Aunque los profesionales las usen, los especialistas avisan:«No suple el trabajo activo» Aunque los profesionales las usen, los especialistas avisan:«No suple el trabajo activo»
Las pistolas de masaje llevan ya varios años entre nosotros. Son esos dispositivos que realmente parecen un arma y que cuentan con un cabezal que … da golpes a diferentes intensidades. Pese a que ya no son novedad, siguen teniendo mucho tirón, sobre todo entre los deportistas aficionados. En el último mundial de atletismo, celebrado en septiembre en Japón, también se vieron muchas en la zona de calentamiento, lo que ha dado un nuevo impulso a sus ventas.
Pablo Herrera, vicedecano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid, es consciente de la repercusión de imágenes como esas en lo que luego hace la gente en sus casas. «Sobre todo en estos tiempos, donde encuentras una en cualquier gran supermercado a un precio muy asequible». Sin embargo, el profesional avisa: estas pistolas funcionan, pero no son para todo el mundo ni valen en cualquier circunstancia. Beatriz Carpallo, fisioterapeuta e investigadora de la Universidad San Jorge coincide:«Yo no soy muy fan de estos aparatos. Tienen poco efecto y de corta duración».
«La vibración y la percusión, que es en lo que se basa el funcionamiento de estas pistolas, es una técnica de masaje que se utiliza desde Grecia y Roma», contextualiza el primero. Y hubo un tiempo en el que no había consulta de fisioterapeuta en la que no hubiera una. «Los primeros prototipos llegaron en 2007 y hacia el 2016 se pusieron ya muy de moda. Pero han ido desapareciendo», continúa.
– ¿Y eso? Porque en tiendas y supermercados ha pasado lo contrario y cada Navidad están en el top 10 de regalos.
– Sus indicaciones son muy relativas. Los estudios que se han hecho, que son bastante heterogéneos, muestran que produce ciertas mejoras a corto plazo, pero también hay mucha contraindicación.
Y precisamente por esto último es necesario no usarla a tontas y locas. Con la ayuda de ambos expertos vamos a establecer una pequeña guía de uso para ‘dummies’.
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Esto es lo que sí puedes hacer
Si tenemos una en casa o queremos comprarla, lo primero que hay que saber es realmente qué aplicación tiene. Si nuestra idea es disminuir la sensación de rigidez después de hacer ejercicio, por ejemplo, adelante:«Te alivia», confirma Herrera. Pero no es milagrosa, si nos hemos pasado entrenando… el problema es otro. Otro asunto en el que nos puede ayudar es a «mejorar el rango de movimiento».
De hecho, es por esta razón que los atletas de Tokio la tenían en las zonas donde calentaban antes de saltar a pista. «En algunos casos, sobre todo antes, se utilizaba el masaje precompetición. El fisio o el masajista activaba la musculatura del deportista», señala Herrera. Ahora esto se puede hacer con pistolas. Pero ojo, «en ningún caso sustituye al trabajo activo» que ese atleta que hemos visto en Tokio seguramente ya habría hecho antes de usar la pistola. «Habría que usarlas con precaución si se quiere rendir al máximo después», aporta Carpallo.
Otro aspecto en el que la pistola nos puede ayudar es en la flexibilidad. Pero no te embales ni te hagas ilusiones, que no te va a convertir en Simone Biles. Este año se ha publicado un estudio científico, hecho por la Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH), en el que se constata que las pistolas de masaje «puede mejorar moderadamente» esta característica «a corto plazo, especialmente después de una sola sesión». Este efecto vinculado principalmente a un aumento de temperatura muscular y a la activación neuromuscular provocada por la vibración, explica la investigadora.
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Ojo con esto otro
Para lo que no sirve un dispositivo de este tipo es para mejorar la fuerza, el equilibrio o el rendimiento. «No es una cosa maravillosa, mágica», ironiza Herrera. Y de hecho, hay que usarla con cuidado. «Para empezar, solo debemos aplicarla en grupos musculares grandes: básicamente, en glúteos, cuádriceps, gemelos, algo de dorsal…».
– ¿Hay lugares prohibidos?
Herrera: Hay que evitar la parte de atrás de la rodilla y el cuello, nada de zona anterior ni posterior porque se puede provocar un ictus, es uno de los riesgos de las manipulaciones cervicales. Tampoco se te ocurra aplicártela si tienes problemas de coagulación, crees que puedes sufrir una trombosis en la zona o te han diagnosticado osteoporosis. Por supuesto, prohibido usarla en el abdomen si estás embarazada.
Carpallo: Tampoco la apliques en nervios, en heridas o en hematomas. Olvídate de esa creencia de que el dolor cura.
15 minutos como máximo cada día

La pistola vibratoria tiene un tiempo de uso máximo. «En los grandes grupos musculares debemos estar entre 30 y 120 segundos», explica la fisioterapeuta e investigadora Beatriz Carpallo. «No vas a obtener más beneficio por estar más tiempo. Al contrario», le apoya el vicedecano del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid, Raúl Herrera.
En total, que no sean más de «diez o quince minutos» por todo el cuerpo cada día, señalan ambos. Y tampoco te excedas con la intensidad aunque te acostumbres. «Hay documentados casos por uso muy, muy intenso de rabdomiólisis, una patología muy grave» en la que el músculo libera sustancias que pueden derivar en una insuficiencia renal, alerta Herrera.
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