La muerte de tres personas en Galicia en apenas dos semanas ha disparado todas las alarmas La muerte de tres personas en Galicia en apenas dos semanas ha disparado todas las alarmas
La muerte de tres personas en apenas dos semanas por la picadura de avispas velutinas (o asiáticas) en Galicia ha vuelto a encender las alarmas … sobre la peligrosidad de una especie que no para de multiplicarse en nuestro país pese a los esfuerzos de diferentes organismos por colocar trampas y retirar nidos. Las reacciones alérgicas desencadenadas en determinadas personas por el veneno de estas avispas, cuya picadura puede llegar a ser letal (al ser de mayor tamaño inoculan más cantidad), las ha convertido en unos insectos especialmente temidos por la población en general y por los alérgicos en particular. La pregunta que surge ahora es: ¿hay alguna manera de saber si somos alérgicos a las velutinas para tomar medidas? Pues la realidad es que no se puede saber hasta que no te pica una…
«La alergia a himenópteros (abejas, abejorros, avispas…) es una lotería y además tampoco te puedes vacunar contra su veneno como medida de prevención. Hoy en día no existe ninguna prueba que nos indique que un paciente tiene predisposición a sufrir esta alergia. De hecho, el diagnóstico siempre se hace a posteriori», aclara el doctor Santiago Quirce, jefe de Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Es decir, si notamos que nuestro cuerpo reacciona de una manera más o menos grave después de recibir un picotazo de avispa (picor, quemazón, dolor, urticaria generalizada, dificultad para respirar, vómitos…) la recomendación es acudir a un alergólogo para someternos a un estudio específico que determine si somos o no alérgicos al veneno de los himenópteros.
«Hay muchos pacientes que tienen reacciones locales, pero eso no significa necesariamente que sean alérgicos», advierte el especialista. Según los datos que maneja la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las reacciones graves a la picadura de estos insectos son poco frecuentes en nuestro país, con una tasa de incidencia que apenas alcanza el 3% de la población (los estudios se han hecho en ámbitos rurales), «aunque debemos tener en cuenta que se trata de una enfermedad potencialmente mortal».
Pruebas e inmunoterapia
Al margen de la intensidad, las reacciones a las picaduras de avispas o abejas pueden ser de dos tipos: «Tóxicas, cuando la persona sufre picaduras múltiples –al pisar un enjambre, por ejemplo–, o alérgicas. En este último caso, basta con que el insecto nos pique una sola vez para que se desencadenen los síntomas. Son reacciones de hipersensibilidad. Yo siempre le digo a mis pacientes que los alérgicos no nacen, se hacen. Es decir, para que tu cuerpo reaccione a los himenópteros, en general, te han tenido que picar antes», aclara el doctor Fernando García, jefe de Servicio de Alergología del Hospital de Basurto y pone un ejemplo.
«La primera vez que tomas un fármaco no te suele dar alergia. Lo hace después de haberlo tomado varias veces porque tu organismo se ha sensibilizado. Llega un momento en el que tu cuerpo reacciona de una manera más o menos grave y a partir de ahí es cuando ya te conviertes en alérgico a ese medicamento y ya no lo puedes tomar. Pues con los himenópteros pasa lo mismo. Es muy típico en apicultores, a los que les han picado abejas y avispas tantas veces que ni siquiera sienten cuando les clavan el aguijón. Y, de repente, un día les pica una y les provoca una urticaria generalizada, crisis de broncospasmo, hipotensión… Esas son las picaduras potencialmente mortales», precisa el especialista vizcaíno.
Y es en ese momento, cuando la persona ha sufrido una reacción supuestamente alérgica a la picadura de la velutina, cuando se realiza el estudio. «Para ello, primero se hace una prueba cutánea en consulta, en la que se inyectan unas gotas del extracto del veneno en los brazos, y además se pide una analítica para medir la inmunoglobulina E específica al veneno», añade el doctor García.
En el caso de que se confirme la alergia, la inmunoterapia con alérgenos (vacunas) es el tratamiento más eficaz. Esta terapia consiste en «inducir una tolerancia» a las sustancias que causan la reacción. «La inmunoterapia es efectiva en el 90-95% de los casos y permite que las personas alérgicas a las picaduras de himenópteros no sufran reacciones tan graves en el futuro», coinciden ambos especialistas. Este tratamiento, que se realiza a lo largo de varios años (al menos cinco), reduce significativamente el riesgo de padecer reacciones graves. Sin embargo, si una persona alérgica sufre una picadura antes de haberse sometido a la inmunoterapia, es fundamental que tenga a mano una adrenalina autoinyectable. Este medicamento puede salvar vidas en caso de un ‘shock’ anafiláctico.
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