Oda a la autoconfianza

La psicología ha demostrado que una mente bien ordenada y positiva es una de las claves del éxito deportivo. La fortaleza mental consiste en una colección de conductas, valores y actitudes que te permiten mantener la concentración cuando las cosas van bien y no rendirte cuando todo se tuerce. La autoconfianza se ha desvelado como el factor principal de la fortaleza mental. Un estudio concluyó que los deportistas con mayor autoconfianza consiguieron más medallas en las Olimpiadas que los que dudaban de sus posibilidades. En el caso del fútbol, se ha evidenciado que la autoconfianza no solo permite tomar las decisiones correctas, sino que es el mejor antídoto para no bajar los brazos cuando el plan no sale como se preveía.El Betis encajó dos goles en la primera parte, el primero de ellos después de un error garrafal de Natan, que ni Llorente, ni Adrián, supieron enmendar. Los de Pellegrini jugaron mejor, pero a menudo la salvación de los equipos modestos reside en confiar en que entre la pelota en alguna jugada aislada, y que el rival se desespere ante el preceptivo Catenaccio. Pasada una hora de partido, y con un 2-0 en contra, el Betis tenía que acusar necesariamente el esfuerzo de su compromiso en la Conference. Pellegrini realizó un triple cambio: Sabaly, Fornals y un desdibujado Abde —el único que juega sin convicción— cedieron sus puestos a Ruibal, Jesús y Bakambu. Después de sus dos goles contra el Vitoria de Guimaraes el pasado jueves, el congoleño salió henchido de autoconfianza. Y así, creyó en sus posibilidades para llegar a un balón que controló mal el portero rival y provocó el penalti con que Isco acortó distancias. El segundo gol constituye una auténtica oda a la autoconfianza. Bartra , que había entrado en el minuto 70, manda un misil «desde su casa», como se suele decir. Dmitrovic apenas puede repelar el balón y Bakambu —el único con fe para seguir la jugada— cabecea a gol, tirándose en plancha. En circunstancias normales, el equipo que ha remontado se contentaría con un punto, logrado en el minuto 83. Pero he ahí donde se hace evidente la fuerza de la autoconfianza. Antony —encantado de haberse reencontrado con su buen juego en el Betis— monta un contragolpe letal que acaba con una volea de Cucho Hernández , que se estrena con su equipo. El Betis da la vuelta al partido en menos de 20 minutos.«El dinero llama al dinero», dice la gente, dando a entender que el que posee caudal puede aumentarlo más fácilmente que el que está tieso. De la misma manera, la victoria llama a la victoria. El Betis sumó su quinto triunfo consecutivo en Liga. Isco reconoció, al final del partido, que estaban agotados, máxime después de que el jueves se demorara la vuelta desde Portugal, con el avión teniendo que aterrizar en Málaga. El capitán bético no conocerá las conclusiones de los estudios de psicología que estudian el poder de la autoconfianza, pero sabe de su relevancia por su experiencia. «Lo importante es que el equipo no haya bajado los brazos» —declaró al final del encuentro—. «No perderle la cara al partido a pesar del 2-0», ahí se vio, según Isco, «el alma del equipo».Luis de la Fuente no ha convocado a Isco para la Selección, pero el centrocampista no se deprime. Jugó con la lucidez de siempre. Después de nueve temporadas en el Madrid, sabe que aquello del «espíritu ganador» y el «gen competitivo» no es más que otra manera de referirse a la autoconfianza. En el fútbol, como en la vida, la confianza en uno mismo nos lleva a poner toda la carne en el asador y a mostrar nuestra mejor versión ante cualquier reto. El siguiente es el Sevilla FC, que perdió en casa contra el Athletic. El Betis tiene mejores jugadores que su eterno rival y más confianza. Pero en un derbi no hay estudios de psicología que valgan. La psicología ha demostrado que una mente bien ordenada y positiva es una de las claves del éxito deportivo. La fortaleza mental consiste en una colección de conductas, valores y actitudes que te permiten mantener la concentración cuando las cosas van bien y no rendirte cuando todo se tuerce. La autoconfianza se ha desvelado como el factor principal de la fortaleza mental. Un estudio concluyó que los deportistas con mayor autoconfianza consiguieron más medallas en las Olimpiadas que los que dudaban de sus posibilidades. En el caso del fútbol, se ha evidenciado que la autoconfianza no solo permite tomar las decisiones correctas, sino que es el mejor antídoto para no bajar los brazos cuando el plan no sale como se preveía.El Betis encajó dos goles en la primera parte, el primero de ellos después de un error garrafal de Natan, que ni Llorente, ni Adrián, supieron enmendar. Los de Pellegrini jugaron mejor, pero a menudo la salvación de los equipos modestos reside en confiar en que entre la pelota en alguna jugada aislada, y que el rival se desespere ante el preceptivo Catenaccio. Pasada una hora de partido, y con un 2-0 en contra, el Betis tenía que acusar necesariamente el esfuerzo de su compromiso en la Conference. Pellegrini realizó un triple cambio: Sabaly, Fornals y un desdibujado Abde —el único que juega sin convicción— cedieron sus puestos a Ruibal, Jesús y Bakambu. Después de sus dos goles contra el Vitoria de Guimaraes el pasado jueves, el congoleño salió henchido de autoconfianza. Y así, creyó en sus posibilidades para llegar a un balón que controló mal el portero rival y provocó el penalti con que Isco acortó distancias. El segundo gol constituye una auténtica oda a la autoconfianza. Bartra , que había entrado en el minuto 70, manda un misil «desde su casa», como se suele decir. Dmitrovic apenas puede repelar el balón y Bakambu —el único con fe para seguir la jugada— cabecea a gol, tirándose en plancha. En circunstancias normales, el equipo que ha remontado se contentaría con un punto, logrado en el minuto 83. Pero he ahí donde se hace evidente la fuerza de la autoconfianza. Antony —encantado de haberse reencontrado con su buen juego en el Betis— monta un contragolpe letal que acaba con una volea de Cucho Hernández , que se estrena con su equipo. El Betis da la vuelta al partido en menos de 20 minutos.«El dinero llama al dinero», dice la gente, dando a entender que el que posee caudal puede aumentarlo más fácilmente que el que está tieso. De la misma manera, la victoria llama a la victoria. El Betis sumó su quinto triunfo consecutivo en Liga. Isco reconoció, al final del partido, que estaban agotados, máxime después de que el jueves se demorara la vuelta desde Portugal, con el avión teniendo que aterrizar en Málaga. El capitán bético no conocerá las conclusiones de los estudios de psicología que estudian el poder de la autoconfianza, pero sabe de su relevancia por su experiencia. «Lo importante es que el equipo no haya bajado los brazos» —declaró al final del encuentro—. «No perderle la cara al partido a pesar del 2-0», ahí se vio, según Isco, «el alma del equipo».Luis de la Fuente no ha convocado a Isco para la Selección, pero el centrocampista no se deprime. Jugó con la lucidez de siempre. Después de nueve temporadas en el Madrid, sabe que aquello del «espíritu ganador» y el «gen competitivo» no es más que otra manera de referirse a la autoconfianza. En el fútbol, como en la vida, la confianza en uno mismo nos lleva a poner toda la carne en el asador y a mostrar nuestra mejor versión ante cualquier reto. El siguiente es el Sevilla FC, que perdió en casa contra el Athletic. El Betis tiene mejores jugadores que su eterno rival y más confianza. Pero en un derbi no hay estudios de psicología que valgan.  

