Sergio Gómez : «El fútbol no es atletismo o gimnasia, no se puede entrenar seis horas al día»

A sus 25 años, pocos tienen un palmarés así. Con España, campeón de Europa sub-17 y sub-19, oro olímpico y, también, un subcampeonato del Mundo sub-17 en el que fue nombrado Balón de plata. En formato clubes, campeón de la Champions, la Premier, el Mundial de Clubes y la FA Cup con el City. Sergio Gómez (Badalona, 4 de septiembre de 2005) sabe que el fútbol le ha tratado muy bien hasta ahora. Pero su trabajo le costó. Esta temporada suma su segundo año en la Real, que esta noche recibe al Madrid de Xabi Alonso.-Es de Badalona, pero la mayor parte de su infancia la pasó en Santa Coloma de Gramenet.-Tanto mi madre como mi padre trabajaban, y mi abuela vivía en Santa Coloma. Así que mi hermano y yo íbamos allí al colegio y ella era la que nos cuidaba luego. Badalona siempre será nuestra casa, pero mis amistades y recuerdos de infancia están en Santa Coloma.-Benditos abuelos.-Así es. En mi familia nunca le ha faltado el trabajo a nadie, por suerte, y ellos han sido un pilar clave para el cuidado. Ellos son de Órgiva, un pueblo de la Alpujarra, y de Jaén, y emigraron a Cataluña como tantos otros andaluces en los sesenta y setenta. Gente trabajadora y así ha salido toda la familia. Es lo nos inculcaron.-¿A qué se dedican sus padres?-Mi padre trabaja en la construcción, que es una profesión muy sufrida. Inviernos duros, veranos calurosos… se le notaba cuando llegaba a casa que era su momento de relajación, de disfrutar de sus hijos y su mujer. Y mi madre trabajó en un supermercado hasta que en 2018 me fui a Dortmund, a jugar en el Borussia. Ellos me han transmitido el valor de trabajar duro, de ser humilde y de nunca levantar los pies del suelo.Noticias relacionadas estandar Si real madrid Carvajal pide pista once meses después Rubén Cañizares estandar No Fútbol Los árbitros reconocen que han favorecido al Barça y al Atlético Ángel Luis Menéndez-¿Con un contexto familiar tan currante, luego uno le da más valor al dinero cuando gana tanto cómo se gana en el fútbol de élite?-A nosotros nunca nos faltó de nada. Teníamos para vivir, pero sin lujos. Las vacaciones de mis padres eran nuestros torneos de fútbol. Se gastaban sus días libres y el dinero en apoyar nuestro sueño. Y a nosotros eso nos encantaba. Nunca les pedimos más. Ahora, por suerte, tanto mi hermano (también iba para futbolista, pero eligió dedicarse al mundo de la comunicación) como yo tenemos tranquilidad económica, pero seguimos siendo igual de humildes.-¿Por qué Rubén no siguió su camino?-Mi hermano siempre había destacado hasta juveniles. Pero él tenía claro que quería ser periodista. Le hacía ilusión el fútbol, pero se centró más en los estudios y el periodismo. Lo consiguió y estamos muy orgullosos de él.-¿Era mejor que usted?-Era bueno, pero no tenía claro lo de ser futbolista. Así que probablemente ahora yo sea mejor, pero para que no se me enfade, diremos que de jóvenes, él era mejor.-De los 10 a los 17 años estuvo en la cantera del Barça. ¿En qué momento se lo cree y es consciente que el fútbol le podía dar de comer?-Yo creo que, sobre todo, en cadetes y juveniles, cuando empiezas a ir con las inferiores de la selección. Ahí te das cuenta de que la gente habla de ti, te destacan, y eso te da un plus. Fue ahí cuando me dije: «Ahora toca trabajar de verdad». Y en ese cambio de chip es cuando disfrutas menos y sufres más.-Realmente, ¿es tan difícil ser futbolista profesional?