Tavares aplasta al Asvel y mantiene intacta la fe del Madrid

Necesita el Madrid superhéroes porque su misión de alcanzar los playoffs de la Euroliga es compleja como mínimo. Y ante el Asvel, fue Tavares ese líder al que venerar. El caboverdiano, en una de las temporadas más flojas que se le recuerdan, recuperó su mejor versión para anotar 23 puntos, 14 de ellos en el primer cuarto, que convirtieron el duelo en un plácido pasaje para los locales salvo por los minutos finales, donde los franceses amagaron con remontar. Superado el trámite, el Madrid se prepara para una doble batalla apasionante. El martes recibirá al Milán y el viernes se las verá en Belgrado contra el Estrella Roja , dos duelos que, en gran parte, decidirán su futuro en la competición. El Madrid, ante el abismo, tiró de sencillez en los primeros minutos. Campazzo dirigía sin errores y Tavares se imponía con contundencia en la zona, combinación que permitió a los blancos caer de pie en el encuentro y sumar un gran parcial de 15-0, diez de los cuales llevaron la firma del caboverdiano. El Asvel parecía no haber aterrizado en la capital española, horroroso su baloncesto, despistados y blandos sus integrantes. Los galos necesitaron de casi cinco minutos para anotar su primera canasta, que llegó gracias a un triple desde la esquina de Lighty . Poco a poco fueron calentando sus muñecas, pero el Madrid ya había alcanzado la velocidad de crucero y, al final del primer cuarto, mandaba por 22 (32-10). Las circulaciones locales eran letales e incluso los hombres secundarios, como Fernando o Feliz , se integraban a la perfección en el engranaje. El dominicano anotó dos triples consecutivos que, unidos a los dos de Llull en los segundos finales del acto inicial, propiciaron al Madrid aumentar aún más su dominio. Se permitía Mateo muchas rotaciones y no había amenaza alguna del bando francés salvo por Maledon . El internacional galo sumó 12 puntos en apenas seis minutos que redujeron la diferencia a 13. Les tocaba reaccionar a los locales y fue de nuevo Tavares , bien apoyado por Abalde , el que hizo retroceder por abrasión al Asvel. Al descanso, la victoria no corría ningún peligro (52-34). Llovía a mares en el exterior del Movistar Arena, rayos incluidos, pero el Madrid, tras la reanudación, no perdía ni un ápice de calma. Tavares prolongaba su exhibición y solo Campazzo , que tuvo que retirarse a los vestuarios por lesión, sembró preocupación en la parroquia madridista durante la plácida noche. Un bache que ni mucho menos minimizó el buen hacer de los blancos, que gracias a las acrobáticas canastas de Musa llegó al último acto con el trabajo listo para ser rematado (68-53). Las pérdidas monopolizaron las posesiones del Madrid cuando más colmillo debía mostrar y, con Jackson y Maledon a la cabeza, el Asvel amagó con meterse de lleno en el partido. Su desventaja llegó a ser de solo ocho pero, en el momento clave, su acierto fue escaso y el Madrid, ante semejante regalo, no dudó en finiquitarle. Un triple de Hezonja y otro de Llull devolvieron la calma al electrónico y, al fin, la victoria madridista fue un hecho. Necesita el Madrid superhéroes porque su misión de alcanzar los playoffs de la Euroliga es compleja como mínimo. Y ante el Asvel, fue Tavares ese líder al que venerar. El caboverdiano, en una de las temporadas más flojas que se le recuerdan, recuperó su mejor versión para anotar 23 puntos, 14 de ellos en el primer cuarto, que convirtieron el duelo en un plácido pasaje para los locales salvo por los minutos finales, donde los franceses amagaron con remontar. Superado el trámite, el Madrid se prepara para una doble batalla apasionante. El martes recibirá al Milán y el viernes se las verá en Belgrado contra el Estrella Roja , dos duelos que, en gran parte, decidirán su futuro en la competición. El Madrid, ante el abismo, tiró de sencillez en los primeros minutos. Campazzo dirigía sin errores y Tavares se imponía con contundencia en la zona, combinación que permitió a los blancos caer de pie en el encuentro y sumar un gran parcial de 15-0, diez de los cuales llevaron la firma del caboverdiano. El Asvel parecía no haber aterrizado en la capital española, horroroso su baloncesto, despistados y blandos sus integrantes. Los galos necesitaron de casi cinco minutos para anotar su primera canasta, que llegó gracias a un triple desde la esquina de Lighty . Poco a poco fueron calentando sus muñecas, pero el Madrid ya había alcanzado la velocidad de crucero y, al final del primer cuarto, mandaba por 22 (32-10). Las circulaciones locales eran letales e incluso los hombres secundarios, como Fernando o Feliz , se integraban a la perfección en el engranaje. El dominicano anotó dos triples consecutivos que, unidos a los dos de Llull en los segundos finales del acto inicial, propiciaron al Madrid aumentar aún más su dominio. Se permitía Mateo muchas rotaciones y no había amenaza alguna del bando francés salvo por Maledon . El internacional galo sumó 12 puntos en apenas seis minutos que redujeron la diferencia a 13. Les tocaba reaccionar a los locales y fue de nuevo Tavares , bien apoyado por Abalde , el que hizo retroceder por abrasión al Asvel. Al descanso, la victoria no corría ningún peligro (52-34). Llovía a mares en el exterior del Movistar Arena, rayos incluidos, pero el Madrid, tras la reanudación, no perdía ni un ápice de calma. Tavares prolongaba su exhibición y solo Campazzo , que tuvo que retirarse a los vestuarios por lesión, sembró preocupación en la parroquia madridista durante la plácida noche. Un bache que ni mucho menos minimizó el buen hacer de los blancos, que gracias a las acrobáticas canastas de Musa llegó al último acto con el trabajo listo para ser rematado (68-53). Las pérdidas monopolizaron las posesiones del Madrid cuando más colmillo debía mostrar y, con Jackson y Maledon a la cabeza, el Asvel amagó con meterse de lleno en el partido. Su desventaja llegó a ser de solo ocho pero, en el momento clave, su acierto fue escaso y el Madrid, ante semejante regalo, no dudó en finiquitarle. Un triple de Hezonja y otro de Llull devolvieron la calma al electrónico y, al fin, la victoria madridista fue un hecho.  

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