Reino Unido se suma a la campaña aérea de Trump contra Yemen

El ejército británico atacó un edificio en el que supuestamente el grupo rebelde desarrolla los drones que emplea para atacar buques en el mar Rojo Leer El ejército británico atacó un edificio en el que supuestamente el grupo rebelde desarrolla los drones que emplea para atacar buques en el mar Rojo Leer  

El Reino Unido se sumó esta madrugada a la campaña aérea de Estados Unidoscontra los hutíes en Yemen, con un bombardeo conjunto al sur de la capital, Saná, que afectó unas instalaciones en las que supuestamente la milicia desarrolla drones empleados para atacar buques en el mar Rojo. «Esta acción se tomó en respuesta a la persistente amenaza de los hutíes a la libertad de navegación», declaró el secretario de Defensa británico, John Healey. «El ataque se llevó a cabo al anochecer, cuando la probabilidad de que hubiera civiles en la zona era aún menor», ha señalado en una nota el ministerio de Defensa del Reino Unido. Estados Unidos por su parte, no se ha pronunciado sobre el ataque, el tercero de esta semana, después de que un bombardeo el lunes causara 68 víctimas mortales en un centro de detención de migrantes, en su mayoría nacionales de Etiopía capturados cuando intentaban cruzar hacia Arabia Saudí.

El ejército británico ya había participado en acciones conjuntas con Estados Unidos contra la milicia hutí durante la administración de Joe Biden, pero es la primera vez que se suma a la campaña iniciada por Donald Trump a mediados de marzo. Por el momento no se han reportado víctimas. Los rebeldes hutíes advirtieron el miércoles que el bombardeo tendrá «consecuencias». «Con la típica insolencia británica, el ministerio de Defensa anunció la implementación de una agresión militar conjunta con el enemigo estadounidense contra nuestro país», ha señalado la administración hutí en un comunicado. La milicia rebelde «se compromete a responder a esta agresión brutal e ilegal» que «demuestra» que ambos países «son aliados de la misma agresión contra Yemen y Palestina».

El grupo armado —que forma parte del Eje de Resistencia, la alianza de milicias que operan bajo la órbita de Irán— lanzó una serie de ataques con misiles y drones en el mar Rojo en noviembre de 2023, en un intento de frenar la agresión israelí en Gaza. Sus sabotajes interrumpieron esta importante ruta comercial marítima, afectando el transporte comercial de muchos países, entre ellos Reino Unido, que sufrió una caída del 55% del tráfico en esta región.

Trump ordenó reanudar los ataques en Yemen a mediados de marzo, cuatro días antes de que Israel rompiera el alto el fuego en Gaza. El Pentágono anunció que desde entonces se han llevado a cabo cerca de mil ataques en el país del Golfo, «matando a combatientes y líderes hutíes, y degradando sus capacidades». Sin embargo, más de doscientos civiles han muerto en los ataques desde marzo. La organización de derechos humanos yemení Mwatana, alertó en un comunicado esta semana el alarmante número de víctimas civiles en los bombardeos estadounidenses. «Durante más de una década de conflicto armado, los civiles yemeníes han sido blanco de ataques indiscriminados y desproporcionados por las partes del conflicto», señala la organización, en alusión a los diez años de guerra que sufrió el país, en el que murieron más de 150.000 personas. «En un momento en que se esperaba ver el fin de este sangriento capítulo de sus vidas, ahora se encuentran en la mira de las fuerzas estadounidenses», denuncia la nota.

La campaña de bombardeos en Yemen ha generado polémica en Estados Unidos, debido al uso por parte del Secretario de Defensa, Pete Hegseth, de una aplicación de mensajería móvil para compartir detalles confidenciales sobre los ataques contra la milicia. El martes el ejército perdió un caza valorado en 60 millones de euros, después de que el portaaviones que remolca los aviones de guerra realizó un giro brusco para evadir el fuego hutí, según señaló el departamento de Defensa. La aeronave cayó por la borda y se hundió.

La cúpula del grupo yemení insiste que operan de forma individual, pero en el marco de la alianza de fuerzas de la región contra Israel. Los militantes aseguran que los proyectiles y drones que lanzan contra el mar Rojo e Israel son de fabricación propia, pese a que el grupo armado quedó seriamente debilitado tras una década de guerra en el país. La milicia ha intentado diversificar su industria armamentística, fabricando más armas a nivel nacional, aunque sigue dependiendo en parte de piezas importadas. Israel afirma que el proyectil hutí que se estrelló en su territorio en julio de 2024, causando la muerte de una persona y heridas a varias más, era un dron suicida de diseño iraní.

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