¡Sorpresa! La Luna no se formó como se creía

Un equipo de investigadores de la Universidad de Göttingen y del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) acaba de dar un giro inesperado a lo que sabíamos sobre el origen de la Luna y, de paso, también de la presencia de agua en la Tierra.Hasta ahora, en efecto, la idea más aceptada era que nuestro satélite se formó a partir de los fragmentos de un protoplaneta llamado Theia , que hace unos 4.000 millones de años protagonizó una gigantesca colisión con la Tierra primitiva. Pero según el nuevo estudio, recién publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS) , no fueron los pedazos de Theia los que terminaron formando la Luna, sino los materiales del propio manto terrestre expulsados al espacio tras el tremendo impacto. Theia, por su parte, habría tenido una contribución mínima.Una bala de cañón metálicaEl estudio, además, respalda también la idea de que el agua de la Tierra no llegó después de esa colisión y a caballo de cometas y asteroides, sino que pudo haber ‘aterrizado’ en nuestro mundo mucho antes de lo que se pensaba.Noticia Relacionada Más de 4.000 millones de años estandar No La Luna ‘maquilló’ su edad y es más antigua de lo que creíamos José Manuel Nieves Un nuevo estudio sostiene que un segundo evento de fusión de la superficie lunar oculta su edad real, que es de 4.530 millones de añosPara llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron isótopos de oxígeno en 14 muestras lunares y realizaron hasta 191 mediciones de diversos minerales terrestres. Para ello, usaron una versión mejorada de una técnica llamada ‘fluoración láser’, que extrae oxígeno de muestras de rocas mediante un láser. Los análisis revelaron una coincidencia excepcionalmente estrecha entre las muestras de la Tierra y la Luna para un isótopo específico conocido como oxígeno-17 (17O). Esta sorprendente similitud desconcertó de tal modo a los científicos que incluso acuñaron el término ‘crisis de isótopos’ para describir la dificultad de explicarla.«Una posible explicación -asegura Andreas Pack, coautor del estudio- es que Theia perdió su manto rocoso en colisiones anteriores y que luego se estrelló contra la Tierra primitiva como una bala de cañón metálica. Si este fuera el caso, Theia sería hoy parte del núcleo de la Tierra y la Luna se habría formado a partir del material expulsado del manto terrestre. Lo cual explicaría la similitud en la composición de la Tierra y la Luna».Origen del agua de la TierraLos datos obtenidos también aportan ideas sobre la historia del agua en la Tierra: la opinión dominante es que el líquido elemento llegó a nuestro planeta bastante tiempo después de la formación de la Luna y debido a una serie de impactos adicionales durante el denominado ‘Evento de la Capa Tardía’. Como la Tierra fue golpeada con mucha más frecuencia por estos impactos que la Luna, también debería haber una diferencia mensurable entre los isótopos de oxígeno, dependiendo de los materiales que impactaron.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Detectan un poderoso pulso de radio procedente de una galaxia muerta noticia No La costumbre humana de la micción en grupo puede ser heredada«Sin embargo -apunta Meike Fischer, primera autora del artículo- los nuevos datos muestran que ese no es el caso, por lo que se pueden descartar muchos tipos de meteoritos como la causa de ese evento. Nuestros datos pueden explicarse particularmente bien por una única clase de meteoritos llamados ‘condritas de enstatita’: son isotópicamente similares a la Tierra y contienen suficiente agua para ser los únicos responsables del agua de nuestro planeta». Un equipo de investigadores de la Universidad de Göttingen y del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) acaba de dar un giro inesperado a lo que sabíamos sobre el origen de la Luna y, de paso, también de la presencia de agua en la Tierra.Hasta ahora, en efecto, la idea más aceptada era que nuestro satélite se formó a partir de los fragmentos de un protoplaneta llamado Theia , que hace unos 4.000 millones de años protagonizó una gigantesca colisión con la Tierra primitiva. Pero según el nuevo estudio, recién publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS) , no fueron los pedazos de Theia los que terminaron formando la Luna, sino los materiales del propio manto terrestre expulsados al espacio tras el tremendo impacto. Theia, por su parte, habría tenido una contribución mínima.Una bala de cañón metálicaEl estudio, además, respalda también la idea de que el agua de la Tierra no llegó después de esa colisión y a caballo de cometas y asteroides, sino que pudo haber ‘aterrizado’ en nuestro mundo mucho antes de lo que se pensaba.Noticia Relacionada Más de 4.000 millones de años estandar No La Luna ‘maquilló’ su edad y es más antigua de lo que creíamos José Manuel Nieves Un nuevo estudio sostiene que un segundo evento de fusión de la superficie lunar oculta su edad real, que es de 4.530 millones de añosPara llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron isótopos de oxígeno en 14 muestras lunares y realizaron hasta 191 mediciones de diversos minerales terrestres. Para ello, usaron una versión mejorada de una técnica llamada ‘fluoración láser’, que extrae oxígeno de muestras de rocas mediante un láser. Los análisis revelaron una coincidencia excepcionalmente estrecha entre las muestras de la Tierra y la Luna para un isótopo específico conocido como oxígeno-17 (17O). Esta sorprendente similitud desconcertó de tal modo a los científicos que incluso acuñaron el término ‘crisis de isótopos’ para describir la dificultad de explicarla.«Una posible explicación -asegura Andreas Pack, coautor del estudio- es que Theia perdió su manto rocoso en colisiones anteriores y que luego se estrelló contra la Tierra primitiva como una bala de cañón metálica. Si este fuera el caso, Theia sería hoy parte del núcleo de la Tierra y la Luna se habría formado a partir del material expulsado del manto terrestre. Lo cual explicaría la similitud en la composición de la Tierra y la Luna».Origen del agua de la TierraLos datos obtenidos también aportan ideas sobre la historia del agua en la Tierra: la opinión dominante es que el líquido elemento llegó a nuestro planeta bastante tiempo después de la formación de la Luna y debido a una serie de impactos adicionales durante el denominado ‘Evento de la Capa Tardía’. Como la Tierra fue golpeada con mucha más frecuencia por estos impactos que la Luna, también debería haber una diferencia mensurable entre los isótopos de oxígeno, dependiendo de los materiales que impactaron.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Detectan un poderoso pulso de radio procedente de una galaxia muerta noticia No La costumbre humana de la micción en grupo puede ser heredada«Sin embargo -apunta Meike Fischer, primera autora del artículo- los nuevos datos muestran que ese no es el caso, por lo que se pueden descartar muchos tipos de meteoritos como la causa de ese evento. Nuestros datos pueden explicarse particularmente bien por una única clase de meteoritos llamados ‘condritas de enstatita’: son isotópicamente similares a la Tierra y contienen suficiente agua para ser los únicos responsables del agua de nuestro planeta».  

