cualquier fracaso no sólo es plausible sino merecido. Recurrir a la justicia ordinaria es la última pantomima que se ha inventado Laporta para tratar inútilmente de disimular el ridículo que ha hecho con Dani Olmo . El argumento de la «fuerza mayor» que esgrime el presidente no tiene ninguna posibilidad de prosperar dado que no ha se ha dado ningún imprevisto o elemento sobrevenido en un contrato del que se conocía su expiración el día que se firmó. No es causa de fuerza mayor, es negligencia. Lo mismo ha pasado en el baloncesto, con el falso fichaje de Heurtel : llegar a un acuerdo con el jugador, hacerlo subir a un avión con su familia y ceder a la presión de las redes sociales mientras dura su vuelo desde China no es sólo una falta de respeto al jugador sino a un club y a una afición que han quedado como unos auténticos cocheros. Lo que en 2003 era fresco, espontáneo y remolón es hoy deprimente, truculento y letal para el presente y el futuro del Barcelona. La improvisación y los comisionistas habituales son la característica de un club en quiebra técnica, que se autoliquida a pedacitos malvendiendo sus recursos y hundido en el desprestigio. Aunque Dani Olmo esperará a que se agoten del todo las posibilidades de la inscripción, la familia del jugador -sobre todo su padre y manager- están indignados con la informalidad del presidente.Laporta sabía desde septiembre que tenía que resolver la provisional situación del centrocampista. Y podía haber tomado decisiones razonables y fáciles para asegurar su continuidad. Pero ha hecho todo lo contrario: por ejemplo, regalar una comisión de 50 millones de euros a Darren Dein por no hacer absolutamente nada en el contrato de Nike. ¿Dónde han ido estos 50 millones que podían haber servido por lo menos en parte para estar más cerca de inscribir a Dani ? ¿Alguien se cree que un presidente como Laporta regala 50 millones de euros a uno de sus comisionistas habituales a cambio de nada? Ni Javier Tebas en su máximo interés por ayudar al Barça a ser competitivo puede saltarse las normas de una manera tan flagrante, ni un juez puede arriesgarse a ser procesado por prevaricación dándole la razón al Barça cuando es a todas luces evidente que no la tiene y que sólo trata de buscar argumentos para el victimismo.Hace pocos días esta devastación parecía imposible e incluso hoy parece increíble. Pero nada es más real y cierto que Laporta ha llevado al Barça al extremo donde cualquier fracaso no sólo es plausible sino merecido.  

Todo irá bien

«Lo que en 2003 era fresco, espontáneo y remolón es hoy deprimente, truculento y letal para el presente y el futuro del Barcelona»

Dani Olmo, durante un entrenamiento con el Barcelona efe

Recurrir a la justicia ordinaria es la última pantomima que se ha inventado Laporta para tratar inútilmente de disimular el ridículo que ha hecho con Dani Olmo. El argumento de la «fuerza mayor» que esgrime el presidente no tiene ninguna posibilidad de prosperar dado …

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