-Sí. Es muy complicado. Yo he visto muchísimos jugadores muy buenos que no llegaron por lesiones, por falta de suerte o por la cabeza. En clubes como el Barça, cada entrenamiento es una final. No te regalan nada. Estuve ocho años allí, rodeado de grandes compañeros, algunos igual de buenos o mejores que yo, pero que no pudieron disfrutar de esta profesión.-Se suele decir, de manera despectiva, que un futbolista entrena una hora, se va para casa y son los que más dinero ganan. ¿Cómo se rompe este tabú?-Es verdad que, a veces, nos comparan con otros deportes. Yo he tenido esta conversación con mi novia, que ella practicó atletismo y gimnasia. Entrenaba seis horas al día para luego competir diez segundos. O saltaba el potro, que realmente son cinco segundos de carrera y el salto, y para eso trabajaba muchas horas diarias durante cuatro años. O en natación, por ejemplo, se dedican ocho horas diarias para luego nadar los 100 metros en 45-50 segundos. Y todo eso tiene mucho mérito, pero en fútbol no podemos entrenar tantas horas porque nuestro cuerpo debe aguantar partidos de 90 minutos cada tres días. Cada deporte es una profesión distinta y necesita un método de preparación diferente para que el cuerpo rinda. En nuestro caso, aparte de entrenar, hay un trabajo fuera del campo que requiere disciplina de alimentación, descanso, rutinas, tratamientos con los fisios…-¿Qué supone irse con solo 17 años a todo un Borussia?-Una responsabilidad muy grande, por el propio salto profesional y por lo que supuso para mi familia. Mi padre dejó su trabajo unos meses, mi madre lo dejó definitivamente y mi hermano también vino allí, dejando de lado la carrera. De repente, con 17 años, había movilizado a toda mi familia. Ellos jamás me transmitieron presión ninguna y me acompañaron convencidos, por amor, pero yo sentía que el peso de la familia había recaído en mí. Siempre les estaré muy agradecido..-Después de aquello vino el Huesca y el Anderlecht, y de ahí al mejor City de Guardiola.-Sí, estuve de 2022 a 2024. En mi primer año conseguimos el triplete, algo histórico. Y en el segundo, cuatro títulos en una temporada, récord en Inglaterra. Cuando ganas tanto, parece fácil, pero no lo fue.-¿Cree que no se ha valorado a Guardiola cómo se merecía?-Siempre está en el punto de mira. Muchos esperan que falle para criticarlo. Con la prensa inglesa tiene buena relación, pero con la española no tanto. También por la rivalidad Barça-Madrid. Pero en Manchester sí se le reconoce lo que ha conseguido.-¿Habla con Rodri? ¿Le ve saliendo de allí y fichando por el Madrid?-Nos felicitamos cumpleaños y el año pasado coincidimos en la selección. Está enamorado del City, no me extrañaría que renovara.-El verano del pasado año firmó por la Real ¿Qué club se ha encontrado?-Un club muy familiar. Se sube mucha gente de la cantera y no se ficha tanto de fuera. Los trabajadores son de Donosti, los entrenadores suelen ser de casa y muchos jugadores se conocen desde hace diez o quince años. Eso ayuda a hacer grupo, a que todo el mundo se sienta parte de la cuadrilla y eso luego se traslada al campo.-No está siendo sencillo el trasvase de Imanol a Sergio Francisco. Inicio de Liga con bastantes dudas.-Es normal que haya dudas, pero el vestuario está muy tranquilo y con ganas. Esperamos que se note pronto en los resultados y ojalá ya sea contra el Real Madrid.-Lleva una temporada, pero es uno de los líderes del vestuario.-Me gusta hacer piña. No tanto ser un líder, sino mantener un buen rollo en los entrenamientos. Aquí hay muchos jugadores con esa mentalidad y eso es positivo.-El año pasado combinó lateral y extremo. ¿Será igual esta temporada?