Un nuevo estudio demuestra que nuestro satélite se originó a partir del manto terrestre, y no de los fragmentos de la colisión con el protoplaneta Theia

Hace 4.000 millones de años, un objeto del tamaño de Marte llamado Theia chocó con la Tierra Archivo

Un equipo de investigadores de la Universidad de Göttingen y del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS) acaba de dar un giro inesperado a lo que sabíamos sobre el origen de la Luna y, de paso, también de la presencia … de agua en la Tierra.

Hasta ahora, en efecto, la idea más aceptada era que nuestro satélite se formó a partir de los fragmentos de un protoplaneta llamado Theia, que hace unos 4.000 millones de años protagonizó una gigantesca colisión con la Tierra primitiva. Pero según el nuevo estudio, recién publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), no fueron los pedazos de Theia los que terminaron formando la Luna, sino los materiales del propio manto terrestre expulsados al espacio tras el tremendo impacto. Theia, por su parte, habría tenido una contribución mínima.

Una bala de cañón metálica

El estudio, además, respalda también la idea de que el agua de la Tierra no llegó después de esa colisión y a caballo de cometas y asteroides, sino que pudo haber ‘aterrizado’ en nuestro mundo mucho antes de lo que se pensaba.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron isótopos de oxígeno en 14 muestras lunares y realizaron hasta 191 mediciones de diversos minerales terrestres. Para ello, usaron una versión mejorada de una técnica llamada ‘fluoración láser’, que extrae oxígeno de muestras de rocas mediante un láser. Los análisis revelaron una coincidencia excepcionalmente estrecha entre las muestras de la Tierra y la Luna para un isótopo específico conocido como oxígeno-17 (17O). Esta sorprendente similitud desconcertó de tal modo a los científicos que incluso acuñaron el término ‘crisis de isótopos’ para describir la dificultad de explicarla.

«Una posible explicación -asegura Andreas Pack, coautor del estudio- es que Theia perdió su manto rocoso en colisiones anteriores y que luego se estrelló contra la Tierra primitiva como una bala de cañón metálica. Si este fuera el caso, Theia sería hoy parte del núcleo de la Tierra y la Luna se habría formado a partir del material expulsado del manto terrestre. Lo cual explicaría la similitud en la composición de la Tierra y la Luna».

Origen del agua de la Tierra

Los datos obtenidos también aportan ideas sobre la historia del agua en la Tierra: la opinión dominante es que el líquido elemento llegó a nuestro planeta bastante tiempo después de la formación de la Luna y debido a una serie de impactos adicionales durante el denominado ‘Evento de la Capa Tardía’. Como la Tierra fue golpeada con mucha más frecuencia por estos impactos que la Luna, también debería haber una diferencia mensurable entre los isótopos de oxígeno, dependiendo de los materiales que impactaron.

«Sin embargo -apunta Meike Fischer, primera autora del artículo- los nuevos datos muestran que ese no es el caso, por lo que se pueden descartar muchos tipos de meteoritos como la causa de ese evento. Nuestros datos pueden explicarse particularmente bien por una única clase de meteoritos llamados ‘condritas de enstatita’: son isotópicamente similares a la Tierra y contienen suficiente agua para ser los únicos responsables del agua de nuestro planeta».

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