Es muy frecuente en verano y se trata de una de las intervenciones de primeros auxilios donde más errores se cometen Es muy frecuente en verano y se trata de una de las intervenciones de primeros auxilios donde más errores se cometen
El verano es época de disfrute, de no mirar el reloj, hinchables en la piscina, fiestas… pero también de pequeños sustos que pueden alterar nuestra … rutina estival. Los sangrados de nariz, por ejemplo, son muy frecuentes en esta época del año. Sin embargo, es una de las intervenciones de primeros auxilios donde más errores se cometen. Cuando una persona, adulto o niño, empieza a sangrar por la nariz, la recomendación general es inclinar su cabeza ligeramente hacia delante –sí, hacia delante–.
El objetivo es evitar que trague la sangre y empiece a vomitar, que es lo que podría ocurrir si echa la cabeza hacia atrás. El siguiente paso es ejercer presión con el dedo corazón e índice –como una pinza– sobre las alas de las fosas nasales durante cinco minutos. El paciente debe respirar por la boca. Si pasado ese tiempo, la hemorragia no cesa, se puede repetir la operación. La mayoría de los sangrados nasales suelen remitir con esta medida. Aplicar hielo o compresas frías por encima de los huesos de la nariz también puede ayudar a controlar la hemorragia.
Otro error que suele cometerse es colocar un algodón o un pañuelo dentro de la nariz a modo de tapón. No se debe hacer nunca porque corremos el riesgo de que se forme un coágulo. Una vez controlado el sangrado, se aconseja no realizar esfuerzos como sonarse la nariz o hacer ejercicio físico en las siguientes veinticuatro o cuarenta y ocho horas.
¿Cuándo debemos acudir al médico? Si el sangrado dura más de un cuarto de hora pese a ejercer presión en las fosas nasales o es muy abundante; si la sangre cae a la garganta; si la hemorragia se produce después de recibir un golpe porque puede indicar una fractura de nariz, cráneo o una hemorragia interna; o si el sangrado nasal es muy recurrente.
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