-Creo que me adapto bien a ambas posiciones. Este año hablé con el míster y me dijo que iba a ser más lateral. Eso me da tranquilidad, tener un rol más claro. Pero soy polivalente y me adapto a lo que pida el entrenador. A sus 25 años, pocos tienen un palmarés así. Con España, campeón de Europa sub-17 y sub-19, oro olímpico y, también, un subcampeonato del Mundo sub-17 en el que fue nombrado Balón de plata. En formato clubes, campeón de la Champions, la Premier, el Mundial de Clubes y la FA Cup con el City. Sergio Gómez (Badalona, 4 de septiembre de 2005) sabe que el fútbol le ha tratado muy bien hasta ahora. Pero su trabajo le costó. Esta temporada suma su segundo año en la Real, que esta noche recibe al Madrid de Xabi Alonso.-Es de Badalona, pero la mayor parte de su infancia la pasó en Santa Coloma de Gramenet.-Tanto mi madre como mi padre trabajaban, y mi abuela vivía en Santa Coloma. Así que mi hermano y yo íbamos allí al colegio y ella era la que nos cuidaba luego. Badalona siempre será nuestra casa, pero mis amistades y recuerdos de infancia están en Santa Coloma.-Benditos abuelos.-Así es. En mi familia nunca le ha faltado el trabajo a nadie, por suerte, y ellos han sido un pilar clave para el cuidado. Ellos son de Órgiva, un pueblo de la Alpujarra, y de Jaén, y emigraron a Cataluña como tantos otros andaluces en los sesenta y setenta. Gente trabajadora y así ha salido toda la familia. Es lo nos inculcaron.-¿A qué se dedican sus padres?-Mi padre trabaja en la construcción, que es una profesión muy sufrida. Inviernos duros, veranos calurosos… se le notaba cuando llegaba a casa que era su momento de relajación, de disfrutar de sus hijos y su mujer. Y mi madre trabajó en un supermercado hasta que en 2018 me fui a Dortmund, a jugar en el Borussia. Ellos me han transmitido el valor de trabajar duro, de ser humilde y de nunca levantar los pies del suelo.Noticias relacionadas estandar Si real madrid Carvajal pide pista once meses después Rubén Cañizares estandar No Fútbol Los árbitros reconocen que han favorecido al Barça y al Atlético Ángel Luis Menéndez-¿Con un contexto familiar tan currante, luego uno le da más valor al dinero cuando gana tanto cómo se gana en el fútbol de élite?-A nosotros nunca nos faltó de nada. Teníamos para vivir, pero sin lujos. Las vacaciones de mis padres eran nuestros torneos de fútbol. Se gastaban sus días libres y el dinero en apoyar nuestro sueño. Y a nosotros eso nos encantaba. Nunca les pedimos más. Ahora, por suerte, tanto mi hermano (también iba para futbolista, pero eligió dedicarse al mundo de la comunicación) como yo tenemos tranquilidad económica, pero seguimos siendo igual de humildes.-¿Por qué Rubén no siguió su camino?-Mi hermano siempre había destacado hasta juveniles. Pero él tenía claro que quería ser periodista. Le hacía ilusión el fútbol, pero se centró más en los estudios y el periodismo. Lo consiguió y estamos muy orgullosos de él.-¿Era mejor que usted?-Era bueno, pero no tenía claro lo de ser futbolista. Así que probablemente ahora yo sea mejor, pero para que no se me enfade, diremos que de jóvenes, él era mejor.-De los 10 a los 17 años estuvo en la cantera del Barça. ¿En qué momento se lo cree y es consciente que el fútbol le podía dar de comer?-Yo creo que, sobre todo, en cadetes y juveniles, cuando empiezas a ir con las inferiores de la selección. Ahí te das cuenta de que la gente habla de ti, te destacan, y eso te da un plus. Fue ahí cuando me dije: «Ahora toca trabajar de verdad». Y en ese cambio de chip es cuando disfrutas menos y sufres más.-Realmente, ¿es tan difícil ser futbolista profesional?-Sí. Es muy complicado. Yo he visto muchísimos jugadores muy buenos que no llegaron por lesiones, por falta de suerte o por la cabeza. En clubes como el Barça, cada entrenamiento es una final. No te regalan nada. Estuve ocho años allí, rodeado de grandes compañeros, algunos igual de buenos o mejores que yo, pero que no pudieron disfrutar de esta profesión.