Una jueza exculpa al actor Juan José Ballesta de una agresión sexual al concluir que la víctima fabuló

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Parla (Madrid), Dakota Sampedro, ha acordado exculpar al actor Juan José Ballesta de la acusación de agresión sexual por la que tuvo que declarar como investigado en noviembre de 2023. La magistrada concluye que, tras practicar “todas las diligencias de investigación indispensables”, no ha encontrado ningún indicio de que Ballesta, de 37 años, y un amigo suyo que también estaba imputado agredieran sexualmente a la mujer que les denunció, por lo que da por concluida el sumario abierto sin procesar a ninguno de ellos.

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 La magistrada achaca las tres versiones contradictorias que dio la mujer a que no tomaba la medicación para tratar la enfermedad mental que sufre  

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Parla (Madrid), Dakota Sampedro, ha acordado exculpar al actor Juan José Ballesta de la acusación de agresión sexual por la que tuvo que declarar como investigado en noviembre de 2023. La magistrada concluye que, tras practicar “todas las diligencias de investigación indispensables”, no ha encontrado ningún indicio de que Ballesta y un amigo suyo que también estaba imputado agredieran sexualmente a la mujer que les denunció, por lo que da por concluida el sumario abierto sin procesar a ninguno de ellos.

En su resolución, la jueza detalla que toma esta decisión tras constatar las numerosas incoherencias y contradicciones en las que la supuesta víctima cayó en las tres declaraciones que prestó ―dos ante la Policía Nacional y una tercera en los juzgados― y llega a tildar su relato de “fabulaciones o pseudofabulaciones”. En el auto, dictado este lunes y al que ha tenido acceso EL PAÍS, la magistrada concluye que ello se produjo a “consecuencia de sus problemas de salud mental [de la denunciante], la falta de medicación y el consumo de sustancias estupefacientes y bebidas alcohólicas que ella misma reconoció”.

La decisión es firme y no admite recurso, aunque la denunciante aún puede presentar alegaciones en la Audiencia Provincial. Ballesta ha anunciado que este martes dará una rueda de prensa en el despacho de los abogados Beatriz Uriarte y Juan Gonzalo Ospina que le han defendido en la causa.

La investigación ahora archivada se inició en agosto de 2023, cuando la víctima, M., de 47 años, acudió a una comisaría a denunciar que había sido víctima de una supuesta agresión sexual y que los autores de la misma habían sido el actor y un amigo suyo, R. G. B. En su primera declaración ante los agentes, aseguró que unas semanas antes se había encontrado con Ballesta ―al de calificó de amigo suyo de la infancia― y un conocido de este en un parque de Parla y que, tras varias horas tomando alcohol, el actor le obligó a sacar de un cajero automático 200 euros y luego la agredió sexualmente en la calle. También afirmó que Ballesta volvió con varios individuos, entre ellos el otro denunciado, que la llevaron a una casa okupada sin concretar qué ocurrió allí. Luego aseveró que R.G.B. la llamó días después para que fuera a su casa con la intención de prostituirla y que la violó.

Cuando 12 días después de aquella declaración volvió a la policía, la mujer cambió radicalmente de relato. La supuesta agresión ya no se había producido a comienzos de julio, sino en la segunda mitad, y el lugar del encuentro no fue un parque sino un local de ocio de la localidad madrileña. Además, aseguró que el primero en agredirla sexualmente fue el amigo del actor en su domicilio y que, además, le quitó el móvil y otros efectos personas, entre ellos su documentación, tras lo que la mantuvo retenida durante dos días. El encuentro con Ballesta se produjo días después en un establecimiento de Parla y para entonces ya no eran amigos de la infancia, sino que le conocía “por ser vecinos de la misma localidad”. Además, la supuesta agresión cometida por este ya no se produjo en las cercanías de un cajero, sino en una calle próxima al domicilio del segundo denunciado.

La tercera declaración, prestada el 7 de noviembre de 2023 ya en el juzgado, la denunciante situó los hechos el 16 de julio de aquel año en un segundo local de ocio. En este relato, acusó al amigo del actor de haberle echado “alguna sustancia en su bebida” y de llevarla a su domicilio, donde aseguró que la había violado. El encuentro con Ballesta lo situó cuatro días más tarde y, de nuevo, dice que se produjo en un parque y que, tras cudir a un cajero a sacar dinero, la tiró al suelo y la agredió sexualmente.

Tanto Ballesta como el otro investigado negaron los hechos. Este último admitió conocer a la denunciante y confirmó que había estado con ella en un local de Parla, así como haberla llevado a su domicilio para que durmiera dado el estado de embriaguez en el que esta se encontraba, pero negó que se produjera “ningún tipo de encuentro sexual entre ambos, ya fuera consentido o no”, o que le robara. Ballesta aseguró que no conocía de nada a la mujer ni recordaba haber coincidido con ella en ningún lugar, a la vez que desmentía “categóricamente” los hechos que le atribuía.

En su auto, la jueza argumenta que, si bien en los delitos contra la libertad sexual la existencia de contradicciones en los testimonios de las víctimas es “habitual” y que, por ello, no pierden necesariamente su veracidad, en el caso de la denuncia contra el actor y su amigo concluye que la versión de la mujer ”no se sostiene por ningún extremo” ya que, recalca, su diferentes declaraciones presentan “alteraciones muy relevantes” entre ellas y “no ha sido siquiera persistente en aspectos esenciales”. La jueza también destaca que, en el transcurso de la investigación, no ha aparecido “el más mínimo elemento que corrobore objetivamente el testimonio” de la supuesta víctima y sí dos indicios que desmontan su versión.

Uno es la nota que ella misma dejó en casa del amigo del actor tras dormir en la misma en la que dejaba su nombre, su número de teléfono, un corazón y unos labios rojos en la misma. En el auto, la magistrada considera que esto “lleva inevitablemente a cuestionar que si fuera cierto que ese día se produjera una agresión sexual la propia denunciante dejase dicha nota. El segundo son los audios que envió a una amiga con la que estuvo la misma noche en los que supuestamente ocurrieron los hechos y en los que “se escucha claramente como la denunciante se encontraba perfectamente, feliz y emocionada porque las cosas parecía que le comenzaban a ir bien”. La propia amiga negó rotundamente que hubieran sucedido los hechos como la denunciante había relatado.

Pese a todo, la jueza considera que la supuesta víctima no tuvo “una motivación espuria o malquerencia” y achaca la falsedad de su relato a las “dificultades y problemas de salud mental” que la mujer arrastra “desde hace muchos años, habiendo sido diagnosticada de esquizofrenia paranoide”, según recogen los informes médicos incorporados a la causa. En este sentido, destaca que la joven había perdido su medicación y que cuando denunció los hechos llevaba varios días sin tomarla. Por todo ello, la jueza concluye que no existe “indicio racional alguno de criminalidad frente a ambos investigados” y acuerda no procesar a ningunos de los dos investigados.

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