Santander y Unicaja recurrirán el nuevo impuesto a la banca

Santander y Unicaja recurrirán el nuevo diseño del impuesto a la banca acordado por el Gobierno y sus socios en el marco de la nueva reforma fiscal, según informa Europa Press. Este fija una tasa que durará tres años y que gravará a las entidades bancarias de forma progresiva en función de su cifra de negocios, con un tipo que oscilará entre el 1% para las entidades más pequeñas y del 7% a partir de los 5.000 millones de euros de ingresos.

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 Las asociaciones AEB y CECA también emprenderán medidas legales contra el nuevo diseño del gravamen  

Santander y Unicaja recurrirán el nuevo diseño del impuesto a la banca acordado por el Gobierno y sus socios en el marco de la nueva reforma fiscal, según informa Europa Press. Este fija una tasa que durará tres años y que gravará a las entidades bancarias de forma progresiva en función de su cifra de negocios, con un tipo que oscilará entre el 1% para las entidades más pequeñas y del 7% a partir de los 5.000 millones de euros de ingresos.

Ambas entidades hicieron lo propio con el anterior impuesto, que se aprobó para gravar los ingresos de 2022 y 2023 ante la subida de tipos de interés. El resto de entidades no se han pronunciado aún al respecto. Fuentes del sector consultadas por Europa Press afirman que si antes lo consideraban “inconstitucional” por ser un impuesto “encubierto”, ahora es el Gobierno y sus socios de investidura los que “lo reconocen al aprobarlo como impuesto” y no como prestación patrimonial.

Así, consideran que esta figura que se acaba de aprobar sigue sin cumplir los principios de la Ley General Tributaria para los impuestos y, en especial, el de capacidad económica, que se recoge en el artículo 31 de la Constitución.

Las asociaciones AEB y CECA, a través de un comunicado, han rechazado “frontalmente” la decisión de incorporar un nuevo impuesto al sector bancario por sus “graves efectos” para la financiación de familias y empresas, la inversión y el conjunto de la economía, bajo un contexto de riesgos geopolíticos y con fuertes necesidades de financiación en España y en Europa y afirman que el nuevo gravamen restará 50.000 millones de nueva financiación a familias y empresas. AEB y CECA han reiterado su intención de emprender medidas legales.

“Este impuesto no tiene parangón en los países de la UE, por lo que perjudica la competitividad de las entidades de crédito españolas y del conjunto de la economía, y carece de justificación técnica porque la política monetaria ha entrado en un nuevo ciclo de bajada de los tipos de interés”, han apostillado. También han criticado que la medida supone la fragmentación del mercado interior por su diferente aplicación entre comunidades autónomas e igualmente afirman que se produce un “señalamiento” de un sector cuyo objetivo “es trabajar por el crecimiento económico y el progreso social”.

Según cálculos de Europa Press, CaixaBank, BBVA y Santander son los bancos más afectados por el nuevo diseño del gravamen a la banca, que pasa de aplicar un tipo del 4,8% a un tipo progresivo hasta alcanzar el 7% para las entidades cuyo margen de intereses y comisiones supere los 5.000 millones de euros. Según el diseño del impuesto, CaixaBank, BBVA y Santander tendrán un tipo del 7% al registrar ingresos por encima de los 5.000 millones de euros, mientras que Sabadell estaría gravada por el tipo del 6% y Bankinter y Unicaja, estarían en el rango del 4,8%.

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