-Se suele decir, de manera despectiva, que un futbolista entrena una hora, se va para casa y son los que más dinero ganan. ¿Cómo se rompe este tabú?-Es verdad que, a veces, nos comparan con otros deportes. Yo he tenido esta conversación con mi novia, que ella practicó atletismo y gimnasia. Entrenaba seis horas al día para luego competir diez segundos. O saltaba el potro, que realmente son cinco segundos de carrera y el salto, y para eso trabajaba muchas horas diarias durante cuatro años. O en natación, por ejemplo, se dedican ocho horas diarias para luego nadar los 100 metros en 45-50 segundos. Y todo eso tiene mucho mérito, pero en fútbol no podemos entrenar tantas horas porque nuestro cuerpo debe aguantar partidos de 90 minutos cada tres días. Cada deporte es una profesión distinta y necesita un método de preparación diferente para que el cuerpo rinda. En nuestro caso, aparte de entrenar, hay un trabajo fuera del campo que requiere disciplina de alimentación, descanso, rutinas, tratamientos con los fisios…-¿Qué supone irse con solo 17 años a todo un Borussia?-Una responsabilidad muy grande, por el propio salto profesional y por lo que supuso para mi familia. Mi padre dejó su trabajo unos meses, mi madre lo dejó definitivamente y mi hermano también vino allí, dejando de lado la carrera. De repente, con 17 años, había movilizado a toda mi familia. Ellos jamás me transmitieron presión ninguna y me acompañaron convencidos, por amor, pero yo sentía que el peso de la familia había recaído en mí. Siempre les estaré muy agradecido..-Después de aquello vino el Huesca y el Anderlecht, y de ahí al mejor City de Guardiola.-Sí, estuve de 2022 a 2024. En mi primer año conseguimos el triplete, algo histórico. Y en el segundo, cuatro títulos en una temporada, récord en Inglaterra. Cuando ganas tanto, parece fácil, pero no lo fue.-¿Cree que no se ha valorado a Guardiola cómo se merecía?-Siempre está en el punto de mira. Muchos esperan que falle para criticarlo. Con la prensa inglesa tiene buena relación, pero con la española no tanto. También por la rivalidad Barça-Madrid. Pero en Manchester sí se le reconoce lo que ha conseguido.-¿Habla con Rodri? ¿Le ve saliendo de allí y fichando por el Madrid?-Nos felicitamos cumpleaños y el año pasado coincidimos en la selección. Está enamorado del City, no me extrañaría que renovara.-El verano del pasado año firmó por la Real ¿Qué club se ha encontrado?-Un club muy familiar. Se sube mucha gente de la cantera y no se ficha tanto de fuera. Los trabajadores son de Donosti, los entrenadores suelen ser de casa y muchos jugadores se conocen desde hace diez o quince años. Eso ayuda a hacer grupo, a que todo el mundo se sienta parte de la cuadrilla y eso luego se traslada al campo.-No está siendo sencillo el trasvase de Imanol a Sergio Francisco. Inicio de Liga con bastantes dudas.-Es normal que haya dudas, pero el vestuario está muy tranquilo y con ganas. Esperamos que se note pronto en los resultados y ojalá ya sea contra el Real Madrid.-Lleva una temporada, pero es uno de los líderes del vestuario.-Me gusta hacer piña. No tanto ser un líder, sino mantener un buen rollo en los entrenamientos. Aquí hay muchos jugadores con esa mentalidad y eso es positivo.-El año pasado combinó lateral y extremo. ¿Será igual esta temporada?-Creo que me adapto bien a ambas posiciones. Este año hablé con el míster y me dijo que iba a ser más lateral. Eso me da tranquilidad, tener un rol más claro. Pero soy polivalente y me adapto a lo que pida el entrenador.  