La psicología ha demostrado que una mente bien ordenada y positiva es una de las claves del éxito deportivo. La fortaleza mental consiste en una colección de conductas, valores y actitudes que te permiten mantener la concentración cuando las cosas van bien y no rendirte … cuando todo se tuerce. La autoconfianza se ha desvelado como el factor principal de la fortaleza mental. Un estudio concluyó que los deportistas con mayor autoconfianza consiguieron más medallas en las Olimpiadas que los que dudaban de sus posibilidades. En el caso del fútbol, se ha evidenciado que la autoconfianza no solo permite tomar las decisiones correctas, sino que es el mejor antídoto para no bajar los brazos cuando el plan no sale como se preveía.

El Betis encajó dos goles en la primera parte, el primero de ellos después de un error garrafal de Natan, que ni Llorente, ni Adrián, supieron enmendar. Los de Pellegrini jugaron mejor, pero a menudo la salvación de los equipos modestos reside en confiar en que entre la pelota en alguna jugada aislada, y que el rival se desespere ante el preceptivo Catenaccio. Pasada una hora de partido, y con un 2-0 en contra, el Betis tenía que acusar necesariamente el esfuerzo de su compromiso en la Conference. Pellegrini realizó un triple cambio: Sabaly, Fornals y un desdibujado Abde —el único que juega sin convicción— cedieron sus puestos a Ruibal, Jesús y Bakambu. Después de sus dos goles contra el Vitoria de Guimaraes el pasado jueves, el congoleño salió henchido de autoconfianza. Y así, creyó en sus posibilidades para llegar a un balón que controló mal el portero rival y provocó el penalti con que Isco acortó distancias. El segundo gol constituye una auténtica oda a la autoconfianza. Bartra, que había entrado en el minuto 70, manda un misil «desde su casa», como se suele decir. Dmitrovic apenas puede repelar el balón y Bakambu —el único con fe para seguir la jugada— cabecea a gol, tirándose en plancha. En circunstancias normales, el equipo que ha remontado se contentaría con un punto, logrado en el minuto 83. Pero he ahí donde se hace evidente la fuerza de la autoconfianza. Antony —encantado de haberse reencontrado con su buen juego en el Betis— monta un contragolpe letal que acaba con una volea de Cucho Hernández, que se estrena con su equipo. El Betis da la vuelta al partido en menos de 20 minutos.

«El dinero llama al dinero», dice la gente, dando a entender que el que posee caudal puede aumentarlo más fácilmente que el que está tieso. De la misma manera, la victoria llama a la victoria. El Betis sumó su quinto triunfo consecutivo en Liga. Isco reconoció, al final del partido, que estaban agotados, máxime después de que el jueves se demorara la vuelta desde Portugal, con el avión teniendo que aterrizar en Málaga. El capitán bético no conocerá las conclusiones de los estudios de psicología que estudian el poder de la autoconfianza, pero sabe de su relevancia por su experiencia. «Lo importante es que el equipo no haya bajado los brazos» —declaró al final del encuentro—. «No perderle la cara al partido a pesar del 2-0», ahí se vio, según Isco, «el alma del equipo».

Luis de la Fuente no ha convocado a Isco para la Selección, pero el centrocampista no se deprime. Jugó con la lucidez de siempre. Después de nueve temporadas en el Madrid, sabe que aquello del «espíritu ganador» y el «gen competitivo» no es más que otra manera de referirse a la autoconfianza. En el fútbol, como en la vida, la confianza en uno mismo nos lleva a poner toda la carne en el asador y a mostrar nuestra mejor versión ante cualquier reto. El siguiente es el Sevilla FC, que perdió en casa contra el Athletic. El Betis tiene mejores jugadores que su eterno rival y más confianza. Pero en un derbi no hay estudios de psicología que valgan.

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