El baloncestista español Ricky Rubio no disipó las dudas respecto a su futuro y una posible retirada y dejó sus opciones abiertas al afirmar que le “gustaría jugar al baloncesto sin todo lo demás y sin ser Ricky Rubio”. Durante una entrevista en el programa Lo de Évole, emitida la noche del domingo, Rubio reflexionó sobre su carrera y los peores momentos vividos desde su explosión a los 14 años e indicó que quería seguir, aunque su decisión no sea ni mucho menos definitiva. “No dejo un titular porque no lo sé ni yo”.
El baloncestista reflexiona en una entrevista en ‘Lo de Évole’ sobre su carrera, los sacrificios y la salud mental
El baloncestista reflexiona en una entrevista en ‘Lo de Évole’ sobre su carrera, los sacrificios y la salud mental

El baloncestista español Ricky Rubio no disipó las dudas respecto a su futuro y una posible retirada y dejó sus opciones abiertas al afirmar que le “gustaría jugar al baloncesto sin todo lo demás y sin ser Ricky Rubio”. Durante una entrevista en el programa Lo de Évole, emitida la noche del domingo, Rubio reflexionó sobre su carrera y los peores momentos vividos desde su explosión a los 14 años e indicó que quería seguir, aunque su decisión no sea ni mucho menos definitiva. “No dejo un titular porque no lo sé ni yo”.
Rubio, campeón del mundo con España en 2019 y campeón de Europa en 2009 y 2011, disputó su último partido como jugador profesional en las filas del Barcelona el 2 de junio de 2024. Desde entonces, anunció un parón en su carrera, a la espera de tomar una decisión definitiva sobre su futuro. La entrevista, concedida en las instalaciones del Masnou Basquetbol, donde Rubio comenzó a jugar al baloncesto, trató desde sus inicios hasta su debut en ACB, su paso por la NBA o la muerte en 2016 de su madre. Rubio se inició como profesional con 14 años, 11 meses y 24 días en 2005 con el Joventut: “No tuve adolescencia, no cambiaría lo que viví, pero me hubiera gustado disfrutar más como un adolescente. Prácticamente no tenía fines de semana desde los 14-15 años”.
Tras fichar por el Barcelona en 2009 y convertirse en uno de los mejores jóvenes del mundo, decidió dar el salto a la NBA dos temporadas después. “Jugar en la NBA ha sido una experiencia brutal, pero igual la persona hubiese sido más feliz en Badalona”, dijo. A su llegada a los Minnesota Timberwolves confesó haber pasado por un carrusel emocional, que llegó a picos muy bajos durante su tercera o cuarta campaña: “En mi tercer o cuarto año en la NBA y no lo estaba pasando bien. Me abrí en una entrevista. Un jugador experimentado durante un tiro libre me dio el consejo de no abrirme para que los demás no explotaran mis puntos débiles. Vi que entonces todo tenía que ser un mundo falso y bonito, tenía que esconder mis emociones”.
Su precoz llegada a la elite recuerda a un caso similar en la actualidad en el mundo del fútbol, como el de Lamine Yamal, al que “se le están dando responsabilidades paras las que igual no está preparado”. “Es Mineápolis era el rockstar, sobre todo el primer año. Era la sensación de Youtube…Me tuve que crear ese personaje, aunque no quisiera. Yo fui a Estados Unidos para trabajar, en ningún momento me enamoré de sus tradiciones. Ellos han convertido la NBA en un negocio, han dejado el amor del baloncesto. En la Euroliga ya pasa también, están llevando la Final Four a Abu Dabi. Se hace por dinero”, narró.
Experiencias desde el sufrimiento
Con su éxito con la selección española, Rubio habló de sus éxitos y fracasos, incluido el Mundial de 2019, en el que fue reconocido como el Mejor Jugador del torneo:“No me sentía el MVP. Pensé soy un farsante, no me merezco esto”. La obsesión por mejorar y seguir jugando al baloncesto llegó incluso a afectar a su vida personal y lamentó varias decisiones tomadas en el ámbito familiar en favor del baloncesto. “Vivía desde el sufrimiento. Pensaba que en algún momento me iban a quitar los poderes. Te conviertes en un robot ante tanta rutina. Incluso cuando mi mujer da a luz en Phoenix, tenía una camilla en la habitación del hospital para continuar mis tratamientos. Mi sueño siempre había ser padre. A los 13 días dejo a mi mujer con mi hijo recién nacido con sus padres, con dos días de vida, porque tengo que jugar al baloncesto. Mirando hacia atrás digo: vaya salvajada”, afirmó. “Mi madre estuvo con cáncer desde 2012 y en la 2015-2016 estuvo muy mal. (..) Durante el All-Star decido venir a Barcelona. Veo a mi madre como nunca la había visto. En el viaje de vuelta pensaba: no tengo que coger este vuelo. ¿Por qué tengo que ir a jugar? Los dos meses siguientes pienso en que no quiero estar allí y que debería estar con mi madre. Por suerte mi madre me esperó. Vuelvo a casa al no entrar en playoff y vuelvo para estar 4-5 semanas al terminar la temporada. Mi padre me dijo: pensaba que no la ibas a volver a ver”, confesó.
Un punto de inflexión
Como contó, su segunda lesión de rodilla en el año 2021 fue otro de los puntos de inflexión en su carrera, al punto de llegar a suspender años más tarde su contrato con los Cleveland Cavaliers y renunciar a la selección española en 2023. “Un pensamiento muy difícil y no quiero magnificarlo, pero una de las noches en el hotel pensé: yo no quiero seguir con la vida. Me sentí así por un segundo. Yo sabía que no era yo, que algo tomaba el control de mí mismo (…). Cuando paro para no ir al Mundial parecía que mi vida no tuviese sentido”, indicó. Sin todavía tener clara su decisión y dándose aún más tiempo para reflexionar sobre su futuro, Rubio dejó su propio titular para sentenciar la entrevista: “Ricky Rubio te regala su experiencia. Me he desnudado. No voy a dar más entrevistas porque no quiero ser el foco”.
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