A sus 25 años, pocos tienen un palmarés así. Con España, campeón de Europa sub-17 y sub-19, oro olímpico y, también, un subcampeonato del Mundo sub-17 en el que fue nombrado Balón de plata. En formato clubes, campeón de la Champions, la … Premier, el Mundial de Clubes y la FA Cup con el City. Sergio Gómez (Badalona, 4 de septiembre de 2005) sabe que el fútbol le ha tratado muy bien hasta ahora. Pero su trabajo le costó. Esta temporada suma su segundo año en la Real, que esta noche recibe al Madrid de Xabi Alonso.

-Es de Badalona, pero la mayor parte de su infancia la pasó en Santa Coloma de Gramenet.

-Tanto mi madre como mi padre trabajaban, y mi abuela vivía en Santa Coloma. Así que mi hermano y yo íbamos allí al colegio y ella era la que nos cuidaba luego. Badalona siempre será nuestra casa, pero mis amistades y recuerdos de infancia están en Santa Coloma.

-Benditos abuelos.

-Así es. En mi familia nunca le ha faltado el trabajo a nadie, por suerte, y ellos han sido un pilar clave para el cuidado. Ellos son de Órgiva, un pueblo de la Alpujarra, y de Jaén, y emigraron a Cataluña como tantos otros andaluces en los sesenta y setenta. Gente trabajadora y así ha salido toda la familia. Es lo nos inculcaron.

-¿A qué se dedican sus padres?

-Mi padre trabaja en la construcción, que es una profesión muy sufrida. Inviernos duros, veranos calurosos… se le notaba cuando llegaba a casa que era su momento de relajación, de disfrutar de sus hijos y su mujer. Y mi madre trabajó en un supermercado hasta que en 2018 me fui a Dortmund, a jugar en el Borussia. Ellos me han transmitido el valor de trabajar duro, de ser humilde y de nunca levantar los pies del suelo.

-¿Con un contexto familiar tan currante, luego uno le da más valor al dinero cuando gana tanto cómo se gana en el fútbol de élite?

-A nosotros nunca nos faltó de nada. Teníamos para vivir, pero sin lujos. Las vacaciones de mis padres eran nuestros torneos de fútbol. Se gastaban sus días libres y el dinero en apoyar nuestro sueño. Y a nosotros eso nos encantaba. Nunca les pedimos más. Ahora, por suerte, tanto mi hermano (también iba para futbolista, pero eligió dedicarse al mundo de la comunicación) como yo tenemos tranquilidad económica, pero seguimos siendo igual de humildes.

-¿Por qué Rubén no siguió su camino?

-Mi hermano siempre había destacado hasta juveniles. Pero él tenía claro que quería ser periodista. Le hacía ilusión el fútbol, pero se centró más en los estudios y el periodismo. Lo consiguió y estamos muy orgullosos de él.

-¿Era mejor que usted?

-Era bueno, pero no tenía claro lo de ser futbolista. Así que probablemente ahora yo sea mejor, pero para que no se me enfade, diremos que de jóvenes, él era mejor.

-De los 10 a los 17 años estuvo en la cantera del Barça. ¿En qué momento se lo cree y es consciente que el fútbol le podía dar de comer?

-Yo creo que, sobre todo, en cadetes y juveniles, cuando empiezas a ir con las inferiores de la selección. Ahí te das cuenta de que la gente habla de ti, te destacan, y eso te da un plus. Fue ahí cuando me dije: «Ahora toca trabajar de verdad». Y en ese cambio de chip es cuando disfrutas menos y sufres más.

-Realmente, ¿es tan difícil ser futbolista profesional?

-Sí. Es muy complicado. Yo he visto muchísimos jugadores muy buenos que no llegaron por lesiones, por falta de suerte o por la cabeza. En clubes como el Barça, cada entrenamiento es una final. No te regalan nada. Estuve ocho años allí, rodeado de grandes compañeros, algunos igual de buenos o mejores que yo, pero que no pudieron disfrutar de esta profesión.

-Se suele decir, de manera despectiva, que un futbolista entrena una hora, se va para casa y son los que más dinero ganan. ¿Cómo se rompe este tabú?

-Es verdad que, a veces, nos comparan con otros deportes. Yo he tenido esta conversación con mi novia, que ella practicó atletismo y gimnasia. Entrenaba seis horas al día para luego competir diez segundos. O saltaba el potro, que realmente son cinco segundos de carrera y el salto, y para eso trabajaba muchas horas diarias durante cuatro años. O en natación, por ejemplo, se dedican ocho horas diarias para luego nadar los 100 metros en 45-50 segundos. Y todo eso tiene mucho mérito, pero en fútbol no podemos entrenar tantas horas porque nuestro cuerpo debe aguantar partidos de 90 minutos cada tres días. Cada deporte es una profesión distinta y necesita un método de preparación diferente para que el cuerpo rinda. En nuestro caso, aparte de entrenar, hay un trabajo fuera del campo que requiere disciplina de alimentación, descanso, rutinas, tratamientos con los fisios…

-¿Qué supone irse con solo 17 años a todo un Borussia?

-Una responsabilidad muy grande, por el propio salto profesional y por lo que supuso para mi familia. Mi padre dejó su trabajo unos meses, mi madre lo dejó definitivamente y mi hermano también vino allí, dejando de lado la carrera. De repente, con 17 años, había movilizado a toda mi familia. Ellos jamás me transmitieron presión ninguna y me acompañaron convencidos, por amor, pero yo sentía que el peso de la familia había recaído en mí. Siempre les estaré muy agradecido..

-Después de aquello vino el Huesca y el Anderlecht, y de ahí al mejor City de Guardiola.

-Sí, estuve de 2022 a 2024. En mi primer año conseguimos el triplete, algo histórico. Y en el segundo, cuatro títulos en una temporada, récord en Inglaterra. Cuando ganas tanto, parece fácil, pero no lo fue.

-¿Cree que no se ha valorado a Guardiola cómo se merecía?

-Siempre está en el punto de mira. Muchos esperan que falle para criticarlo. Con la prensa inglesa tiene buena relación, pero con la española no tanto. También por la rivalidad Barça-Madrid. Pero en Manchester sí se le reconoce lo que ha conseguido.

-¿Habla con Rodri? ¿Le ve saliendo de allí y fichando por el Madrid?

-Nos felicitamos cumpleaños y el año pasado coincidimos en la selección. Está enamorado del City, no me extrañaría que renovara.

-El verano del pasado año firmó por la Real ¿Qué club se ha encontrado?

-Un club muy familiar. Se sube mucha gente de la cantera y no se ficha tanto de fuera. Los trabajadores son de Donosti, los entrenadores suelen ser de casa y muchos jugadores se conocen desde hace diez o quince años. Eso ayuda a hacer grupo, a que todo el mundo se sienta parte de la cuadrilla y eso luego se traslada al campo.

-No está siendo sencillo el trasvase de Imanol a Sergio Francisco. Inicio de Liga con bastantes dudas.

-Es normal que haya dudas, pero el vestuario está muy tranquilo y con ganas. Esperamos que se note pronto en los resultados y ojalá ya sea contra el Real Madrid.

-Lleva una temporada, pero es uno de los líderes del vestuario.

-Me gusta hacer piña. No tanto ser un líder, sino mantener un buen rollo en los entrenamientos. Aquí hay muchos jugadores con esa mentalidad y eso es positivo.

-El año pasado combinó lateral y extremo. ¿Será igual esta temporada?

-Creo que me adapto bien a ambas posiciones. Este año hablé con el míster y me dijo que iba a ser más lateral. Eso me da tranquilidad, tener un rol más claro. Pero soy polivalente y me adapto a lo que pida el entrenador.

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